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Eco-Alquimia
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Libro electrónico463 páginas6 horas

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Información de este libro electrónico

Durante casi un siglo, el movimiento antroposófico mundial ha sido un catalizador para el activismo ambiental, ayudando a dar vida a muchas prácticas ecológicas modernas, como la agricultura orgánica, la agricultura apoyada por la comunidad y la banca ética. Sin embargo, la práctica espiritual de la antroposofía sigue siendo desconocida para la mayoría de los ambientalistas. Un estudio histórico y etnográfico del movimiento ambientalista, Eco-Alchemy descubre por primera vez las profundas influencias de la antroposofía y su fundador, Rudolf Steiner, cuya cosmovisión holística, arraigada en la espiritualidad esotérica, inspiró el movimiento. Dan McKanan muestra que el ambientalismo es en sí mismo un ecosistema complejo y que no sería tan diverso o transformador sin las contribuciones de la antroposofía.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento2 jul 2022
ISBN9789878851389
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    Eco-Alquimia - Dan McKanan

    Eco-Alquimia

    Eco-Alquimia

    Antroposofía y la Historia

    y Futuro del Medioambientalismo

    Dan McKanan

    Mckanan, Dan

    Eco-Alquimia : antroposofía y la historia y futuro del medioambientalismo / Dan Mckanan. - 1a ed. - Olivos : Martin Leopoldo Alonso, 2022.

    Libro digital, EPUB

    Archivo Digital: descarga y online

    Traducción de: Martín Bunge ; Rudiger Heuer.

    ISBN 978-987-88-5138-9

    1. Antroposofía. 2. Ecología. 3. Ambientalismo. I. Bunge, Martín, trad. II. Heuer, Rudiger, trad. III. Título.

    CDD 299.935

    Título Original: Eco-Alchemy: Anthroposophy and the History and Future of Environmentalism, by Dan McKanan.

    Arte de Cubierta: David Newbatt

    Traducción: Equipo Stay True Organic integrado por Verónica Lértora, Jacinta Grondona, Martin Bunge, Andrea Jarmoluk, Noelia Andrada, Facundo Soro, Cecilia Barreiro, Rudiger Heuer bajo coordinación de Cristina Martínez y el aporte fundamental y especial de Martín de Gans de la Comunidad de Cristianos y Ricardo Colmenares ex presidente de la Asociación para la Agricultura Biodinámica en España y ex director de la Fundación Tríodos España.

    © 2018 The Regents of the University of California

    Published by arrangement with University of California Press

    © 2022 Edición e Impresión en español: Stay True Organic bajo licencia de The Regents of the University of California.

    Diseño editorial: Julio C. Zani

    Prohibida su copia o reproducción sin la expresa autorización de los editores.

    AMBIENTALISMO. FILOSOFIA. ANTROPOSOFIA.

    ISBN: 978-987-88-4903-4

    Publicado en Argentina.

