Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Comprar a Marx por Amazon: Diccionario utópico actualizado
Comprar a Marx por Amazon: Diccionario utópico actualizado
Comprar a Marx por Amazon: Diccionario utópico actualizado
Libro electrónico109 páginas2 horas

Comprar a Marx por Amazon: Diccionario utópico actualizado

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

¿Qué queda de las grandes utopías políticas que han marcado la modernidad? En este diccionario utópico actualizado, el politólogo Pablo Simón traza un recorrido personal, de la A a la Z, por conceptos que un día sacudieron el mundo. Anarquía, barricada, obrero, pueblo, república o socialismo son examinados a la luz de un presente que ha arrojado fuera de la mesa los ideales del siglo pasado.
Con un tono distendido repleto de guiños personales y reflexiones que desbordan lo político, Pablo Simón – una de las voces más originales del análisis político en España– viaja del liberalismo de Stuart Mill a los hackers antisistema. Del mundo sin fronteras que John Lennon cantó en «Imagine» a la ideología oculta tras los westerns americanos. De los obuses de la comuna a las revolucionarias plazas ocupadas a golpe de megáfono y tuit.
Como previene el autor a partir de la quimera de los Jemeres Rojos, «la utopía es un arma de doble fi lo» capaz de convertir a las personas en instrumentos subordinados a una visión. Y es ahí donde resulta preferiblela contradicción. Como comprar libros de Marx por Amazon.

Prólogo de Aimar Bretos
IdiomaEspañol
EditorialLa Caja Books
Fecha de lanzamiento11 jun 2020
ISBN9788417496357
Comprar a Marx por Amazon: Diccionario utópico actualizado

Relacionado con Comprar a Marx por Amazon

Títulos en esta serie (17)

Ver más

Libros electrónicos relacionados

Gobierno americano para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Comprar a Marx por Amazon

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Comprar a Marx por Amazon - Pablo Simón Lorda

    Prólogo de Aimar Bretos

    Ni adoquines ni sacos

    En su intento por idear la sociedad más perfecta posible, Tomás Moro escribió que los utopianos trabajaban solo seis horas al día. Tres, comida y otras tres. Puede que esa estructura de jornada partida no sea la ideal, pero oye, han pasado casi 500 años desde que el ofendidito Enrique viii encarceló y decapitó a Moro en la Torre de Londres porque se negaba a avalar su divorcio y aquí seguimos, con jornadas laborales de empiece a contar usted a partir de las ocho horas. Sobre todo Pablo Simón, que llega a las tertulias hora y pico antes de que empiecen sin que los demás sepamos muy bien por qué. Y no ha habido manera de arrancarle una explicación coherente.

    Cuando Pablo me propuso que prologara este libro, se acababa de abrir en Andalucía la ventana por la que han ido entrando desde el sur unos escalofriantes aires reaccionarios. Desde entonces, y hasta el cierre de esta edición, periodistas y politólogos llevamos semanas sumidos en una reflexión colectiva acerca de cómo poner pie en pared ante quienes llegan a porrazos bannonianos contra unos consensos democráticos (e, incluso, humanitarios) que considerábamos fuera de debate.

    En estas páginas he encontrado algunas respuestas. Sobre todo por la B, la B de barricada. ¿Qué es una barricada sino el parapeto de quienes están dispuestos a librar, personalmente, la batalla contra quien supone una amenaza para su libertad y bienestar actuales o futuros? La ciudadanía no necesita hoy adoquines ni sacos para sus barricadas, sino munición democrática e ideológica para enfrentarse intelectualmente a quienes, disfrazados de madonnas antiestablishment, construyen su discurso de intolerancia chapoteando en fakes.

    Y ahí están, llamadas a jugar un papel decisivo, voces como la de Pablo Simón, que en cuestión de años se ha convertido en referencia en España por su capacidad analítica y explicativa. Los que trabajamos en los medios de comunicación sabemos bien que es absolutamente excepcional que un analista siempre sume con sus aportaciones, y en el caso de Pablo es así: siempre.

