El Poder De La Autodisciplina: Descubre Tu Motivación Y El Camino Para Construir Rutinas De Hábitos Positivos Todos Los Días

Por Kevin R. Corvey

Debes estar listo porque vas a encontrar un mundo nuevo. Estas palabras se refieren a que tienes que estar listo para cambiar tu vida, y es que, para lograr la autodisciplina primero tienes que encontrar tu propósito y así estarás motivado siempre.

Déjame decirte que no es un camino fácil, no es para aquellas personas que claudican al primer intento, es un camino solitario y no hay nadie detrás de ti que te dé una palmada al hombro por si lo estás haciendo bien, NO. Pero, la autodisciplina es un rasgo distintivo de aquellas personas que han alcanzado el éxito y que han logrado construir hábitos tan fuertes que los hacen de manera inconsciente, de esa forma nuestras decisiones son más acertadas y estaremos acortando la distancia hacia el éxito.

Lo bueno aquí es que esto se puede aprender y la obra de Corvey, presenta sencillas técnicas que resultaran prácticas para todos los lectores.

Déjame contarte qué aprenderás en este libro:

• Descubrirás el verdadero significado de la autodisciplina.
• Aprenderás a como encontrar tu motivación y superar tus miedos.
• Diseñaremos un plan para la acción.
• Ahora, estamos listos para las 4 etapas de la autodisciplina.

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• Idioma: Español
• Editorial: Kevin R. Corvey
• Fecha de lanzamiento: 28 ago 2022
• ISBN: 9798201602949

Vista previa del libro

El poder de la autodisciplina

Descubre tu motivación y el camino para construir rutinas de hábitos positivos todos los días

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K  e  v  i  n     R.    C  o  r  v  e  y

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La disciplina es el puente entre las metas y el logro.

Jim Rohn

Índice

¡En realidad, funciona! El problema de empezar

Capítulo 1: Destruyendo el concepto, ¿qué es realmente la autodisciplina?

Capítulo 2: Descubre quién eres, y encuentra el propósito en tu vida

Capítulo 3: Reacondicionando tus miedos

Capítulo 4: Entendiendo nuestro subconsciente: es momento de actuar

capítulo 5: Las cuatro etapas de la autodisciplina

Conclusiones

Agradecimientos

¡En realidad, funciona! El problema de empezar

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Todos nos hemos preguntado alguna vez ¿Puedo lograr un cambio en mi vida? y la respuesta por lo general la encontramos en otras personas que han logrado un cambio o, en figuras públicas que nos demuestran como sus vidas pasaron de malas a buenas por un gran esfuerzo y ahora predican cómo se siente haber logrado tal cosa. Estos casos, aunque parecen un gran motivante solo llenan de más preguntas a los espectadores. ¿Cómo puedo yo hacer lo mismo si no tengo los mismos recursos?; Si mis problemas son diferentes ¿Puedo lograr un cambio parecido?; estas figuras públicas o mejor dicho famosos, están rodeados de expertos que los ayudan ¿Cómo puedo lograr yo los mismos cambios?; En general estas preguntas se resumen en ¿Yo, un pobre mortal, una persona normal, alguien sin más que un poco de ganas de vivir, puedo lograr un cambio radical en mi vida y lograr mis metas?

A esto les respondo que sí, sin ánimo de sonar como un cliché andante, este cambio es posible. Absolutamente sí. No existe persona en este mundo que no haya sentido que sus esfuerzos no sirven para nada, que hayan pasado por una racha donde todas sus actividades hayan fallado, o, que no estén arrepentidos de no haber hecho algo en el momento indicado y haber perdido esa oportunidad. Positivamente si se puede mejorar, todo será proporcional a el esfuerzo que hagas, solo hay que saber cómo hacerlo. Hay que tener claro que solo tienes que mejorar tu habilidad en la autodisciplina, no me estás leyendo mal, la autodisciplina es una habilidad que todos tenemos. Piensa en esa actividad que te gusta mucho cuando la haces, ya sea un deporte, ya sea ver películas, jugar videojuegos, leer, etc. Todos tenemos una actividad en la que nos desenvolvemos mejor y con una gran habilidad, a la cual le dedicamos más tiempo y sin ser conscientes de ello la practicamos continuamente para mejorarla. 

Esta habilidad está latente en nosotros y muchos sectores de la sociedad saben cómo potenciarla, pensemos en las fuerzas militares, en los deportistas profesionales, o en el sector de la salud. Todas son actividades echas por personas normales las cuales aprendieron a crear hábitos donde su autodisciplina se vio mejorada de forma exponencial.

No solo pensemos en lugares donde se usa la autodisciplina de forma profesional por así decirlo, pensemos en esas cosas que hacíamos constantemente con nuestros padres como aprender a cocinar. No alcanzamos un buen sabor en nuestras comidas si no practicamos y repetimos varias veces las recetas que nos proponemos hacer. Como alimentarse es una necesidad primordial, los humanos desarrollamos instintivamente habilidades para preparar alimentos y para poder mejorarlas repetimos una y otra vez recetas y procesos para entender y mejorar, este proceso de repetir y mejorar no es más que nuestra habilidad de autodisciplina saliendo a flote.

