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La autobiografía como herramienta de autoconocimiento y desarrollo personal
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Libro electrónico358 páginas3 horas

La autobiografía como herramienta de autoconocimiento y desarrollo personal

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IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento17 feb 2022
ISBN9786074178449
La autobiografía como herramienta de autoconocimiento y desarrollo personal
Autor

Silvia A. Sánchez Ochoa

Silvia Sánchez Ochoa es psicoterapeuta humanista con más de 35 años de experiencia en el área del desarrollo humano y como académica universitaria. Licenciada en Psicología por la Ibero, Maestra y Doctora en Orientación y Desarrollo Humano por la Ibero y diplomada en Terapias Narrativas por el ILEF. Facilitadora de grupos y formadora de facilitadores tanto a nivel individual como grupal. Especialista en el tema de desarrollo del talento y de las potencialidades humanas. Especialista en temas relacionados al manejo de las emociones, comunicación interpersonal y psicología y espiritualidad. Compiladora del libro “Desarrollo Humano Contemporáneo” y autora del libro “Diseño, implementación y evaluación de proyectos en Desarrollo Humano”.

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La autobiografía como herramienta de autoconocimiento y desarrollo personal - Silvia A. Sánchez Ochoa

Imagen de portada

LA AUTOBIOGRAFÍA COMO HERRAMIENTA DE AUTOCONOCIMIENTO Y DESARROLLO PERSONAL

LA AUTOBIOGRAFÍA COMO HERRAMIENTA DE AUTOCONOCIMIENTO Y DESARROLLO PERSONAL

Silvia A. Sánchez Ochoa

UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA

UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA CIUDAD DE MÉXICO

BIBLIOTECA FRANCISCO XAVIER CLAVIGERO

D.R. © 2022 Universidad Iberoamericana, A.C.

Prol. Paseo de la Reforma 880

Col. Lomas de Santa Fe

Ciudad de México

01219

publica@ibero.mx

Primera edición: 2021

Versión electrónica: febrero 2022

Versión: 1.0

ISBN: 978-607-417-844-9

Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin la autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales.

Hecho en México.

Digitalización: Proyecto 451

Índice de contenido

Portada

Portadilla

Legales

Introducción

Organización del libro

Los ciegos y el elefante

CAPÍTULO 1. ANTES DE EMPRENDER EL VIAJE

1.1 ¿Qué significa aceptar el reto de escribir la propia historia?

CAPÍTULO 2. LA AUTOBIOGRAFÍA COMO HERRAMIENTA DE DESARROLLO PERSONAL

2.1 ¿Qué es una historia de vida?

