Como ocurre con otras prácticas adivinatorias, quienes han escrito libros sobre quiromancia se han ocupado más de divulgar las pretendidas técnicas para leer las líneas de la mano que de profundizar en sus raíces históricas. Se menciona que este arte adivinatorio surgió en distintas culturas “desde la noche de los tiempos”, y su recorrido histórico se zanja con unos cuantos datos sin contrastar. Al sabio Valmiki, pretende atribuírsele un primer tratado –ya desaparecido– sobre “quiromancia masculina” que tendría cinco mil años de antigüedad… Vano intento de otorgar a la quiromancia un origen milenario si se tiene en cuenta que Valmiki es autor de la epopeya hindú Ramaya na, que está datada entre los siglos III-I a.C., y no más allá del siglo V a.C.
Los entusiastas de la quiromancia también mencionan numerosos textos hindúes como las referencias más antiguas de este arte adivinatorio. Es el caso de las Leyes de Manu (Manu-smirti, en sánscrito), texto de cronología dudosa (hay quienes lo remontan hasta el 1250 a.C.,) que contendría alguna referencia a esta práctica, pero que probablemente no se escribiera antes del siglo III a.C.
En cualquier caso, se dice que la quiromancia se habría extendido desde la India al resto de países