Poemas De La Oscuridad: Bosquejos De Locura
Por Abel Garcia
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El hombre habita en un planeta que ha sido creado para que los seres vivos moren en l, disfrutando de lo que les ofrece la prdiga naturaleza, en donde no existen ms fronteras que las que demarca cada regin natural, sin embargo, la dominacin del hombre sobre el hombre, entre los pueblos, culturas, clases o tribus, ha establecido una dominacin territorial marcando lmites de dominacin y mando, olvidado del equilibrio preestablecido entre los ecosistemas y biomas; pretende el humano ejercer una exigencia de tributos que generan la supremaca del ms fuerte convirtindolo en un individuo ms agresivo o brbaro. Siendo el depredador nmero uno sobre la faz tierra.
A lo largo de la historia de la humanidad observamos cmo ha existido esta tendencia ambiciosa, de ejercer el mayor dominio posible sin importar de qu manera se somete y humilla al ms dbil o pacfico, ya que es de suma importancia contrarrestar los ideales de hombres que tambin han existido y existen que, usando su inteligencia para una mejor convivencia de las sociedades, van buscado alternativas para otro tipo de subsistencia pacifica, en un ambiente de colaboracin y asistencia con los que menos tienen. Pero generalmente son oprimidos o suprimidos en sus ideales filosficos por los que mantienen la hegemona del poder y de la fuerza bruta, creando organismos colaterales a quienes se les confiere poder para proteccin de esos intereses maquillados con tintes de patriotismo o nacionalismo, Creando en esos grupos especiales una mentalidad subyugado por ideales forjados precisamente como una doctrina que perpete su hegemona en el poder.
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Poemas De La Oscuridad - Abel Garcia
ÍNDICE
AÑORANZAS
INSENSATEZ
POESÍA DE LA OSCURIDAD
ESCLAVOS DE LA IGNORANCIA
MI PUEBLO AGONIZA
¿EN DONDE ESTÁ HOY MI RAZA?
ESTUPIDEZ
DIA DEL TRABAJO
MUJER
UTOPIA
SUEÑOS HUECOS
LOCURA
MIEDOS
ENCUENTRO
UNA DAMA DE NEGRO
UNA GRAN ROSA
UNOS OJOS VERDES
UN DIAMANTE EN EL CIELO
LLEGASTE TÚ
EL VUELO DE LAS PALOMAS
DEL COLOR DE LA TIERRA
A MI MADRE
SI TE ROBARA UN BESO
UN CAMINANTE CUALQUIERA,
EN DIOS, ¿SOMOS UN INSTANTE?
AMALGAMA
CERCA DEL OCASO
Empecé a escribir bocetos de versos cuando tenía doce años, y mi tiempo transcurría en una situación muy difícil, mi familia era muy pobre, siempre mencionaban la nula posibilidad de un día llegar a estudiar algún oficio o profesión. Sin embargo, nunca estuve conforme con esa situación y desde entonces mi propósito fue el buscar los medios para lograr ser alguien de bien y estudiar una profesión, aunque mi mayor ilusión era la de ser sacerdote, por lo que terminada mi educación primaria que realicé en el colegio San Juan Bosco de mi pueblo. Tuvo que transcurrir un año más para que pudiese continuar con mis estudios secundarios, ya que la única posibilidad era que me aceptaran en el seminario en donde ya estaba un hermano de mi padre, por lo que esperé a que el viniera al pueblo en sus vacaciones para plantearle mis deseos de ingresar al seminario y la posibilidad de que me ayudara a conseguir una beca en el mismo.
Mi vida transcurría con muchas dificultades, fui el primero de diez hijos, por lo tanto la carga de la familia y del trabajo se sostenía muchas veces sobre mí, tanto del hogar como del trabajo para sostén que realizaba mi padre. Hubo muchas situaciones tristes que me hacían pensar si era yo de verdad hijo de ese matrimonio, o si sería adoptado al haber sido abandonado por algunos padres que no me habrían aceptado. Mi niñez fue muy difícil, la situación entre mis padres igualmente se conflictuaba a cada momento y los efectos recaían sobre los hijos, sin embargo escribir una especie de diario y mis disque versos en poesía eran un escape. Mi idea era escribir versos, en mi ignorancia e inocencia yo creí que eran poesía, dedicada a desahogar mis sufrimientos y esperanzas. Los dedicaba a las personas que me protegían de mis penurias, y a la esperanza que tenía yo, de poder salvar a toda mi familia de la situación en que estábamos viviendo, eran la razón de mis escritos, ahora que releo algunos que encontré entre mis cuadernos, me doy cuenta de lo infantiles y cursis que resultaban pero sin embargo creo que fueron los bocetos para escribir ahora, mis sueños y mis protestas, sobre lo que pasa a mí al derredor, es la manera que aprendí a hacerlo, nunca había leído poemas o libros, sin embargo tengo que agradecer a mi padre, a mi madre, que me introdujo por los caminos de la lectura, ya que ella era una apasionada por la lectura, cada semana conseguía altos de historietas de todos tipos, y a dos amigos que me animaban a escribir canciones que yo mismo cantaba entonces y que era algo que no he vuelto a repetir. Hasta que pude hacerlo nuevamente durante mi vida como seminarista. Así que lo que escribí, fue meramente sin ninguna regla gramatical o de métrica, no consideraba ninguna regla de consonancia. Las reglas de la literatura para mí eran completamente ajenas. Mi mayor gratitud para mi