¿Quién fue ese rebelde que osó criticar la medicina oficial de su época y que en sus escritos repetía palabras tales como «Naturaleza» o «Experiencia», incomprensibles en el vocabulario médico de hace más de 400 años? ¿Quién fue ese «Lutero de la medicina», ese tortuoso oscurantista y enemigo de la iglesia como sus amigos le nombraron? ¿Fue en realidad así quién llegó a escribir que «El fin de la medicina es el amor»? ¿Quién fue ese solitario y poderoso ser, cuyas obras y escritos han dado a la posteridad una lección de extraordinaria humanidad? ¿Quién fue en realidad Paracelso?
MÁS ALLÁ DE CELSO
Por parte de algunos historiadores se ha considerado el año 1443 como una fecha crucial en la historia de la humanidad: el comienzo del Renacimiento, tras la «larga noche» de la Edad Media. En este año se encontró, en una iglesia de Milán, un manuscrito que resultó ser parte de la famosa enciclopedia de Celso, perdida desde la época romana. La parte descubierta se trataba de De re medicina (Sobre la medicina) y llegó a causar un gran impacto entre los eruditos de entonces.
Cincuenta años después, y entre los que se dejarían seducir por su pureza y sencillez hipocrática, en contraste con las complejas estructuras teóricas de Galeno y Avicena que dominaban por entonces, figuraba un joven doctor, Philippus Aureolus Theophrastus Bombastus von Hohenheim, hijo de un médico y alquimista nacido en Einsiedeln, un pueblecito suizo cercano a Zurich, y al que sus discípulos y seguidores llamaron Paracelso, queriendo indicar, con ello, su gran sabiduría, superior a la de Celso.
LA INFANCIA DE PARACELSO
Su pequeña estatura y enclenque naturaleza corporal tendente al raquitismo, reclamaron