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La explicación del Mapa de la Conciencia
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La explicación del Mapa de la Conciencia
Libro electrónico421 páginas8 horas

La explicación del Mapa de la Conciencia

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La explicación del Mapa de la Conciencia es una introducción a los niveles de la conciencia humana y a los campos de energía asociados. El doctor Hawkins dedicó más a veinte años de investigación a clasificar, ordenar y definir una serie de valores, actitudes y emociones que se corresponden con los niveles de conciencia. Con esta información creó la escala que se convirtió en el Mapa de la Conciencia.
Se trata de una herramienta sencilla y caracterizada por sus aplicaciones prácticas, que ayuda a los usuarios en su proceso de clarificación y autoconocimiento. También da una visión muy innovadora de la adicción y la recuperación.
El Mapa ofrece un contexto para entender mejor nuestro progreso evolutivo y el tránsito de las llamadas “emociones negativas” a los estados positivos, y más adelante a los estados espirituales, describiendo también los puntos clave de estas transiciones. El hecho mismo de emplearlo eleva nuestro nivel de conciencia y nos abre a entender todo el rango de la conciencia humana.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento16 abr 2023
ISBN9788412629774
La explicación del Mapa de la Conciencia

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    La explicación del Mapa de la Conciencia - David R. Hawkins

    PREFACIO

    La primera vez que vi el Mapa de la Conciencia de mi marido, estaba escrito en una pizarra de tiza en el pasillo de casa. Le pregunté:

    —¿Qué es eso?

    Y él dijo:

    —Oh, eso es el Mapa de la Conciencia.

    Me explicó que lo había creado para ayudar a la gente a entender el mundo. Cada nivel de conciencia tiene su propia visión de la vida, visión de Dios, visión del yo, emoción y proceso. En un único cuadro, ves el mundo entero. El Mapa muestra un camino de salida de los pozos de la desesperación y te lleva todo el recorrido hasta el estado de iluminación.

    En cuanto David me lo explicó, vi que podía aportar esperanza a la humanidad. Él había trabajado durante décadas con todo tipo de personas con sufrimiento, incluyendo casos de enfermedad mental extrema. Sabía lo importante que es, dentro del campo de la psiquiatría, dar a alguien una herramienta para inspirarle a salir de su desesperación. Creó el Mapa como una herramienta de aprendizaje e inspiración.

    Me dijo que no estaba seguro de querer exponerlo al público, de modo que le dije algo que le quitó las dudas:

    —David, ¡este mapa puede ayudar a mucha gente!

    Después de eso, publicó su primer libro sobre el Mapa: El poder frente a la fuerza: los determinantes ocultos del comportamiento humano. Yo no tenía ni idea de que pasaríamos los veinte años siguientes viajando por el mundo y compartiendo el Mapa de la Conciencia.

    Cuando estaba a su lado en el escenario, yo era testigo de cómo se iluminaban de repente los rostros de las personas cuando él decía algo de una manera poderosa, ¡lo habían entendido! Era muy satisfactorio ver esa respuesta y saber que la vida de alguien había cambiado. David nunca estaba muy pendiente de sí mismo, solo le importaba el mensaje y su impacto sobre los otros. Tenía un sentido del humor contagioso; era imposible no reírse cuando él se reía. No le importaban las apariencias ni obtener la aprobación de los demás porque él sabía quién era.

    Los beneficios del mapa de la conciencia

    El mapa que David creó contiene una escala de conciencia que va desde la parte más baja de la experiencia humana hasta la más elevada. Lo desarrolló para que entendiéramos por qué hay en el mundo energías altas y bajas, y por qué algunas personas hacen cosas horribles, mientras que otras son puramente amorosas. La escala va de cero a mil y es logarítmica. David contrató a un estadístico para asegurarse de que los logaritmos fueran correctos. Después añadió las emociones y otros elementos que acompañan a cada nivel de conciencia para que pudiéramos entender la sensación que produce estar en la Vergüenza (20), o estar en el Amor (500). Algunas personas prefieren los números; otras, las palabras. David presentó su trabajo de distintas maneras para llegar a personas con distintos estilos de aprendizaje.