2.2 Lo que creemos de nuestra historia

2.3 El efecto sanador de las historias

2.4 La historia de vida y el autoconocimiento

2.5 El complejo proceso de cambio

2.6 Compartir las historias en grupo

CAPÍTULO 3. LOS ENFOQUES TEÓRICOS

3.1 Aportaciones del enfoque narrativo

3.1.1 Narrativa y espiritualidad

3.2 Aportaciones de la psicología existencial-humanista

3.2.1 Visión holística del ser humano

3.2.2 Las actitudes actualizantes

3.2.3 Las dimensiones de la persona

3.2.3.1 El cuerpo

3.2.3.2 Sentimientos y emociones

3.2.3.3 Pensamientos y creencias

3.2.3.4 Espiritualidad, sentido y trascendencia

3.2.4 Las crisis existenciales

3.2.5 Los enfoques existenciales-humanistas en la integración de la historia de vida

3.3 La perspectiva espiritual en la historia de vida

3.3.1 Conciencia, darse cuenta o awareness

3.3.2 La presencia

3.3.3 Aceptar

3.3.4 Aquí y ahora

CAPÍTULO 4. EL MÉTODO

4.1 La planeación

4.1.1 Identificar a los participantes

4.1.2 Establecer las metas del taller: grupales y personales

4.1.3 Adaptar el taller a las necesidades del grupo

4.1.4 Establecer la estructura del taller

4.2 La primera sesión

4.2.1 Las instrucciones

4.2.2 Algunos puntos útiles para la reflexión de los participantes

4.2.3 Lecturas de inducción y otros apoyos

4.3 Las etapas de la narración

4.3.1 Primera etapa: escribir la historia

4.3.2 Segunda etapa: presentar la historia

4.3.3 Tercera etapa: la retroalimentación

4.3.4 Cuarta etapa: el cierre

4.4 El rol de la facilitadora

4.4.1 Las relacionadas con la ejecución

4.4.2 Las relacionadas con el desarrollo del proceso

4.4.3 Las actitudes y cualidades de la facilitadora

4.5 El proceso grupal

4.5.1 La autorrevelación de los participantes

4.5.2 La autorrevelación de la facilitadora

4.5.3 La confianza

4.6 Etapas del proceso de facilitación de las historias de vida

4.7 La ética

4.8 Los pilares en el desarrollo de la fortaleza interior

CAPÍTULO 5. LA FACILITACIÓN DE LA HISTORIA

5.1 La presencia

5.2 La escucha de la historia

5.3 Las notas y la elaboración del mapa

5.4 La facilitación

5.4.1 Mirar la resiliencia

5.4.2 Teniendo cuidado de no interpretar

5.4.3 Las conjeturas empáticas

5.4.4 El silencio

5.4.5 Las preguntas

5.4.6 Los señalamientos

5.4.7 Validamos su saber sobre sí mismo

5.4.8 Favorecemos la toma de conciencia

5.4.9 La aceptación de sí mismo y sus circunstancias

5.4.10 Reconocemos las voces internas

5.4.11 Abordamos las situaciones dolorosas

5.4.12 Detectamos las defensas

5.5 Los rituales y su importancia

5.6 Cómo los comentarios del grupo facilitan el cambio

CAPÍTULO 6. LOS TEMAS RELEVANTES DE LAS HISTORIAS Y SU MANEJO

6.1 La familia de origen: los cimientos de la historia

6.1.1 Los roles familiares

6.1.2 La familia en el relato

6.1.3 Las situaciones de violencia en la familia

6.1.3.1 ¿Cómo reparar?

6.1.4 Los eventos traumáticos

6.1.5 Más allá del trauma: la victimización

6.2 Las relaciones

6.2.1 La dependencia

6.2.2 Los límites

6.2.3 Falta de comunicación y expectativas

6.2.4 La pareja

6.2.5 La vivencia de la sexualidad

6.3 Lo masculino y lo femenino

6.3.1 Los mandatos de género

6.4 La sombra: aquello que nos es difícil reconocer

6.4.1 Los síntomas físicos y emocionales

6.4.1.1 La enfermedad y sus síntomas

6.4.1.2 La ansiedad como síntoma

6.4.2 Las emociones y los sentimientos

6.4.2.1 El miedo

6.4.2.2 El enojo

6.4.2.3 La tristeza

6.4.2.4 La vergüenza

6.4.2.5 La culpa

6.4.3 El manejo de las emociones y los sentimientos

6.5 Las creencias

6.5.1 Controlar el pensamiento, silenciar la mente

6.5.2 Todos, nadie, siempre, nunca

6.5.3 Expectativas y control

6.5.4 Autocríticas

6.5.5 Autoexigencia y perfeccionismo

6.5.6 Ser suficiente

6.6 Las pérdidas

6.6.1 El proceso de duelo

6.7 El perdón

6.8 Otros temas relevantes

6.8 1 La religión

6.8.2 Los animales

6.8.3 Los viajes

6.8.4 El dinero

6.8.5 El trabajo

CAPÍTULO 7. EL CIERRE Y LA DESPEDIDA

7.1 ¿Y de aquí, hacia dónde?

7.2 Cambiar para sanar

EPÍLOGO

APÉNDICE: LA AUTOBIOGRAFÍA GUIADA (GAB)

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Introducción

Este libro es el resultado de muchas historias. Primero, la de mi propia vida, que me llevó a interesarme por las historias de otras personas. Después, las vidas de todas las personas que me han tocado de manera especial y me han llevado a apreciar los diferentes caminos de vida y comprenderla con mayor profundidad.

