Hildegard Von Bingen: De Fungis Y La Reescritura De Los Textos De La Antigüedad
Por Margarita Romero
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En este libro, Margarita Romero nos presenta el resultado de una investigacin cientficamente avalada por la bsqueda y comparacin de fuentes primarias, su tratamiento paleogrfico y filolgico, as como su cotejo con las traducciones mas completas a lenguas modernas como el alemn y su comparacin detallada con otros textos de filsofos y cientficos de la antigedad.
La pasin e inters por Hildegard de Bingen, llevaron a Margarita Romero a realizar este trabajo de invaluable aportacin histrica, convirtiendo este libro en una obra capital, que no debe faltar en la Biblioteca personal de cualquier historiador o investigador interesado en la vida y obra de esta extraordinaria mujer medieval.
Margarita Romero
La autora se destacó desde los inicios de su carrera por ser una brillante investigadora, muy intuitiva y tenaz. Trabajadora Social de Formación, trabajó varios años como auxiliar de investigador en Instituciones como el Instituto Nacional Indigenista, la Comisión Nacional del Agua entre otras, antes de iniciar la Licenciatura en Historia a la edad de 43 años. Su temprana Muerte la sorprendió a pocos días de presentar el examen profesional para obtener el grado de Doctor en Historia. Es así como este libro va, como un homenaje Póstumo que cumple el deseo de Margarita de dar a conocer la obra médica y científica de Hildegard von Bingen.
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Hildegard Von Bingen - Margarita Romero
Copyright © 2015 por Margarita Guadalupe Romero Tovar.
ISBN: Tapa Blanda 978-1-4633-3299-0
Libro Electrónico 978-1-4633-3300-3
Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.
Ésta es una obra póstuma que se realizó en el marco de una Tésis doctoral bajo la supervisión de un comité Tutorial y con el apoyo económico de la UNAM y CONACYD. Su contenido es el producto de una investigación seria y profunda con el rigor que la disciplina de Historia exige.
Fecha de revisión: 11/12/2015
Palibrio
1663 Liberty Drive
Suite 200
Bloomington, IN 47403
ÍNDICE
PREFACIO
PRÓLOGO
AGRADECIMIENTOS
INTRODUCCIÓN
I. BÚSQUEDA DE FUENTES
II. ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO
CAPÍTULO 1
HILDEGARD, TRES MOMENTOS
POR UN CONTEXTO NECESARIO
I. HILDEGARD BERMERSCHEIM EN DISIBODENBERG
II. HILDEGARD EN RUPERTSBERG
III. HILDEGARD Y EL CONVENTO DE EIBINGEN
CAPÍTULO 2
DEL SCIVIAS A LA PHYSICA
I. EL SCIVIAS, UN ANTECEDENTE METODOLÓGICO
II. EL MÉTODO: LA LECTURA, LA ESCRITURA Y LA REESCRITURA
III. LA PHYSICA DE HILDEGARD SEGÚN LAS EDICIONES DE FRIEDRICH ANTON REUSS Y JACQUES PAUL MIGNE
IV. LA ANTIGÜEDAD PUESTA A PRUEBA: EL LIBRO DE PLANTIS DE HILDEGARD VON BINGEN
V. LA REESCRITURA
COMO PROPIA SENSACIÓN
VI. LA REESCRITURA
DE LAS PLANTAS
A PARTIR DE LOS TEXTOS ANTIGUOS.
CAPÍTULO 3
DE FUNGIS
I. LOS ANTECEDENTES DEL DE FUNGIS, SEGÚN LAS REFERENCIAS EN TEOFRASTO Y DIOSCÓRIDES.
I.1 TEOFRASTO
I.2 DIOSCORIDES, ACERCA DE LA MATERIA
MÉDICA MEDICINAL Y DE LOS VENENOS MORTÍFEROS.