    Él quería asegurar a los que estaban sufriendo que más adelante les esperaba algo mejor. Como leeréis después, él mismo experimentó la totalidad del Mapa, desde su base misma hasta la cima. Vivió según el Mapa y lo demostró en su vida, en sus conferencias y con su sentido del humor. Nunca he conocido a nadie con tanta determinación como él por hacer todo lo posible para ayudar a los demás. Por eso creó el Mapa. Lo usó como una herramienta para inspirar a la gente a que se volviera más amorosa y compasiva.

    Casi cada día oigo decir a alguien que el Mapa le ha cambiado la vida. Algunos se han librado de los grilletes de la heroína, del alcohol y de otras adicciones imposibles. Otros se han curado de diversas enfermedades y tensiones emocionales. Sea cual sea el problema vital, el Mapa les ofrece un camino para salir del sufrimiento.

    Coraje

    Si este es tu primer libro sobre el tema, no te sientas intimidado. El Mapa es una herramienta simple y de sentido común, y no necesitas ser un genio para entenderlo. Las páginas siguientes contienen todo lo que necesitas saber para avanzar en tu vida, pues explican cómo funciona el mundo, por qué ocurren así las cosas y cómo alcanzar tu máximo potencial. El Mapa puede explicar algunos de los problemas de la vida y también recordarte tu vocación más elevada. Simplemente lee y comprueba de qué manera lo puedes aplicar.

    Cualquiera puede usar el Mapa, tanto si es miembro de una religión como si no. Cuando estaba en el instituto de secundaria, una de mis mejores amigas, que era judía, me preguntó:

    —Si Dios existe, ¿por qué tenemos todas estas guerras?

    El Mapa nos dice por qué. Pone el mundo en perspectiva. Las guerras permiten que millones de personas mueran por algo más grande que ellas mismas. En el momento en que caminan en medio de una lluvia de balas, cruzan la línea crítica del coraje, tal como se refleja en el Mapa.

    David dijo que, a nivel espiritual, nuestro mayor problema es el ego autocentrado, y que hace falta coraje y dedicación para superarlo. Es el coraje que vemos en los soldados que arriesgan sus vidas por algo más elevado que sus egos: su país, Dios o sus compañeros. Los atletas lo hacen a su manera cuando tratan de ganar para su equipo o para su país, en lugar de querer la fama para sí mismos. También lo vemos en quienes dedican sus esfuerzos a alguien que sufre de cáncer u otra enfermedad. Cuando dedicamos lo que hacemos a algo más grande que nosotros mismos, vivimos desde un lugar más elevado. El Mapa nos muestra que las cosas terribles, como la guerra, en realidad sirven a un propósito. Nos ayudan a evolucionar espiritualmente.

    Esperanza

    Cuando las personas están desanimadas, necesitan esperanza. El Mapa da esperanza. Nos muestra que, si estamos abajo, en el odio a nosotros mismos o en la desesperanza, podemos dar un giro a nuestras vidas dirigiéndonos hacia un nivel superior. Vemos cada día que las personas que se recuperan de sus adicciones en grupos como Alcohólicos Anónimos alcanzan este punto de inflexión. Desde un lugar de total desesperación, su vida da un giro completo. Cuando alcanzan el nivel del Coraje (200) en el Mapa, ese es el punto donde su vida cambia, porque han encontrado la valentía de decir la verdad con respecto a sí mismos en lugar de culpar a otro. A partir de ahí, es importante alcanzar el nivel de la Buena Disposición (310). Este es el nivel de estar dispuesto a aprender, dispuesto a ayudar a otros, dispuesto a crecer, dispuesto a ser bondadoso, dispuesto a trabajar en algo.