    Hecho el depósito que marca la ley 11.723

    Stay True Organic

    www.staytrueorganic.com

    email: martin@staytrueorganic.com

    Índice de contenido

    Eco Alquimia. Portada

    Página de título

    Agradecimientos

    Prólogo a la Edición en Castellano

    Introducción

    La Ecología del Medioambientalismo

    Semilla

    La Visión Holística de Rudolf Steiner

    Las Enseñanzas Esotéricas, Evolutivas Y Reformistas De Steiner

    La Antroposofia Y Sus Iniciativas: Auto-Fortalecientes Y Auto-Difusoras

    El Nacimiento De La Biodinámica

    Temas Ecológicos En El Curso De Agricultura

    Raíces

    La Agricultura Biodinámica y los Orígenes de la Agricultura Orgánica

    Los Primeros Evangelistas

    La Propagación Global De La Biodinámica

    Agricultura Y Jardinería Bio-Dinámica De Ehrenfried Pfeiffer

    Las Otras Fuentes De Agricultura Orgánica

    Surge Un Movimiento

    Northbourne, El Traductor

    Dos Aliados: Eve Balfour Y J. I. Rodale

    Cimentando La Biodinámica

    De Los Orgánicos Al Medioambientalismo

    Evangelistas Y Aliados Contra El Ddt: Spock, Richards Y Carson

    Ramas

    Las Iniciativas Antroposóficas y el Creciente Movimiento Medioambientalista

    El Despliegue Antroposófico En La Década De 1970

    Los Nuevos Evangelistas De La Antroposofía: Barfield, Edmunds, Barnes Y Koepf

    Tres Traductores: Trevelyan, Chadwick Y Beuys

    Los Baby Boomers Se Encuentran Con La Antroposofía

    Nuevas Iniciativas Para Una Nueva Era

    Construyendo Puentes Hacia Un Nuevo Siglo

    Construcción De Puentes Biodinámicos

    Flores

    Nuevas Economías para el Medioambientalismo

    Las Raíces De La Triformación

    El Renacimiento De Las Emprendimientos Económicos Antroposóficos

    Finanzas Antroposóficas Como Constructoras De Puentes

    Agricultura Apoyada Por La Comunidad

    Fruta

    La Ecología más Amplia de Camphill

    El Nacimiento Del Camphill

    Una Ecología Terapéutica

    Emprendedores Comunitarios

    Camphill Y La Ecología Antroposófica

    El Genio Especial De La Ecología Camphill

    Ecología

    Los límites de la Antroposofía

    La Antroposofía Y La Ciencia Convencional

    La Antroposofía Y La Izquierda Antijerárquica

    Antroposofía Y Gaianismo

    Del Auto-Fortalecimiento A La Auto-Difusión

    Evolución

    Regalos de la Antroposofía al Movimiento Medioambiental

    Holismo Cósmico

    Homeopatía Social

    Antropocentrismo Apropiado

    Transmutación Planetaria

    Notas

    Introducción: La Ecología Del Medio-Ambientalismo

    Semillas: La Visión Holística De Rudolf Steiner

    Raíces: La Agricultura Biodinámica Y Los Orígenes De La Agricultura Orgánica

    Ramas: Las Iniciativas Antroposóficas Y El Creciente Movimiento Medioambiental

    Flores: Nuevas Economías Para El Medio-Ambientalismo

    Fruta: La Ecología Más Amplia De Camphill

    Ecología: Los Límites De La Antroposofía

    Evolución: Regalos De La Antroposofía Al Movimiento Medioambiental

    Índice temático

    Agradecimientos

    Este libro es fruto de más de veinte años de interacción con el movimiento antroposófico, y he acumulado muchas deudas sobre las décadas. Agradezco al granjero John Peterson por introducirme en la biodinámica cuando compré una acción de Angelic Organics en el verano de 1995, y a la gente de Camphill Village Minnesota por darme la bienvenida en su comunidad en los veranos de 1999, 2000 y 2001. Agradezco especialmente a Laura Briggs, Bill Briggs y Lois Smith, así como a la difunta Trudy Pax y Jan Zuzalek, por su sostenido entusiasmo por mi investigación a lo largo de los años. No hay espacio aquí para nombrar a todas las personas que me han brindado hospitalidad a mí y a mi familia durante las visitas de investigación que incluían otras iniciativas antroposóficas, pero destacaría algunas que han sido especialmente generosas en facilitar nuestro viaje y extender mi red de entrevistados: Guy Alma, Jan Bang, Thea Maria Carlson, Mark Finser, Gene Gollogly, Diedra Heitzman, Jonas Hellbrandt, Beth Ingham, Robert Karp, Jens-Peter Linde, Maria Lyons, Steve Lyons, Robert McDermott, Angelika Monteux, Richard Neal, Tobias Pedersen, Martin Ping, Andrew Plant, Rachel Schneider, Steffen Schneider, Hannah Schwartz, Claus Sproll, Bodo von Plato, Sherry Wildfeuer y Helen Zipperlen. Muchas de estas personas también han proporcionado información detallada con comentarios sobre mis ideas y aportes en los capítulos borradores, al igual que Michael Babitch, David Schwartz y Stephen Usher. También deseo agradecer a las decenas de estudiantes que me han acompañado en viajes de campo a iniciativas antroposóficas compartiendo sus observaciones y conocimientos a lo largo del camino.

    Estoy especialmente agradecido a Harvard Divinity School, por concederme una licencia sabática en 2013-2014, y por proporcionar la financiación de la investigación que apoyó varias de mis visitas a iniciativas antroposóficas. Mi más extenso viaje de investigación, en el verano de 2013, fue posible por una beca del Centro de Harvard para el Estudio de las Religiones del Mundo, que también apoyó mi viaje durante el año sabático siguiente. Aprecio el entusiasmo sostenido de Frank Clooney y Corey O’Brien durante ese año. También estoy agradecido por el apoyo constante y el profesionalismo de mi editor en la University of California Press, Eric Schmidt, por los generosos comentarios que recibí de la prensa, de revisores anónimos, y por comentarios y críticas compartidos por asistentes, cuando presenté partes de esta investigación en la Communal Studies Association, en la Association for the Study of Esotericism, en la Academia Estadounidense de Religión y en Harvard.

    Mi más profundo agradecimiento, como siempre, es para mis compañeros de viaje tanto en la vida como en la investigación antroposófica, Tammy y Oriana McKanan. Ellos me acompañaron en casi todas las aventuras, y sus perceptivas observaciones y conocimientos asombrosos han mejorado cada página de este libro.

