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Estudio de los siete barrios de San Luis Potosí como fuente de conocimiento para la historia local. Segunda edición (ampliada)
Estudio de los siete barrios de San Luis Potosí como fuente de conocimiento para la historia local. Segunda edición (ampliada)
Estudio de los siete barrios de San Luis Potosí como fuente de conocimiento para la historia local. Segunda edición (ampliada)
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Estudio de los siete barrios de San Luis Potosí como fuente de conocimiento para la historia local. Segunda edición (ampliada)

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Los siete barrios de la ciudad se establecieron desde la fundación de San Luis Potosí en el año de 1592, cuando se erigió el barrio de Asunción de Tlaxcalilla. Después, a lo largo de los siglos XVI y XVII se constituyeron como tales los seis barrios restantes: Santiago (1593), Tequisquiapan (1593), San Miguelito (1597), San Sebastián (1603), San Cr
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento15 dic 2021
ISBN9786078666027
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    Estudio de los siete barrios de San Luis Potosí como fuente de conocimiento para la historia local. Segunda edición (ampliada) - María Teresa Quezada Torres

    PRÓLOGO A LA SEGUNDA EDICIÓN

    Conocer la historia de los siete barrios de la ciudad de San Luis Potosí, permite al lector adentrarse en siete mundos muy particulares que se han desarrollado al interior de cada barrio desde su fundación.

    Desde que se fundó el pueblo de españoles en 1592, surgió la necesidad de asentar a los primitivos pobladores de estas tierras en diferentes pueblos alrededor del mismo, por lo que a finales del siglo XVI y durante los dos siguientes, o sea, el XVII y XVIII se fundaron siete barrios indígenas que fueron Tlaxcala (1592), Santiago del Río (1592), Tequisquiapan (1593), San Miguelito (1597), San Cristóbal del Montecillo (1600), San Sebastián (1603) y San Juan de Guadalupe (1676).

    En la primera edición y posterior reimpresión de esta obra, se abarcaron temas como fundación, organización política interna, urbanización, advocación y festividades de cada uno de los barrios. En esta segunda edición se llevó a cabo una revisión y se agregó el apartado titulado calles del barrio,¹ así como nuevos datos que se consideró enriquecería la información hasta ahora trabajada.

    Con la esperanza de que la historia de los barrios que forman parte de la ciudad de San Luis Potosí no sea olvidada, ofrezco al lector el presente trabajo.

    María Teresa Quezada Torres

    NOTA

    ¹ Todas las calles fueron tomadas de Castro Escalante, Arcadio, Por las viejas calles de aquel San Luis. Nomenclatura antigua, planos y datos biográficos . San Luis Potosí, Ediciones Caesa, 1999.

    INTRODUCCIÓN

    Me ha parecido oportuna la publicación de este trabajo, el cual tiene por objeto propiciar la divulgación del conocimiento sobre una parte de la ciudad de San Luis Potosí, como son sus siete barrios, que en principio se fundaron en espacios apartados del centro reconocido en lo político como ciudad española, pero que con el paso de los años y la expedición de algunos decretos se incorporaron a la vida administrativa de la ciudad.

    Los siete barrios de la ciudad se establecieron desde la fundación de San Luis Potosí en el año de 1592, cuando se erigió el barrio de Asunción de Tlaxcalilla. Después, a lo largo de los siglos XVI y XVII se constituyeron como tales los seis barrios restantes: Santiago (1593), Tequisquiapan (1593), San Miguelito (1597), San Sebastián (1603), San Cristóbal del Montecillo (1600) y San Juan de Guadalupe (1616).

    Mi interés por el tema nació en 1992, cuando trabajaba en el Archivo Histórico del Estado de San Luis Potosí y se me encomendó, al igual que a otros investigadores, preparar una conferencia sobre el barrio de Tequisquiapan con el fin de celebrar los 400 años de fundación de la ciudad. De inmediato me dediqué a revisar la bibliografía potosina y encontré con sorpresa que el tema se trataba de manera muy superficial.