TRADUCCIÓN DE ANDRÉS LAGUNA, 1566 (FACSÍMIL)
II. LOS HONGOS EN EL LIBRO I DE PLANTIS EN LA
PHYSICA DE HILDEGARD VON BINGEN
III. LA IMAGEN DEL HONGO COMO DEMONIO EN
LAS OBRAS TEOLÓGICAS
IV. DE FUNGIS DE HILDEGARD VON BINGEN.
EDICIÓN DE J. P. MIGNE, PATROLOGIA LATINA, 197, "PHYSICA"
V. DE FUNGIS, DE HILDEGARD VON BINGEN, SEGÚN
MARIE-LOUISE PORTMANN, HILDEGARD VON BINGEN.
HEILKFRAFT DER NATUR PHYSICA
.
CAPÍTULO 4
LOS HONGOS EN EL LIBRO I DE PLANTIS, DE LA PHYSICA, SEGÚN LOS CÓDICES 525 Y EL ASHBURNHAM ASHB 1323
I. TRABAJO FILOLÓGICO SOBRE LOS HONGOS
EN LA PHYSICA DE HILDEGARD VON BINGEN
II. CÓDICE 525
II HISTORIA DEL CÓDICE 525
II.1 DE FUNGIS CÓDICE 525, FF. 19R-20R
II.2 SOBRE LOS HONGOS CÓDICE 525, FF. 19R-20R
II.3 IMAGEN DE LA BURGERBIBLIOTHEK BERN
DEL CÓDICE 525, FF. 19R-20R.
III. CÓDICE ASHBURNHAM ASHB 1323
III.1 HISTORIA DEL CÓDICE ASHBURNHAM ASHB 1323
III.2 DE DIVERSITATE FUNGORUM
CÓDICE ASHBURNHAM ASHB 1323, FF. 23R-24R
III. 3 IMAGEN DE LA BIBLIOTECA MEDICEA LAURENZIANA
DEL CÓDICE ASHBURNHAM ASHB 1323, F. 23R
IV. COMENTARIOS Y APORTACIONES
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
ANEXO
PREFACIO
La presente edición que corresponde a la primera, se trata de una obra póstuma que fue realizada en el ámbito de una tesis doctoral, bajo la supervisión de un Comité Tutorial y con el apoyo económico de la Universidad Nacional Autónoma de México y del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. Margarita Romero falleció pocos días antes de presentar su examen profesional para obtener el grado de doctora en Historia Medieval, dejando como legado, entre otros estudios esta obra que representa un avance en el conocimiento que se tenía de Hildegard von Bingen con innovaciones y contextos que no habían sido completamente estudiados.
Uno de los aportes fundamentales de esta investigación es el haber tocado elementos descuidados en la obra de Hildegarda, que son quizá los elementos que en un momento dado pueden ser elementos mucho más valiosos para los historiadores y que corresponden a la cuestión de la historia de la ciencia. Es decir todos aquellos elementos que por estar viendo las cuestiones de la música y las visiones de Hildegarda que pueden ser muy interesantes, se habían dejado de lado pero que indiscutiblemente son importantes para el conocimiento de la época y para la riqueza que nos pueden dejar a nosotros. Me refiero al conocimiento de herbolaria, en especial de los hongos, porque incluso sobre herbolaria podría uno encontrar más información, pero ya específicamente sobre los hongos este es el primer trabajo y capital para todo investigador de Hildegarda. Además de que la ha realizado una historiadora mexicana, haciéndose de todos los elementos científicos fundamentales para un estudio serio, detallado y muy profesional.
La investigadora Margarita Romero siempre se distinguió por ser una mujer muy trabajadora con una gran capacidad de investigación, análisis y critica, dispuesta siempre a buscar muy acuciosamente y encontrar más fuentes y documentos que apoyen a su estudio. Que después de hacer un estudio historiográfico muy completo fue capaz de ir hasta los manuscritos de Hildegard von Bingen, Dioscórides y Galeno. En esta obra el lector podrá seguir el recorrido, que como una especie de diáspora hizo Margarita Romero por bibliotecas, conventos y centros culturales de Alemania, Suiza e Italia para llegar a los distintos manuscritos, logrando identificar los más antiguos y completos, para luego cotejarlos y estudiarlos de manera profunda bajo la supervisión de la doctora en Letras Clásicas Carolina Ponce, el doctor en Historia Antonio Rubial y el doctor en Medicina Carlos Viesca. Vaya la presente obra como un homenaje póstumo a una gran investigadora, historiadora, maestra, amiga y madre a la que extrañamos, queremos y debemos mucho.