    Prólogo a la Edición en Castellano

    Estoy profundamente agradecido a Martin Leopoldo Alonso y a la gente de Stay True Organic por hacer posible esta traducción. Escribí Eco-Alquimia para fomentar un diálogo global sobre antroposofía y medioambientalismo. La antroposofía comenzó en el mundo de habla alemana y ahora ha tocado la vida de las personas en todos los continentes. Comenzó dentro de un pequeño círculo de buscadores espirituales dedicados y ahora se expresa en iniciativas que atraen a personas de diversas identidades espirituales y religiosas. Agricultores, maestros, activistas contra el cambio climático, científicos y académicos, todos tienen buenas razones para sentir curiosidad por la antroposofía e importantes puntos de vista para aportar a la conversación.

    Es especialmente importante que los habitantes de América Latina y otras regiones del Sur Global se incluyan plenamente en las conversaciones sobre antroposofía y medioambientalismo. La historia de la agricultura convencional y de la agroindustria global es inseparable de los legados del imperialismo. La extracción de alimentos y minerales ha devastado la tierra y empobrecido a los pueblos de América Latina. Ante estos legados, muchos latinoamericanos se sienten atraídos por las prácticas antroposóficas para sanar la tierra y fomentar la cooperación entre las personas. Al mismo tiempo, el movimiento antroposófico ha sido en ocasiones cómplice del imperialismo y del eurocentrismo. Para tener una presencia sanadora en América Latina, necesita entrar en una relación profunda y honesta con los movimientos indígenas y campesinos que buscan la soberanía alimenticia y la autodeterminación económica. Así como un ecosistema saludable crea un hogar para muchos tipos diferentes de organismos, la antroposofía es más poderosa si está en relación con muchas otras prácticas y tradiciones. Y tal relación requiere un intercambio abierto de información.

    Mi esperanza para cada lector de este libro es: que te sientas inspirado a formar al menos una nueva relación como resultado de tu lectura. Si ya estás involucrado en una iniciativa antroposófica, quizás te sientas inspirado para compartir tu historia con activistas medioambientales de otras tradiciones espirituales. Si eres un activista de la soberanía alimenticia o del comercio justo, quizás pases un tiempo en una granja biodinámica cercana. Y si tu ecologismo está moldeado por tu compromiso con una espiritualidad distinta a la antroposofía, quizás encuentres un amigo antropósofo con quien entablar un diálogo. Juntos, podemos sanar nuestro hermoso planeta.

    Dan McKanan

    Introducción

    La Ecología del Medioambientalismo

    El movimiento medioambientalista actual, es un vasto ecosistema que incluye agricultores y maestros, activistas saboteadores y políticos pragmáticos, paganos y protestantes, niños pequeños jugando en la playa y ancianos planificando un entierro verde. Todos están unidos por la conciencia de que sus destinos individuales se ven afectados por la salud de los sistemas naturales en los niveles local, global y cósmico. El ser humano siempre ha evolucionado en simbiosis con el trigo, el ganado vacuno y las bacterias intestinales; los medio-ambientalistas son seres humanos que están tomando conciencia de nuestra interdependencia. Esta conciencia está cambiando lo que comemos, cómo tratamos plantas y animales, dónde vivimos y cómo viajamos. La conciencia medioambiental también está cambiando nuestra cultura: las historias que contamos, las formas en que enseñamos y aprendemos, nuestros rituales y creencias más íntimas¹.

    Un contexto en el que tiene lugar la evolución ecológica es dentro de las comunidades espirituales y las iniciativas prácticas inspiradas por Rudolf Steiner, un maestro austríaco de principios del siglo XX, cuyos intereses se extendieron desde la educación hasta la agricultura y cómo conocer mundos superiores. Estudiantes de la ciencia espiritual de Steiner, también conocida como antroposofía (de las palabras griegas humano y sabiduría), están activos en cada rincón del movimiento medioambientalista, desde la agricultura orgánica a la educación medioambiental y la investigación científica holística. En la Granja Comunitaria Temple-Wilton en New Hampshire, los agricultores Lincoln Geiger, Anthony Graham y Andrew Kennedy utilizan los métodos biodinámicos de Steiner para nutrir la salud de su suelo, plantas y animales. Ellos recurren a las enseñanzas sociales de Steiner para cultivar una comunidad de vecinos que apoyan económicamente a la granja y distribuyen sus bondades. El sistema de agricultura apoyada por la comunidad que ellos y otros agricultores biodinámicos introdujeron en 1986 se ha extendido a más de seis mil granjas en los Estados Unidos y miles más en todo el mundo². Cien millas al norte, los residentes de Heartbeet Lifesharing, la mitad de los cuales tienen discapacidades de desarrollo, usan métodos similares para nutrir su granja y su comunidad. Asociándose con fabricantes de quesos, dueños de restaurantes y conservadores de semillas, han provocado una revolución alimentaria en la zona rural de Hardwick, Vermont³.

