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El Legado "D": Herencia, Ley Y Justicia
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Libro electrónico416 páginas5 horas

El Legado "D": Herencia, Ley Y Justicia

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Para el Lector

En el intento a tratar los temas bíblicos me enfrente a varios retos. El más importante, fue el darle sentido al mensaje encriptado. Este proceso requirió mucha dedicación e investigación y en su exigencia entre a cuestionar la alteración escritural por mano del hombre, de la cual a final concilie que La fe no se involucra en las opiniones, la fe se fundamenta en el sentido de pertenencia por lo que el complejo general es una decisión del lector.

Este estudio es una versión libre, la cual precisa los hechos de una manera diferente sin romper el contexto canónico. Mientras que el contexto bíblico lo desprendí del dogmatismo religioso. (Nada Conservador) De ahí su presentación como un documento civil.

Solo déjese llevar por la escritura y al final precise sus propias conclusiones.

Ma.Ji.Co

Manuel Jiménez Cortés

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento23 jul 2021
ISBN9781643347516
El Legado "D": Herencia, Ley Y Justicia

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    El Legado "D" - Ma.Ji.Co

    1

    Cosmogonía del universo: Cosmos

    Según el Diccionario de la Lengua:

    Cosmogonía. Astronomía: Física, del grupo Kosmos. Ciencia que trata del origen y formación del universo.

    Según el Diccionario Bíblico:

    Filosofía: Teoría filosófica, mítica y religiosa que trata sobre el origen y organización del universo.

    Aunque el propósito de este libro no es presentar u cuadro instructivo del universo, es necesario que dentro de raciocinio revisemos superficialmente las diferentes teorías acerca de él, ya que estas contienen trazos diferenciales en el principio mismo. No solo en el aspecto científico, sino también en el aspecto social y místico, por lo que revisaremos el concepto con el propósito de darle sentido paralelo al concepto.

    Antiguas teorías, místicas y variantes

    Cosmología Egipcia:

    Tenía forma geométrica. Una caja rectangular la tierra depositada en el fondo plano de la caja, donde se alternaban la tierra y los mares. Egipto estaba en el centro de la caja y en la parte superior pendían las estrellas.

    Sócrates expone sus teorías a través de Platón:

    Presenta un mundo sensible e inteligible accesible a través de la razón. El primero es temporal y corruptible. El inteligible es racional, pero es en lo eterno donde se concluyen las ideas.

    Griega:

    Muestran un inicio donde todo era caos en un profundo vacío. Es ahí donde emerge la diosa Gea Tierra y los demás seres divinos. Eros (amor), Abismo (El Tártaro), Erebo (el Éter).

    El éter es concebido como una región por encima del aire, que a su vez está abajo el firmamento, guardando su estrecha relación con él. Gea dio a luz a Urano, el cielo quien la fertilizó. De esta unión nacieron los titanes, los ciclopes y los centimanos (Filosofía y Metafísica).

    Escrituras Judeocristianas:

    Estas no exteriorizan un principio. El libro del Génesis comienza con la creación de la materia dejando un vacío de que había antes de ella. Ese inicio parece indicar la existencia de otra dimensión que podríamos llamarla espiritual, cuestionando la creación de la dimensión material como el origen partiendo de la nada. En lo que generalmente se conoce como la teoría del apartamiento (Filosofía metafísica). La escritura es permisiva a considerar como teoría más real el punto de partida a modo de un proceso de separación. El Génesis resume: En el principio creo Dios los cielos y la tierra. Pero en ningún momento aclara donde se encontraba Dios antesala a ese principio. Luego indica que Dios se mueve a través de las aguas las cuales estaban separadas del gran abismo (lugar que no haya ubicación real dentro del contexto bíblico y que podría señalar el espacio de la habitación divina). Seguidamente, procede a separar la luz de la oscuridad y de nuevo la expansión de las aguas arriba y las aguas abajo. Todo este proceso enmarca un principio método de apartamiento, para la creación e inicio de otra dimensión (Filosofía mística), (Diccionario bíblico).

    Teoría, Astronomía. Siglo XX–XXI

    El estudio de la ciencia cosmológica, expone al hombre a un proceso progresivo del conocimiento a través de los tiempos, estacionado en el cosmos en su identidad física. Basado en formas rudimentarias logra el entendimiento de las leyes naturales que rigen el universo, herramienta que le sirvió de brújula para hallar el camino en su propósito a la perfección de la ciencia a la tecnología. Instrumento que abrió la puerta para lograr penetrar al espacio exterior, reconociendo su propio habitad como un planeta más dentro del sistema solar y una galaxia local dentro de la infinidad de un universo abierto.