PRÓLOGO
El interés que en los últimos años, ha despertado entre los estudiosos la obra de Hildegard von Bingen, me condujo a investigar con mayor profundidad sus escritos, en los cuales la palabra se convierte en un hecho verídico en cuanto a su existencia, poder y autoridad en su tiempo, a pesar de que sus manuscritos quedaron guardados y de alguna forma olvidados en las bibliotecas y conventos. Hildegard escribió entre otros temas sobre teologia, música, ciencias naturales y medicina. Los manuscritos de Physica y Causae et Curae me fascinaron ya que se ha trabajado poco sobre ellos y es en estos donde ella logra trascender como una mujer interesada en la scientia, más que como mística y monja benedictina sujeta a los protocolos y convencionalismos socioculturales y religiosos de su tiempo. Sin embargo, estas obras quedaron rezagadas ante los acontecimientos políticos y religiosos de entonces, que contribuyeron a opacar su obra médica y coadyuvaron a que cayeran en el olvido de algunos clérigos. Pese a ello, se realizaron algunas copias de sus manuscritos, aunque en ocasiones solamente fragmentos de ellos y quedaron plasmados en algunas obras misceláneas sobre medicina. Estas copias estuvieron resguardadas durante muchos años en las bibliotecas de los monasterios y con el paso de los siglos pasaron a formar parte del acervo de las nuevas bibliotecas. Fue a finales del siglo XIX cuando Jacques P. Migne en Patrología Latina vol. 197, y J. B. Pitra en Analecta Sacra, vol. 8 incluyeron parte de los textos de Hildegard, lo que despertó el interés de algunos autores modernos quienes se dieron a la tarea de buscar y consultar los manuscritos originales. La obra más completa que hasta ahora se ha realizado del latín a lenguas modernas, como es el alemán, es la de Marie-Louise Portmann, quién publicó Hildegard von Bingen Heilkraft der Natur (Physica).
La obra de Physica se puede considerar junto a Causae et Curae una obra médica de capital importancia, porque en ella se plasma el conocimiento de Hildegard sobre la salud y enfermedad, las propiedades curativas, dañinas y tóxicas de las plantas, así como las causas y curas de las enfermedades. Algunos autores como R. Shipperges, Reinhard Schiller y Manfred Pawlik, entre otros, han considerado que sus conocimientos y aportes aqui plasmados encajan perfectamente en la medicina alópata, homeopática, naturista y de tradición popular. Es así como la importancia del significado y la forma que reviste la Physica es indiscutible tanto para la historia como para la ciencia en lo que se refiere a la herbolaria y medicina natural.
Si bien los orígenes de la medicina nos remontan a Hipócrates, Galeno, Plinio el Viejo, Dioscórides y otros, fue gracias a la tradición medieval de transcribir, traducir y compilar algunos fragmentos en obras misceláneas, lo que permitió que los conocimientos perduraran y se transmitieran durante la Edad Media, sobre todo en los conventos. Posteriormente el interés por las obras médicas se centró en los manuscritos de Averroes y Avicena entre otros, pero ignoraron el trabajo y los aportes que Hildegard había realizado; siendo que ella también contribuyó a la scientia natural con nuevas interpretaciones y clasificaciones, como su aportación al clasificar los temperamentos femeninos (siguiendo la teoría de los cuatro humores y temperamentos propuestos por Galeno). Además, los manuscritos medicinales de Hildegard también dan nota sobre la naturaleza de las plantas, sus propiedades y efectos medicinales, así como la forma de vida y el pensamiento de entonces.
