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Ser Mariposa
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Libro electrónico114 páginas1 hora

Ser Mariposa

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La historia narra la vida de una mariposa que sabe que sólo vivirá diez días. Cada capítulo del libro representa un día de vida, y también un desafío para la protagonista, que se propone encontrarle un sentido a su breve existencia.
¿Es posible descubrir un propósito trascendente para la vida en unos pocos días? ¿Cuál es la finalidad última de las investigaciones sobre las mariposas? ¿Puede un científico reinterpretar su pasado y encontrarle un sentido diferente a su existencia al final de la misma? Estos son sólo algunos de los interrogantes de esta historia, que llevará a sus lectores a reflexionar sobre su propia vida.

IdiomaEspañol
EditorialJorge Guasp
Fecha de lanzamiento17 ago 2016
ISBN9781370719723
Ser Mariposa
Autor

Jorge Guasp

Master in Environmental Management, Writer and Life Coach.

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    Ser Mariposa - Jorge Guasp

    No hay quizá, en la naturaleza, mayor prodigio de transformación que la metamorfosis de una mariposa. De hecho, esta transfiguración ha tenido un significado simbólico en distintas civilizaciones. Y no es para menos: un huevo se convierte en una oruga (una suerte de predador todo terreno) que, súbitamente, decide encerrarse en sí misma para experimentar un cambio increíble. Así, la oruga se transforma en crisálida, para luego dar origen a un ser alado, de efímera vida, que cumplirá una función reproductiva a fin de asegurar la reedición de ese ciclo vital.

    Los insectos, con menos de un millón de especies catalogadas por el hombre, no solo ponen de manifiesto la importancia de la ciencia que los ha clasificado, sino también sus propias limitaciones: existen aún millones de especies que el hombre no conoce (a las cuales no ha puesto nombre ni ha incluido dentro de un sistema taxonómico). ¿Cuántos detalles todavía ignoramos sobre la naturaleza? ¿A cuántos aspectos de nuestra propia vida somos ajenos? ¿Y cuánto desconocemos sobre nuestro vínculo con esa naturaleza que aún sigue siendo, en muchos aspectos, un misterio?

    El grupo de las mariposas se compone de unas ciento veinte mil especies de todo el mundo. Muchas de ellas solo viven unos pocos días, un tiempo efímero en comparación con nuestra expectativa de vida. Sin embargo, con frecuencia este mayor tiempo nos resulta insuficiente para encontrar la felicidad. Perdemos años y energía en actividades que nos desagradan, en lugar de disfrutar de la vida y desarrollar aquello que nos apasiona.

    En nuestro interior yace un tesoro que pocas personas descubren: es nuestra parte espiritual, nuestra esencia, alma, espíritu, consciencia, o como se le quiera llamar; esa parte íntima que está conectada con el resto del Universo. Dado que nuestra búsqueda está orientada hacia afuera y nos movemos sobre la base de estímulos muy intensos (amor, dinero, reconocimiento, bienes tangibles, etc.), nos cuesta percibir el sutil contacto con esa llama interior.

    La mariposa de esta historia no dispone de tiempo ni de herramientas para hacer todas las transformaciones externas de las que es capaz el ser humano. Por lo tanto, necesita encontrarle un sentido a la vida en un lapso muy breve. En la historia aparece también otro personaje: un hombre que creía haber encontrado su vocación y que decide revisar sus creencias a la luz de la vida de esta mariposa, con la que tiene una inusual experiencia espiritual.

    ¿Qué necesitamos para vivir una vida plena y dichosa? Esta es la pregunta que se hacen ambos personajes, y que ojalá también se haga el lector.

    Fui a los bosques porque quería vivir deliberadamente, enfrentar sólo los hechos esenciales de la vida, y ver si podía aprender lo que ella tenía que enseñar, no sea que cuando estuviera por morir descubriera que no había vivido.

    WALDEN, LA VIDA EN LOS BOSQUES, Henry David Thoreau

    INTRODUCCIÓN

    LA VOZ DE LA CONSCIENCIA

    Vengo a contarles la historia de una mariposa. Soy la Fuente Universal, creadora de vida. Algunos hombres me llaman Dios, pero con el fin de evitar la discordia propia de las religiones, que en lugar de unir suelen dividir, prefiero que sigan llamándome Energía o Fuente Universal. También pueden nombrarme Consciencia.

