Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

El regreso de las modernas
El regreso de las modernas
El regreso de las modernas
Libro electrónico133 páginas1 hora

El regreso de las modernas

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Las Sinsombrero, nuestras autoras inciertas, han vuelto.
O mejor dicho: la disidencia y modernidad que demostraron
las pioneras del feminismo español hace un siglo
—Maruja Mallo, Rosario de Velasco, Marga Gil Roësset,
María Zambrano, María Teresa León, Josefina de la
Torre, Rosa Chacel, Ernestina de Champourcín, Concha
Méndez, Elena Fortún, Victorina Durán o Ángeles Santos—
cobran hoy un sentido nuevo.
Con un estilo original y repleto de guiños culturales
—de Nada a Bernarda Alba, de la teoría del armario
al mito de Carmen o la pecadora Eva—, la catedrática y
ensayista Nuria Capdevila-Argüelles reinterpreta el siglo
XX español desde una perspectiva de género para llegar a
una conclusión: nuestras modernas no están muertas. Son
los fantasmas producidos por nuestra tensa modernidad.
Y vuelven para que entendamos su rebeldía a la luz de la
Historia. Para que las exhumemos del olvido al que fueron
confinadas por la narrativa oficial. Aquella para la que,
como escribió Carmen de Burgos, «era menos deshonroso
tener un sobrino en la cárcel por falsario que una sobrina
obrera o actriz». Un viaje hacia nuestras «hermanas
mayores», las referentes culturales del feminismo español.
Fecha de publicación 9 de septiembre 2019
IdiomaEspañol
EditorialLa Caja Books
Fecha de lanzamiento12 feb 2021
ISBN9788417496517
El regreso de las modernas
Autor

Nuria Capdevila-Argüelles

Nuria Capdevila-Argüelles (León, 1972) es catedrática de estudios hispánicos y estudios de género en la Universidad de Exeter (Reino Unido), y doctora en estudios hispánicos por la Universidad de Edimburgo. Fue la primera mujer hispanista becaria postdoctoral en la Universidad de Oxford. Su labor docente e investigadora se ha centrado en la perspectiva de género, la escritura autobiográfica y la historia del pensamiento y la cultura feminista española. Entre sus publicaciones destaca el pionero estudio Autoras inciertas. Voces olvidadas de nuestro feminismo (2008, 2017), un influyente volumen que sentó las bases del estudio de la autoría femenina desde una perspectiva de género y que se tradujo visualmente en el proyecto audiovisual Las sinsombrero, del que Capdevila-Argüelles es coguionista y asesora académica. También codirige la colección Biblioteca Elena Fortún y es autora de abundantes estudios sobre la creadora del popular personaje de Celia y sobre otras modernas, publicados en España, Reino Unido y Estados Unidos. Entre sus obras destacan, además de la edición crítica de Oculto sendero, la autobiografía inédita de Fortún, la antología El camino es nuestro (con María Jesús Fraga), el epistolario De corazón y alma (con Cristina y Silvia Cerezales Laforet), y los volúmenes Artistas y precursoras. Un siglo de autoras Roësset, He de tener libertad y Caballeros y damas en crisis. Colabora frecuentemente en prensa y en distintos medios audiovisuales en España y Reino Unido. Su compromiso con la historia del feminismo y la memoria de las mujeres se ha traducido en una intensa labor de rescate de autoras y artistas olvidadas y rebeldes.

Relacionado con El regreso de las modernas

Títulos en esta serie (17)

Ver más

Libros electrónicos relacionados

Crítica literaria para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para El regreso de las modernas

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    El regreso de las modernas - Nuria Capdevila-Argüelles

    NOscurita es mi pigmentación,

    Oscurita es mi pigmentación

    y mi cuerpo es enjuto y resistente,

    rubias gentes me tienen compasión

    porque me falta algún diente

    y entre dientes me río yo.

    Con un dátil por alimentación,

    con un dátil yo inventé la democracia,

    con un dátil yo te gano el maratón,

    no me hace ninguna gracia

    que me tengas compasión.

    Vainica doble, «Déjame vivir con alegría»

    o olvide que esta no es solo la frontera de Grecia, es la frontera de la Unión Europea.