Al reflexionar acerca de mi vida, encuentro que, como muchos, en mi juventud compré muchas de las ideas sobre lo que tendría que hacerme feliz: una vida cómoda, buena salud, el hombre perfecto con una educación similar a la mía, el trabajo de mis sueños, muchos amigos, suficiente dinero para satisfacer mis deseos… y muchas otras. La vida se encargó de enseñarme que podemos ser felices y estar en paz sin necesariamente lograr todo lo que aspiramos. La dependencia de factores y condiciones externas representa un proyecto frágil que puede colapsar en cualquier momento, como está sucediendo ahora con la pandemia de covid-19.

En los últimos meses, millones de personas hemos experimentado grandes cambios en nuestra forma de vivir y, precisamente el hecho de que nos haya pasado a millones, ha vuelto visible lo que nos resistíamos a mirar cuando enfrentábamos nuestras propias crisis o bien al presenciar alguna crisis a nivel individual; de ahí su gran importancia para crear conciencia sobre los factores relacionados con la vida misma. A año y medio del comienzo de la pandemia, los científicos siguen sin saber bien cómo surgió, cómo es que unas personas se contagian y otras no, por qué para algunos es letal mientras que otros sólo tienen síntomas leves… Y tantas otras preguntas todavía sin respuesta que nos colocan en un estado de vulnerabilidad, sin saber los efectos que el virus puede tener en nuestro cuerpo; vulnerabilidad asentada, por un lado, en la incertidumbre y, por otro, en la conciencia de la propia muerte como estado final de nuestra existencia.

Estamos acostumbrados a que la solución de los problemas venga de afuera y la mayoría esperamos que las vacunas nos den de nuevo control sobre nuestras vidas, sin darnos cuenta de que el control externo es una ilusión y lo único sobre lo que tenemos control es de nosotros mismos, la forma en que reaccionamos ante las circunstancias externas, es decir, sobre nuestro interior. La paz y la felicidad no dependen tanto de las circunstancias externas como pensaríamos: podemos estar en paz en medio de las turbulencias de la vida y encontrar gozo en lo que hacemos. De eso se trata el trabajo interior y eso es lo que abordaré en este libro.

Sin lugar a dudas, tanto las vacunas como el conocimiento sobre cómo controlar mejor la enfermedad, van a ayudarnos a regresar a la nueva normalidad —como se ha dado en llamarla—; sin embargo, no garantizará que vivamos un largo tiempo y mucho menos que lo hagamos sin tener que enfrentar nuevas crisis.

Muchas de estas lecciones las aprendí en mi juventud. El 19 de septiembre de 1985, vivimos el terremoto más devastador que ha azotado a la Ciudad de México. Era temprano y estaba todavía en casa cuando comenzó a temblar. Encendí la televisión y, en cuanto entró la señal, comencé a ver los edificios caídos y la desolación en diferentes puntos. Gracias a Dios, mi familia y amigos estaban a salvo. Esa noche tuve una horrible pesadilla en la que soñé que estaba en el último piso de un edificio, cuando comenzó a temblar; me asusté tanto que corrí desesperada escaleras abajo y, en cuanto logré salir del edificio, se vino abajo. Desperté sobresaltada y no volví a conciliar el sueño.

Al día siguiente, mi novio y yo teníamos una cena en la casa de la amiga que nos había presentado un mes y medio antes, precisamente para agradecerle que nos hubiera puesto en contacto. Ella vivía en la calle de Ámsterdam, en la colonia Condesa, y nos costó trabajo llegar hasta esa zona porque había muchos edificios derrumbados y personas en crisis, quienes habían sacado sus muebles para pernoctar en los camellones. Al llegar, nos estacionamos exactamente afuera del edificio y yo, asustada también, no quería entrar. Nos quedamos ahí durante una hora. Finalmente, mi amiga nos dijo que entráramos sólo un rato, aunque no nos quedáramos a cenar, y le pidió a él que por favor revisara el edificio para comprobar que no tuviera fracturas (en ese entonces, ejercía la arquitectura). Así que nos convenció y entramos.