Para sustentar la presente investigación el primer paso fué consultar varias ediciones Acerca de la materia médica, medicinal y de los venenos mortíferos de Dioscórides, a fin de encontrar su posible influencia en el Physica, como se deduce en una investigación anterior en la que presento un cuadro sobre las plantas, su nombre original, nomenclatura en latín, nombre en español, la familia a la que pertenece y sus propiedades curativas o tóxicas segun Hildegard y segun Dioscórides. Posteriormente se consultaron la primera copia original del manuscrito Sanctae Hildegardis Revelationes [mansc. 1942] en la Biblioteca Estatal de Lucca, Italia; el códice Ashburnham (ASHB 1323) en la Biblioteca Medicea Laurenciana, Italia, que a su vez contiene la copia más antigua de la Physica de Hildegard; el códice 525 (Fol. 18r-23r) en la Biblioteca Estatal de Berna, Suiza; el codex gigantesco Riesenkodex Hs2, en la Biblioteca de Wiesbaden, Alemania, y varias obras entre ellas una obra miscelánea del siglo X que contiene fragmentos de Galeno, así como el Manss. EIII 3, Fol. 80r-93r, titulado como Hildegardis (Biblioteca de la universidad de Basel) y otros fragmentos de Hildegard en otra obra miscelánea.
Me aboqué al tema de los hongos porque me percaté que éste, estaba omitido por Reinhard Schiller. Además debo confesar que al revisar el manuscrito 525 y el Ashburnham 1323 pude identificar plenamente De fungis en una primera apreciación y en el desciframiento de las abreviaturas, encontré en su complejidad todo un reto paleográfico y filológico, que solo gracias a la valiosa ayuda y orientación de la Doctora Carolina Ponce Hernández fue posible realizar. Ambos manuscritos se cotejaron con la versión de J.P. Migne, en Patrología Latina, y el libro de Marie Louise-Portmann, antes mencionado.
Es preciso señalar que la paleografía y traducción del latín al español de De Fungis en la Physica de Hildegarda fue realizada con todo el rigor que la disciplina exige y que hasta el momento no había sido completamente traducida; pues al paleografíar y cotejar el manuscrito códice ASHB 1323, me percaté que en las distintas publicaciones sobre este tema, faltan líneas o fragmentos completos como es el caso del manuscrito de Berna, las versiones de Migne e incluso las de Portmann.
Una de las dificultades a las que nos enfrentamos en la trascripción y paleografía del texto, fue la forma lingüística de los copistas, quienes respetaron algunas expresiones alemanas, lo que obstaculizó aún más la traducción, ya que se encuentran palabras en las formas más antiguas del alemán lombardo o teutónico, por lo que fue necesario, en un intento por localizar las raíces de las palabras, consultar el diccionario de los Hermanos Grimm.
Por otro lado, los préstamos que Hildegard emplea, unas veces en alemán lombardo y otras en alemán teutónico han sido definidos como alemán diacrítico. Los filólogos, germanistas e historiadores nos enfrentamos con palabras cuyas variaciones no se encuentran en diccionarios especializados.
Respecto a los hongos, Hildegard reconoce en ellos algunas propiedades curativas, tóxicas e inofensivas (por lo tanto son comestibles), pero también distingue enfermedades causadas por ellos en la piel, las uñas y los ojos.
Hoy en día se ha determinado que los hongos no pertenecen al reino vegetal, porque sus características son distintas, y se habla del reino
o mundo de los hongos
. Por recientes investigaciones, sabemos que los hongos no tienen raíces, ni tallo, ni producen semillas, y no tienen movimiento propio; su fuente de energía la adquieren a través de las enzimas que absorben por medio de sus finas paredes. Los hongos son los causantes de la descomposición y putrefacción de la materia orgánica; por eso pueden provocar graves enfermedades en los árboles, las plantas, los animales y las aguas, a esta variedad de hongos se les llama parásitos. Por lo tanto, los hongos pueden existir en la tierra, en los árboles, la fruta, en el agua (salada o dulce) y en el cuerpo humano.
Sin embargo, no todo en los hongos es fatal; la penicilina se extrae de una variedad de ellos y es eficiente para combatir ciertas enfermedades; también son útiles para el cáncer, acelerar la cicatrización, proporcionan vitaminas, sustituyen plasmas, o se extrae la muscarina que se utiliza como herramienta farmacológica en investigaciones médicas. De igual manera los hongos son alimentos para el hombre como los champiñones, las setas y el huitlacoche; debido a sus propiedades para la fermentación, algunos hongos se utilizan para la elaboración de cerveza, vinos y pan.
