Desde los Andes hasta Camboya
En julio de 2008, un equipo de arqueólogos de la Universidad Libre de Berlín anunció que había descubierto los restos de la edificación más antigua de América, construida hace unos 5,500 años en la milenaria ciudad de Sechín, en el valle del Casma, al norte de Perú. Desde hace 25 años, en esta región del país andino se hallaron importantes yacimientos que arrojan nueva luz sobre la evolución de las antiguas culturas peruanas. En muchos de ellos se han encontrado representaciones de un dios degollador llamado Aiapaec, enormes pirámides truncadas decoradas con frisos polícromos que ofrecen escenas de gran violencia y numerosas tumbas, algunas de ellas adornadas con un rico ajuar funerario.
Grandes construcciones
Los restos localizados en Sechín son 500 años más antiguos que la ciudad de Caral, cuyos habitantes construyeron una gran pirámide de 30 metros de altura con otras seis más pequeñas, así como diversos palacios, un anfiteatro, talleres y viviendas más pequeñas. Aunque no habían desarrollado técnicas de cerámica ni de metalurgia, los habitantes de Caral fueron capaces de construir edificios de aspecto monumental.
Este boom de hallazgos arqueológicos dio comienzo en 1987, cuando el peruano Walter Alva desenterró la primera tumba intacta de un gobernante precolombino, el denominado Señor de Sipán, perteneciente a la cultura mochica. Este descubrimiento está considerado como uno de los más importantes del siglo XX. A principios de 2007 se puso en marcha una nueva excavación en la zona que, de momento, ha dado como resultado el hallazgo de nuevas tumbas y templos que los arqueólogos siguen estudiando.
La cultura mochica comenzó a desarrollarse a principios de nuestra era y tuvo su apogeo entre los años 300 y 600. Santiago Uceda, quien fue codirector del Proyecto Arqueológico Huaca de la Luna y director del Museo Arqueológico de Trujillo (Perú), afirmaba que aquella
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos