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Manual para padres niños índigo y cristal
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Libro electrónico285 páginas11 horas

Manual para padres niños índigo y cristal

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Este " Manual para padres niños índigo y Cristal" "Aprendiendo a ser padres del niño de la Nueva Era", nos sumerge en el fascinante mundo de la Nueva Era y nos proporciona una perspectiva única sobre los niños Índigo y Cristal. La autora, respaldada por numerosos especialistas, nos guía para reconocer y criar a estos niños, y nos ayuda a comprender su significado en nuestra sociedad. Explora su evolución, habilidades, psicología, misión y espiritualidad, brindándonos una comprensión más profunda de estos seres especiales.
Además, el libro nos invita a reflexionar sobre nosotros mismos y nos proporciona herramientas para determinar si somos adultos Índigo. También nos ofrece orientación adicional sobre las capacidades sanadoras y telepáticas de los niños Cristal.
El texto continúa explorando los principios de la medicina de la Nueva Era y aborda el tema del Déficit Atencional y la Hiperactividad en los niños, desde la perspectiva de la Nueva Era y desde una perspectiva convencional. El cuidado de estos niños se aborda detalladamente, incluyendo una mirada a los diferentes tipos de familias que existen en nuestro tiempo, y se enfatiza la importancia de los secretos para un matrimonio feliz y cómo comunicarse efectivamente con los niños.
Luego, este manual ilumina dos enfoques extraordinarios para la enseñanza temprana de los niños: las escuelas Waldorf y Montessori, que se centran en el desarrollo integral del potencial de los niños. También se presenta la visión de Osho sobre la educación infantil, brindando una perspectiva alternativa y enriquecedora.
También incluye temas adicionales, con visiones complementarias a las destacadas, que nos permiten adquirir una mejor visión de la Nueva Era y las temáticas asociadas al fenómeno, a través de extractos de artículos de connotados especialistas en el tema.
El libro concluye con una visión esperanzadora sobre la siembra de los niños Índigo y la cosecha de los niños Cristal, y nos deja con una oración de esperanza para un futuro mejor de la humanidad.
IdiomaEspañol
EditorialEDP SUD
Fecha de lanzamiento14 ago 2023
ISBN9789566230106
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    Manual para padres niños índigo y cristal - Anitza Castelletto

    Dedicado a mis hijos: Pablo, Diego, Matías, María Ignacia y los seres de luz que me inspiran este libro.

    Manual para padres niños índigo y cristal

    ©️ 2023, Anitza Castelletto

    ©️ 2023, EDP Sud

    Registro Propiedad Intelectual: 23020 – A - 1887

    ISBN edición digital: 978-956-6230-10-6

    Diagramación: ebooks Patagonia

    Arte de portada: Freepik.es

    Diseño de portada: Carolina Zúñiga

    Diagramación digital: ebooks Patagonia

    www.ebookspatagonia.com

    info@ebookspatagonia.com

    La reproducción total o parcial de este libro queda prohibida, salvo que se cuente con la autorización del editor.

    ÍNDICE

    Introducción

    Capítulo 1. ¿Quiénes son los niños Índigo?

    Capítulo 2. El factor Índigo

    Capítulo 3. Otros estudios sobre los niños índigo

    Capítulo 4. Alerta a los padres

    Capítulo 5. Más sobre la frecuencia Índigo

    Capítulo 6. La misión y las habilidades psicológicas de los niños Índigo

    Capítulo 7. La espiritualidad en los niños Índigo

    Capítulo 8. ¿Eres un adulto Índigo?