    Al otro lado del Atlántico, en Irlanda y Noruega, comunidades que, como Heartbeet, son parte del movimiento Camphill inspirado por Steiner, han liderado el giro de sus naciones hacia tecnologías sostenibles como producción de energía de biomasa y biogás, tratamiento de aguas residuales naturales, y construcción ecológica. El Instituto de Investigación del Agua en Maine, el Instituto de la Naturaleza en la zona rural de Nueva York, el Instituto Mandaamin en Wisconsin, y sus muchas contrapartes en Europa, continúan con la investigación científica holística iniciada por los estudiantes de Steiner hace un siglo. El financiamiento para tales iniciativas, y para muchas empresas medioambientales no directamente inspiradas en Steiner, fluye de bancos antroposóficos como GLS en Alemania y Tríodos en Holanda, instituciones multimillonarias pioneras en el concepto de banca verde. Las personas que desean saber más sobre estas iniciativas acuden a publicaciones antroposóficas como Lilipoh en Estados Unidos y New View en Gran Bretaña. Y aquellos que desean iniciar una carrera medioambiental pueden hacerlo en Rudolf Steiner College en California, Threefold Educational Center en Nueva York, Emerson College en Inglaterra, un programa de aprendizaje en una granja biodinámica, o el centro espiritual de la Sociedad Antroposófica en Suiza, conocido como el Goetheanum. Este libro contará las historias de estas y muchas otras personas y organizaciones.

    Este libro también explorará las simbiosis ocultas entre el movimiento antroposófico y las aparentemente no relacionadas expresiones de compromiso medioambiental. Los jardines orgánicos, establecidos por El Centro Zen de San Francisco, inspiraron una gran cantidad de restaurantes dedicados a la comida local vegetariana, y llevaron las dietas americanas hacia un equilibrio más saludable. Ellos son correctamente vistos como una expresión de ecología budista, sin embargo, el carismático jardinero que los diseñó se llamó a sí mismo un hijo de Rudolf Steiner⁴. Otro modelo de medioambientalismo budista es el proyecto de Felicidad Nacional Bruta de Bután, uno de cuyos arquitectos, Ha Vinh Tho, descubrió las ideas de Steiner en una comunidad Camphill. Varias iniciativas medioambientales, como Stonyfield Yogurt y la revista Orion, que comenzaron dentro del movimiento antroposófico, han adoptado nuevas identidades y nuevos nichos dentro del medioambientalismo. Incluso Rachel Carson, ampliamente reconocida como la activista responsable de la expansión del movimiento medioambientalista en las décadas de 1960 y 1970, extrajo gran parte del material original de Silent Spring (Primavera Silenciosa), de una demanda presentada por las agricultoras biodinámicas Marjorie Spock y Polly Richards⁵.

    Tal como sugieren estos ejemplos, la contribución más visible de la antroposofía al medioambientalismo ha sido la agricultura biodinámica, una forma de agricultura espiritual y alquímica que preparó el camino para el movimiento orgánico del siglo XX. Al argumentar que la antroposofía es parte integrante de la historia del medioambientalismo, también estoy defendiendo la centralidad de la agricultura, y desafiando la suposición de que la preocupación por la naturaleza es lo que define el medioambientalismo. Sin duda, la preservación de la naturaleza tiene una rica historia, al igual que los movimientos que luchan contra la contaminación industrial y la sobrepoblación humana. Pero cuando colocamos énfasis exclusivamente en las formas en que los humanos han pecado contra el medio-ambiente, y en los intentos concomitantes de defender la naturaleza de las personas, reforzamos el concepto de que los seres humanos están en forma intrínseca alienados de la naturaleza. La agricultura orgánica, por el contrario, plantea la posibilidad de que los seres humanos puedan estar del todo en casa en la naturaleza, contribuyendo de manera activa a los ecosistemas en que miríadas de organismos prosperan juntos.

