Filosofía Judaica De Maimonides

Por DR. ADALBERTO GARCÍA DE MENDOZA

Pero queda, a travs de este devenir, la luz mosaica, las Tablas de la Ley, las sentencias del Talmud, las profecas de la Biblia. Este es el Tesoro del pueblo Judaico, el nico que se ha conservado a travs de los siglos; el que todava suena en los momentos de la mayor angustia para la Humanidad y que vse conmovido por el impetuoso torrente de la vida contempornea que exige nueva vitalidad en todos los aspectos de la existencia humana.

DR. ADALBERTO GARCA DE MENDOZA

• Idioma: Español
• Editorial: Palibrio
• Fecha de lanzamiento: 15 feb 2012
• ISBN: 9781463311674

DR. ADALBERTO GARCÍA DE MENDOZA

MOMENTOS CULMINANTES DE SU VIDA El Dr. Adalberto García de Mendoza, reconocido como “El Padre del Neokantismo Mexicano” fue profesor erudito de Filosofía y Música en la Universisdad Nacional Autónoma de México por más de treinta y cinco años. Escribió aproximadamente setenta y cinco obras de Filosofía (Existencialismo, Lógica, Fenomenología, Epistemología) y Música. También escribió obras de teatro, obras literarias e innumerables ensayos, artículos y conferencias. Nació en Pachuca, Hidalgo el 27 de Marzo de 1900. 1919 Obtuvo el primer premio en un concurso internacional de improvisación de piano en la Universidad de Leipzig, Alemania. 1927 Regresó después de haber estudiado 7 años en varias Universidades de Alemania donde su formación filosófica se hizo en contacto con la Fenomenología, el Neokantismo, el Existencialismo y la Axiología. 1928 Impartió y fundó las cátedras de epistemología analítica y metafísica en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. También impartió clases de fenomenología introduciendo el Neokantismo de Baden y de Marburgo, la Fenomenología de Husserl y el Existencialismo de Heidegger, siendo el primer introductor y animador de las nuevas corrientes filosóficas alemanas en la Universidad Nacional Autónoma de México. 1929 Fue representante de la UNAM como conferencista en las Universidades de Tokio, Kioto, Osaka, Nagoya, Yamada, Nikko, Nara y Meiji. 1933 Fue invitado por la Universidad de Nuevo Leon para impartir un ciclo de 30 conferencias sobre fenomenología. 1940 Fue Director del Conservatorio Nacional de Música. Aqui mismo impartió clases de Estética musical y Pedagogía musicales. 1940 Recibió el Primer Premio Internacional de Filosofía convocado por la Kokusai Bunka Shintokai en conmemoración a la Vigésima Sexta Centuria del Imperio Japonés con su obra “Visiones de Oriente.” Obra inspirada en conceptos filosóficos orientales. En 1929 recibió el título de Maestro en Filosofía y más tarde en 1936 obtuvo el título de Doctor en Filosofía. También terminó su carrera de Ingeniero y más tarde terminó su carrera de Licenciado en Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México. Ingresó al Conservatorio Nacional de Música de México donde revalidó sus estudios hechos en Alemania y recibió el título de Maestro de Música Pianista. 1962 Diploma otorgado por la UNAM al cumpir 35 años como catedrático. Falleció el 27 de septiembre de de 1963 en la Ciudad de México.

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Contents

"EL IMPERIO DE LA RAZÓN

EN EL JUDAISMO"

LA ETICA DE MAIMÓNIDES

LA ETICA DE MAIMÓNIDES

LA ETICA DE MAIMÓNIDES

LA PSICOLOGÍA

EL JUDAISMO FRENTE

A LA DESTRUCCIÓN

Biografía del

Dr. Adalberto García de Mendoza

"EL IMPERIO DE LA RAZÓN

EN EL JUDAISMO"

Maimonides, Spinoza Y Einstein.

PRIMERA CONFERENCIA

Por el Dr. Adalberto García de Mendoza.

MÉXICO

1938

El Imperio De La Razón

En El Judaismo

Maimónides, Spinoza Y Einstein

Primera conferencia de la serie sobre la Filosofía de Maimónides por el Ing. Y Dr. Adalberto García de Mendoza, de la Universidad Nacional Autónoma de México.

El tema de esta noche se refiere a tres de los más grandes pensadores y filósofos que ha tenido el judaísmo. Mi plática no tendrá por objetivo traer a ustedes datos o memorias personales de estos intelectos, sino que procuraré buscar en el fondo de sus doctrinas los intentos judaicos que a través de la historia señalan una obra coherente y vigorosa.