    Sobre la historia general de San Luis Potosí existen trabajos realizados por diferentes estudiosos como Francisco Peña, con su Estudio histórico sobre San Luis Potosí; Primo Feliciano Velázquez, con Historia de San Luis Potosí y Colección de documentos; y Manuel Muro, con Historia de San Luis Potosí y Miscelánea potosina. Los trabajos de estos dos historiadores abordan de manera muy somera algún dato sobre los barrios, pues se enfocan más bien a situaciones políticas y sociales desarrolladas tanto en la ciudad como en el estado en general. Otros autores son Joaquín Meade, con Guía de San Luis Potosí; y Rafael Montejano y Aguiñaga, con un sinnúmero de trabajos sobre la ciudad, pues él es quien más ha escrito sobre la transformación de la misma a partir de la construcción de monumentos, iglesias, edificios públicos, plazas de toros, mercados y cementerios; su amplia producción bibliográfica abarca casi todos los temas que de alguna manera u otra fueron modificando a la ciudad. Su obra titulada Guía de la ciudad de San Luis Potosí es la que menciona más datos referentes a los barrios.

    Para realizar este trabajo comencé por consultar los documentos que se encuentran resguardados en el Archivo Histórico del Estado, sobre todo en el fondo Ayuntamiento, donde encontré que había material suficiente para abordar el tema. Las fuentes documentales que consulté al principio me llevaron a otras, y así sucesivamente pude formar mi archivo ya no solo del barrio de Tequisquiapan, sino de los otros seis barrios.

    La delimitación de este trabajo abarca del siglo XVI al XX, por ser los siglos donde quedan comprendidas las fundaciones, desarrollo y anexión de dichos pueblos a la ciudad española. La investigación se apoya sobre todo en fuentes primarias, en particular en los fondos Ayuntamiento de San Luis Potosí (1593-1929), Secretaría General de Gobierno (1824-1929), Colección de Leyes y Decretos (1826-1834, 1827 y 1869); y Legislación Potosina, año de 1824, tomo I; además de la hemerografía potosina que se localiza en la Biblioteca de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, donde revisé los periódicos El Estandarte, La Restauración, Periódico Oficial, El Sol de San Luis, El Heraldo, Momento, San Luis Hoy y Pulso.

    Las fuentes de análisis más utilizadas han sido las locales, aunque al momento de contextualizar el periodo histórico también se ha recurrido a la historia nacional y, en ocasiones, a la mundial.

    Esta investigación se divide en ocho capítulos, cada uno corresponde a la historia de un barrio, abordados en orden cronológico de la fundación de cada uno de ellos y, a su vez, con el desarrollo temático que creí conveniente desarrollar, ya que cada barrio tuvo su historia propia e interesante.

    El capítulo uno trata sobre la fundación del pueblo de San Luis y sus primeros colonizadores.

    En el capítulo dos se aborda la historia del barrio de Asunción de Tlaxcalilla, se da a conocer su fundación, su organización política, la instalación y cese de su ayuntamiento, la urbanización del barrio, la creación de su cementerio, la historia de su iglesia y la advocación bajo la cual quedó el barrio.

    Del capítulo tres hasta el capítulo ocho, se sigue como eje principal lo abordado en el capítulo dos por ser los temas sobre los cuales giró el desarrollo interno de cada barrio. Sin embargo, cabe destacar que se ponen en evidencia las variaciones al sacar a la luz datos muy concretos de cada lugar.

    Como mencioné antes, se trata de un trabajo de divulgación cuyo principal objetivo es ofrecer información hasta hoy desconocida, la cual se ha hilado para que adquiera sentido.

    Cabe aclarar que los capítulos 2 a 8 comparten una característica común referente a la instalación de los ayuntamientos constitucionales en las villas, la cual era una disposición general para todos, por ello se aborda de la misma manera para cada caso.