    Siempre hay esperanza, incluso en los peores días. Algunos días son tan duros que me digo a mí misma: ¡No volvería nunca al día de hoy!. El Mapa nos ayuda a saber que un mal día no es el fin del mundo. Como dijo Escarlata O’Hara en Lo que el viento se llevó: ¡Mañana pensaré en ello!. El Mapa nos muestra que todos estamos en un viaje. El simple hecho de que no nos guste el paisaje donde ahora estamos no significa que todo el viaje vaya mal; tenemos por delante paisajes preciosos si estamos dispuestos a confiar en el proceso.

    Superar las dificultades

    La gente dice que el Mapa les ayuda a sentir compasión por la humanidad. Ven que buena parte del mundo vive en los niveles inferiores de conciencia, como la Culpa, el Miedo y la Ira, y esto significa que esas personas no pueden evitar mentir, matar y robar. Cada nivel tiene su propia realidad. Si vives en el nivel del miedo o de la ira, así es como actúas. El simple hecho de saber esto nos ayuda a no juzgar a quienes actúan de maneras que nos resultan extrañas.

    Incluso si estás en el nivel del Coraje o más arriba, probablemente no permanezcas allí todo el tiempo. De vez en cuando surge algo que te pone a prueba. Todos pasamos por episodios de niveles inferiores. Por ejemplo, tras la muerte de un ser querido, podrías tener mucha pena que procesar, o miedo a lo desconocido. Si te divorcias, es posible que estés enfadado por un tiempo, hasta que compruebas que estás mejor sin esa persona y situación.

    Como dice David en su libro, la vida nos trae pruebas. Atravesar dificultades tiene un propósito. Cuando estamos en medio de la lucha y el esfuerzo, resulta difícil ver su significado, de modo que debemos tener fe en su propósito general. David me enseñó que, ante cualquier cosa, podemos preguntar: ¿Qué propósito tiene esto?. Llegamos a darnos cuenta de que no estamos solos en ello; hay un Poder Superior cuidando de nosotros para ayudarnos a crecer. Por ejemplo, cuando queremos algo, pero no lo conseguimos, es posible que más adelante pensemos: ¡Estoy muy contento de no haberlo conseguido!.

    David decía frecuentemente: El amor saca a la luz a su opuesto. Esto significa que, cuando nos comprometemos a amar más, ¡la vida nos traerá personas difíciles de amar! Cada acción produce una reacción igual y en sentido opuesto. Las personas y situaciones me ponen a prueba cada día. David me enseñó que no puedes agradar a todo el mundo, y esta lección es dura de aprender. A veces es necesario decir no. A veces, cuando alguien es brusco contigo, es mejor irse que quedarse a discutir con una persona negativa. Si te vas, esto da a la persona la oportunidad de sentir el impacto de su negatividad. Si está dispuesta a aprender, ese puede ser un momento de aprendizaje. El aprendizaje ocurre en todos los momentos de la vida. Unas veces nosotros somos el profesor, y otras, el alumno.

    Abraza lo que eres

    Un objetivo maravilloso es vivir en el nivel del Amor (500), pero no es fácil. Muchas personas vienen a mí y me dicen: Estoy en el nivel 500. Piensan que viven en el nivel del Amor, pero es más una fantasía que un hecho. Cuando leas sobre este nivel en el libro, verás que casi nadie vive en él. Tendrías que estar cerca de la santidad. Si estás en los 400 —que es el nivel de la razón, de un buen funcionamiento y estás buscando la verdad—, lo estás haciendo bien. Puedes tener vislumbres de un nivel superior, pero hace falta una devoción constante para vivir allí, y nadie puede llevarte allí. Puedes experimentarlo, pero después tienes que hacer el trabajo interno para llegar a ese lugar y poder quedarte. No puedes obligarte a alcanzar un nivel superior; eso es ego. Tiene que venir de la buena voluntad, de la esencia y del corazón.