    Con la invención del telescopio manual, los cuerpos celestes tomaron gran interés, intensificando la imaginación del hombre hasta lograr la perfección de grandes telescopios que se ubicaron alrededor de la superficie de la tierra, hasta dar el paso en la avanzada a la robótica y lograr dar el gran salto en esta tecnología, elevándolos a los espacios orbitales.

    Hoy en día el gran esfuerzo de los hombres comprometidos en su propósito en beneficio de la ciencia, logra lanzar sondas espaciales que recorren el espacio sideral, en propósito del estudio de otros mundos, otras galaxias, otras estrellas. La aplicación de la robótica en exploración ha permitido al hombre a entender la complejidad del cosmos, permitiendo deducir en nuestra búsqueda la manera de cómo se formó nuestro planeta y el conocimiento funcional del macro universo.

    En la antigüedad, la curiosidad del hombre se basó en simple observación. Las luces expuestas en la oscuridad de la noche en la bóveda celeste despertaron la imaginación, arraigando en su interior un gran interés por lo que hoy reconocemos como universo.

    Satélite artificial en órbita.

    Robótica del siglo XX

    El inicio básico fue creciendo en la curiosidad del hombre, que cuestionaba el significado de aquellos puntos lejanos solo perceptibles a simple vista, llevándolo primeramente a conclusiones místicas.

    A través de los siglos empezó a darse cuenta que las luces en los cielos tenían un patrón en un periodo determinado y relacionó ese patrón con los cambios climáticos. Su primer logro fue dibujar los patrones coincidentes especulando formas, hasta lograr relacionarlos con los periodos de siembra y cosecha, frío y calor.

    A finales del siglo XV y principios del siglo XVI los hombres de ciencia ya estaban familiarizados con esas primeras formas. Los dioses que incurrían en las mentes fantasiosas fueron lentamente desplazados de las creencias místicas de los cielos, hasta que se entendió la manera de interpretar las órbitas de los cuerpos celestes, dando una respuesta física que desterraría a los dioses de su dominio.

    Con la entrada del racionalismo matemático y el entendimiento científico, en el siglo XVI se presentaron los primeros choques entre la ciencia y la Iglesia. Hombres como Nicolás Copérnico, Galileo Galilei, Johannes Kepler e Isaac Newton entre muchos otros, dieron el fundamento para el conocimiento de alcanzar a entender cómo está formado y cuál es la mecánica funcional el sistema cósmico astral y cómo afectan esas leyes naturales nuestro planeta.

    La teoría mejor fundamentada y documentada fue sobre la base de la reacción de las nebulosas espirales en el cosmos acerca del origen del universo, basada en el planteamiento del sacerdote Jesuita George Lemaître. Quien en 1920 y 1930 propuso que el universo tiene su origen en una gran explosión desde un átomo primigenio. Un punto más pequeño que la punta de un alfiler, en donde se condensaba toda la materia. Lo que más tarde se reconocería como el Big Bang, convirtiéndose en una de las teorías más sólidas.

    Desde ese punto comprimido e inestable se desprendió todo el universo conocido, expulsando la materia hacia el vacío, creando lo que llamamos universo.

    Nota del autor: Partiendo desde ese concepto, pude perfilar la teoría metafísica de la desintegración.

    Maestría / Incertidumbre

    Dentro del pensamiento científico, el raciocinio enfoca todo lo común existente desde la gran explosión, como un principio a todo lo existente. Todo estaba ahí y de ese caldo común emergió la expresión de la conciencia llamándolo evolución. ¡Coherente, sencillamente Genial!

    Contrariamente, bajo el criterio de la fe, hubo un principio para todo lo existente. Primero fue la conciencia y de ahí salió el caldo de cultivo consiente, que inició el proceso evolutivo. Y esto en términos de fe, lo reconocemos como Sabiduría.

    Retomemos todo desde el comienzo.

    Si nos vamos al punto más pequeño del universo cuántico y seguimos la secuencia hasta el punto macro más inimaginable dentro de nuestras limitaciones, existe una línea sutil que involucra todo el proceso en un enlace de energía inteligente, que crece en obra, conocimiento y expresión natural. Realidad que, bajo una lógica común, es algo que no puede salir de la nada. Cuando esta actividad empezó a formarse ya existía la inteligencia consistente con propósito.

