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La Guerra Oculta, de Enmanuel Malynski. Resumen
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Libro electrónico66 páginas52 minutos

La Guerra Oculta, de Enmanuel Malynski. Resumen

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En esta obra se recogen las principales ideas de la Guerra Oculta (1936), de Enmanuel Malynski y León de Pocins, una clave para entender cómo una élite está destruyendo la civilización cristiana occidental e instaurando un nuevo orden mundial tiránico y criminal por medio de una revolución universal gradual.

IdiomaEspañol
EditorialAlberto Sosa
Fecha de lanzamiento22 may 2023
ISBN9798215716366
La Guerra Oculta, de Enmanuel Malynski. Resumen
Autor

Alberto Sosa

Nació en Maracay, a 119 kilómetros de Caracas, Venezuela, el 17 de noviembre de 1982. Es maestro de escuela primaria, corrector de estilo en prensa y escritor. Su lema de vida es "vida para el conocimiento". Filosofía, religión, educación, historia, política y periodismo son las áreas que más ha explorado. La mayor parte de las obras que ofrecerá por esta vía tratarán de diversos temas con intención divulgativa.

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    La Guerra Oculta, de Enmanuel Malynski. Resumen - Alberto Sosa

    La Guerra Oculta (1936), de Enmanuel Malynski y León de Pocins, es una clave para entender cómo una élite está destruyendo la civilización cristiana occidental e instaurando un nuevo orden mundial tiránico y criminal por medio de una revolución universal gradual.

    Capítulo I. El Siglo XIX: La Revolución se Despierta

    * La clave de historia del siglo XIX es la evolución del movimiento revolucionario de 1789 hasta el bolchevismo ruso. Esta lucha subterránea se inició con la Revolución Francesa, propiciada por los Illuminati presididos por Adam Weishaupt. Aunque la citada revolución fracasó en su momento, dejó sembrado un germen infeccioso que allí fructificó, deviniendo Francia en el siglo XIX en enfant terrible de Europa entera. Desde este país comenzaron las revoluciones del XIX que cambiaron al mundo cristiano y la estructura interna de la sociedad europea, en beneficio de elementos revolucionarios, entre los cuales los hebreos estaban en primera fila. (p. 25)

    * El proceso duró un siglo y dos años (1815-1917) y provocó, primero, la transformación de la sexta parte del mundo habitado en un foco revolucionario, impregnado de masonería y de judaismo y, segundo, la transformación del resto del planeta en un ambiente blando, desarticulado y dividido interiormente por rivalidades irascibles y odios regionalistas, de modo que perdiera toda iniciativa de carácter ofensivo e incluso defensivo; ello, gracias a un ambiente mundial tan dominado por el capitalismo, tan anemizado por la democracia, tan sacudido por el socialismo y dividido por nacionalismos mal entendidos. (p. 26)

    * Los monarcas europeos del XIX actuaron peor que Luis XVI quien se obstinaba en no ver nada más que movimientos accidentales de revueltas debido a descontentos ocasionales, allí donde en cambio comenzaba la era revolucionaria y sólo pensaron en rivalidades de nacionalismos regionalistas, en lugar de unirse contra el germen revolucionario. (p. 27)

    * La guerra por excelencia del siglo XIX debía ser aquella de los estratos sociales superpuestos: la guerra de la democracia universal contra la élite universal; la guerra de lo de abajo contra lo de arriba; y la guerra del mundo infero contra el mundo divino será en general la consecuencia lógica. (p. 27)

    * La revolución y la democracia son sólo medios empleados en el conjunto de un plano de conspiración general, para arrancar el poder sobre el pueblo de las manos de aquél grupo y de aquella idea positivamente aristocrática, que siempre ha estado por sobre y más allá de la mayoría del género humano. Revolución burguesa, democracia, revolución ‘social’, comunismo, no son sino varios episodios del duelo gigantesco entre dos grandes principios, personificados uno por la tradición y el otro por la antitradición. Y si Satanás se rebeló, en nombre de la libertad y de la igualdad respecto a Dios, ello no ha acaecido sólo para no servir sino para someter, sustituyéndose a la autoridad del Altísimo. (p.28)

    * Queda aún toda la jerarquía humana cuando nos comenzamos a separar de la tradición: el Renacimiento. Quedan los príncipes y los reyes, cuando nos separamos de la jerarquía religiosa y del emperador: la Reforma. Queda la burguesía cuando nos separamos de la nobleza de los príncipes y reyes que son los ápices de ésta: Revolución Francesa. Queda aún el pueblo, cuando se sobrepasa el plano de la burguesía: 1848-1917. No queda sino la escoria y un mundo subhumano cuando se va más allá de las masas: 1917, bolchevismo. Cuando la revolución se complete en profundidad como lo es ya en Rusia, y en extensión, como podrá serlo sólo cuando el mundo se parezca al decaído imperio de los zares, ella no se preocupará de lo que piense el pueblo, más de lo que a nosotros nos preocupa aquello que nuestros corderos o nuestros bueyes podrán tener en la cabeza, puesto que sabe que bastan unas pocas bacterias para exterminar sin peligro alguno para nuestras personas, la totalidad de todas las bestias del rebaño. (p. 29)

    Capítulo II. La Santa Alianza-El Último Europeo

    * Muchos estudiosos de hoy, a pesar de lo que han visto, no comprenden el verdadero sentido de la revolución y de la democracia, entonces, no extraña que los Aliados de 1815, para quienes el fenómeno era aún nuevo, tampoco. (p. 30)

    * El principe Metternich, de Austria, "parecía darse cuenta de la pesadilla espantosa que se cernía sobre el porvenir. Y él no dejó nunca de hacer todo

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