    David dice que la bondad básica hacia otros desempeña un papel importante en la vida diaria y en el progreso espiritual. Por ejemplo, si ves que una anciana tiene problemas con su carrito de la compra en el supermercado, permítele pasar delante de ti. Tal vez esté cansada de estar de pie. Sé bondadoso con la madre embarazada que tiene otra niña gritando en su cochecito. En lugar de mirarla mal y de juzgarla como una mala madre, deja que pase delante de ti. ¿Qué son diez minutos más? Si tu objetivo es evolucionar, la bondad es una herramienta vital.

    Otro punto en el que David hace énfasis es que un nivel no es mejor que otro, porque cada nivel tiene su propia responsabilidad. Simplemente trata de ser tan buena persona como puedas, y de vivir en ese espacio todo el tiempo que puedas. Cuando alcanzas el nivel de la Aceptación (350), has abrazado quién eres y lo que eres. Todos llegamos con distintos niveles, y hace falta un compromiso total para evolucionar hasta un nivel superior. Llevar una túnica blanca y expresar las palabras adecuadas no significa que estés en un nivel más alto; ¡significa que tu ego piensa que lo estás!

    Si eres capaz de ser honesto y de no juzgar nada como elevado o bajo, tendrás una buena comprensión de ti mismo, una sensación interna de dónde estás en el Mapa. Si quieres evolucionar, mira dónde puedes mejorar. Sé honesto con tus puntos débiles. Tal vez seas impaciente y necesites ser más bondadoso. Tal vez estés apegado a algo, o seas adicto a alguna sustancia y necesites coraje para renunciar a ella. Tal vez seas un felpudo y tengas que dejar de permitir que otros te pisoteen. Me gusta el dicho: La primera vez di: ¡debería darle vergüenza!; la segunda vez di: ¡debería darme vergüenza!. El hecho de que alguien sea miembro de la familia o un amigo no implica que le permitas maltratarte.

    A veces, las personas piensan que evolucionarán sumergiéndose en campos de energía más elevados. Me dicen: ¡Solo voy a escuchar música y leer libros que estén en lo más alto del Mapa!. Juzgan todo lo demás que hay en el mundo como inferior. Esta es la actitud yo soy más santo que tú, característica del ego. Si estuvieran en el nivel donde dicen estar, verían su error.

    Al ego le gusta ser especial; dice: Yo estoy aquí y tú estás ahí. El Mapa no es para eso. Es una herramienta para aprender y crecer. Si eres honesto con respecto a tus dificultades y pruebas, verás cómo superarlas y ascenderás automáticamente en el Mapa.

    David no dijo nunca: Soy un maestro iluminado y, sin embargo, yo le vi vivir a ese nivel. Era muy humilde y tenía los pies en la tierra. No se consideraba a sí mismo mejor que cualquier otra persona. Simplemente sabía que tenía la responsabilidad de compartir lo que él era y de ayudar al mundo como pudiera. Cuando tú eres, no necesitas decir nada sobre ti mismo. En los niveles superiores, no te hace falta promocionarte. Vi que David atendía a personas que necesitaban su conocimiento médico y lo único que le daban a cambio era un paquete de café. Después de su muerte, ¡tardé dos años en consumir todo aquel café!

    Este libro está dedicado a su memoria, porque su vida nos ofrece un ejemplo maravilloso de servicio desinteresado para mejorar la humanidad. Espero y rezo para que este libro pueda ayudarte en tu viaje. Como nos dijo David: Recto y estrecho es el camino. ¡No pierdas tiempo!.

    —Susan J. Hawkins,

    Presidenta del Instituto para la Investigación Espiritual,

    fundado por David R. Hawkins

    INTRODUCCIÓN

    Unos meses antes de que muriera el doctor Hawkins, estaba sentada en su casa y señalé hacia una gran estantería con los libros que él había escrito.

    —¿Cómo te sientes sabiendo que has escrito todos esos libros?

    —No considero que los libros sean míos —dijo él—. No fue el yo personal quien los escribió. Dios estaba buscando una mente que no estuviera pensando. Solo fui un canal, un espacio vacío. La gente ve un cuerpo y una persona, y piensan que la persona escribió los libros. Pero no fue así. Fue como un violín: el violín no puede tocarse a sí mismo, tiene que ser tocado.