    En las últimas décadas, académicos, activistas y comunidades religiosas han considerado la agricultura orgánica como parte de una estrategia medioambiental multifacética que también incluye la restauración de áreas silvestres, el trabajo contra el racismo medioambiental y los esfuerzos para curar la fiebre del planeta inducida por el carbono⁶. El teólogo Norman Wirzba y la estudiosa de la Biblia Ellen F. Davis han demostrado que las tradiciones bíblicas y litúrgicas del judaísmo y el cristianismo presuponen una cosmovisión agraria cuya sabiduría sigue siendo relevante hoy día⁷. En todo el mundo, las prácticas agrícolas sostenibles están proliferando en los ashrams de Gandhi en la India, monasterios budistas en Tailandia, aldeas indígenas en Perú y kibbutzim israelíes⁸. Aquí en los Estados Unidos, las reservas de Americanos Nativos han renovado las prácticas de cultivo tradicionales, las comunidades monásticas budistas y católicas romanas han revivido la tradición de cultivar su propia comida, y las congregaciones judías y cristianas han plantado jardines y albergado granjas comunitarias. En la búsqueda de conectar la sabiduría antigua con las preocupaciones contemporáneas, algunas de estas personas han pasado por alto la primera mitad del siglo XX, rastreando las raíces de lo orgánico no más atrás que la poesía espiritual de Wendell Berry en la década de 1970. En este estudio, espero introducir a los activistas de alimento espiritual en las fuentes históricas y espirituales más profundas de sus compromisos.

    Al mismo tiempo, no quiero sugerir que la contribución de la antroposofía al medioambientalismo se limita a la agricultura. La biodinámica es el centro de la historia, pero su periferia es tan amplia como la antroposofía en sí misma. Incluso manifestaciones de la antroposofía que parecen no tener relación con el medio-ambiente tienen importancia ecológica. Lo más conocido de las iniciativas de Steiner es la red internacional de Escuelas Waldorf, que se extendió a cuatro continentes en el medio siglo después de su muerte, y hoy suman mil escuelas y dos mil jardines de infancia⁹. Las celebraciones de las estaciones y las inmersiones en la granja son parte integrante del currículum Waldorf, y muchos graduados Waldorf continúan carreras medioambientales. La red Camphill de comunidades intencionales, que incluye Heartbeet y otras cien aldeas y escuelas, busca en principio honrar la dignidad humana de las personas con y sin discapacidades del desarrollo. Ha creado ecoaldeas ejemplares, caracterizadas por energía limpia, tratamiento natural de aguas residuales, arquitectura orgánica inspirada y agricultura biodinámica. En forma más amplia, la celebración antroposófica de la sabiduría de la humanidad permite equilibrar compromisos artísticos y culturales con reverencia por la naturaleza. Mucho antes de que los medioambientalistas renovaran su devoción por la Madre Tierra, Steiner enseñó que nuestro planeta es un solo organismo con una personalidad espiritual, y sus seguidores honran tanto a Anthropos como a Gaia en sus meditaciones y acciones.

    Este acto de equilibrio puede ser el mayor regalo de la antroposofía al movimiento medioambientalista. La antroposofía es una cosmovisión holística que busca lograr la armonía a través del trabajo creativo con las polaridades del ser humano y la naturaleza, materia y espíritu, microcosmos y macrocosmos. Se basa en la alquimia, que construyó su comprensión del mundo físico sobre las polaridades de caliente y frío, húmedo y seco, lo que se disuelve y lo que coagula¹⁰. Un admirador de los alquimistas, Steiner ofreció una equilibrada triple visión del ser humano, en la que el alma conecta y media entre el espíritu y el cuerpo. También instó a sus alumnos a encontrar un camino intermedio entre el demonio Ahriman, que busca atarnos al mundo material, y el diablo Lucifer, que nos tienta a un vuelo espiritual sin fundamento.

    El medioambientalismo, de manera similar, es un movimiento que busca restaurar la armonía entre la humanidad y la naturaleza ayudando a los seres humanos a moldear nuestro comportamiento en los ritmos de los sistemas naturales. Anna Bramwell, cuya historia comprensiva de la Ecología en el siglo XX da forma a mi análisis, sostiene que este movimiento se fusionó alrededor de 1920, a través de la confluencia de un enfoque anti-mecanicista y holístico de la biología y la visión de que ciertos recursos son en forma inherente limitados y deben ser conservados. Ella argumenta además que la ecología retuvo una casta cultural alemana, incluso cuando se afianzó en Gran Bretaña y los Estados Unidos, y que era una nueva categoría política por derecho propio, alineándose solo de manera temporal y embarazosa con las tradiciones liberal, conservadora, socialista y fascista. La antroposofía compartía estos rasgos y, por lo tanto, no es sorprendente que ha sido una parte vital de la historia desde el principio.¹¹