    Para finalizar solo diré que las ciudades, más que ligadas a la historia, son historia ellas mismas, y lo mismo aplica para los barrios, por lo que nada de lo que a ellos se refiere, aun lo más insignificante, deja de ser revelador, pues no hay que olvidar que tanto la ciudad como los barrios son por sí mismos formidables archivos de recuerdos.

    CAPÍTULO 1

    FUNDACIÓN DEL PUEBLO DE SAN LUIS POTOSÍ

    El origen de los siete barrios que hoy en día forman parte de la mancha urbana de la ciudad de San Luis Potosí es la fundación misma del pueblo de San Luis, la cual se dio –como la mayoría de las fundaciones de la Nueva España– a raíz de que la Corona española estableció el virreinato en 1535, luego de la caída del imperio azteca a manos de Hernán Cortés.

    La conquista de México tuvo razones claramente económicas. Los españoles deseaban la explotación de los recursos del suelo de una región rica en minerales y con altos potenciales agrícolas, al tiempo que anhelaban expandir su dominio sobre todo el continente americano. Uno de los acontecimientos más significativos en el dilatado proceso de descubrimiento, conquista, colonización y evangelización en el extenso ámbito geográfico de América lo constituye sin lugar a dudas el descubrimiento por Juan de Tolosa de los ricos yacimientos argentíferos, lo que dio origen a la fundación de Zacatecas, el 8 de septiembre de 1546.

    Al avanzar la ocupación española hacia el norte, la resistencia indígena se hizo cada vez más fuerte. Luego de varias rebeliones de menor importancia, en 1540 tuvo lugar un encuentro decisivo al estallar la guerra del Mixtón, en la que los caxcanes trataron de detener y rechazar el avance español. Las tierras de los zacatecos limitaban hacia el poniente con las de los tepehuanes y hacia el oriente con las de los guachichiles.¹ Fueron necesarios dos años, la intervención directa del virrey Antonio de Mendoza y los esfuerzos de treinta mil auxiliares aztecas y tlaxcaltecas para someter a los caxcanes. Con esta victoria se dio un paso importante hacia la estabilidad y continuidad de la ocupación española de la Nueva Galicia; sobre todo, se despejó el camino para una mayor exploración del nordeste.²

    Los años que siguieron a la guerra del Mixtón fueron en general una época de consolidación de los establecimientos coloniales. Asimismo, entraron en juego ciertos sistemas típicos de la colonización española en el Nuevo Mundo, como la vanguardia de sacerdotes que de manera lenta se trasladaron hacia el norte y trataron de hacer que los nómadas se establecieran en pueblos.³

    La Gran Chichimeca estaba habitada por varios grupos de indios; sin embargo, de estos solo destacaban cuatro: los pames, los guamares, los zacatecos y los guachichiles; estos últimos ocupaban el territorio más extenso de la Gran Chichimeca y eran considerados como los más belicosos y valientes guerreros de esta zona; merodeaban desde Saltillo, en el norte, hasta San Felipe, en el sur, y desde la división de la Sierra Madre Occidental hasta la ciudad de Zacatecas.⁴ El centro principal de los guachichiles fue el Tunal Grande –los valles y tierras que rodean lo que luego fueron el campo minero y la ciudad de San Luis Potosí–. A la tierra habitada por los guachichiles la llamaron Guachichila.⁵

    Varias características distinguieron a los guachichiles de las otras naciones e hicieron de ellos un problema en particular difícil para los españoles; el mayor obstáculo para vencerlos radicó en su número y en la gran extensión de su territorio; además, se sabía que practicaban el canibalismo, así como un célebre refinamiento en la tortura de los cautivos, lo que aumentó el temor entre los españoles y los indios sedentarios. Su posición estratégica en relación con las minas los hizo en especial eficaces al atacar y huir antes de que los españoles tomaran represalias.