    CORONEL PASCHALIS SIRITOUDIS

    Prólogo de Elvira Linda

    El futuro fue entonces

    Ha querido el azar ponerme en las manos un libro que aborda una inquietud que desde hace tiempo ronda mis pensamientos: ¿Dónde se metieron las mujeres que lideraron la modernidad española en los años 20 y 30 del siglo xx? O tal vez no haya sido cuestión de azar el que esta pregunta sobre un olvido histórico vuelva a mí de manera recurrente sino la confluencia de varios factores socioculturales que modelan mis intereses de los últimos tiempos. El primer factor es, sin duda, el ambiente de agitación feminista que nos ha hecho repensar a las mujeres cuál es el lugar que ocupamos en el mundo. En el caso de mi generación, la de las niñas nacidas en los años 60, creo que era tanto el afán por alejarnos de lo que había sido el destino vital de nuestras madres que nos dedicamos a practicar un feminismo irreflexivo, poco atento al pasado y muy proyectado al presente inmediato. Inmersas en las dificultades del día a día en el terreno laboral y doméstico, donde había que librar no pocas batallas, no creo que nos viéramos a nosotras mismas como parte de un colectivo que pudiera servirse de aunar voces para reclamar unos derechos que nos concernían a todas, sino como militantes de una causa individual. Nos hicimos, hablo del medio en el que yo me movía que era el de la radio, resistentes y duras. Esa dureza derivada de la lucha irreflexiva, diaria y solitaria nos condujo a vivir sin preguntar ni preguntarnos cuál había sido el proceso de reducción de libertades y logros que se produjo durante el franquismo. Con observar cómo había transcurrido la subordinada vida de nuestras madres teníamos claro qué era lo que no estábamos dispuestas a repetir. Era nuestro pasado inmediato lo que nos determinaba, y la distancia corta del presente aquello en lo que una estaba concentrada. Por tanto, otro de los factores que ha influido poderosamente en la necesidad de conocer la vida y obra de aquellas mujeres que vieron truncada su voluntad modernizadora ha sido la reedición de sus libros, la publicación de biografías y ensayos referidos a ellas y el interés por tenerlas presentes de manera gráfica y documental. Se busca en ellas inspiración y ejemplo.

    Mi sensación, ahora, es que el enorme legado que dejaron esas fascinantes artistas se nos fue arrebatado de esa memoria cultural y sentimental que uno atesora cuando está en el periodo de formación. Y lo que hoy podemos recordar de aquellos años estudiantiles, en los que ya estudiar a Lorca o a Cernuda parecía un sueño realizado, es aquella foto que reunía a la que dio en llamarse la Generación del 27 donde solo había hombres y unos libros de texto o de arte en los que únicamente estaban representadas las figuras masculinas. El resultado es que no había conciencia alguna de las ausencias porque se asumía que los artistas eran varones y las mujeres estaban a sus cosas.

    Esto es una estafa, como bien indica la autora de este penetrante ensayo, El regreso de las modernas, porque modernas fueron aquellas pioneras y aportaron no poca sustancia al progreso que se produjo en las primeras décadas del siglo xx. Inauguraron con sus vidas una nueva manera de actuar y con sus obras aportaron un punto de vista diferente, insólito, que fue eliminado, eficazmente borrado de la historia de la cultura española. Solo algunas estudiosas, como Nuria Capdevila-Argüelles, se ocuparon y ocupan de rastrear sus huellas y constatar que en muchos casos, más allá de los exilios, algunos interiores, continuaron fieles a su vocación artística o académica. Si los escritores españoles forzados al exilio perdieron su patria, ellas sufrieron una doble penalización, por ser víctimas también de la indiferencia y la desconsideración.

    Incorporarlas de nuevo a la historia, incluirlas en la foto de época, inaugurar su presencia en los manuales, referenciarlas en los catálogos, señalar los vacíos, determinar dónde debían de estar y no fueron nombradas. No es poco trabajo, y requiere una revisión de nuestro pasado cultural que está provocando ya algunas inquietudes entre esos varones que sostienen, poseídos de una razón que hasta ahora les ha pertenecido, que hay una justicia divina que coloca a cada cual en el lugar que merece más tarde o más temprano. No es cierto. Importa mucho cuál es el lugar que cada ser humano ocupa en la casilla de salida; importa mucho la consideración social; importa el ninguneo; importa la ideología de quien establece un canon; importa, en definitiva, quién tiene el poder de quitar y poner, de recuperar o mantener en el olvido.