    La antroposofía de modo consistente refuta a los observadores que buscan imponer categorías dicotómicas en el medioambientalismo. Aquellos que ven el medioambientalismo como una rama de la izquierda post-sesenta deben enfrentarse al hecho de que importantes líderes del Partido Nazi tenían gran entusiasmo por el enfoque de Steiner sobre la agricultura, aunque rara vez por el propio Steiner. En cambio, aquellos que ven el medioambientalismo nazi como evidencia de un ecofascismo anti-humanista deben reconocer que la ciencia espiritual de la humanidad de Steiner, también condujo a la defensa de las personas con discapacidad, el escepticismo sobre la eugenesia y la necesidad de controlar la población, y la intrigante enseñanza de que el derramamiento de la sangre de Cristo en el Gólgota disolvió las distinciones nacionales y étnicas mientras revitalizaba el suelo. Los observadores que intentan situar la antroposofía en uno u otro lado de las varias polaridades: Occidente versus Oriente, ciencia moderna versus magia antimoderna, la izquierda política contra la derecha, en forma invariable dejan fuera algo importante. La antroposofía también refuta la distinción de Bron Taylor entre las formas verde oscuro y verde claro de la espiritualidad, la primera atribuyendo valor inherente (o divinidad) a la naturaleza y la segunda abogando por las prácticas medioambientales como medio de mejoramiento humano¹². Steiner enseñó un vínculo tan íntimo entre la humanidad y el cosmos que sus estudiantes suelen adoptar comportamientos ecológicos verde oscuro (por ejemplo, honrar la dignidad inherente de las vacas negándose a quitarle los cuernos) por razones aparentes verde claro.

    El trabajo creativo de la antroposofía con las polaridades invita a todos los medioambientalistas a ampliar nuestra visión y escapar de los monocultivos ideológicos. Como descubrí en el transcurso de docenas de entrevistas, los estudiantes de Steiner tienen una notable capacidad para ampliar la definición de ecología incluyendo la educación, la salud, el uso creativo del dinero y celebraciones rituales. Están derribando las distinciones imaginarias que hacen que las personas crean que deben elegir entre el trabajo y el medio- ambiente, entre sustentabilidad y justicia social, o entre especies amenazadas y la familia humana.

    En resumen, espero mostrar que uno no puede entender en su totalidad el movimiento medioambientalista actual sin tener en cuenta las contribuciones multifacéticas de la antroposofía. Sin embargo, no estoy reclamando un lugar privilegiado para la antroposofía dentro del medioambientalismo. Yo como persona soy Universalista Unitario, y tal vez podría hacer un caso paralelo para el medioambientalismo Universalista Unitario, incorporando las filosofías de la naturaleza de Emerson y Thoreau, las iniciativas de conservación de la naturaleza de los ministros del siglo XIX Edward Everett Hale y Thomas Starr King, la jurisprudencia de William O. Douglas, y la denominación de la reciente decisión de desinvertir en combustibles fósiles. La historia que contaré en estas páginas es solo una de las muchas que constituyen la épica del medioambientalismo.

    Escribo desde un compromiso personal con el medioambientalismo, entendido como un movimiento social que busca respetar los sistemas naturales y con la ecología, entendida como una forma de conocimiento que enfatiza la interconexión. Al mismo tiempo, mi postura es neutral con respecto a las prácticas espirituales y la cosmovisión que son exclusivos de la antroposofía. Mi experiencia personal no me permite emitir un juicio a favor o en contra de las singulares percepciones espirituales de Rudolf Steiner, o a favor o en contra de la verdad de su imagen del mundo. Mi juicio de que el medioambientalismo se ha enriquecido con la antroposofía es pragmático, centrado en los efectos de las iniciativas inspiradas en la Antroposofía. Mi enfoque es, pues, una mezcla de lo que los antropólogos llamarían las perspectivas émicas y éticas en la escolaridad: tengo un enfoque émico, o interno, del medioambientalismo y un enfoque ético, o externo, de la Antroposofía. Ambos enfoques tienen valor, y otras dimensiones importantes de los fenómenos que discuto aquí podrían ser reveladas por estudiosos que trabajan desde otros puntos de vista.

    Mis métodos de investigación son un híbrido de métodos textuales, históricos y enfoques etnográficos. Me encontré por primera vez con la antroposofía en el verano de 1995, cuando compré una participación semanal en la granja comunitaria Angelic Organics. Cuatro años más tarde, como profesor novato en Central Minnesota, comencé a pasar parte de cada verano en Camphill Village Minnesota para llevar a cabo la investigación que condujo a mi anterior libro Tocando el Mundo: Comunidades Cristianas Transformando la Sociedad¹³. Desde entonces he visitado iniciativas antroposóficas en los Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido, Irlanda, Islandia, Noruega y Suiza, y he realizado entrevistas formales con cientos de personas vinculadas a estas iniciativas. He leído en forma amplia pero no exhaustiva las obras de Steiner y sus alumnos. Mi imagen de la antroposofía es amplia, pero ha sido moldeada por mi ubicación personal: conozco los movimientos Camphill y biodinámicos mucho mejor que la escuela Waldorf o la medicina antroposófica; entiendo la antroposofía en el mundo angloamericano más que en los territorios de habla alemana o el Sur Global; y sé más de espiritualidad y movimientos sociales que sobre agricultura o biología. Los lectores que terminen este libro con el deseo de aprender más, harían bien en buscar textos que resaltan otros contextos para el esfuerzo antroposófico.