    PRIMEROS COLONIZADORES Y EVANGELIZADORES

    En 1585 salió de San Miguel el Grande –hoy de Allende– una expedición al Tunal Grande para recobrar unos ganados que se internaron en los pastizales del norte, aunque las entradas efectivas que se llevaron a cabo en el Tunal Grande fueron las que hicieron el capitán mestizo Miguel Caldera⁶ y fray Diego de la Magdalena, quien pasó de Villanueva de Bancarrota, España, a la Nueva España siendo muy niño, con la ilusión de adquirir riquezas, las que en efecto obtuvo pero repartió entre los pobres antes de ir al monasterio franciscano de México a pedir el hábito de lego. Apenas profesó, lo hicieron limosnero de la ciudad de México. Sabedor de que los chichimecas cometían grandes atrocidades en los caminos de las tierras del norte, pidió licencia a sus superiores para partir a esas tierras a cristianizarlos. En esta nueva tarea lo acompañó otro sacerdote cuyo nombre se ignora. Ambos llegaron a tierras chichimecas por el año de 1554, y anduvieron por tierras de Zacatecas, Charcas, Venado y Salinas doctrinando a los indios, y hacia 1585 entraron en la Guachichila.

    En el mismo año de 1585 llegó a la Nueva España el séptimo virrey, Álvaro Manrique de Zúñiga, marqués de Villamanrique. Entre sus principales preocupaciones se encontraba la de pacificar la frontera norte, para lo que comisionó al capitán Caldera. Tres años más tarde, en 1588, Caldera y fray Diego de la Magdalena llegaron hasta San Miguel Mexquitic, donde fundaron un presido y al año siguiente levantaron un convento. En 1589 tanto Caldera como fray Diego de la Magdalena bajaron hasta el valle y, con los indios que habían juntado, pudieron congregar gente y establecer el puesto de San Luis donde hoy se levanta el Edificio Central de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Para lograr este asentamiento, Caldera tuvo que repartir entre los nómadas ropa, comida y una larga lista de objetos pagados por la Corona, en lo que se conoce como regalos de paz.

    Figura

    1

    .

    1

    Primer asentamiento de guachichiles y tlaxcaltecas en el puesto de San Luis, en el espacio que hoy ocupan la plaza de los Fundadores, el Edificio Central de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, el templo de la Compañía y la capilla de Loreto.

    Fuente: Eduardo Meade.

    El virrey Manrique de Zúñiga dio cuenta de esta fundación en un memorial firmado en Tezcuco el 14 de febrero de 1590. De acuerdo con el informe del virrey, se formó el pueblo de San Luis con los guachichiles, a quienes se les asignó un maestro labrador para que les enseñara cómo arar y cultivar la tierra. Con la seguridad asentada en la región y la incorporación de más y más guachichiles pacificados a las nuevas congregaciones, fue preciso crear una estructura jurídica tanto para impedir la anarquía como para evitar que los indios volvieran a la guerra. El 3 de marzo de 1590 el virrey Luis de Velasco, marqués de Salinas, nombró al capitán Caldera justicia mayor de todas las nuevas poblaciones, entre las que estaban Mexquitic, el valle de San Luis y el valle de San Francisco.

    En diciembre de ese año, Caldera fue a la ciudad de México y llevó a cuarenta y dos jefes guachichiles para que el virrey Luis de Velasco les confirmara en persona la paz. Los acompañó fray Diego de la Magdalena; entonces, Caldera pidió permiso al virrey para traer a estas tierras a cuatrocientas familias tlaxcaltecas que vinieran a colonizar a los guachichiles. Los tlaxcaltecas no querían venir, pues algunos miembros de la nobleza indígena intentaron disuadir a los aldeanos de ir al norte, ya que les preocupaba que un gran número de maceguales dejaran la provincia, lo que implicaba perder mucha mano de obra. Algunos españoles también intentaron impedir la salida de los campesinos alegando que les debían dinero. Ante esta situación, Velasco proclamó un decreto que cancelaba las deudas de los futuros colonos.