    Capítulo 9. La energía cristal: vida, luz, pasión y comprensión

    Capítulo 10. Podemos integrarnos

    Capítulo 11. Criando a un niño Cristal

    Capítulo 12. Características y necesidades de los niños cristal

    Capítulo 13. El profeta argentino: Benjamín Solari Parravicini

    Capítulo 14. La Era de Acuario

    Capítulo 15. Medicina de la Nueva Era

    Capítulo 16. Como ayudar a nuestros niños diagnosticados con Déficit de atención

    Capítulo 17. Las Nuevas Familias: cómo lograr una convivencia armónica

    Capítulo 18. Más información sobre el controvertido tema del déficit de atención

    Capítulo 19. Posibles escuelas alternativas para los niños Índigo y cristal

    Capítulo 20. Osho: una visión revolucionaria de la educación infantil

    Capítulo 21. La siembra del índigo y la futura cosecha cristal

    Algunas referencias bibliográficas

    Introducción

    Si estás leyendo este texto, ¡Eres un mensajero de la luz que porta a una nueva aurora!

    Los términos Índigo y Cristal son nombres para identificar y comprender a la nueva generación de niños que están naciendo en todo el planeta y que muestran una serie de cualidades emocionales, psicológicas e intelectuales que no habían sido observadas en generaciones anteriores. Gracias a mi trabajo como Orientadora Familiar, he tenido el privilegio de atender a muchos de ellos.

    Son miríadas de seres de luz que llegan a la tierra y necesitan que antiguas alianzas se restablezcan…Este momento marca el fin de un ciclo que ha sido cuidadosamente planificado durante eones de tiempo, y es hora de cumplir con nuestros compromisos originales.

    No podemos negar que el proyecto Índigo y Cristal nos anticipan a una nueva humanidad.

    Antes de que estos niños llegaran, la tierra, como su futuro hogar y ser vivo en evolución, se preparaba y recibía a nivel sutil esta vibración. Esto quiere decir que la frecuencia Índigo está y es muy activa en el aura o campo energético de la Tierra. Su radiación viene desde la séptima esfera espiritual y está fluyendo hacia la tercera dimensión desde inicios del siglo XIX.

    A medida que el ser humano expande su conciencia más profundamente y con mayor amplitud, permite que la frecuencia Índigo se exprese y se incorpore a nivel individual. Así, podemos encontrarnos con personas Índigo que son adultos, adolescentes, niños y bebés.

    Los niños Cristal son los llamados Pacificadores que siguen a los Índigo. Ellos nos enseñan a abrir nuestro corazón y vemos que estos pequeños vienen al mundo con desafíos difíciles de superar. Su extremo nivel de sensibilidad a veces resulta incomprensible para quienes los rodean y para los padres que no comparten esa característica. Su disconformidad hacia los sistemas establecidos y a la disciplina imperante hace que la infancia, adolescencia y posiblemente también su edad adulta sea para ellos etapas complejas de su vida.

    Nuevos niños están rompiendo viejos paradigmas y esto implica un desafío en el hogar, la escuela y la sociedad.

    Para tratar con ellos, tenemos a nuestra disposición la psicología teórica, con prácticas aplicables en la vida cotidiana e información asociada a la Nueva Era y el mundo espiritual. Debemos tener en cuenta que el regalo Índigo y Cristal al planeta es un regalo de la Evolución y la puerta de acceso a su potencial total está disponible para cada uno de los seres humanos en estos tiempos, si ellos así lo deciden.

    Esta nueva generación de seres humanos tiene el propósito principal de llevarnos al siguiente nivel de nuestra evolución, todo esto para enfrentar los desafíos que nos presentan nuestros hijos, ya que sus nuevos atributos psicológicos pueden contribuir al desarrollo de atributos no deseados en cuanto a la personalidad y comportamiento.

    Este libro también ofrece información valiosa que puede ayudar a ampliar el panorama en cuanto al tratamiento del déficit de atención. Su objetivo final, es contribuir al desarrollo personal y espiritual tanto de nosotros mismos como al de nuestros hijos. A ellos, niños de estos nuevos tiempos, debemos mirarlos sin prejuicios, con respeto y amor, para que rindan los mejores frutos en el futuro que para ellos Dios les ha reservado

    CAPÍTULO 1

    ¿Quiénes son los niños Índigo?

    Los niños Índigo son una nueva generación de seres independientes que cuestionan todo lo que les rodea y no se dejan influenciar fácilmente. Wendy Chapman, autora y estudiosa del tema, los describe en su libro Introducción a los niños Índigo como aquellos que están naciendo en la actualidad y que tienen características singulares que los diferencian de las generaciones anteriores.