    Una épica adecuada del medioambientalismo debe ser en absoluto ecológica, tratando cada historia en relación con todo lo demás. Decir que la antroposofía tiene un lugar único en la historia del medioambientalismo no es para negar que otras tradiciones espirituales hayan hecho contribuciones esenciales. Así como las lombrices de tierra y las vacas y las bacterias fijadoras de nitrógeno y los seres humanos son todos integrantes de la historia de una granja, la historia del medioambientalismo no puede ser en su totalidad entendida sin la antroposofía. Aún más, las historias de los agricultores biodinámicos, los consumidores de agricultura comunitaria, y los estudiantes de las escuelas Waldorf son integrantes de la historia de la antroposofía, y son todos dignos de un estudio cuidadoso junto con las ideas germinantes de Rudolf Steiner. En las páginas que siguen, comenzaré con Steiner y pasaré rápido a las formas en que la antroposofía ha evolucionado en simbiosis con un movimiento medioambientalista enérgico y global. En la reconstrucción de la historia, me baso en mi formación en historia y el estudio académico de religión, y además en atender a las formas en que los métodos holísticos de indagación de la antroposofía pueden ayudar a contar su historia. El resultado, espero, hará su propia contribución a la continua evolución del medioambientalismo.

    Semilla

    La Visión Holística de Rudolf Steiner

    Este no es, en principio, un libro sobre Rudolf Steiner. Es un libro sobre las iniciativas medioambientales inspiradas en Steiner que enfatizan eventos que ocurrieron décadas después de su muerte. Desde mi punto de vista, vale la pena estudiarlo porque sus estudiantes han construido una red global interconectada de escuelas, granjas, comunidades intencionadas, clínicas, negocios innovadores y otras iniciativas que traen energías sanadoras a ambas naturaleza y sociedad. Esa red ha experimentado su crecimiento más dramático en años a partir de 1970, e incluye muchas más personas de las que son miembros de la Sociedad Antroposófica. La mayoría de las personas quienes han sido tocadas por iniciativas antroposóficas nunca han leído una palabra de los escritos de Steiner, muchas ni siquiera han oído nunca de él. Sin embargo, sus historias comienzan con la semilla de sus enseñanzas. Como el Marxismo o el Luteranismo, la antroposofía es un movimiento cuyo fundador interpretó un rol de gran importancia. Uno podría ser presionado a identificar cualquier práctica en cualquier iniciativa antroposófica que no corresponda a algo que Steiner escribió o dijo. Esto no es decir que la influencia de Steiner no pueda ser exagerada. Es exagerada cuando sus estudiantes le dan crédito por todas las virtudes de la antroposofía y se culpan a sí mismos por sus fallas, y cuando los críticos de la antroposofía culpan al movimiento por cada cosa perturbadora que Steiner haya dicho alguna vez. Esta exageración se origina en el volumen de sus escritos y lecturas y en la vertiginosa diversidad de sus intereses. Sin embargo, nadie podría esperar dominar todo este material, sería tonto argumentar que la antroposofía es más que Steiner, sin mirarlo de lleno a él mismo.¹

    El doble punto que estoy estableciendo puede ser ilustrado, teniendo en cuenta sus comentarios sobre las verdaderas semillas. Los científicos modernos, observó Steiner, creían que las semillas contenían instrucciones genéticas para convertirse en plantas particulares. El concordaba en que, al momento de ser plantada, una semilla posee la más alta complejidad alcanzada dentro de los dominios de la Tierra. Pero una vez en el suelo, continúa, se desintegra en polvo cósmico. Durante este caótico momento, la planta es creada por fuerzas que se transmiten hacia adentro desde el completo universo circundante. La planta progenitora solo colocó la semilla en la posición correcta para recibir esas influencias cósmicas.² Este enfoque inusual de la genética ha sido en forma parcial validado por investigaciones en epigenética, las cuales muestran que los genes no pueden construir organismos por sí mismos, sino a través de complejas interacciones con el medio-ambiente. Pocos epigenetistas irían tan lejos como Steiner, pero en cualquier caso mi punto es metafórico. La antroposofía se ha vuelto una parte importante de la ecología del ambientalismo porque la semilla de la influencia de Steiner ha, en especial desde 1970, estado desintegrándose en el caos. El proceso ha sido doloroso para los más devotos estudiantes de Steiner, pero ha permitido que la creatividad fluya desde los sistemas culturales circundantes. Y, además, porque la semilla fue bien colocada, las plantas proceden a brotar llevando la imagen de las enseñanzas de Steiner.