    Igual que erraste si buscabas en El príncipe moderno una actualización a la riojana de la obra de Maquiavelo, fallarás si esperas de este diccionario utópico actualizado un remake arnedano de la obra de Tomás Moro. Lo único que tienen en común es que el primero lo escribió un Lord Canciller y el segundo, un @kanciller. Lo siento, me la habían dejado botando.

    Lo que tienes entre las manos es un delicioso glosario de conceptos políticos explicados desde la perspectiva preclara del autor. Pablo Simón espolvorea por las siguientes páginas su conocimiento, análisis e ironía logrando que llegues a la Z y te quedes esperando los bises. Disfrútalo tanto como yo.

    Aimar Bretos

    anarquía

    Sic semper tyranis: «así siempre a los tiranos». He aquí la frase típica que gritaba un terrorista anarquista antes de descerrajar una salva de disparos al político de turno, gesto bastante frecuente durante los últimos doscientos años. Si uno pasea por Madrid, muy cerca de Atocha tiene un mausoleo, el Panteón de Hombres Ilustres, erigido para conmemorar las obras de muchos de ellos. Como poco, Eduardo Dato, Antonio Cánovas del Castillo o José Canalejas, todos principalísimos hombres de la política del siglo xix, perecieron a manos de anarquistas. Una ideología, la del anarquismo, que había prendido con fuerza en una España reaccionaria y católica, poco industrializada y de una intensa base caciquil.

    En general, los estudios señalan que el movimiento anarquista fue más fuerte en los países del sur de Europa debido a la falta de inclusividad de sus instituciones políticas. El hecho de que no hubiera forma de canalizar el disenso a través de los mecanismos ordinarios y pacíficos, intensificó la pulsión hacia la revolución y la violencia. En España no podía ser de otro modo. Por poner un ejemplo menos virulento, pero fundamental a nivel político, la Confederación Nacional del Trabajo, el principal sindicato anarquista, rondaba, según la documentación de la época, casi el millón de miembros y tuvo un papel fundamental durante la Segunda República y la Guerra Civil.

    Aunque de infinitas corrientes y ramificaciones, desde el anarco-sindicalismo al anarquismo liberal, la filosofía anarquista tiene como principal ánimo el rechazo a cualquier autoridad política. La idea, pues, era la emancipación total del individuo del yugo del Estado. Pensemos que no puede haber una utopía en la Tierra más hermosa que la de creer que la política pudiera limitarse a la mera gestión de los asuntos ordinarios, que todos pudiéramos ser libres incluso de tener posada la mirada aviesa del Leviatán, del Estado, sobre nosotros. Se acabaría así la presión de una autoridad que nos impidiera organizarnos como consideremos mejor.

    Rechazar cualquier forma de gobierno político o autoridad social es, en última instancia, una doctrina muy de la modernidad. Al fin y al cabo, se trata de posicionar al Hombre en el centro de todas las cosas, representa la idea de la autonomía de los seres humanos llevada hasta su extremo más acabado. ¿O acaso no podemos decidir nosotros cómo queremos relacionamos? ¿Por qué hemos de subcontratar en un tercero la mejor forma de hacerlo? Este rechazo es toda una patada en la tibia a Hobbes y su creencia de que el hombre es un lobo para el hombre, de que solo podemos confiar en ese Soberano todopoderoso.

    El anarquismo como ideología también se caracteriza por su plasticidad. Para algunos sectores más obreristas suponía la efectiva emancipación del yugo del trabajo y el Estado. Los más liberales lo asumen como una exoneración de la pesada carga que supone tener que financiar al opresivo sector público con sus impuestos. Una ideología que, con su marca propia, se fue desdibujando desde la Segunda Guerra Mundial, pero que ha permeado derechas e izquierdas, entre el feminismo y el ecologismo, y que hoy tiene algo más de romántico que de terrorista. Tiene un núcleo que, en su esencia más libertaria, se manifestaría a partir de Mayo del 68, momento en que se daría un paso de gigante en la reivindicación de la identidad autónoma del individuo.

    En los últimos años, y heredero de estas ideas, ha hecho su

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1