Charles Manson – Psicología Oscura y Manipulación: Cómo los asesinos seriales usan técnicas y artimañas para analizar, controlar y persuadir a las personas. Evitar el engaño y el control mental, PNL

Por Dominic W. Ackerman

Conoce todo sobre la psicología oscura y manipulación

• Este libro aprenderás las mejores técnicas para identificar a un asesino serial y a protegerte de él ¿Cómo?, analizando en profundidad una de las mentes más retorcidas de la historia, un sectario que se convirtió en un ícono y dejó una marca indeleble en la historia de los Estados Unidos y el mundo entero: Charles Manson
• Este conocimiento te permitirá ser precavido ante situaciones de manipulación psicológica, desmontar engaños, saber cuándo te quieren usar para otros propósitos.

Conoce todo sobre Charles Manson

• Estudiaremos todas las facetas de este enigmático e intimidante hombre: desde su vida social hasta su vida sexual y musical. También nos adentraremos en su forma de pensar, intentaremos entender cómo veía el mundo y qué lo llevó a actuar de esa manera.
• También estudiaremos sus métodos de manipulación, y te develaré los secretos que implementan para introducirse en tu mente, manipularte y convertirte en una marioneta (tal como ocurrió con la Familia Manson, de la cual hablaremos en detalle en este escabroso, pero apasionante libro).
• Descubrirás el lado más oscuro y perturbado de la psicología, sus ramas de estudio y su relación directa con el caso Manson. También descubrirás otros ejemplos claros y concisos de asesinos seriales tanto de la vida real como de la ficción.

Desenmascara y evita el engaño y control mental

• Aprenderás cómo utilizar todos esos métodos de manipulación en tu vida, pero no para cometer actos delictivos ni mucho menos, todo lo contrario: para usarlos a tu favor y convertirte en una persona influyente y exitosa a nivel personal, laboral y social.
• Conocerás las técnicas para evitar se engañado y manipulado usando el conocimiento de los asesinos seriales, y en especial de Charles Manson.

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Dominic W. Ackerman

• Idioma: Español
• Editorial: Dominic W. Ackerman
• Fecha de lanzamiento: 26 abr 2021
• ISBN: 9798201774462

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1.  INTRODUCCIÓN

¿C ómo es la mente de un asesino serial? ¿No te da curiosidad saber qué hay en su pensamiento?, ¿en su imaginación? Los seres humanos nacemos con ciertas características psicológicas definidas, sin embargo, estas alcanzan su punto álgido durante la niñez, a través de las experiencias vividas, de las emociones.

Un adulto que pasó por una infancia difícil y llena de traumas psicológicos, jamás será igual a un adulto que vivió pleno, sin necesidades o carencias, lleno de mucho amor y afecto. Esto no quiere decir que el adulto con necesidades será malo y que el adulto lleno de amor será bueno, no hay un patrón para este tipo de cosas. Lo cierto es que, nunca sabemos qué pasa por la mente de ese individuo que, teniendo o faltándole todo, puede llegar a desarrollar conductas impropias.

Un asesino serial puede ser un hombre que creció en la pobreza, recibiendo abusos constantes de su madre y su padre. Un niño que, sintiéndose indefenso y maltratado, encontró en el asesinato una razón de poder, una motivación para sentirse fuerte, dominante; algo que, evidentemente, ha de causarle satisfacción personal, sin importar si es correcto o no.

Pero, un asesino serial también puede ser un hombre consentido y mimado, un niño que jamás le vio la cara a las necesidades pero que, aun así, se sintió insatisfecho con todo lo que tenía. Por lo tanto, decidió experimentar en el acto de matar una nueva sensación. Dicha sensación le gustó, le hizo sentir pleno y satisfecho, por lo tanto, lo convirtió en una práctica habitual.

Esta última descripción me hace recordar a un personaje de la reconocidísima serie American Horror Story ¿De quién estará hablando? Te preguntarás. En realidad hay muchos personajes en esas historias, pero uno en particular pudo despertar mi atención.

Me refiero a Dandy Mott, hijo de Gloria Mott, cuya aparición se da en Freack Show. Dandy era un joven malcriado y millonario que creció en una lujosa mansión. Tenía todo lo que pedía en sus manos y se convirtió en un hombre bastante apuesto.

Sin embargo, su apariencia exterior nada tenía que ver con su personalidad interior, ya que, a pesar de haber crecido sin ninguna necesidad aparente, Dandy se convirtió en un hombre perturbado, desarrollando una personalidad hombre/niño: disfrutaba jugar con cosas de niños y vestirse como tal, a pesar de ser un adulto joven.

Detestaba el ideal de casarse ya que tenía la creencia de que las mujeres eran como vacas, tampoco anhelaba tener hijos ya que pensaba que los bebés eran aburridos ¿Cuál era el problema de Dandy? Justamente ese, el aburrimiento. Lo tenía todo, tanto, que ya no sabía qué hacer para experimentar nuevas sensaciones, estaba en la incesante búsqueda de nuevas vivencias que le llenaran de satisfacción y le hicieran escapar del tedio constante de su día a día.

Fueron esas ansias de vivir al máximo y de escapar de la cotidianidad las que comenzaron a manifestarse como rasgos psicopáticos en la mente de aquel perturbado joven. Aunado a esto, su riqueza le hacía creer que era superior, que nadie podía contra él, así que movió sus influencias con las autoridades, para hacer atroces actos sin que el peso de la ley recayera sobre él.

¿Te das cuenta a lo que me refiero? ¡Seguramente en el mundo hay cientos de Dandys! Que, a pesar de no sufrir en su niñez y de darse ciertos (o muchos) lujos, empiezan a divagar en la búsqueda de algo más.