Hildegard distingue algunas variedades y propiedades de los hongos dependiendo del lugar donde se reproducen, por ejemplo: cerca del peral o del nogal; también menciona que si nacen en un lugar muy húmedo no son buenos para la medicina
, a diferencia de otros, que pueden ser comestibles o medicinales. Recomienda el hongo de la haya para el dolor del parto y nos dice que es bueno para mitigar el dolor. Ella señala que: Contra las cataratas de los ojos, si alguien tiene emblanquecido el ojo, seque el hongo del sauce al sol o en un horno caliente y después, (si) quisiera curar lo emblanquecido del blanco del ojo, ponga en agua por una hora, solamente el hongo y luego, arroje el agua y lave el ojo, y entonces, del jugo que quedó en el agua, humedezca los párpados con una pluma (de ave) frotándolos, de tal manera que toque, con moderación también el interior de los ojos y haga esto por cinco o tres noches antes de ir a dormir
.
Por todo lo antes mencionado, es evidente que el tema de la Physica de Hildegard es muy amplio y complejo, por lo que esta Obra se centra únicamente en el tema de los hongos y representa un avance en el conocimiento sobre Hildegard, aportando datos nuevos a la ciencia moderna.
AGRADECIMIENTOS
El resultado de esta investigación no hubiera sido posible sin el apoyo interdisciplinario del Comité Tutoral compuesto por el doctor en Historia, Antonio Rubial, la doctora en Letras Clásicas, Carolina Ponce y el doctor en Medicina Carlos Viesca, quienes me asesoraron y acompañaron durante esta investigación. Un especial agradecimiento a la doctora Andrea Sánchez, Coordinadora del posgrado de Historia, quien siempre aprobó el apoyo económico para la búsqueda y consulta de fuentes primarias en las bibliotecas de Europa.
Al doctor Dietrich Briesemeister, por su asesoría en la transcripción de palabras lombardas y teutónicas al latín y su traducción al español; al doctor Ferruccio Bertini; a sor Ángela Carlevaris; a la profesora María del Pilar Romero por el apoyo en la traducción del alemán al español; al maestro Nicolás de Neymet por las correcciones del francés al español; al doctor Alberto Carvajal por darme ánimos para concluir este proyecto; a Carmen Valderrama y Adriana Bonilla por auxiliarme en mi traducción del inglés; a Marisol Simón por sus buenos consejos y sobre todo a Jorge Badillo, por su minuciosa lectura y muchas horas de conversación y observaciones; a Alfonso Luna Con por sus correcciones e incondicional apoyo.
A todos mis amigos quienes colaboraron no sólo con sus comentarios, sino también por enviarme textos que me ayudaron a ampliar la información. Ángeles Valdivia, Markus Dürig, Juan Galera, Alejandro Fornell, Federico Marulanda y Anna Popovitch.
INTRODUCCIÓN
I. BÚSQUEDA DE FUENTES
El oficio de historiar exige la consulta de fuentes primarias y la historiografía nos obliga a realizar el análisis de las ediciones publicadas sobre el tema que investigamos, así como presentar el estado de la cuestión
del tema de nuestro interés. Adelgundis Führkötter, Ángela Carlevaris, Peter Dronke, Barbara Newman, Sabina Flanagan, Régine Pernoud, Victoria Cirlot, Georgette Epiney-Bugard, Ferrucio Bertini, Manfred Pawlik, Laurence Moulinier, Marie-Louise Portmann, Heinrich Schipperges, Reinhard Schiller, Priscilla Throop, sólo por mencionar algunos, han estudiado a Hildegard von Bingen desde distintas vertientes; la mayoría de éstos autores han centrado sus estudios en el aspecto místico a partir de las visiones de la abadesa; otros han enfocado sus investigaciones en la temática de la medicina hildegardiana; y unos pocos enfocaron sus estudios en el aspecto literario y la legitimidad de sus obras, para definir sí son auténticas y pertenecientes a Hildegard.