El problema principal es que nunca nos enseñaron la psicología de la autodisciplina. Te has preguntado alguna vez ¿Cómo te debes sentir al hacer las cosas? O el sentimiento de completar algo o lograr una meta ¿De dónde viene? ¿Este sentimiento es una construcción o un resultado? Por otro lado, te has preguntado ¿Por qué siente pesadez en tu espalda o en tu cuello cuando decides a empezar a hacer algo? O, ¿Por qué te sientes indispuesto a hacer ciertas actividades? Todos tenemos cosas que no nos gustan hacer, pero ¿Por eso debemos postergarlas hasta el punto de no hacerlas o hacerlas mal? Entonces nuestro problema radica en tener una habilidad que está latente en nosotros, pero no sabemos cómo utilizarla. Si lees con atención este libro y sigues sus consejos te aseguro que tendrás un cambio increíble en tu vida. El cambio está en un simple cambio, en saber cómo usar a nuestro favor y en el momento que necesitemos, nuestra habilidad de autodisciplina y todo lo que esto implica.

Conocernos y Reconocernos

Primero, para usar este libro de una manera en la que se te garantice que funcione debes tener en cuenta este primer acercamiento ¡En realidad, funciona! El problema de empezar como punto comienzo para todo. Si puedes, o si tienes miedos al empezar, léelo las veces que sea necesario, porque aquí nos encargaremos de prepararte. Primero, cualquier ejercicio en el que pretendamos hacer un cambio sobre nosotros mismos, tiene que empezar por reconocernos y conocernos. Todos creemos que nos conocemos muy bien y que lo que nos impide ser mejores son cosas ajenas a nuestro verdadero ser.

Nos dividimos en diferentes individuos, entonces tenemos una versión donde somos la persona que estudia, la persona que hace ejercicio, la persona que hace pereza y procrastina, la persona que esta triste, la persona que soluciona problemas, la persona que tiene problemas, la persona que se hace cargo de las consecuencias de sus actos, etc. Esto hace que nunca nos hagamos responsables de nuestros actos y entremos en un conflicto interno y autodestructivo, en el cual nos desconocemos y podemos incluso hasta ¡Odiarnos!

No pienses que esas partes tuyas son tus enemigos, no pienses que tienes que eliminarlas ni suprimirlas, piensa que todos esos individuos hacen parte de ti y siéntete orgulloso de ellos, porque entre todos hacen un ser completo y hermoso en todas sus formas. Estas partes, aunque no lo creas, se encargan de hacer frente a los miedos, ellas encuentran la manera más rápida de afrontarlos y solucionarlos. Esto implica que estas partes tienen la mejor capacidad de creatividad en tu ser, en ellos está la felicidad, la diversión y todos los sentimientos buenos que están en constante búsqueda de tu bienestar. Solo hay que recordar en nuestra niñez, cuando queríamos algo que no nos querían dar, la solución más rápida era llorar porque así captaríamos la atención de nuestros padres y los arrinconaríamos a darnos lo que queríamos, pero ¿Esta era la mejor solución? Está bien, siendo niños no teníamos opción, pero esos comportamientos los mantenemos siendo adultos y en la mayoría de los casos son muy dañinos, pensemos en ese trabajo para la universidad que hicimos el último día de plazo en horas de la noche por pensar que era un trabajo fácil y lo postergamos mucho tiempo. Bueno esto tiene múltiples soluciones, pero en este primer paso concentrémonos en reconocer todo lo bueno y malo que somos y que todo eso es complementario. Pensemos que, al ser parte de nosotros, todo lo podemos usar a nuestro favor, querámonos mucho, amémonos y confiemos en nosotros mismos. Repítelo todas las veces que sea necesario.

Para lograr esto te propongo como ejercicio pararte frente a un espejo y habla contigo mismo, establece un dialogo intimo sin temores así expreses cosas malas. Primero reconoce todo lo bueno que puedas ver, también todo lo bueno que has hecho y dile a tu reflejo en voz alta esto lo logramos juntos por ejemplo acerca algún premio o título al reflejo y repite y agradece por lo que lograste, no te encasilles en logros, piensa también si lograste enamorar a alguien, o si hiciste un gol ese día jugando futbol, no importa que celébralo todo. Después reconoce todo lo que no te gusta de ti, tu cuerpo, tus malos hábitos y esa personalidad de la que reniegas por que no te deja hacer las cosas que quieres, pídele disculpas por cargarlo con todas las culpas de lo malo que pasa, recuerda que todos forman un solo ser y que las habilidades de este ser que de ahora en adelante vas a empezar a querer te van a ser muy útiles para crear hábitos de autodisciplina. Este ejercicio te va a servir