    Otro opositor fue el franciscano fray Jerónimo de Mendieta, quien era protector de los tlaxcaltecas, pues temía que estos acabaran sacrificados por los chichimecas. A la postre, la caravana partió hacia el norte durante la primera semana de junio, y en los primeros días de agosto llegaron al puesto de Cuicillo,⁷ donde se les separó en grupos para continuar el viaje hasta las colonias designadas, que eran San Andrés del Teúl y San Luis Colotlán, en el oeste; y Saltillo, San Miguel Mexquitic, Charcas y Venado, en el noreste. Los indios llevados a Mexquitic, Charcas y Venado procedían en su mayor parte de la cabecera de Tepeticpac. Partieron a su destino a esperar la llegada de Diego Muñoz Camargo, quien venía de Tlaxcala para hacerse cargo del establecimiento oficial de los tlaxcaltecas.⁸

    CERRO DE SAN PEDRO

    El 4 de marzo de 1592 se descubrieron las minas del cerro de San Pedro, y fue este acontecimiento lo que dio origen a la fundación del pueblo de San Luis Potosí.

    Figura

    1

    .

    2

    Cerro de San Pedro, origen de la fundación del pueblo de San Luis Potosí

    Fuente: Jesús Córdova Sánchez.

    Los españoles que llegaron a trabajar las minas trataron de establecerse en el cerro, pero debido a la falta de agua no pudieron hacerlo. Sin embargo, en el valle que se extendía a sus pies había agua en abundancia, aunque la primera dificultad con la que tropezaron fue que en dicho lugar ya existía una reducción de indios guachichiles y no hacía mucho tiempo se había asentado cerca de ellos un grupo de tlaxcaltecas provenientes de Mexquitic. A este respecto, la ley española era muy clara, pues desde 1573 Felipe II había prohibido que en las reducciones de indios vivieran españoles, negros, mulatos o mestizos, ya que esto provocaba que los indios huyeran debido a los abusos que se cometían en contra de ellos, además de que les enseñaban malas costumbres y ociosidad. Ante esta situación, el capitán Caldera fue a la ciudad de México y solicitó permiso al virrey Luis de Velasco para fundar una población española en el puesto de San Luis. El virrey estuvo de acuerdo siempre y cuando los tlaxcaltecas y los guachichiles no se opusieran. De inmediato, los mineros españoles que habitaban en el cerro de San Pedro bajaron al valle y comenzaron a poblar lo que hoy es el barrio de Tlaxcala, en tanto que los indios guachichiles y tlaxcaltecas asentados en lo que hoy es la plaza de los Fundadores lo hacían hacia aquel barrio. Durante algún tiempo ambos pueblos se conocieron de manera común como Nuestra Señora de los Remedios.

    Viendo la riqueza generada por las minas, el virrey Luis de Velasco estableció el gobierno del pueblo, para lo que nombró primer alcalde mayor de las minas descubiertas y que se descubrieren en la provincia de Mexquitic del Potosí a Juan de Oñate,¹⁰ el 27 de agosto de 1592. El 3 de noviembre del mismo año quedó establecido de manera oficial el pueblo de San Luis Potosí, por lo que se levantó el acta respectiva, la cual firmaron el capitán Miguel Caldera, Juan de Oñate y otros.

    NOTAS

    ¹ Esta tribu ha sido clasificada por su idioma como perteneciente a la familia ocaña, formada por gran número de tribus provenientes de la parte central de Estados Unidos, desde el golfo de México, la cuenca baja del Mississippi y la alta del Missouri; coexistían con los guachichiles los indios ‘borrados’, así llamados por unos cronistas, o ‘rayados’, según otros, y hablaban una lengua diferente. A estas tribus se les llamó chichimecas durante la Colonia, nombre aplicado a todos los nómadas que habitaban el norte de México. Estas tribus habían emigrado del norte debido a la presión ejercida por la expansión demográfica de grupos más numerosos y fuertes, viéndose en la necesidad de emigrar hacia el sur en busca de lugares donde no se les hostilizara. Por su nivel cultural se encontraban en la etapa de salvajismo; eran nómadas, porque no se han encontrado ruinas de poblados o habitaciones construidas por ellos; y un testimonio más del atraso de esas gentes es la escasez y lo primitivo de los utensilios encontrados en esta región (Pablo M. Cuéllar Valdez, Historia de la ciudad de Saltillo , edición facsimilar, Saltillo, Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Coahuila, 1975, p. 15).