    Por fortuna, hay ahora un interés creciente, una clara necesidad colectiva de justicia y reparación, y la idea, tan esperanzadora, de que no se lucha en soledad ni tampoco para una causa individual. Acompañadas estamos en esta tarea y nuestra labor es pronunciar una y otra vez estos nombres: Concha Méndez, Maruja Mallo, Luisa Carnés, María Teresa León, María Goyri o Margarita Manso. Tantas fueron. Tantas por descubrir. Porque si algo ignorábamos es que en aquel pasado estaba contenido nuestro futuro.

    No estaba muerta. Estaba de parranda

    Niñas traumatizadas o a las que les cuesta hablar y verbalizar la experiencia, mujeres discriminadas, como todas lo hemos sido alguna vez, en algún momento, solo que ellas no necesariamente contaron con la palabra discriminación en su vocabulario, madres muertas, abuelas silenciadas, mudas, autoras inciertas, y, en definitiva, modernas regresadas abundan en la cultura española y pueblan estas páginas. Son fuertes. Son débiles. Personajes y personas. Ficción y realidad confundidas, por tanto, solamente ficción. Rebeldías en diferentes espacios, al aire libre y escondidas. La historia del feminismo español y, por tanto, la historia de nuestra cultura vive un momento importante: el regreso de las modernas, caracterizado por una cierta tensión que viene de lejos. Se adentra decidido en nuestro tiempo, a pesar de que nuestras modernas continúan siendo conceptualizadas como un fenómeno excepcional y, por lo tanto, de cuestionable presencia en el canon. Las leen muy pocos hombres. Muchos más augustos varones las critican, o emiten opiniones cargadas de injusto paternalismo contra María Goyri, empequeñecida al lado de la sombra de Menéndez Pidal o María Teresa León, cuya autoría no se expande ni se vuelve plena por su vínculo con la de Alberti. La tensión y el debate alrededor de la traída al presente de las madres del pensamiento y la cultura feminista españolas no ha de sorprender. El debate suele sonar injusto y malsano, heredero de una ilustre misoginia histórica, las más de las veces perpetrada por instituciones o autores con una sólida historia de discriminación contra la mujer a los que no voy a nombrar, pues ya se nombran ellos solitos semanalmente en sus columnas.

    Estas páginas tienen como objetivo dar cuerpo a nuestras modernas y fortalecerlas en su rebeldía. Si han regresado, se pensará, ha tenido que haber antes una partida o una fuga o un viaje. La pregunta clave se perfila rotunda: ¿dónde estaban?; ¿de qué lugar han regresado? Es inútil rebelarse contra la muerte. Sin embargo, ellas han regresado de una muerte a destiempo para señalar una ausencia de representación violentamente impuesta sobre ellas, las excluidas de la narrativa oficial de nuestra historia, sociedad y cultura contemporáneas. A pesar de que durante mucho tiempo se las dio no ya simplemente por muertas, sino por inexistentes, y, a pesar de que se puede responder en honor a la verdad que durante la dictadura tuvieron que callarse, fueron silenciadas, partieron al exilio o vivieron el exilio interior, la historia es otra. En tanto que función autoral que son, nuestras modernas tienen una historia que comunicar. Ellas hacen que el pasado resuene en ecos significativos para nuestro presente. Sin embargo, aunque parezca que han regresado a tenor de reediciones entre las que está mi propio estudio Autoras inciertas, proyectos audiovisuales como Las Sinsombrero y, en apariencia, el hecho de que Elena Fortún o Carmen de Burgos están indudablemente de moda, la verdad es que nunca se fueron. Siempre han estado aquí, aunque poco público, fuera de ciertos sectores del mundo académico y de feministas archiveras como yo, se fijase en ellas. El regreso de las modernas constituye

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1