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Regresando

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Información de este libro electrónico

REGRESANDO es una historia basada en un mundo futurista, trescientos aos a partir de ahora. El mundo ha cambiado y en el nuevo establecimiento, Las GUERRAS, El DINERO y Las NACIONALIDADES son PROHIBIAS.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento25 sept 2014
ISBN9781463388461
Regresando
Autor

Joe Mendez

Nací en Noviembre 30 del 1938, en un sector de San Juan llamado El Fanguito. Ese nombre viene a razón de que las casitas fueron construidas en la entrada de la bahía. Y para que no se mojaran cuando la marea suba, las casas son elevadas en postes de madera. Pero cuando la marea baja y vacía la bahía de agua, deja detrás el fango y sus olores. Como a los 7 años mis padres me llevaron a los Estados Unidos, y ahí viví toda mi vida menos estos últimos 5 años donde regresé a mi tierra natal. Yo tenía unos 10 o 12 años cuando Onilda, mi hermana mayor, nos explicó que la Tierra era un planeta que le daba vuelta al Sol, y que la luna le daba vuelta a la Tierra. Ella nos explicó eso con gestos de brazos y usándonos como ejemplo. Yo siendo la luna, ella el sol, y mi otra hermana era la tierra. Nosotros hicimos vueltas alrededor de cada uno, mientras Onilda nos dirigía. Esa noche casi no dormí, me quedé pensando en esa maravilla que había aprendido. Y de esa lección nació mi pasión por la astronomía. Como niño leí muchos paquines de ciencia ficción, especialmente los del publicador Gaines de EC comics. Aprendí a apreciar la ciencia futurística de los autores Asimov, Clarke, Bradbury, feldstein y muchos más, como también de los cartonistas Elder, Orlando, Wood, Williamson y otros que hoy no recuerdo. Yo sin graduarme de cuarto año, me ingresé en el ejército de Las Fuerzas Aéreas, y mi trabajo fue mecánico de aviones jet. Después del ejército y varios otros oficios en varios lugares completé 25 años trabajando como inspector de trenes para la autoridad de trenes en NYCTA. De ahí me jubilé y hoy vivo en Ángeles Puerto Rico. Soy padre de tres bellezas, Evelyn mi hija, y mis dos hijos Steven y Brandon, ellos me han dado cinco nietos y un bisnietito que viene llegando en Octubre de este año.

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    Regresando - Joe Mendez

    Copyright © 2014 por Joe Mendez.

    Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.:   2014912707

    ISBN:   Tapa Dura                978-1-4633-8848-5

    Tapa Blanda             978-1-4633-8847-8

    Libro Electrónico   978-1-4633-8846-1

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, hechos, organizaciones y diálogos en esta novela son o bien producto de la imaginación del autor o han sido utilizados en esta obra de manera ficticia.

    Fecha de revisión: 22/10/2014

    Palibrio

    1663 Liberty Drive

    Suite 200

    Bloomington, IN 47403

    Gratis desde EE. UU. al 877.407.5847

    Gratis desde México al 01.800.288.2243

    Gratis desde España al 900.866.949

    Desde otro país al +1.812.671.9757

    Fax: 01.812.355.1576

    650788

    ÍNDICE

    Prologo

    Libro I

    La Primera Pelea

    La Segunda Pelea

    Segunda Cita

    La Tercera Cita

    Cuarta Cita

    Regresando Libro Dos

    Libro 2

    El Terser Calvario

    El Cuarto Calvario

    PROLOGO

    R EGRESANDO es una historia basada en un mundo futurista, trescientos años a partir de ahora. El mundo ha cambiado y en el nuevo establecimiento, Las Guerras, el dinero y las nacionalidades han sido prohibidas .

    Los ricos ya no están en el poder, y los poderosos ya no controlan la población.

    Y a pesar de que el mundo vive en una paz relativamente calma, la inquietud interna siempre está presente. Parece que los dilemas humanistas siempre están presentes, y nada puede cambiar las emociones y el dolor de los corazones de su gente.

    El mundo está enriquecido con tecnología, robótica, e Inteligencia virtual, sin embargo, la inteligencia más común se encuentra en la gente sencilla.

    La población mundial se divide en dos grupos de habitantes, los LIBS y los Tekks. Y a pesar de que toda labor es voluntaria en el mundo del Tekk, la mayoría de su población prefiere trabajar. Mientras que para el mundo de los Libs, el trabajo será la única forma de sobrevivir.