Subimos al departamento en el quinto piso, tocamos el timbre y, en cuanto abrió la puerta, comenzó la réplica más fuerte del terremoto, de casi la misma magnitud. Se apagaron las luces y corrí desesperada por las escaleras, sintiendo cómo el recubrimiento de las paredes se despegaba y caían algunos ladrillos. Como no conocía el edificio, me caí varias veces, pero logré salir. El edificio no se cayó, pero mi vida cambió en ese mismo instante.

En ese entonces, estudiaba el último año de la Maestría en Orientación y Desarrollo Humano y trabajaba como psicóloga. Dos meses después, comencé a sentirme mareada y, en diciembre de 1985, estando en la reunión de Navidad del centro médico en que trabajaba, tuve una crisis hipertensiva. Mientras me atendían, las caras de los médicos, compañeros de trabajo, me decían que no tenían idea de qué me estaba pasando, mientras yo pensaba que iba a morir. Durante meses, buscaron tumores en mi cuerpo e hicieron todo tipo de estudios para descartar problemas cardíacos y renales. Desarrollé hipotiroidismo e hipoglucemia. No se sabía que un susto tan grande podía causar un desequilibrio metabólico, así que los médicos hacían lo que podían, tal y como ahora sucede con esta pandemia.

La vida que conocía se había ido. Allí estaba, a los 25 años, asustada, vulnerable, dependiendo de los demás, sintiéndome incapaz de llevar a cabo mi vida. En los años siguientes, las crisis hipertensivas llegaban sin aviso y se iban. Durante un largo periodo, por orden médica, tuve que ir dos veces al día al hospital para que me tomaran la presión arterial. En medio de esa pesadilla, en un periodo de calma relativa, me casé en diciembre de 1987. Como no me podía embarazar, me mandaron anticonceptivos, lo que provocó que mi presión arterial se descontrolara aún más. Tres años después de mi boda, acabé en la Clínica Mayo de Estados Unidos. Los médicos me dijeron que estaba sobremedicada y retiraron 80 por ciento de las píldoras que tomaba.

En 1990, comencé a meditar en grupo y estudiar filosofías orientales. Poco a poco comencé a recuperar mi salud, la autoestima y a sentirme más fuerte, capaz y con mayor control de mi cuerpo. A lo largo de este proceso, me di cuenta de lo importante que era confiar en mi intuición y mis sensaciones corporales. Varias veces tuve que enfrentar a los médicos y oponerme a sus tratamientos: en dos ocasiones, los análisis de sangre reportaban que estaba hipotiroidea, pero el medicamento me causaba ansiedad y taquicardia y lo dejé. Aprendí que era muy importante sentir que tenía control sobre mí misma. El miedo y la sensación de falta de control hacen una combinación terrible; también aprendí sobre la vulnerabilidad, el miedo y la muerte, la incertidumbre y el cambio, así como de la fortaleza, la recuperación y la resiliencia. Esta experiencia fue el comienzo de una búsqueda espiritual profunda, tratando de entender no el por qué, sino para qué suceden ciertas situaciones y cómo las resolvemos.

Desde entonces, me han acompañado la práctica de la meditación y la pasión por los temas relacionados con la espiritualidad. En el año 2000, tuve la fortuna de formarme en terapias narrativas y es en este trabajo con historias de vida, que he podido integrar lo que considero son los tres pilares de mi formación: los fundamentos de la psicología existencial-humanista, la narrativa y la espiritualidad.

El propósito de este libro es acompañar a los facilitadores que desean organizar y conducir grupos de autobiografía; tiene el don de articular, de un modo sencillo y a la vez profundo, algunos conceptos de los tres enfoques mencionados, buscando siempre el crecimiento personal del narrador; se centra en la experiencia subjetiva, en comprender los procesos de sentido y el significado de cada persona y cómo éstos están enlazados en sus múltiples acciones e interacciones y formas de vida. Es precisamente la subjetividad lo que nos hace humanos.