Todo esto ha llevado a preguntarme ¿Los psicópatas nacen o se hacen? Tengo la creencia de que los psicópatas y los asesinos seriales, nacen. Su cerebro y su psicología han de ser distintas a las de un ser humano convencional; y son estas diferencias biológicas y neurológicas, las que los llevan a cometer actos tan atroces sin sentir un ápice de remordimiento.

Hemos llegado a un punto muy importante: el darnos cuenta que los asesinos seriales pueden describirse en una sola palabra: psicópatas ¡Efectivamente! Son psicópatas libres, que hacen y deshacen a su antojo, sin pensar en las consecuencias de sus acciones, porque, sencillamente, no les interesa.

¿Y qué diferencia a un psicópata de una persona normal? Hay muchas cosas, en realidad, pero, para que lo entiendas más en detalle, te hablaré sobre las cualidades de una persona normal y las cualidades de un verdadero psicópata. Quizá así, y solo así, comprendas qué hace un psicópata y cómo se comporta. Y ¿Por qué no? Posiblemente llegues a descubrir en tu esposo, tu hijo, o alguna persona cercana, rasgos de psicopatía.

Hablemos principalmente de la psicología de una persona normal, una como tú y como yo (o eso espero) ¡En fin! Una persona que es bien aceptada por la sociedad y que entiende de razones, tiene sentido común. Estas son algunas de las características que nos representan como seres humanos psicológicamente saludables:

- Te encuentras satisfecho contigo mismo: y con esto no quiero decir que seas perfecto, o que te gustes al cien por ciento (siempre hay algo de nosotros mismos que no nos gusta, y es completamente normal, e incluso sano).

A lo que me refiero es que, sientes tus emociones de forma correcta, no te dejas abrumar o cegar por la rabia, los celos, los sentimientos de culpa o el amor. No permites que tus emociones te controlen a tal punto de dejarlas tomar las riendas de tu vida.

Sí, en algún momento nos hemos enamorado con locura o hemos sentido unos celos locos ¿Cierto? Sin embargo, a pesar de sentir toda esa impotencia o todo ese amor que se desborda, no hemos matado por amor ni tampoco por celos. Sabemos que eso no es correcto, y ni siquiera se asoma por nuestra mente la más mínima posibilidad de hacer algo así. Tenemos autocontrol y sabemos qué es bueno y qué es malo.

- Encuentras satisfacción en ciertas cosas: no eres como Dandy, a quien nada le divierte; al contrario, tú sí tienes un hobbie, algo que te gusta demasiado o que te apasiona. Eso que te llena por completo y que te ayuda a ver la vida más bonita, más plena.

- Te sientes bien con otras personas: pero, no solo eso, también eres capaz de entenderlas y sentir amor por ellas. Respetas a tu prójimo y le das su lugar, te sientes bien cuando formas parte de un grupo que te agrada y no te aprovechas de la gente que te rodea. Entiendes que en el mundo todo es reciprocidad, que nadie tiene que estar a tu merced.

- Aprendes a enfrentar las demandas de la vida: a eso se le llama ser una persona eficiente. Te dedicas a planificar, tienes proyectos, trabajas por ellos, y también tienes necesidades qué atender. Eres capaz de tomar decisiones por propia cuenta pero también de escuchar el consejo de un amigo o un familiar. Te satisfacen los logros personales y el haber luchado por obtener lo que ahora tienes (independientemente de si es poco o mucho).

- Mente lúcida, enfocada en la realidad: aunque sabes que hay mil mundos de ficción, también sabes cómo diferenciarlos de la realidad. Actúas con base en lo real, no en base a una ficción creada por tu imaginación o vista en películas. De la misma manera, sabes distinguir entre tus sueños y tu realidad, lo que te permite actuar de la forma más racional y correcta.

- Tienes autodominio: los impulsos no rigen tu vida, tienes un lado racional que has desarrollado muy bien y que te lleva a pensar en las consecuencias de todo lo que haces ¿Eso quiere decir que nunca actúas por impulso? ¡Para nada! Sí que lo haces, cuando le robas un beso a alguien, o cuando das una opinión desde la emoción. Sin embargo, dichos impulsos no son acciones críticas que pueden llegar a repercutir negativamente en la sociedad, son acciones que repercuten en tu vida positiva o negativamente. Yo les denomino, impulsos controlados.

- Tienes conductas generalmente aceptadas en sociedad: que nos comportemos como la sociedad desea no quiere decir que seamos unos borregos, todo lo contrario, se trata de colaborar por el bien común, por la paz colectiva. Por lo tanto, te sientes bien cuando haces lo correcto, aquello que aporta al orden social, a la tranquilidad, a la estabilidad de tu entorno y al bienestar colectivo. Desde cosas tan sencillas como botar la basura en su lugar, ayudar a una anciana a cruza la calle y respetar las luces del semáforo, hasta cosas un poco más trascendentales como respetar la integridad, la vida y la libertad de pensamiento de tu prójimo.

- Tienes tolerancia: y la tolerancia se traduce en respeto; sin importar la raza, religión o cualquier otro estigma social, tú entiendes que todos somos distintos, y que, siempre y cuando no hagamos daño a los demás, tenemos derecho a la vida, a expresarnos y a ser diferentes. El mundo está lleno de millones de culturas y creencias, y tú estás dispuesto a respetarlas, siempre y cuando dichas creencias respeten la vida y la paz humana.

Estas son solo algunas de las características de un ser humano psicológicamente saludable,