    No soy la naturaleza; soy la Energía que la crea. No soy el sol, pero sí quien lo mantiene en su lugar, encendido para que la vida pueda desarrollarse. En suma, soy quien conecta todos los elementos entre sí.

    Soy la Fuente de conocimiento de los vegetales y los animales. Las plantas buscan la luz del sol y la aprovechan para alimentarse. El ser humano puede explicar estos fenómenos naturales, pero no ha logrado dar cuenta de su origen. Mi Energía crea y deshace constantemente, permitiendo la perpetuación de la vida. El hombre es la manifestación suprema de la energía que encarno. Los mecanismos del cuerpo humano son asombrosos y tienen una sabiduría propia; sin embargo, el hombre pretende controlarlos mediante el conocimiento científico, y desea hacer lo mismo con la naturaleza.

    Habrán notado que la naturaleza, al igual que el cuerpo humano, se sana a sí misma. Esa sabiduría es inalcanzable para el hombre. Sin embargo, en lugar de sumergirse en ella, el humano procura compensar su desconocimiento con el saber científico.

    Así como la mencionada sabiduría conecta las células y los organismos del cuerpo entre sí, mi Energía vincula cada elemento de la naturaleza, convirtiéndolo en un Todo universal. Los hombres sensibles pueden percibir mi Energía al estar en contacto con la naturaleza o con otros individuos como ellos, profundamente conectados con ese Todo. En esta Energía, insisto, hay sabiduría y poder de sanación.

    ¿Cómo es posible que un huevo se transforme en oruga, luego en crisálida y por último en un ser capaz de salir volando? ¿Cómo actúa la Energía para transformar una forma de vida en otra tan diferente? ¿Cómo se transmite el conocimiento que hace posible este milagro de la vida? ¿Qué determina que una mariposa muera pocos días después de su conversión? ¿Cómo hace una tortuga para sobrevivir tantos años? Las respuestas no existen, ya que estas preguntas son absurdas: pretenden fragmentar la vida en retazos para lograr explicarla. Pero la vida es milagro inefable, que solo puede experimentarse. Y es aquí, precisamente, donde la sabiduría se diferencia del conocimiento.

    El conocimiento apunta a controlar el desequilibrio; la sabiduría conduce al equilibrio. El primero fragmenta el mundo, a fin de poder manejarlo; la segunda restituye la conexión entre las partes, para lograr armonía.

    La historia de esta mariposa no es un relato de aventuras, sino un camino de enlace con la Verdad. Para reunirse con el Todo es imprescindible que el hombre se conecte consigo mismo. Se trata del vínculo con lo que el hombre siempre ha sido y aún es, con independencia de lo que haga y tenga.

    Así como mi Energía guía a las plantas, los animales y los planetas en su función de perpetuar la vida, también puede conducir al hombre hacia su evolución espiritual. Lo que sucede es que él está ciego y sordo, y vive inmerso en el reino del pensamiento, alejándose cada vez más de la Fuente de la cual proviene.

    PRIMERA PARTE: LA TRANSFORMACIÓN BIOLÓGICA

    El razonamiento humano no puede darnos respuesta a los misterios de la vida; no puede explicarnos por qué las cosas ocurren como ocurren.

    ANATOMÍA DEL ESPÍRITU, Caroline Myss

    I

    Los primeros rayos del sol iluminaron las gotas de rocío adheridas a cientos de huevos depositados por una hembra de mariposa hacía apenas cuatro días. Los huevos se encontraban en el envés de varias hojas, protegidos así del sol, la lluvia y los depredadores. Parecían diminutas perlas nacaradas o pequeños frutos exóticos. Todos tenían casi el mismo tamaño, como si hubiesen sido producidos artificialmente con alguna máquina (aunque ya sabemos que la naturaleza es increíble y que difícilmente el hombre pueda emularla, a pesar de su inteligencia e imaginación).

    El primer huevo en romperse dio origen a una pequeña oruga, que se desplazó despacio sobre la superficie de la planta. Su voracidad era tan grande que la hoja por la que se movía desapareció en

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