    Largo silencio. Y después dijo, riéndose:

    —Dejé de pensar hace años. No necesito pensar. Es como una sierra… ¡Hace demasiado ruido!¹

    El doctor David R. Hawkins (Doc) era una rara combinación de genialidad y humildad. Su vida fue inusual. Es decir, ¿quién puede imaginar una mente vacía de todo pensamiento? Le gustaba llamarse inadaptado con una risa sincera. Era un juego de palabras. Estábamos hablando de místicos, y dijo:

    —Sí, eso es lo que la gente me llama, ¡uno de esos inadaptados!²

    Los detalles de su vida personal no eran importantes para él después de que ciertas experiencias espirituales extinguieran su yo personal. La Presencia misma es lo único que está aquí en este momento, así es como empezó su conferencia de todo un día en el Instituto de Ciencias Noéticas, en 2003. Ciertamente, raras veces usaba pronombres, un estilo que hace que sus escritos resulten inusuales en los tiempos modernos, aunque se parecen mucho a las expresiones de los místicos históricos. Como a los lectores de nuestros días les gusta saber quién es el autor y qué le llevó a sus descubrimientos únicos, lo que sigue es una breve introducción al autor y a su marca registrada, el Mapa de la Conciencia.

    Sobre el doctor Hawkins

    El doctor Hawkins nació en 1927 en Wisconsin y creció durante la Gran Depresión. A nivel religioso, su familia era episcopaliana, y él fue monaguillo y cantó en el coro infantil. Sin embargo, sus profundas experiencias religiosas ocurrieron fuera del contexto religioso.

    A la edad de tres años, sentado en su carrito, tomó sorprendentemente conciencia de su existencia. Reflexionando sobre ese momento de la infancia, nos contó a un grupo:

    —Fue como si hubiera habido una oscuridad total, olvido, y entonces, de repente, se encendieron unas enormes luces. Vi que estaba de vuelta en un cuerpo y no me sentí feliz.

    Explicó que en vidas anteriores había sido un devoto budista de la escuela Hinayana y había seguido un camino de negación hasta el Vacío (Nada), creyendo que esta era la meta espiritual última. Pero no lo era, ¡pues de otro modo no habría acabado de vuelta en un cuerpo! Instantáneamente, junto con la toma de conciencia de la existencia, surgió el temor a la inexistencia. Fue una confrontación preverbal con la paradoja de la Nada frente al Todo, un pasaje espiritual muy avanzado —acertijo espiritual fue otra palabra que usó para describir la confrontación de los aparentes opuestos— que no resolvió hasta décadas después, y su enseñanza sobre el Vacío es una de las contribuciones más importantes para los aspirantes espirituales (véase Capítulo 8).

    ¡Con este tipo de infancia, ya desde el comienzo tuvo una vida extraña!. A menudo se reía de las rarezas de su vida. Francamente, los otros niños me parecían extremadamente aburridos, de modo que me escapé hacia Platón y Sócrates. Mientras otros niños jugaban al béisbol, ¡yo leía a Aristóteles y escuchaba el programa semanal de ópera!

    También era muy trabajador. A la edad de 12 años tenía la ruta más larga de la región como repartidor de periódicos (27 kilómetros). Como no había electricidad a lo largo de la carretera, todo estaba oscuro como la boca de un lobo. En una ocasión, hubo una tormenta invernal, y las fuertes rachas de viento a temperaturas bajo cero hicieron volar sus periódicos por el aire. Como describe en el Capítulo 8, cavó a golpes un agujero en un banco de nieve para evitar el viento helado. En cuanto se deslizó dentro del agujero que había hecho, se fundió en la Presencia Infinita del Amor. La experiencia fue tan inolvidable que setenta años después, cuando le pedí que describiera ese estado de amor infinito, lo recordaba perfectamente: Todas las emociones negativas desaparecieron: miedo, impaciencia, frustración. En su lugar, solo quedó la irradiación del Amor Infinito, atemporal, eterno, abarcándolo todo, y no era diferente de la Realidad de lo que yo era, de lo que soy.⁴

    En comparación con ese Amor Infinito, ahora, al joven David, el Dios de la religión le parecía irrelevante. A la edad de 16 años, su creencia en la religión desapareció completamente. Un día, mientras paseaba por el bosque, se sintió repentinamente abrumado al tomar conciencia del sufrimiento humano a lo largo de los siglos; era como una enorme nube negra. En ese momento, culpó a Dios por todo el sufrimiento del mundo y se hizo ateo.

