Carlos Moreno, director científico y confundador de la cátedra «Emprendimiento, Territorio, Innovación» en el IAE Sorbonne Business School de París y asesor, entre otras personalidades, de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, aboga por replantear la ciudad a partir del uso, la proximidad y la supresión de los desplazamientos.
Tal y como explica en La revolución de la proximidad. De la «ciudad mundo» a la «ciudad de los quince minutos» (Alianza Editorial), «a las aglomeraciones urbanas la densidad les garantiza beneficios en términos económicos y de innovación; de un conjunto denso de agentes en concurrencia y colaboración surgen sinergias».
En palabras de Moreno «la distancia es el vicio de la ciudad». A más extensión más dispersión, y más aumentan las desigualdades. Y «como la distancia separa las clases, las razas y las culturas en el espacio, refuerza las identidades fijas». Con sus propuestas, Carlos Moreno, asesor de la alcaldesa parisina y responsable de la salida de los coches del centro de la capital francesa, pretende descentralizar la densidad, haciéndola más justa. «Me pareció que el reto de la ciudad era redescubrirla para apropiarse mejor de ella». En «El cisne», un poema de Las Flores del mal, Baudelaire manifiesta su desesperanza por las obras emprendidas por el barón Hausmann en París: «La forma de una ciudad cambia, por desgracia, más rápido que el corazón de un mortal». Pero este hecho puede ser reversible, y, en París, lo ha sido.
«Soy hijo de un campesino de la cordillera de los Andes a quien, como a millones de otros campesinos expropiaron sus tierras, por lo que todos ellos se volvieron urbanitas». De esa forma, explica, el continente latinoamericano se convirtió en el más urbanizado del