    Ahora, mirémoslo con otra óptica que en relevancia también puede tener sentido.

    No hubo un propósito previo y en definitiva ese propósito no vino de una inteligencia previa. Siendo algo casual, sin propósito ni inteligencia. Algo fortuito que terminó llegando a la inteligencia con propósito.

    Diferenciando el concepto, el primero es coherente dentro de los parámetros metafísicos. El segundo se debe de considerar en la opción de que no solo serían combinaciones aleatorias, hasta llegar al resultado casual. Porque además, se tendría que explicar ¿de dónde salieron los primeros elementos? Y aún más atrás y complejo dentro de su historial: ¿Cómo llegaron esos elementos a un estado de conciencia, sin nada previo existente? Esto rompe el esquema en dos.

    Diferencia el pensamiento catedrático liberal, acorde al racionalismo radical. En definitiva, una vivencia idearía perceptiva y sensitiva siendo tan común, como contradictorios uno del otro. Ya que ambos buscan la misma respuesta: La manifestación de la vida. En donde la disputa no se debe de radicar en, ¿Cuál fue el principio?, sino, ¿Cómo fue ese principio?

    El sentido común no entra a racionalizar los conceptos, ya que ambos están sujetos a su propio lastre. Ya sea por el sentido del materialismo asentado que descarta la percepción ascética, y, por otra parte, el desmedido desorden dentro del planteamiento conceptual, lo que solo nos lleva a sacar en blanco que uno complementa al otro. La ciencia por un lado demostrando sus verdades con solidez acentuando sus teorías en el péndulo de la fe. Mientras que la teología tímidamente concuerda con esas verdades, reconociendo en ellas la necesidad de sustentar su propia solidez.

    Supercúmulo de galaxias

    Los seres de este planeta continúan actualmente perfilando teorías apoyados en las matemáticas y levanta sobres los hombros de los grandes científicos, conjeturas teóricas sobre bases firmes que lo llevan a entender la complejidad de un universo abierto. Nuestra galaxia se conoce como La Vía Láctea y encuentra ubicada en un súper cumulo de galaxias denominado grupo local. En el universo conocido igual a nuestra galaxia, todas las galaxias poseen un agujero negro en su centro, además de millones de soles. Existen miles de supercúmulos de galaxias en todas direcciones desde nuestro grupo local, con algunos sectores más poblados que otros.

    El Big Bang y la Teoría inflacionaria

    En la segunda década del siglo XX, los conocimientos astronómicos ubican al planeta tierra como un pequeño grano de arena perteneciente a un sistema solar local, regido por nuestro Sol en la periferia de la Vía láctea. Universo que en un principio se creía invariable y estático, conocido con el nombre de "Estado estacionario", teoría que tuvo su aceptación por largo tiempo, aunque es muy discutida.

    Actualmente existen dos teorías que tienen la mayor credibilidad dentro del mundo científico. La primera de ellas es "El Big Bang" siendo la teoría más aceptada en la actualidad. Basada en datos revisados científicamente, estudios y observaciones sólidas que la han afirmado como una teoría convincente. Pero aun así sigue siendo una teoría por lo que, en un mañana, en los próximos años o décadas, algún nuevo descubrimiento podría desarticularla, aclararla o crear una nueva visión del inicio de nuestro universo. Mientras tanto, es la teoría más plausible que haya planteado científico alguno.

    La segunda es menos conocida, pero parece ser tan acertada como El Big Bang ya que no desconoce en si misma esta teoría, sino que parece que además de darle mayor sustento la complementa. Y es conocida como Teoría Inflacionaria.

    Al presentar una teoría ante el consenso científico debe contener datos respaldados en los fundamentos de lo ya conocido y comprobado, pero, sobre todo, en la composición equilibrada de los elementos que existen en el cosmos. Tales como antigüedad y evolución a través de los miles de millones de años. Además, una serie de condiciones que exigen ser comprobadas para que una teoría sea considerada como tal. Y en definitiva el del Big Bang es aceptada como una teoría consistentemente sólida. Las teorías de Albert Einstein por su parte, afirman contradecir cualquier posibilidad de un universo estacionario. Inicialmente, el propio Einstein se negaba a aceptar otra posibilidad y sostuvo la afirmación de un universo estacionario a pesar de que el descubrimiento de Edwin Hubble probaba un universo en expansión. Y, en definitiva, vino a ser la teoría más aceptada y consistente, la cual se conoce como La ley de Hubble.