    Sin embargo, a pesar del colapso de su creencia religiosa en Dios, sentía un incesante impulso interno de llegar a la verdad de la existencia: Había un núcleo interno dentro de la conciencia que estaba desesperado por alcanzar una verdad mayor.⁵ Nacido con un coeficiente intelectual extremadamente alto, dominó con facilidad el mundo de la ciencia, de la teología, de la medicina y de la psiquiatría. Después de prestar servicio en un dragaminas de la Marina de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, completó los estudios de medicina mientras realizaba tres trabajos a la vez, y pronto se convirtió en jefe de psiquiatría de un gran hospital en la ciudad de Nueva York y publicó gran cantidad de artículos científicos basados en su investigación clínica. Dedicó muchos años a su propio psicoanálisis con uno de los terapeutas freudianos más conocidos de la época. Fue un meditador budista zen muy dedicado, y se sentaba a meditar durante una hora por la mañana y por la noche. Aunque había alcanzado el cénit del éxito mundano, afrontaba una gran oscuridad interna y la sensación de haber perdido el rumbo.

    Esta crisis culminó en 1965, a la edad de 38 años, cuando estuvo a punto de morir debido a una enfermedad progresiva y terminal. Todos sus esfuerzos por buscar la verdad de la existencia a través del intelecto habían fracasado, y se encontró en un estado de extrema angustia y desesperación. Justo antes de morir, se le pasó por la cabeza el pensamiento: ¿Y si Dios existiera?. Con esto, elevó una oración: Si existe Dios, Le pido que me ayude ahora, y se rindió completamente a cualquier Dios que pudiera haber, pero sin esperar gran cosa. A continuación, entró inmediatamente en el olvido. Tardó treinta años en contar las devastadoras repercusiones: El olvido desapareció de repente y fue reemplazado por el asombroso resplandor de la Luz de la Divinidad que brillaba como la irradiación y esencia de la Totalidad.⁶

    Su conciencia se había transfigurado repentina y completamente. La mente y sus patrones mentales desaparecieron para siempre, reemplazados por la Presencia: Una conciencia infinita y omniabarcante que es radiante, completa, total, silenciosa y aquietada.⁷ Prevaleció un pacífico silencio interno y no había imágenes, conceptos ni pensamientos. De hecho, no quedaba ninguna persona para pensar; toda separación entre él y otros se disolvió, y veía esa misma perfección preciosa y atemporal en cuantos le rodeaban: Una irradiación que brillaba desde el rostro de cada persona; todos eran igualmente preciosos.⁸ En este estado de no dualidad, cada cosa viviente es consciente de todas las demás, y todas las cosas están interconectadas en comunicación y armonía por medio de la conciencia, porque comparten la cualidad básica de la esencia de la existencia misma.⁹ Nada es mejor ni peor, más elevado ni más bajo que cualquier otra cosa. Todos los seres sintientes son iguales… Todas las cosas son intrínsecamente sagradas en la divinidad de su creación.¹⁰