Cuando se estudia un personaje tan complejo y lejano en tiempo y espacio al nuestro, la tarea es sumamente ardua por varias razones: el idioma, la distancia, la búsqueda de los manuscritos, el conocimiento del entorno geográfico de ser posible, es necesario construir sus escenarios. La investigación no se limita a los documentos, es preciso estar en el lugar, observarlo y reconocerlo. Lo mismo sucede al consultar las fuentes primarias como son los códices o manuscritos en las bibliotecas, ya que se va descubriendo un universo de información que ayuda a despejar las dudas de lo que se ha estudiado con antelación para no repetir lo que ya se ha escrito. A mí me pareció importante y fundamental en la investigación, por una parte, consultar los códices y buscar las voces de Hildegard y no limitarme al estudio historiográfico que ofrecen otros autores. Por otra parte, cuando se está en el lugar geográfico, se amplía el conocimiento de la historia del tema o personaje elegido. Así me sucedió en la investigación. Todo fue como un ir avanzando lentamente hacia una meta específica: revelar el entorno. En el momento en que conocí los sitios donde estuvo, logré entender por qué la sibila del Rhin escribió su obra médica. Es posible que conociera muy bien el hábitat geográfico de Disibodenberg, Rupertsberg y otros lugares no cercanos a éstos. Cuando se está en el actual monasterio de Bingen, arriba del monte, se pueden apreciar perfectamente la llanura, los arroyos, los pueblos cercanos, el bosque, los viñedos. Por eso no es extraño que ella, siendo una mujer tan observadora, mostrara su inquietud por la naturaleza, la herbolaria, su preocupación por las causas de la salud y la enfermedad, así como su curación. En consecuencia, no es insólito que Hildegard escribiera y detallara todo lo relacionado con las plantas, su cultivo y cosecha, la forma de preparar medicamentos y cómo utilizarlos.
Una de las preguntas que me hice, a manera de hipótesis, fue si Hildegard tenía influencia de la teoría de los filósofos de la antigüedad para escribir su opera médica. Esto es, ¿Hildegard había leído obras de Teofrasto, Plinio el Viejo, Dioscórides, Galeno y Rábano Mauro? ¿Estas obras impactaron en su pensamiento? ¿Por qué no los citó? En la investigación que realicé encontré que Hildegard primero fue una gran observadora de la naturaleza y después parece que fue motivada por la teoría botánica, pese a que nunca mencionó sus fuentes. Por ello, me dediqué a analizar las obras de los autores de la antigüedad para buscar los referentes o fuentes que posiblemente consultó. De este análisis surgió la idea de elaborar un cuadro sobre las plantas, basado en el códice Ashburnham ASHB 1323, para compararlo con las obras de los antiguos; este cuadro lo presento al final y constituye lo que he denominado el Anexo, el cual contiene datos precisos de los libros, capítulos y subcapítulos de las obras de los autores de la antigüedad. La información contenida en éste, es la más completa que se ha realizado hasta el momento sobre la botánica de los antiguos y su influencia en la obra de Hildegard, especialmente en el libro uno De plantis. El Anexo se explica en el segundo capítulo, en el que expongo la concepción del universo de Hildegard, su contexto filosófico, natural y teológico, necesario e imprescindible para entender su trascendencia.
La investigación que realicé, es un avance y un gran aporte a los estudios sobre Hildegard desde el punto de vista del historiador, de la Historia de la ciencia y la botánica. Su aportación a la medicina y la herbolaria no habían tenido el reconocimiento merecido y había sido ignorado por los especialistas quienes se habían limitado a señalar de manera escueta su obra médica, opacada quizás por el interés que despertó en los investigadores su obra teológica y su misticismo. Sin embargo, es preciso mostrar la importancia insoslayable del trabajo teorético¹ y epistemológico llevado a cabo por esta mujer del siglo XII, interesada en la filosofía natural, autora de tres libros sobre teología y un compendio médico en el que muestra su extraordinario y particular modo de ver el mundo, la salud y la enfermedad, así como ofrecer remedios, medicamentos y recetas para la salud y cura de enfermedades físicas y espirituales de las personas. Hildegard, además, es autora de 70 composiciones musicales y un epistolario compuesto por 390 cartas, más 50 homilías.