    La frecuencia Índigo ha estado fluyendo hacia la humanidad desde inicios del siglo XIX. Ellos tienen características muy singulares que los diferencian de las generaciones anteriores y el nombre en sí indica el color de vida que llevan en sus auras, reflejando el tercer ojo que representa la intuición y las habilidades psíquicas.

    Estos son niños que se rebelan frecuentemente ante la autoridad, son extremadamente sensibles y dotados de habilidades metafísicas, lo que a menudo los lleva a ser etiquetados como ADD (Déficit de Atención).

    Pero su disconformidad hacia los sistemas y la disciplina, su perseverancia y espíritu guerrero, es lo que les permitirá alcanzar grandes metas como cambiar el sistema educativo y social.

    Los niños Índigo son aquellos que han venido a elevar la vibración de nuestro planeta, ¡Y los que nos traen la iluminación para ascender!

    Es importante entender y respetar sus características únicas, para que puedan cumplir su propósito de manera efectiva y recibir el apoyo y la orientación que necesitan para su desarrollo.

    Algunas características físicas y emocionales.

    Los niños Índigo son diferentes a lo que considerábamos como niños normales, presentando características físicas, emocionales y psíquicas exaltadas. La denominación Índigo proviene de la capacidad de algunas personas para ver su campo energético, el cual describen como de colores azules y añiles.

    En cuanto a su aspecto físico, tienen un ligero abultamiento del lóbulo frontal, ojos grandes y una contextura ósea fina, lo que los hace generalmente delgados. Sus cinco sentidos están altamente desarrollados, lo que los hace muy sensibles a todo su espectro. Pueden ver fácilmente los campos energéticos o auras de plantas, animales y otras personas, y pueden establecer contacto con el mundo de los gnomos y hadas.

    Olfativamente huelen todo y son muy definidos en los olores que les gustan o no, detectándolos a distancia. Les molestan los materiales sintéticos como por ejemplo el roce de las etiquetas, prefiriendo telas cien por ciento naturales. Suelen tener sensibilidad extrasensorial y exceso de energía. No aceptan sobornos, amenazas o imposiciones. No les gusta ser mandados, son retadores y tienen la determinación de hacer las cosas por sí mismos.

    Sus relaciones con los demás son democráticas, con derecho a voz y voto. No soportan la deshonestidad ni la manipulación. Poseen gran sentido de integridad y funcionan en base al amor y la compasión. Su memoria celular está activa, trayendo a su presente recuerdos de vidas pasadas con facilidad.

    No les gusta que las cosas se hagan simplemente para salir del paso, desean calidad de tiempo con gratificaciones tangibles requiriendo estabilidad adulta y seguridad emocional.

    Pueden manifestar dones de telepatía, como por ejemplo calmar el llanto de un niño a distancia, ver a una persona desde dentro y lo que le pasa, tocarla y hacerla sentir mejor, pues vienen con inherentes capacidades de sanación.

    Ven fácilmente el mundo etéreo e intuyen como comunicarse con él. Vienen con potencial para desarrollar la clarividencia, canalización o contacto con otros mundos.

    Los niños índigo son muy inquietos, les cuesta mucho mantenerse en un mismo sitio. Esto es porque tienen una alta energía. Es como si tuviesen una capacidad de diez mil vatios pasando por un pequeño cuerpo que sólo maneja cien. De ahí que necesitan liberar esa energía moviéndose y se les denomina híperkinéticos.

    Se aburren fácilmente de las cosas, no solo secuencial y literariamente. Sólo ponen atención y concentración en aquello que les interesa, por lo que tienen problemas con el sistema educativo, autoridad y memorización. Ellos aprenden participando en forma creativa, exploratoria y reflexiva. Les gusta ser autores, no seguidores.