    Teoría inflacionaria

    La teoría inflacionaria contiene puntos que no son nada fácil de explicar. Los científicos que la han venido revisando y complementando, la han convertido en toda una manera elegante y firme en las matemáticas, al hallar en ella una convincente manera de entender el universo. Esta teoría presenta la diferencia entre el universo real y el universo observable. Donde el universo observable es más pequeño que el universo real, ya que el primero es el habitado por el hombre, basado en el hecho que las leyes naturales sean iguales y funcionen de la misma manera en todo el universo; y el real completamente desconocido.

    La teoría "Inflacionaria partió de acuerdo a la teoría El Átomo Primigenio" Big Bang; de la que surgió el universo inicial, ocasionando la expansión de la materia desde un núcleo de condensación extrema. Al exponerla, se presentaron varias inconsistencias a resolver. Entre ellas, el estado de condensación de la materia en los momentos antesala a la explosión, al no ser coincidente con las leyes físicas normales, y también, por el estado de uniformidad que se observaba en el universo no compatible con la velocidad de expansión que justificase esta uniformidad. Estableciendo que según la teoría del Big Bang, el universo pierde velocidad y según la teoría inflacionaria lo acelera, induciendo el distanciamiento cada vez más rápido de unos cuerpos a otros, velocidad que llega a ser superior a la velocidad de la luz, sin llegar a violar la teoría de la relatividad, que inhibe a cualquier cuerpo o masa finita de materia, a moverse más rápido que la luz permaneciendo en reposo estático, en comparación con el espacio.

    En síntesis, la teoría inflacionaria explicada de manera sencilla viene a ser una complementación y aclaración de la teoría del Big Bang, pretendiendo explicar la rápida expansión que sufrió en sus primeros momentos y que aún continúa. Con la diferencia en que la teoría Big Bang predice que, por hecho, la expansión se irá reduciendo con el tiempo. Mientras que la teoría inflacionaria contradice esta afirmación afirmando que esta aceleración será cada vez más rápida (exponencial), superando incluso la velocidad de la luz, sin violar la relatividad ya que es el espacio el que se expande y no la materia.

    Evolución

    Evolucionismo o Creacionismo

    La ciencia actual nos plantea la interrogante en cuanto al funcionamiento de las cosas. ¿Que las hace operativas? y ¿cómo en sí, se estimulan para su funcionamiento? Un interesante raciocinio de entendimiento y percepción para el conocimiento del plano en que vivimos. La percepción conmutativa a cambio cuestiona ¿de dónde vienen esas mismas cosas? ¿Qué ocurre con ellas cuando desaparecen del plano físico? Creando un esquema perceptivo igual de sugestivo, plantea el mundo metafísico en el entendimiento del orden que rige las leyes del universo y en la manera alguna como afecta al hombre como criatura en su ubicación astral dentro del cosmos y parte misma de la existencia. Aunque son dos caminos con directrices diferentes, todo lo tienen en común, en el hecho de que señalamos las mismas cosas. Una en su operancia física de una manera cuantitativa y otra en su comportamiento más profundo y trascendental de la existencia.

    El interrogante en cuestión es si la ciencia y la fe pueden caminar tomados de la mano y considerar ensanchar el camino para el entendimiento de nuestra identidad. No siendo tan difícil con solo un cambio de actitud de parte y parte, hasta lograr que la Iglesia entienda y acepte, que el proceso científico abre el camino en busca el conocimiento funcional de las cosas en un plano netamente físico. Y la ciencia a su vez, advierta el esfuerzo proporcional de la Iglesia en lograr entender la transcendencia de esas mismas cosas.

    Anteponer las opiniones no nos llevará a ninguna parte. Por el contrario, linear el raciocinio hasta entender que no se encuentran en oposición, sino que se complementan, daría mejores resultados.

    El naturalismo antológico a su vez descalifica el concepto de la ciencia, centrándose en los principios filosóficos. Expone que las realidades espirituales no son perceptibles y, por lo tanto, no pueden ser racionalizadas, ya que al no contener consistencia material no pueden ser explicadas racionalmente. El racionalismo individual plantea su hostilidad concentrada en el materialismo sin percibir el raciocinio de la filosofía doctrinal. Dándole a su vez el mismo enfoque revertido ante la filosofía natural evolucionista, discrepancia que no encuentra consistencia en el entender del conocimiento humano, donde el centro de discusión es una línea sutil divisoria entre el creacionismo y el evolucionismo.