    En El poder frente a la fuerza, el doctor Hawkins dice que el trabajo con el Mapa de la Conciencia comenzó en 1965, refiriéndose a esta transfiguración de su conciencia. Es posible que él haya sido la primera persona formada como médico/científico que ha experimentado la transformación denominada Iluminación o unión mística, y que ha sido capaz de contextualizar esta condición en conferencias y libros. Si bien muchos de nosotros tenemos momentos transitorios de flujo, de intensa alegría, o de transcendencia en ciertas experiencias cumbre —el nacimiento de un niño, actuaciones atléticas o teatrales, trabajo creativo, ascendiendo a montañas o haciendo el amor, por nombrar algunas— e incluso transformaciones espirituales que nos cambian la vida —experiencias cercanas a la muerte, por ejemplo, o visiones beatíficas—, es muy raro que la conciencia de una persona se transfigure repentina y permanentemente al estado no dual. Históricamente, la mayoría de estas personas, o bien abandonan el cuerpo —muerte—, o se quedan en "el shock de Dios", y son incapaces de hablar sobre el estado de disolución del ego, en el que toda sensación de un yo personal se disuelve como azúcar en agua. Como dice William James en su clásico Las variedades de la experiencia religiosa, la experiencia mística es inefable, imposible de describir.¹¹

    A partir de esta transfiguración de la conciencia, la vida del doctor Hawkins no volvió a ser la misma y tardó años en readaptarse a los cambios. Sentía que su sistema nervioso estaba estresado, como cables de alta tensión quemándose bajo una energía de alto voltaje. En las interacciones sociales, se sorprendía cuando alguien se refería a su cuerpo como David, pues él sabía que estaba en todas partes y que era uno con todas las cosas: ¡Alguien me hacía una pregunta y yo me preguntaba a quién le estaba hablando!. Cuando miraba a los ojos de otras personas, solo veía el Ser uno… No hay ningún tú separado ahí, y yo aquí.¹² La dicha y la sensación de estar completo en sí mismo hacían difícil que se interesara por el funcionamiento humano normal. Las antiguas motivaciones de ganar dinero y tener éxito ahora eran irrelevantes. Según dijo, la única motivación suficientemente intensa para devolverle al cuerpo y al mundo de la forma era el amor: El amor se convierte en el único motivador para continuar con la existencia física.

    Se hace extremadamente difícil volver al cuerpo… Sientes que echas de menos el hogar…, como alguien que ha abandonado su hogar para realizar algún tipo de tarea que tenía acordada. Cuando estoy en ese estado, no existe la forma. Uno simplemente se disuelve en el dorado amor infinito. Es tan exquisito que le hace a uno llorar tener que volver de nuevo al cuerpo. La única razón por la que puedes irte de allí es que sabes que está ahí para siempre, y que tú retornarás para siempre.¹³

    Me contó que, en una ocasión, estaba solo en el bosque y se apoderó de él un estado de dicha. Era consciente de que había buitres rodeando su cuerpo, preparados para descender en cuanto exhalara su último aliento. Pero se dio cuenta de que podía quedarse en el cuerpo para ayudar a otros, porque la dicha era para siempre. Entregó completamente el cuerpo para que fuera un instrumento de servicio en el mundo, y permitió que fuera energizado. En cuanto ocurrió esto, los buitres se alejaron volando.

    Al final, se fue aclimatando gradualmente a este nuevo estado de conciencia y volvió a su consulta psiquiátrica, que llegó a ser la mayor de Estados Unidos. Su estado espiritual expandido le llevó a ver más allá de los límites de los tratamientos convencionales y a contemplar la humanidad interna de sus pacientes. Era imparable en sus intentos de probar todas las posibilidades de tratar a sus pacientes, dijeran lo que dijeran otros psiquiatras más convencionales. Debido a las impresionantes curaciones de pacientes que habían perdido toda esperanza, el doctor Hawkins apareció en programas de televisión de las grandes cadenas durante las décadas de los 70 y los 80. Su trabajo pionero en muchas áreas del sufrimiento humano dio como resultado numerosos reconocimientos nacionales e internacionales, que vienen listados en la sección Sobre el autor, al final del libro.