    Procesan más información a través del tacto, por lo que necesitan estar tocando alguna cosa mientras ven y oyen. Por ejemplo, necesitan estar tocando una pelota pequeña que puedan apretar mientras leen o escriben. Les molesta mucho copiar, pues para captar la información tomarán un lápiz y jugarán con él, cuando en realidad lo que están haciendo es aprender de la mejor forma para absorber la información.

    Son muy inteligentes, pero necesitan apoyo emocional para expandir su inteligencia. Muchas veces se frustran porque no encuentran eco entre las ideas grandiosas que se les ocurren ni a personas o recursos que los apoyen para que esas ideas den frutos.

    Manifiestan disposición a hacer las cosas por sí mismos y solo aceptan ayuda si se la presentan dentro del marco que ellos pueden decidir si aceptan o no, por lo que frecuentemente los escuchamos decir: Déjame tranquilo, yo sé que hacer. Quiero hacerlo solo.

    Nosotros, padres, educadores y apoderados, necesitamos sintonizar con esta nueva cooperación reflexiva junto a un respeto a su individualidad. Requerimos esfuerzo, paciencia y mucho amor para llevarlo a cabo, pero emprender el trabajo bien vale la pena.

    Es importante tener en cuenta que, si bien estos niños presentan características especiales, estas características difieren de un niño a otro en cualidad y especificidad. Una vez descubierto el don o los dones, la capacidad intuitiva hará el resto, pero dependerá de otros factores que se desarrolle y cumpla la misión para la que vino o que se inhiba, aguardando una nueva oportunidad para aparecer.

    Hemos dicho que hace algún tiempo la radiación Índigo está arraigada y permite la siembra de esta frecuencia en mejores condiciones que antes. Sin embargo, poseer las características (o gran parte de ellas) de la frecuencia índigo no quiere decir que seas un índigo o niño de las estrellas.

    Los actuales bebés poseen del treinta al noventa por ciento de esta frecuencia. Los niños entre uno y trece años pueden poseer y manifestar las características índigo en una proporción del treinta al noventa por ciento. Los adolescentes de entre catorce a veintidós años y los adultos desde veintitrés a cincuenta años o más pueden manifestar estas características también en estas mismas frecuencias, ya que la frecuencia Índigo se empezó a incorporar al planeta Tierra en forma perceptible a principios del siglo XIX.

    Índigo somos todos en mayor o menor medida, porque nuestra madre, el planeta tierra recibió esta iniciación energética hace años debido a su propia evolución como ser que se expande y expresa en vibraciones.

    Ser más o menos Índigo depende de la expansión de conciencia personal de cada ser humano interesado en que las cosas cambien. Todos tenemos pues la posibilidad de ser potencialmente índigo dependiendo de la apertura que tengamos al cambio. Podemos comenzar con desarrollar la certeza de su verdad, confiar en las cualidades del hemisferio derecho de nuestro cerebro… y así contribuir al cambio de este plano y del planeta.

    Otras características.

    -Tienen una fuerte autoestima.

    -Tienen un evidente sentido de sí mismos.

    -Tienen dificultades con la disciplina y la autoridad. Se niegan a seguir órdenes y directivas.

    -Les resulta tedioso esperar en fila (carecen de paciencia)

    -Se frustran ante sistemas rituales.

    -A menudo encuentran mejores maneras de hacer las cosas en casa y en la escuela.

    -Generalmente se muestran disconformes con lo que los rodea. No responden a mecanismos de culpa, quieren buenas razones. Se aburren fácilmente con las tareas asignadas.

    -Son bastantes creativos. Es fácil distraerlos.

    -Hacen muchas cosas a la vez. Presentan una fuerte intuición.

    -Sienten gran empatía por los otros o nada de empatía. Desarrollan el pensamiento abstracto desde pequeños. Son dotados o talentosos, muy inteligentes en un área.

    -A menudo se los identifica o se sospecha que tienen Desorden de Déficit en la Atención o Desorden de Déficit Hiperactivo en la Atención (ADD o ADH)

    -Son soñadores y visionarios.

    -Tienen una mirada sabia y profunda.