    ² Peter John Bakewell, Minería y sociedad en el México colonial. Zacatecas (1546-1700) , trad. de Roberto Gómez Ciriza, México, Fondo de Cultura Económica, 1997, p. 19.

    ³ Ibid ., p. 20.

    Ibid ., p. 48.

    ⁵ Rafael Montejano y Aguiñaga, San Luis Potosí. La tierra y el hombre , San Luis Potosí, Archivo Histórico del Estado de San Luis Potosí, 1990, p. 35.

    ⁶ Alcalde mayor de Jerez. Natural de Zacatecas, probablemente nació en 1548; hijo de Pedro Caldera, español procedente de Castilla, y de una india chichimeca. A temprana edad quedó huérfano, por lo que fue educado en un convento franciscano. Su juventud transcurrió en la Gran Chichimeca entre 1550 y 1560. En 1571 se inició como soldado de guerra contra los bárbaros de esa zona. En 1582 se le nombró capitán, por lo que tenía el mando supremo de las tropas, la dirección de la administración militar y también la justicia militar para un determinado territorio (Ma. Teresa Quezada Torres y Miguel Ángel Herrera Bravo, Diccionario histórico, biográfico y geográfico de San Luis Potosí, San Luis Potosí, 1994-2000, p. 96. (manuscrito inédito); Horst Pietschmann, Las reformas borbónicas y el sistema de intendencias en Nueva España. Un estudio político administrativo , México, Fondo de Cultura Económica, 1996, p. 93).

    ⁷ Situado aproximadamente a 40 km al sureste de Zacatecas.

    ⁸ Eugenio Sego, Tlaxcalilla, otra mirada a su historia , San Luis Potosí, El Colegio de San Luis, 1997, p. 8.

    Ibid ., p. 10.

    ¹⁰ Alcalde mayor. Nació en Zacatecas en 1549; hijo de Cristóbal de Oñate, descubridor de las minas de dicho lugar. Se casó con Isabel de Tolosa, descendiente de Moctezuma y Cortés. Desde muy joven luchó contra los chichimecas. En 1591 era alcalde ordinario en Zacatecas. Al descubrirse las minas del cerro de San Pedro, el virrey Luis de Velasco II lo nombró alcalde mayor de las minas y población del cerro. Como alcalde mayor de San Luis le correspondió hacer la traza de cuadras, calles y caminos, y repartir solares para vivienda e ingenios o haciendas de beneficio, tarea que concluyó el 6 de abril de 1593. Asimismo, debía cuidar que los guachichiles y tlaxcaltecas fueran bien tratados, y en particular vigilar la guarda de las ordenanzas de minas. Gobernó al pueblo de San Luis hasta el 25 de octubre de 1593, en su lugar se nombró a Juan López del Riego. Murió en 1624 (M. T. Quezada Torres y M. Á. Herrera Bravo, op. cit ., p. 593).

    CAPÍTULO 2

    ASUNCIÓN DE TLAXCALILLA Y SU HISTORIA

    FUNDACIÓN

    El primer pueblo de indios extramuros del recién fundado pueblo de San Luis Potosí fue Tlaxcalilla, donde en 1592 se congregó a varias familias de indios tlaxcaltecas, los cuales se habían asentado en un principio junto a los guachichiles en el primitivo puesto de San Luis. Al trasladar hasta este lugar a tlaxcaltecas y guachichiles, el pueblo llevó por nombre Nuestra Señora de los Remedios.

    Es probable que Tlaxcalilla se fundara el 15 de agosto, pues quedó bajo la advocación de Nuestra Señora de la Asunción. El asentamiento se ubicó hacia el norte del pueblo de San Luis, a unas 1 480 varas aproximadamente, cerca de un río al que más tarde se le dio el nombre de Santiago.¹

    Desde su llegada a estas tierras, los tlaxcaltecas tuvieron el privilegio de ser

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