    En este punto se diferencian las divergencias en sentido que la Iglesia alcance a entender que el ser humano relativamente es una especie animal, pero con características especiales y raciocinios superiores. Como la percepción entre la vida y la muerte y la capacidad de cuestionar sus propios pensamientos. Habilidad que le da la destreza para abrir la puerta de la mente al conocimiento del mundo que lo rodea, no solo en el plano físico sino también en el plano transcendental. La ciencia, a su vez, cuenta con el conocimiento suficiente para descartar los dogmas que contradicen las leyes naturales, permitiendo en su raciocinio expresar de manera lógica que la materia tiene que evolucionar en el constante cambiar del mundo natural y el hombre en su condición como criatura no es la excepción. Si proponemos en particular la diversidad del dominio divino ante la impotencia de la ciencia en cuanto la probabilidad de los hechos, los puntos pasan a ser caracteres de imposición preventiva, cerrando toda similitud o acercamiento. Y mientras continuemos sustentando un principio sin dar una abertura al conocimiento (Gnosis) o la fe, no habrá punto de encuentro.

    Herencia

    En la década de 1920 el científico Edwin Hubble, especulando teorías, mientras rastreaba el cielo en el observatorio del telescopio del monte Wilson en el estado de California EE. UU., notó en el universo profundo manchas oscuras que le intrigaron. Observando con detenimiento logró detectar lo que sería la existencia de miles de galaxias.

    Observación que cambió por completo el estándar establecido sobre un cosmos de un universo infinito y la manera de pensar de la ciencia moderna. Este descubrimiento abrió puertas a una nueva comprensión, donde el universo de Hubble rompió todos los esquemas. De una galaxia básica reconocida a nivel local, se dio base para dar el salto a un universo de mil millones de galaxias. Cada galaxia con más de cien mil millones de estrellas y en este macro complejo, el número de planetas sería inconsistentemente incalculable. La nueva explosión científica abrió las puertas a una nueva frontera cósmica e ilimitada, liberando la imaginación del hombre a una existencia macro expansiva.

    Ahora, mirando hacia atrás en el recorrido desde el hombre antiguo que con curiosidad empezó con la simple observación, complementa el conocimiento al siglo XX extendiendo un universo estelar inimaginable.

    Desintegración del universo creado

    En contexto se basa en las escrituras bíblicas, específicamente en el libro del Génesis, quien da el sentido a la sentencia del Dios bíblico Yahweh/Jahweh cuando determina que el hombre corría el riesgo de morir si se separaba de la fuente que le habría dado carácter a la creación y al ser hábilmente creado en estado de conciencia.

    Después de leer detenida y concienzudamente el tema del pasaje en el Génesis, cada día entendía más la metáfora, pero continuaba sin encontrar esa línea sutil que señalara la relación intrínseca que le diera el verdadero sentido y forma a la manera como está diseñado el universo. Durante muchos años especulé sobre este tema. Leí gran variedad textos sagrados de diferentes culturas, escritos y anotaciones de sus profetas y maestros. En primera, estancia empecé a notar puntos coincidentes muy importantes con respecto al Dios de las escrituras hebreo arameas.

    Ya dentro del contexto interior de cada pueblo, en la discrepancia de las culturas y filosofías, la forma de asimilar el contexto de la vida en su existencia personal y colectiva, en el sentir ver y percibir el mundo espiritual privativo, los puntos coincidentes tomaron forma en su contenido, presentando una comprensión individual. Inquietud relevante que me replanteó el tema.

    Para entender esta propuesta es necesario percibir la vida humana en su existencia básica, en donde todo ser vivo en este planeta a través de su existencia, pasa por tres etapas elementales que corren en línea continua y repetitiva desde los albores de la humanidad por un proceso de desintegración. Proceso que armoniza al ser natural, integrado en el universo en el contexto bíblico sobre un derecho de herencia. Etapa del dominio de herencia como ser vivo tal como lo percibimos y entendemos, proveniente de otro ser vivo de su misma especie, en proceso evolutivo a través del tiempo, que nos une a una cadena perecedera e inalienable en un espiral de ADN.