    -Poseen sabiduría espiritual innata y habilidades psíquicas.

    -A menudo expresan cólera hacia afuera más que hacia dentro y pueden tener problemas con la ira.

    -Necesitan apoyo para descubrirse a sí mismos.

    José Manuel Piedrafita es educador y también profesor de inglés como lengua extranjera. Es el creador del sistema 3 D Educación, al cual pertenecen los libros Niños Índigo: Educar en la Nueva Vibración, El trastorno de Deficiencia de Atención: ¿Realidad o Conveniencia? y Afirmaciones Positivas Para Niños.

    Los proyectos y el trabajo de Piedrafita han sido auspiciados por la Organización de Estados Americanos (OEA), a través del Instituto Inter americano del niño (IN) y por el Ministerio de Cultura de Uruguay. En la actualidad, Piedrafita se dedica a impartir talleres y conferencias sobre la nueva educación en gran parte de América Latina y de Europa y su objetivo es dar herramientas educativas para poder focalizar la energía de los niños llamados hiperactivos.

    En su estudio sobre los niños índigo, Piedrafita señala que con frecuencia se pregunta ¿Qué es un niño índigo?, como si se tratara de un objeto. Los objetos se clasifican, las personas no. Siendo contrario a las clasificaciones, mejor es poder reconocerlos, pues no hay un niño que podamos tomar como modelo.

    Ser índigo se define más como una cuestión de actitudes que por una cuestión de características físicas. Para que tengamos una imagen más clara de lo que significa ser índigo, lo más característico es:

    -Son seres independientes, con una forma de pensar autónoma, tanto como lo son ellos.

    - No se dejan influenciar fácilmente, cuestionando todo lo que pasa en su entorno.

    -No se adaptan a los sistemas establecidos, especialmente cuando se rompen sus sistemas biológicos naturales.

    -Pueden ser muy extrovertidos, aunque si no encuentran comprensión a su alrededor serán introvertidos y solo se relacionarán bien con personas de sus mismas características.

    Algunas definiciones.

    -Es un adulto en un cuerpo chiquito.

    -No tiene rasgos físicos distintivos (puede ser rubio, moreno, alto, bajo, gordo o delgado, aunque sus ojos suelen tener una viveza especial).

    -Es el destructor y respondón de la clase.

    -Es el espejo perfecto para los defectos de los adultos. Si tienes un índigo en casa o en el colegio, este reflejará todas las cosas que tiene que trabajar.

    -Es el hijo o alumno que cuestiona todo lo que haces si ve que no es justo.

    -Es el que lucha ante una injusticia.

    -Aprende solo lo básico de lo que no es primordial para él; si algo le interesa lo aprende todo sin esfuerzo alguno.

    -Puede ser o no ser superdotado.

    -Puede tener o no Trastorno de Deficiencia de Atención con Hiperactividad.

    -Puede tener o no habilidades paranormales.

    -Se relaciona con muchos tipos diferentes de personas para aprender de ellos.

    -Su energía hace que los cambios sean más rápidos, provocando rupturas de patrones antiguos no válidos por donde quiera que vaya.

    -Es un rompedor de sistemas educativos, sociales y culturales que estén caducos.

    -Es el detonante del cambio, hace todo lo necesario para que esta sociedad cambie radicalmente.

    Pero ¿qué se necesita para que haya un cambio de vibración? Lo primero que necesitamos es cambiar el enfoque que tenemos hacia la educación, la sociedad y la espiritualidad.

    ¿Cómo podemos conseguir este cambio? Se puede conseguir de varias maneras: una es a través de la evolución constante y otra es a través de un detonante, de una ruptura de moldes. Esto es precisamente lo que nos vienen trayendo y ofreciendo los niños Índigo.

    ¿Por qué son el detonante de una nueva educación? Los nuevos niños tienen una vibración diferente y se comportan de forma distinta, tienen nuevas necesidades, se relacionan de forma diferente sin aceptar muchas pautas antiguas de educación, forzando de esta manera a buscar alternativas.