    Las Enseñanzas Esotéricas, Evolutivas Y Reformistas De Steiner

    ¿Precisamente que eran esas enseñanzas?³ Muchos de sus admiradores lo consideran tres veces único: excepcional y único en su acceso clarividente a los registros akashicos de la conciencia, excepcional y amplio en su capacidad para conectar el conocimiento espiritual con las riquezas de la ciencia y la cultura; y excepcional y práctico en su aplicación de la espiritualidad a los desafíos de la educación, agricultura y otras profesiones. Muchos estudiantes encuentran que las enseñanzas de Steiner recompensan una vida de estudios. Pero como estos estudiantes a menudo admiten, el énfasis en la singularidad de Steiner no siempre ha servido a la antroposofía de buena forma. Puede ser desalentador imaginar que la práctica meditativa y devota de uno no revelará tantos secretos del universo como los que pueden ser encontrados en las páginas de los libros de Steiner. Sin embargo, Steiner en realidad incitaba a sus seguidores a confiar primero en sus propias experiencias, y solo en segundo lugar en lo que él ofrece como indicaciones. El miedo de cada antropósofo, observó Andrew Plant, un participante de toda la vida del movimiento Camphill, es: decir más que dos veces en un año ´Steiner dijo’ , porque cada vez que lo decimos lo traicionamos.⁴ Este sentimiento hace eco y a la vez es violado en muchas conversaciones antroposóficas. El énfasis en la exclusividad también lo traiciona descontextualizándolo, oscureciendo las formas en las que se relacionaba con su propio entorno y en cómo se podría relacionar hoy de manera actualizada a nuevos contextos. Steiner enseñaba que la forma de entender un fenómeno es ubicarlo en el contexto más amplio posible, entonces ofrezco aquí una interpretación contextual de él mismo.⁵

    Rudolf Steiner participó en tres corrientes de la cultura occidental, a cada una, le dio un sello distinto. Él fue, en principio, un portador de las tradiciones esotéricas occidentales y buscaba expresar esas tradiciones en términos modernos y científicos. Las tradiciones esotéricas -las cuales constituyen un trasfondo oculto de la religiosidad dominante-, de manera característica, afirman correspondencias espirituales entre el universo y la conciencia humana, describen la naturaleza como una realidad viva, e inician a participantes en linajes de práctica espiritual. Muchas también afirman la creencia en la reencarnación y cultivan prácticas de sanación alternativas. La genealogía esotérica de Steiner incluye el Hermetismo, Platonismo, Gnosis, Maniqueísmo de la antigüedad, a los Cátaros y Templarios de la Edad Media; y a los Rosacruses, Alquimistas, Swedenborgianos de la modernidad temprana; y las tradiciones budistas, hinduistas, y zoroástricas que los europeos redescubrieron en el siglo XIX. Sus comentarios sobre estas tradiciones se inspiran en textos accesibles en forma pública y de su propia experiencia clarividente. Todo el tiempo afirmaba que él no enseñaba nada en base a una autoridad ancestral, sino que confirmaba todo con su propia investigación espiritual. En muchos aspectos, su enseñanza esotérica reflejaba la de la Sociedad Teosófica (fundada en 1875 por Helena Blavatsky y Henry Steel Olcott), cuyo sector alemán él dirigió de 1904 a 1912. Junto a los teósofos, Steiner preparó el camino para el movimiento de la Nueva Era que brotó con rapidez medio siglo después de su muerte.

    Steiner estaba decidido a traducir las enseñanzas esotéricas al vocabulario científico que había aprendido como estudiante de una escuela secundaria técnica (y no de ciencias humanísticas) y en el Instituto Tecnológico de Viena. Rompió con la Sociedad Teosófica porque él se negaba a considerar la sabiduría oriental como superior a la occidental, y tenía poca afinidad con el anti-modernismo de otras corrientes esotéricas de principio del siglo XX, sobre todo el tradicionalismo de René Guenon. En lugar de eso, exigía un esoterismo que honrara el énfasis moderno en la libertad individual, advirtiendo con repetición que los viejos instintos ya no están en condiciones de responder a las demandas de la humanidad moderna.⁷ Reconociendo el valor del sigilo en el esoterismo precedente, Steiner también afirmaba que su tiempo había pasado: En nuestra época el conocimiento no puede ser retenido en círculos limitados.

    La segunda corriente de cultura occidental en la cual Steiner participó fue la del pensamiento evolutivo. Académicos del siglo XIX veían todos los fenómenos -en especial aquellos de geología, biología, e historia- en términos de procesos evolutivos más que en leyes estables favorecidas por científicos iluminados como Isaac Newton. La evolución darwiniana fue uno de los varios frutos de este impulso,

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