La Iglesia por su parte, le dio mayor importancia a su obra teológica, el Scivias, por su contenido impregnado de fervor religioso opacando con ello su obra médica. Es indudable, por otro lado, que la Institución eclesiástica obstaculizó el desarrollo y la evolución de la ciencia en aras de sostener una fe ciega en la religión. Hildegard astutamente supo aprovechar y superar este obstáculo amparándose en las visiones y revelaciones que dijo tener, para escribir y ser reconocida por la Iglesia como una profetisa apoyada en su misticismo y sobre todo por haber sido elegida por Dios para explicar las Sagradas Escrituras. Es lamentable que los estudios sobre el desarrollo y la evolución de la historia de la ciencia, la medicina, la herbolaria, la botánica y la homeopatía no hayan prestado la debida atención y reconocimiento a la aportación que Hildegard brinda, siendo que sus estudios e investigaciones también aportaron y contribuyeron al desarrollo de la ciencia, incluso tienen mayor mérito que la de los autores medievales por su condición de mujer conventual.
Al revisar ediciones recientes sobre la medicina hildegardiana como son las obras de M. Pawlik², R. Schiller³, M. Weiss⁴ y L. Moulinier⁵, sólo por citar algunos, encontré una ausencia total sobre el tema de los hongos, que se encuentra editado en la obra de Jacques Paul Migne, Patrologia Latina, vol. 197, en la que se ofrecen los textos hildegardianos sobre los hongos. Esto motivó que me planteara varios problemas respecto al tema. En primer lugar, ¿por qué la omisión de los hongos en las obras de éstos autores?, ¿acaso el (posible) consumo de hongos alucinógenos aumentaron la intensidad de las visiones de Hildegard o en su defecto aminoraron los síntomas de su extraña enfermedad?
Mi inquietud por descubrir si el consumo de hongos y plantas alucinógenas habían repercutido en las visiones de la abadesa de Rupertsberg, motivó y dirigió el hilo conductor de esta investigación. Las interrogantes anteriores me obligaron a buscar en los códices el tema de los hongos, para intentar revelar el enigma y el secreto que guardaba dicho tema; por ello, decidí profundizar en este tema y centrar mi investigación en los hongos. Localicé cuáles habían sido sus aportaciones a la botánica, la medicina y la herbolaría, las cuales contribuyeron al desarrollo de la ciencia con una metodología novedosa.
La consulta de códices y manuscritos originales fue fundamental para mi estudio. Destacan dos códices medievales: el 525 y el ASHB 1323, que abordan el tema sobre los hongos. Esta investigación aporta a la historia de la ciencia nuevos datos y elementos de estudio sobre la abadesa y sus obras. De la necesidad por comprobar y comparar el contenido de ambos códices, pasé casi de manera automática a cotejar la información de los manuscritos con la citada edición de Migne, para poder encontrar respuestas a mis hipótesis y ofrecer a mis lectores una traducción más completa y veraz. La traducción que ofrezco intentó ser lo más fiel posible; sin embargo, tuve que adecuar algunas líneas modificando el orden propio de la lengua latina para que los lectores comprendan y entiendan mejor los textos.
La fe que Hildegard depositó en la religión cristiana la llevó a viajar por el río Rhin y conocer poblados y monasterios alejados de Rupertsberg bajo el manto de la predicación
. No se puede negar su espíritu aventurero y arrojado para dar sermones públicos y expresar sus conocimientos teológicos, médicos, musicales o del universo. La abadesa dibujó en su mente un mapa geográfico que conoció quizás mejor que la palma de su mano. Por eso, al buscar sus huellas, al intentar reconstruir sus escenarios, comprendí por qué logró escribir tan diversas obras.