    Existencia

    Una vez copiado el núcleo de ADN, surge una existencia paralela desprendida de nuestra dependencia como copia viva, que conserva nuestro legado de manera permanente e independiente. Solo que, al igual que en la primera etapa, somos ahora los que legamos corriendo la línea de existencia, no cediendo nuestra identidad común, sino la extensión de nuestro ADN, creando la copia que trasciende, incluyendo en el proceso pequeñas mutaciones, diversificando la copia de manera individual.

    Vía Láctea.

    Desprendimiento

    Pasamos ahora a la etapa más compleja.

    En esta tercera etapa desaparecemos como seres materiales. Nuestro cuerpo pierde el sustento en lo que percibimos como "vida" (resaltado y en comillas), ya que lo que viene en adelante es especulativo, desconocemos a fondo que ocurre con nuestra identidad. El cuerpo físico entra en descomposición orgánica retornando al estado natural Tierra. El proceso es entendible desde el punto de vista material. Esta no trasciende, evoluciona en un sentido diferente e incoherente para nuestro raciocinio. La muerte pasa a ser el final de la etapa evolutiva. La materia es reciclada reiniciando el proceso a nuevas e infinitas formas de acuerdo a un proceso orgánico. En este punto entra en cuestión la pregunta inevitable: ¿A dónde va nuestro raciocinio e inteligencia? Legado de conciencia Energía consiente que supera la razón y da forma al mundo real o irreal que habitamos o soñamos.

    Para plantearnos la interrogante con auténtico sentido tenemos que reconocer la existencia del alma.

    Alma

    Energía recopilada. Algo así como el disco duro que resume toda nuestra existencia, nuestra vida física y nuestros pensamientos consientes e inconscientes. Espacio cuántico, realidad interna (universo). Receptor que conserva nuestras experiencias, nuestros recuerdos y todo aquello que aprendimos y recopilamos como algo valioso, sin olvidar el sentido perceptivo de nuestra existencia, en donde anexamos los sentimientos valorables como son amor, aprecio, moralidad, honestidad, sentido de pertenencia y lealtad. Además de la importancia que le dimos a los hechos, incidencias que nos preguntamos si tuvieron algún sentido o fueron simples comportamientos efímeros. Realidad del ser proyectado en nuestro entorno, que sigue un proceso ineludible e invisible a nuestros ojos y sentidos.

    ¡Nos desintegramos y en todo sentido!

    Diariamente perdemos millones de células que son desechadas por nuestra piel. La transpiración evacua líquidos, el sistema digestivo elimina toxinas, células y una gran cantidad de encinas, componentes desde el interior de nuestro cuerpo a través de la orina y la materia fecal, que elimina parte de él de manera inconsciente. Al saludar de mano a otra persona se desprenden de nuestra piel miles de células muertas. Igualmente, al tocar, golpear o rosar algún objeto. El tener contacto directo con nuestros congéneres, un abrazo, una relación sexual, un simple beso. Lo que entra a sustentar el proceso de desintegración que culmina en nuestra muerte física, en desgaste natural como toda materia.

    Es cuando entramos a considerar las interrogantes más inquisitivas:

    ¿Qué sigue después de la muerte?

    ¿Existe alguna transcendencia?

    ¿Hay un sitio específico que resuma el alma?

    ¿Existe un creador?

    Hasta la fecha, no ha existido dato confiable de persona alguna que haya sido declarada realmente muerta y que haya regresado a este mundo, desmantelando toda interrogante. Al respecto, lo más cercano que tenemos son los libros sagrados y metafísicos. Y en cuestión la pregunta es: ¿son confiables?; no en el sentido de la fe, sino en la manipulación de este mundo desbordante de injusticias, diseñado para ocultar toda verdad. Razón de hechos que sustentan mi fe, siendo confiable de manera personal.

    Teoría de la Desintegración: El átomo primigenio - Big Bang

    En 1927 el sacerdote belga, físico George Lemaître, después de considerar las afirmaciones de Einstein y compararlos con los descubrimientos de Hubble, entró en consideraciones matemáticas razonables. ¿Si el universo realmente se estaba expandiendo?, ¡inicialmente debió de ser mucho más pequeño!

    Sobre esta base Lemaître expuso una nueva teoría que llamó "El átomo primigenio", teoría que corresponde a la existencia de la materia comprimida en un punto tan pequeño, que, a presión de las altas temperaturas, explosionó creando el contenido de todo lo que vemos y conocemos como universo.