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Las Tablas de la Ley

Moises

- I -

La herencia judaica.

Así como algunos pueblos han hecho obras artísticas para perpetuar su sentimiento para la belleza, construyendo estupendas obras de color, formas, proporciones, sonoridades o imaginaciones así como otros pueblos han elaborado majestuosos pensamientos para concebir el universo, el ser y el devenir, así el pueblo de Israel ha tenido una obra intangible para los sentidos, pero de esencias para el espíritu. No construye una pirámide que rivalice con las de Egipto, una catedral que supere las de Amiens o Colonia, un cuadro luminoso que aventaje la pincelada de Tiziano o Rubens, un contrapunto o un fuga que tenga mayor belleza que la encontrada en las frases musicales de Bach o Beethoven. No. El pueblo judaico elabora una moral y una religión íntimamente compenetradas y profundamente sentidas. Al amparo de la revelación crea la palabra mística de una ética que había de transformar al mundo a través de muchos siglos de existencia.

Todos los esfuerzos del pueblo de Judá tienen sentido humano. Comprender el Yo para integrar la divinidad. Las sentencias proféticas de Ezequiel, Isaías y Job, son para rechazar las vanidades de los sentidos, el engaño del mundo que nos rodea, la fragilidad de las pasiones que atormentan la vida humana. Ven la finalidad de la Humanidad allí donde la vida comprende y siente pavor, angustias, alegría de lo sobrenatural.

La historia se desenvuelve en aparatosos combates guerreros, soberbias elaboraciones políticas, vanidosas posturas capitalistas y el pensamiento judaico sigue enpie, sosteniendo su idea, su religión y su moralidad. Todo pasa para internarse en las tinieblas del olvido o del desprecio. El siglo de Luís XIV lo contemplamos con la indiferencia y el odio a las épocas en qué la filigrana de los palacios contrasta con el mal olor y la miseria de la muchedumbre que muere de hambre. Cuantas veces hemos oído la Sinfonía Patética de Tschaikowsky, en ese movimiento en que se combina la polka, baile de las cortes de Rusia, con el vals, baile del pueblo, hemos sentido la alegría imbécil de los incomprensivos frente al dolor humano de las colectividades. Las voces de los violines, ligeras, juguetonas, llenas de risas frente a los quejidos de los cellos pletóricos de sufrimiento.

Todo pasa como acontece con el relato bíblico en que está intuída la historia de la Humanidad, abarcando los límites máximos del parto, en el génesis; la muerte, en el Apocalipsis. Los cantares de Salomón, envueltos en mirra y las quejas de Job, llenas de asquerosidades de la carne. Lo lúbrico al lado de lo numinoso, lo despreciable en contacto con lo sagrado. Todos los contrastes flagelando la historia para resolverse en las tenebrosidades de las visiones apocalípticas de San Juan.

Pero queda, a través de este devenir, la luz mosaica, las Tablas de la Ley, las sentencias del Talmud, las profecías de la Biblia. Este es el tesoro del pueblo Judaico, el único que se ha conservado a través de los siglos; el que todavía suena en los momentos de la mayor angustia para la Humanidad y que vése conmovido por el impetuoso torrente de la vida contemporánea que exige nueva vitalidad en todos los aspectos de la existencia humana.

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Rabbi Moshe Ben Maimon

Filósofo Judio español

- II -

La racionalización de la fe judaica.

Pero hay un dato fundamental que tal vez no se ha especulado con toda claridad. Para hacer valer el sentimiento y la fe, el pueblo de Israel ha sabido tomar las armas de la cultura occidental y ha vencido con ellas mismas. No cabe duda que la razón ha señalado al occidente su característica fundamental. El pueblo griego fue esencialmente razonador. La ratio es una de las esencias de la cultura ática. El pensamiento de Aristóteles conmueve todos los cerebros y ancauza el conocimiento racional en todos los aspectos.

Es indudable, que se exigiera blandir el arma de la razón para afirmar la fe, promover la convicción fría pero segura de los raciocinios para sostener el propósito moral el fin de la existencia, Y aún más la esencia de la divinidad.

Tal fue la obra de grandes pensadores judaicos que a principios y a mediados de la Edad Media, habían de repasar los momentos bíblicos, las sentencias talmúdicas, amparados con el análisis y la respetabilidad del Estagirita.

Y el intento había de progresar a tal grado, que en el siglo XVIII D.C., un