    A pesar de estos éxitos, sus esfuerzos médicos por tratar a un paciente cada vez le parecían como una gota en el mar: Sentía una enorme frustración por solo poder contrarrestar el sufrimiento humano de uno en uno. Era como intentar vaciar el mar con un vaso.¹⁴ Se dedicó a encontrar medios de transformación interna que pudieran ayudar a las multitudes. Aquí podemos pensar en Buda, que después de su despertar estableció el Óctuple Sendero. O en Bill Wilson, que después de haberse recuperado de su alcoholismo imposible a través de una inmersión en la Luz, desarrolló los Doce Pasos.

    Conforme investigaba el proceso de curación de los pacientes en sus hospitales, el doctor Hawkins se dio cuenta de que no tenía mucho que ver con lo que él hacía o prescribía como médico, y tenía más que ver con su conciencia interna que irradiaba amor. También se dio cuenta de que los pacientes de ciertos médicos tendían a mejorar, mientras que los de otros médicos en general se mantenían igual o iban a peor, incluso cuando el medicamento y el protocolo de tratamiento era iguales en todos los casos.

    En la conferencia anual Landberg que dio en la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Francisco el 25 de abril de 1997, recogió algunas observaciones del tiempo que pasó en su práctica clínica en Nueva York, donde los médicos prescribían diversas vitaminas como parte del tratamiento para la esquizofrenia: La cantidad de efectos secundarios que tienen los pacientes de un médico depende de la conciencia del médico. No depende de la medicina.¹⁵ Por ejemplo, los pacientes de un médico concreto de New Jersey manifestaban un tipo de decoloración de la piel con el uso de la vitamina B3. Sin embargo, los pacientes de otros médicos no tenían efectos secundarios en absoluto y, de hecho, respondían bien al tratamiento. ¿Cuál era el secreto de los médicos que tenían éxito? Él vio que el efecto curativo estaba relacionado con el nivel de conciencia del facultativo. Cuanto más alto era el nivel de conciencia de un médico, más probable era que se curaran sus pacientes. Esto podía tener sentido para personas con una orientación espiritual, pero ¿cómo presentarlo a una sociedad establecida en una mentalidad racional y lineal? ¿Cómo demostrar que es la conciencia interna la que determina el resultado, y no las acciones externas?

    Descubrimientos internos

    Apuntando hacia sí mismo, y riéndose, el doctor Hawkins contó: ¡Este siempre fue un inadaptado y una entidad peculiar en este planeta! De repente, sin previo aviso, los niveles de conciencia aumentaban, y yo me quedaba aturdido y era incapaz de funcionar. Por eso, fue necesario dejar la consulta psiquiátrica de Nueva York. Simplemente me fui porque, en ese profundo silencio interno, no hay nada que puedas decir a nadie. Cargas tus herramientas favoritas en el viejo coche y conduces a una pequeña ciudad de Arizona. Tienes un catre, un trozo de queso, una vela y un gato, ¿qué más necesitas? Todo el mundo pensaba: ‘Ha perdido la cabeza’. Cuando todos tus amigos piensan que has perdido la cabeza, ¡probablemente estás en un buen espacio!.¹⁶

    Abandonó su enorme consulta clínica y su alto nivel de vida en Nueva York y se trasladó a la otra punta del país, a Sedona, una pequeña ciudad de Arizona. Durante muchos años, llevó una vida de ermitaño, desapegado del mundo. Este periodo fue crucial porque le dio espacio para explorar la naturaleza de la conciencia de dentro afuera. De estas comprensiones subjetivas emergieron los descubrimientos que forman la base del Mapa de la Conciencia y del trabajo subsiguiente, que ha llegado a ser llamado No-dualidad Devocional. Como escribe en El poder frente a la fuerza: Si bien las verdades de las que se informa en este libro se organizaron objetivamente y se derivaron de la ciencia, como todas las verdades, primero fueron experimentadas personalmente.¹⁷

    Esto ha sido verdad en todos los grandes maestros y pioneros de la conciencia, ¿cierto? En la historia reciente, podemos pensar en el famoso psiquiatra suizo C.G. Jung que, después de romper con Sigmund Freud, pasó muchos años distanciado del mundo, explorando sus profundidades internas. A partir de este proceso,

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