    Tenemos que aprender todos de todos, dejando a un lado las barreras de la edad y del lenguaje, pues tu hijo está aprendiendo de su entorno y tú también puedes aprender de él.

    ¿Qué puedo aprender de un niño pequeño? Una cosa que hemos olvidado hace tiempo: sentimientos puros ¿No te parece bastante?

    Estos hechos pueden desembocar en una nueva sociedad donde prevalezca el amor universal sobre el amor adictivo, algo que está en nuestras manos, en nuestro libre albedrío, en la que nos guiaremos por la intuición y no por la rutina. Las personas estarán juntas porque tienen que estar y no por adicción sentimental.

    ¿Una nueva espiritualidad? No como tal, solo que el enfoque tiene que cambiar. Muchos de los niños vienen con canales abiertos y recuerdan muchas cosas. La espiritualidad va a ser algo normal en el futuro, pues para los niños es algo que forma parte de cada día y no es ningún tabú, integrándolo en su vida diaria con la ayuda de padres y educadores.

    Muchos padres se abrirán a cambiar su actitud gracias a sus hijos y todos nos beneficiaremos de estas nuevas formas de conducta.

    CAPÍTULO 2

    El factor Índigo

    Desde hace más de una década, se escuchan por parte de adultos que frecuentan círculos espirituales o adhieren a la perspectiva de un plan evolutivo, observaciones con relación a nuevos niños, diferentes, más evolucionados.

    Los comentarios acerca de bebés y niños recién llegados a la vida con una luminosidad distinta en los ojos y que a medida que crecen muestran amplias facultades para hablar y adaptarse rápidamente al vértigo de la tecnología, se multiplican en forma geométrica.

    Casi todos los adultos de hoy conocen, saben o han escuchado hablar a padres sobre algún hijo con características sorprendentes, que incorpora conocimientos en forma instantánea, que anticipa episodios por venir, que parece comunicarse con un código implícito, insondable, trascendiendo los lenguajes infantiles habituales.

    Si bien todavía no se puede hablar de un fenómeno masivo, la cantidad de casos aislados, pero con características similares que se presentan en distintos lugares del mundo nos indican lo siguiente: lo que parece extraordinario en algunos niños, tiende a tornarse natural en la mayoría.

    No solo los padres lo han advertido, también maestros y pediatras perciben que las nuevas generaciones vienen con algo distinto, más preparadas para el particular tiempo que les toca vivir, con cierto conocimiento de otras realidades, con una mentalidad más elástica y una reveladora capacidad de interactuar mediante nuevas pautas ante el mundo y sus semejantes.

    Quien plantea por primera vez la calificación índigo aplicada a un grupo de niños fue Nancy Ann Tappe, parapsicóloga, conferencista e investigadora en esa materia.

    Tappe explicaba que los seres humanos irradiamos capas de aura con determinados colores y que sólo algunas personas podrían ver dichas auras: según los colores en juego, se definirían rasgos de personalidad y otros aspectos inherentes al individuo. Es así como la autora identificó las características de los grupos por colores y luego las desarrolló.

    De una manera análoga a la astrología, que los clasifica rasgos de personalidad o tendencia en grupos de acuerdo con nuestra ubicación cósmica al momento de nacer, también en el color de las auras estarían inscritos desde los primeros instantes de nuestras vidas ciertos rasgos similares que son muy notorios cuando sabemos cómo buscarlos.

    Tappe declara haber visto las auras de algunos niños en esa misma intensidad cromática (índigo), cuya definición en el diccionario indica el añil, colorante natural azul oscuro obtenido de varias plantas del género indigofera.

    Fue el médico inglés Walter Kilner, jefe del departamento de electroterapia del Hospital Santo Tomás de Londres, el primero que demostró la existencia de este fenómeno. Conocedor de las descripciones de ocultistas y videntes (como Leadbeater, ocultista de nota que perteneció a la Sociedad Teosófica Inglesa) y sin dejarse atrapar por prejuicios, con verdadero espíritu científico, decidió buscar un método para hacer visible el aura o doble etérico.

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