    El cuestionamiento a esta teoría, sacudió todos los rincones del mundo científico. Las discrepancias se presentaron en todas direcciones, principalmente por su contenido creacionista. El resultado llevó a que la ciencia, al revisar y ajustar las teorías de los astrónomos Herman Bondi, Thomas Gold y el Ingles Fred Hoyle, conocida como "El modelo del estado estacionario", teoría que tuvo sus seguidores en la década de los 50s y 60s, siendo apocada con el descubrimiento de la radiación de fondo de microondas de los radioastrónomos Robert Wilson y Arno Penzias. Pero que llegó apropiadamente a sustentar la teoría de Lemaître en la formación del universo, de un átomo primigenio.

    A la teoría de George Lemaître le fue acuñado el término Big Bang, precisamente por su mayor opositor. El científico Fred Hoyle trató de ridiculizarla a través de un programa de radio, dándole el calificativo de Big Bang y en defensa de su teoría del modelo del estado estacionario que determinaba que el universo siempre estuvo en expansión y lo seguirá haciendo, y que la materia que lo sustentaba se formaba por sí sola. Este concepto fue descartado por el escrutinio científico al probar el equilibrio general de la existencia de los elementos químicos en el universo confirmándolo. En resultado final, la formación primigenia de Lemaître se consolidó y en adelante se reconocería como "Big Bang". (Referencias: Wikipedia).

    Un paso a la luz

    Estamos cruzando por un momento transcendental en el equilibrio del cosmos, a punto de recibir un destello de luz infinito que nos abrirá la conciencia a otro plano de entendimiento. La razón no dará sentido a los hechos, ya que la conciencia connatural del ser se proyecta en ese destello de luz revelador. Hemos sobrevivido por muchos siglos en un sistema de civilización materialista. Mientras que la elipse del movimiento cósmico nos ha llevado a través de un viaje en enlace de su otro extremo al contacto inicial de la misma elipse. El sentido connatural espiritual nos conectará en menos de una fracción de segundo con la verdad reveladora que nos ha sido oculta desde el punto de la realidad en que vivimos. La humanidad despertará en una manera diferente, pero consiente, a un sinnúmero de eventos caóticos dentro del núcleo de nuestras sociedades civiles. Y cada ser de este planeta debe de estar preparado para encontrarse con esa verdad. ¡Créame!, que aquel que no haya alimentado el sentido espiritual en su interior, se enfrentara a muchos problemas.

    Existe en la gran mayoría, personas que afirman tener un tipo de creencia espiritual, y han reposado ingenuamente su confianza en un dios inconsistente creado por las sociedades civiles. Un dios humano lleno de contradicciones. Personas que se han dejado arrastrar por lo que he llegado a calificar como Mercaderes de la fe, para ser llevados por estos individuos inconscientes, ajenos a la verdad y a los hechos. Lastimosamente, este tipo de individuos se acomodan fácilmente a doctrinas amañadas simplistas y sin forma por el solo hecho de ser doctrinas heredadas, sin percibir en ellas que siempre han sido manipuladas.

    Lo más preocupante es que no se han tomado la precaución de revisar el contenido, ni el verdadero trasfondo que traen los nexos documentos. Sino que, de manera ligera, se incluyen a la lectura lineal, desconociendo el sentido tácito que ellos traen. Es hora de abrir nuestras conciencias y revisar la temática con otros ojos.

    Como hombre de fe, sé que existe un hilo sutil que une al hombre connatural con su ser interior. Este, a su vez, trasciende el universo en implicaciones espirituales y, aunque pretendamos negarlo, en conexión metafísica somos seres de energía. Nuestro legado no es un terruño, es algo que trasciende más allá del universo y por ignorancia o negligencia estamos a pie de perderlo. La información que nos legaron nuestros antepasados, sean de carácter espiritual, cultural o científico, no son simples conjeturas. Escritos en lenguas muertas, escrituras cuneiformes legados a nuestra época por alguien que se tomó la molestia de conservarlos o esconderlos para protegerlos de las manos irresponsables de aquellos que solo buscan su propio beneficio. Documentos que sostienen información legada, que dejaron personas como usted y como yo, en oposición a seguir la corriente de las mentes corruptas que manipulan la información. Personas que, a pesar de la persecución y riesgo, lograron entender y evolucionar interiormente en sentido

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