Un gran jugador de equipo remoto

Por Xn Partners

La declaración de pandemia de covid-19 por parte de la OMS en marzo de 2020 provocó la acelerada adopción del trabajo a distancia y afectó la dinámica de todo tipo de organizaciones y la vida de familias e individuos en todo el mundo.
En pocas semanas muchas personas se vieron en la necesidad de comenzar a trabajar en forma remota (muchos, por primera vez en su vida) para interactuar con sus colegas a través de distintas tecnologías.
El trabajo a distancia no es algo nuevo y tiene ventajas y oportunidades. Asimismo, quienes lo han experimentado en forma intensa saben que presenta algunos desafíos importantes: la necesidad de más autonomía y foco en los resultados, más requerimientos de disciplina y liderazgo personal, dificultades en las comunicaciones, posible deterioro en la confianza mutua por el distanciamiento, y riesgos de desconexión emocional y de contexto.
El trabajo remoto llegó para quedarse y convivirá con el trabajo presencial. La mayoría de las organizaciones ya saben que estos ambientes mixtos son parte de la nueva normalidad. De manera que, con sus ventajas y desventajas, es importante entender cómo mejorar las habilidades personales y del equipo para trabajar en este ambiente.
En esta guía práctica, Un gran jugador de equipo remoto, Xn Partners ofrece una síntesis de los conceptos y los consejos clave para que los individuos y los equipos se desempeñen con éxito en el trabajo a distancia. Los profesionales de Xn han vivido en carne propia los desafíos de trabajar en forma remota
durante mucho tiempo y a eso le han sumado una profunda investigación en las principales fuentes de conocimiento sobre liderazgo, equipos, gestión y trabajo a distancia.

• Idioma: Español
• Editorial: Xn Partners
• Fecha de lanzamiento: 23 dic 2021
• ISBN: 9781005648015

Vista previa del libro

La crisis sanitaria mundial provocada por la covid-19 generó en muy corto tiempo cambios profundos en la convivencia social y en el relacionamiento laboral.

En la mayoría de los países los gobiernos tomaron medidas muy duras de aislamiento: decretaron cuarentenas obligatorias o confinamiento voluntario. Las actividades presenciales se limitaron al mínimo. Semanas después algunos gobiernos suavizaron las medidas, pero mantuvieron restricciones, como el distanciamiento social, el uso obligatorio de mascarillas y medidas preventivas de higiene, entre otras. La vida actual tiene muchas diferencias con la que se conocía a inicios de 2020.

Uno de los cambios más importantes de esta crisis fue la aplicación acelerada, en múltiples sectores de la economía, de las tecnologías de la información y la comunicación en las relaciones personales y en el trabajo. En pocas semanas, muchas personas que desconocían o nunca habían utilizado, por ejemplo, aplicaciones como Microsoft Teams, Zoom u otras similares empezaron a hacerlo a diario para trabajar, para dar y recibir clases, para escuchar un recital de música, e incluso para festejar un cumpleaños.

El mundo remoto, que hasta ese momento era una opción usada por algunas pocas organizaciones, se convirtió en la solución que permitió a muchas empresas, centros educativos y oficinas públicas continuar con sus actividades. Esta tendencia no parece ser algo temporal. Varios gobiernos están trabajando en legislar en forma urgente este tipo de trabajo, lo que es un claro síntoma de que el trabajo remoto llegó para quedarse.

No todas las personas que trabajan a distancia entienden lo que realmente significa. Un cambio de esta naturaleza en la forma de trabajo en las organizaciones debe ser planificado correctamente. Se debería preparar a las personas, y a los procesos e infraestructura. Debería ejecutarse como una verdadera transformación. Pero, en este contexto de pandemia, no fue posible. Muchas personas se vieron obligadas a adaptarse de un día para el otro, o de una semana para la otra, a tecnologías, terminologías y prácticas de relacionamiento que apenas conocían o desconocían por completo.

Una de las reacciones más frecuentes cuando