No hay nada que capture mejor las complejidades de la subjetividad humana que la narrativa, su tejido intencional, emocional y relacional; y no hay mejor forma de acceder a ésta que desde los enfoques existenciales-humanistas. La espiritualidad nos ayuda a situar los procesos humanos, en especial el sufrimiento, en el contexto más amplio, de lo humano: acallar el pensamiento y conectar de una manera directa, inmediata y experiencial con la verdad que somos.

Cuando trabajamos con historias de vida, vamos a encontrarnos con todos los temas que conciernen al desarrollo de las personas y sus vidas, desde el nacimiento hasta la muerte. En las narraciones, los escucharemos de forma aislada y el trabajo consistirá en integrarlos en una comprensión unitaria, abordando los temas y al narrador mismo, como un conjunto indisociable de dimensiones y relaciones interconectadas y dinámicas.

Aquello que llamamos mi vida es un conjunto de historias que nos contamos acerca de nuestro pasado. Éstas no son historias terminadas, sino relatos acerca de lo que ha sucedido en nuestras vidas y cómo las contamos. De hecho, cada vez que lo hacemos, la estamos recontando, ya que cada vez es una nueva historia. Explorar cómo funciona la historia y cómo se trabaja con las historias de vida es uno de los objetivos de este libro. Otro de sus propósitos es ayudar a los participantes a analizar sus percepciones, emociones, pensamientos y creencias y descifrar los patrones que se repiten en sus historias para descubrir significados emergentes.

La perspectiva no es psicopatológica: nos centramos en las fortalezas de las personas, en su capacidad para ser resilientes y enfrentar sus adversidades. Son muchas las potencialidades que se agitan bajo la superficie de nuestra conciencia; hay universos enteros cuya existencia sólo intuimos. Casi todos queremos ir más allá de nuestros límites, liberar nuestras potencialidades y descubrir cómo dejar de atormentarnos porque nuestra vida no es como esperábamos; ser más íntimos con nosotros mismos y encontrar la alegría profunda que sabemos posible.

A pesar de que el libro trata sobre historias, personas que han decidido narrar sus vidas y están comprometidas a abrir nuevos caminos y embarcarse en un viaje de transformación, no encontrarán aquí, por cuestiones éticas y de privacidad, ninguna de esas historias, ni siquiera fragmentos. El libro, más bien, presenta conceptos claros y prácticos, así como enfoques que ayudarán a los lectores a comprender cómo facilitar y acompañar talleres grupales centrados en la autobiografía. Además de establecer los marcos conceptuales de referencia ya mencionados, presenta el método que he utilizado desde el inicio de mi trabajo con autobiografías, el cual ha probado ser efectivo en la resignificación y reconstrucción de las experiencias de vida en el acompañamiento de las personas que han participado en mis talleres.

Esta forma de trabajar con las historias de vida no es para hacerlo con cualquiera: es necesario que los participantes tengan un proceso avanzado de desarrollo personal, conozcan el lenguaje de las emociones y sepan distinguirlas en ellos mismos, además de estar acostumbrados a hablar de sí mismos; es excelente para estudiantes de programas en desarrollo humano u otros que promuevan el crecimiento personal desde lo vivencial, o bien para psicólogos, facilitadores o terapeutas en formación.

Asimismo, tampoco es recomendable trabajar con historias de vida de quienes están en medio de una crisis, ya que, al estar en ella, están tan ocupados viviendo esa historia, tan avasallados por lo que está sucediendo, que no pueden ver la experiencia como una historia; para eso se necesita tiempo.

Trabajar la autobiografía con personas que no han tenido experiencias vivenciales previas de autoconocimiento, o bien con grupos con alguna vulnerabilidad psicoemocional, requiere mayor estructura en cuanto a los temas de las historias y la forma de presentarlas. En estos casos, sugiero seguir la técnica de la autobiografía guiada promovida por Birren y Cochran,(1) la cual presento brevemente en el apéndice de este libro.

