LA RAZÓN DE LA MALDAD HUMANA
El fino hilo que separa el bien del mal es algo que ha obsesionado a numerosos científicos. ¿Por qué un hombre se vuelve un ser cruel? ¿Qué delimita las acciones de un criminal…? Al margen de la ciencia forense y la criminología, en el campo de la psicología social y la ciencia experimental algunos investigadores llevaron sus estudios hasta el límite de la locura, convirtiendo a sus pacientes –no siempre voluntarios– en cobayas humanas que sufrirían graves trastornos a lo largo de su vida.
Experimentos que en la mayoría de los casos no contribuyeron lo más mínimo al avance científico pero que incluso –algunos de ellos– fueron financiados por organismos internacionales y poderes en la sombra con una oscura finalidad, como sucedió con el archiconocido Proyecto MK-Ultra, que obtuvo financiación en forma de presupuestos negros de la propia CIA. Pero hubo más, pruebas realmente surrealistas –aunque con los años reivindicadas–que no creeríamos que tuvieron lugar si no fuera porque existen registros de las mismas, estudios «académicos» con sus resultados y testigos vivos que formaron parte de las mismas: desde el «efecto Lucifer» de la prisión de Stanford al «Estudio Monstruo » de Wendell Johnson, hasta el experimento de obediencia de Stanley Milgram, cruzamos los muros secretos de prisiones y sanatorios para descubrir qué hicieron estos especialistas con sus «pacientes».
EL EFECTO LUCIFER
Al margen del poder sugestivo de las drogas, los electrodos o psicoterapias de diversa índole, que también se llevan la palma en laboratorio, el psicólogo estadounidense Philip Zimbardo creyó que la clave de todo se hallaba en el ambiente: para transformar a una persona en un individuo bueno o malvado, lo que importaba era colocar al mismo en el escenario adecuado. Y llegó a tal conclusión gracias a un experimento que en los años 70 desató un vendaval entre la opinión pública.
Desde hacía tiempo, el psicólogo se venía preguntando cómo es que en instituciones como prisiones, hospitales o escuelas, se daba una tasa
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