La voz callada de Hildegard –silente por las costumbres de su tiempo, como por su propia vergüenza ante las críticas de los clérigos–, poseída por la voz de Dios, que habló por y a través de ella en el Scivias, se desvaneció en la Physica y ganó un tono propio, que prescinde de Dios como interlocutor y como garante, pero no como garantía. Las condiciones simbólicas, materiales, prácticas y políticas que la construcción del convento de Rupertsberg trajeron consigo, son las mismas condiciones que le sirvieron de sustento para la labor empírica de su investigación tanto médica y botánica, como teórica y pragmática sobre las plantas y los hongos en la que jamás estuvo distanciada de la teología, ni de la voluntad de Dios, pues siguió postulando primero la enfermedad como castigo por los pecados cometidos; en segundo lugar, como la falta de armonía del cuerpo y el espíritu con la naturaleza, y finalmente, como lo había postulado teóricamente Galeno al atribuirle a los humores la causa de las enfermedades.
Si bien la investigación jamás tuvo como objetivo plantear una biografía de la mística del Rhin, fue necesario exponer la importancia de la Regla de Benito de Nursia, porque ésta marcó la trayectoria de su vida y la fundación que llevó a cabo de dos monasterios femeninos. También destaco la figura relevante de Volmar, su secretario y amigo, a quien no se le había prestado la suficiente atención.
De conocer la geografía y el clima de la Renania pasé a la búsqueda de fuentes en las bibliotecas. El primer documento que consulté en la Biblioteca Statale di Lucca, Italia, fue Sanctae Hildegardis Revelationes⁶ [Manuscrito 1942]. El segundo fue el gigantesco Riesenkodex, Hs.2, Sammelhandschrift von Werken Hildegards, entstanden zwischen,1180-1190, que se encuentra en la Landesbibliothek, en Wiesbaden, Alemania; éste códice fue escrito entre 1180 y 1190. En éste se contienen las obras del Scivias, Liver vitae meritorium, Liber divinorum operum, Lingua ignota y la Vita; algunas canciones con sus notas musicales, epístolas, las Ignotae y Villarenses, entre otras. Después consulté en la Burgerbibliothek, en Berna, Suiza, el códice 525, f 18r-23r, que contiene fragmentos de la Physica. También acudí a la Biblioteca de la Universidad de Basel, Suiza, donde consulté varios manuscritos, entre ellos uno que contiene partes de su producción literaria, así como otras obras misceláneas con fragmentos de los libros de Galeno y de Hildegard. Luego, en la Biblioteca Medicea Laurenziana, revisé el códice Ashburnham ASHB 1323, sobre la Physica, el cual es considerado el ejemplar más antiguo de esta obra, pues se calcula que se realizó en el siglo XIII. El original se extravió, siendo este códice el más completo y más próximo al perdido.
Actual%20convento%20de%20Bingen%2c%20Alemania.tifActual convento de Bingen, Alemania⁷.
II. ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO
La presente investigación está organizada de la siguiente manera. El primer capítulo está dividido en tres partes de acuerdo a los monasterios donde ella estuvo. La primera parte aborda el entorno de Hildegard en el convento de Disibodenberg, la importancia de la Regla de Benito de Nursia, el contexto cultural, religioso y político, su ingreso al convento, las circunstancias de su vida, sus visiones y el inicio de sus escritos, así como la figura indiscutible de Volmar como su asistente y compañero. La segunda parte explica su vida en el convento de Rupertsberg, la escritura de sus obras, la amplia correspondencia con distintos personajes, los viajes de predicación y los problemas a los que se enfrentó. La tercera parte corresponde al monasterio o casa hermana en Eibingen, donde falleció.
El segundo capítulo muestra el motivo presentado como argumento de la escritura del Scivias, obra que se inició con la orden dada por Dios, además de ser un antecedente metodológico para la escritura de la Physica porque en él la abadesa se sustenta en sus visiones, las revelaciones y la lectura de textos de las Sagradas Escrituras. Una vez asentadas las bases de la metodología de las obras de Hildegard, me fue posible leer y rastrear las fuentes tanto de los autores como las obras que ella no citó, pero que estudió y de las cuales realizó una lectura crítica que le permitió establecer su propio desarrollo teórico sobre el tema, para lo que se ayudó de una constante comprobación empírica, de tal modo que se puede afirmar que es posible encontrar un método propio de nuestra autora. Método que nos acerca a pensar en una reescritura del conocimiento médico de la antigüedad. ¿Y cómo entender esta reescritura? ¿No