Sin embargo, es un riesgo acompañar a las personas que narran su historia, una empresa difícil, ya que cada una tiene sus propias peculiaridades. Implica el desafío de acompañar caminantes con responsabilidad y conocimientos, por un lado, y compasión y creatividad, por el otro; mirar la propia historia una y otra vez y volver a transformarnos y replantearnos nuestro propio trabajo y vida.

Pienso en aquellos de los que he aprendido y cuyas enseñanzas me han resultado útiles en diferentes momentos, especialmente quienes me ayudaron a superar la larga crisis que viví hace tantos años. El maestro Jorge Brosson y mis compañeros de meditación, que no volví a ver desde que nació mi hija, hace 28 años. Pienso también en tantas personas que se han cruzado brevemente en mi camino, así como en quienes me han acompañado a lo largo de la vida en las experiencias que me han procurado y ayudado a crecer y convertirme en lo que soy. Agradezco también a todos los estudiantes que han compartido sus historias de vida, de las que he aprendido tanto: a través de ellas he podido comprender mejor los temas comunes que nos afectan como humanos y contagiarme de su fortaleza y sabiduría con la que enfrentan las situaciones difíciles que les ha tocado vivir.

Organización del libro

El libro está estructurado en siete capítulos. El primero, Antes de emprender el viaje, busca situarnos en los tiempos actuales para comprender el contexto en que nos encontramos casi todos, y digo casi porque hay millones de personas en el mundo que han vivido sus vidas en constantes crisis. Hablaré de las crisis personales y universales y los efectos que tienen en nosotros, así como nuestras dificultades para enfrentar los cambios.

En el segundo capítulo, titulado La autobiografía como herramienta de desarrollo personal, reviso este concepto y el poder sanador, en la salud física y psicológica, de escribir la historia de vida; su potencial para promover el autoconocimiento y las bondades de compartir la autobiografía en grupos.

El tercer capítulo, Las teorías, revisa los marcos teóricos de referencia para comprender e integrar la historia, comenzando por los enfoques narrativos y sus aportaciones para entender la historia de vida. Continúo con los enfoques existenciales-humanistas, su concepción de la persona, el holismo como concepto central y las dimensiones humanas, y cierro con la perspectiva espiritual en la historia de vida.

El cuarto capítulo, El método, se centra en el procedimiento para trabajar con la autobiografía, tal y como lo desarrollé, desde la conformación de los grupos, la selección de participantes, el establecimiento de metas y objetivos, las sesiones, la inducción, las etapas del trabajo, el rol de la facilitadora, sus actitudes y habilidades, y el manejo de la dinámica grupal.

En el quinto capítulo, La facilitación de la historia, planteo los elementos que considero indispensables para lograr una facilitación adecuada de la historia, comenzando por la conexión, escucha, importancia de la empatía, e incluyo algunas técnicas como las preguntas y los señalamientos, así como el abordaje de temas delicados o dolorosos, las defensas y la promoción del cambio.

El sexto capítulo, La integración de la historia, aborda los temas más frecuentes con que me he encontrado al escuchar historias de vida y su manejo, como la familia, la violencia, los mandatos de género, la pareja, las emociones, creencias, pérdidas, el duelo y muchos otros.

Finalmente, en el último capítulo, Cierre y despedida, presento cómo concluyo el proceso y algunas recomendaciones para que los viajeros continúen en el viaje de la vida y sepan qué empacar y qué ya no les sirve más.

El mayor recurso que tenemos para sanarnos es nuestra propia historia. La historia de nuestra vida es la más grande historia jamás contada, a través de las lecciones que nos han transformado y colaborado para convertirnos en quienes somos.

1. J. E. Birren y K. Cochran (2001), Telling the Stories of Life through Guided Autobiography Groups. Baltimore, md: John Hopkins University Press.

Los ciegos y el elefante

John Godfrey Saxe

Seis eran los hombres de Indostán,

tan dispuestos a aprender,

que al elefante fueron a ver

(aunque todos eran ciegos),

pensando que mediante la observación

su mente podrían satisfacer.

El primero se acercó al elefante,

y cayéndose

sobre su ancho y robusto costado,

en seguida comenzó a gritar:

"¡Santo Dios! ¡El elefante

es muy parecido a

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