APRENDER A AFRONTAR SITUACIONES DIFÍCILES
Diferencias de opiniones, injusticias, cosas que no nos gustan y nos enfadan siempre van a ocurrir. Aceptar esto es un paso importante, es como aceptar el enojo.
Una vez que, mediante el entrenamiento constante, haya aprendido a superar los primeros minutos de ira, en los que está a punto de explotar, es momento de aprender a afrontar lo que le sucede.
Por ejemplo, supongamos que su pareja ha vuelto a olvidarse de pagar los impuestos en fecha. Cuando usted se entera, se enfada muchísimo, pero, lejos de armar una pelea sin escala hacia la agresión física o verbal, logra, pasos de relajación mediante, sentarse a hablar.
Explíquele con tranquilidad a la otra persona porqué le enoja tanto ese olvido, por ejemplo: “Realmente me parece un descuido”; “Siento que no te importa lo que te pido”; “Me da miedo que nos corten el servicio”. Explíquele las razones por las cuales se pone tan mal.
Propóngale pensar juntos una solución al problema, por ejemplo, puede acordar que un día antes usted le dejará pegadas en la puerta las facturas. Una ayudita: si le cuesta verse en esta situación de diálogo, ensáyela a solas primero, imagínela, interprétela, esto lo programará mentalmente para el éxito.
ANTES DE ESTALLAR…
cómo aprender a manejar la ira, el enojo y la ansiedad
Ante una situación que le provoca gran enojo o, si se siente muy ansioso o nervioso, procure:
1- Realizar tres respiraciones pausadas, inhalando y exhalando el aire por la nariz.
Contar hasta diez y, luego, desde diez hasta cero, antes de hablar o actuar precipitadamente.