    Pero como una tormenta en preparación, un cambio está tratando de encontrar su propósito en este nuevo mundo. Este cambio viene desde dentro de las empuñaduras de los poderosos y los poderes de unos extraños y Poderosos organismos extraterrestre.

    Carlos es un simple romántico desesperado que perdura angustias y aprende las penas de amar demasiado fuerte.

    El es lanzado hacia el pasado y regresa dándose cuenta que el pasado no es tan diferente al presente y que en actualidad es solo el reflejo del futuro. Él, sin embargo aprende de su viaje, que son sólo los más ambiciosos los que son los más peligrosos.

    Carlos se hace heredero del más extraño conflicto que Cualquier humano puede tener la espera de encontrar, y su deber es afrontarlo sin prejuicios.

    A pesar de que su mundo es un lugar que el tendrá que dejar para siempre, se da cuenta de que él debe irse silenciosamente sin recompensas ni gloria. También llega a entender el propósito de su mundo en el universo, y tiene que hacer todo lo posible para salvarlo. También comprende que sus encuentros con formas de vidas extrañas son su única solución, y en ellos decide poner su fe.

    LIBRO I

    Día 1 viernes, 05 de junio de 2274

    EL PRINCIPIO

    LAURA

    E n un lugar llamado apropiadamente, la ciudad subterránea, debido a las muchas maneras en que se puede conseguir casi cualquier cosa que está prohibido por las autoridades, y de las redes subterráneas de muchas avenidas, rutas y corredores que tiene. Muchas rutas de las cuales fueron construidos mucho antes de la caída de las torres gemelas, antes de que esta isla fue llamada Manhattan, incluso antes de que su nombre fue llamado la tierra de muchas colinas, por la gente indígena Lenape. Como también es llamada así por las muchas avenidas subterráneas de las cuales todavía están por descubrirse.

    Aquí es donde encontramos a Carlos descansando en una comunidad enterrada debajo de la superficie del parque Central Park. Él está en reposo, tratando de descansar un poco en su habitación. Está agotado y pensativo sobre su gran vuelo mañana por la mañana, a las 06.00 horas, donde tiene que estar en un transbordador de GC para el desierto del Mojave en Las Vegas

    Estaba muy cansado y sabía que tenía que madrugar para ese vuelo rutinario de los hilos que tiene que pilotar. Tiene que manejar una nave en el cinturón de asteroides donde había que trabajar en unos anillos de hilos. Sólo tenía unas pocas horas para dormir, pero él no tenía nada de sueño.

    Asombrado por el sonido del timbre, al instante miró el monitor y vio la cara de su amigo en la pantalla. Era la cara de Coelo, un rostro que fue claramente uno de alegría. Él sabía que su amigo estaba embalado, Coelo siempre estaba así.

    Qué quieres, Coelo?

    Solo hablar, es todo, mi pana.

    ‘Lo dudo.’ Pensó Carlos.

    Entren. Dijo y le dio acceso de entrada a su apartamento. La puerta se deslizó al abrir, y entró Coelo y tres de sus amigos.

    Este es mi amigo Brow. Dijo Coelo introduciendo a su amigo. Era la costumbre introducir a los hombres primero, dejar a las damas para después y evitar miradas de rivalidad. Brow era un hombre joven y alto. Su cara tenia la forma de un asiento de bicicleta. Tenía una combinación de bigote y barba delgada que parecía un candado. Brow también tenía las cejas anchas y Carlos pensó si esa era la razón que lo apodaron Brow. El tenía una sonrisa agradable, y parecía el tipo de persona que por un buen rato iba donde quiera. Pero parecía como si prefería ir donde había algún tipo de acción, como drogas, música y mujeres. Parecía un hombre de acción.

    Coelo era diferente, más calmado de tipo tranquilo, pero al mismo tiempo, la clase de persona que haría un cuento de mentiras y luego respaldaba todo con un testigo, o algún tipo de evidencia. Este no iba a quedar atrapados por las autoridades para nada. Coelo no trabaja ni iba a ninguna clase de entrenamiento. Él solo hacia lo que le exigieran pero siempre encontraría la manera para salirse sin completar sus estudios, ni sus compromisos. Siempre decía que sus primeros años de escuela fueron suficientes para él obtener lo que él podría disfrutar de la vida. Que no quería nada más y nada menos.

    Su rostro era redondeado y tenía los ojos agradables. Tenía hombros anchos y la apariencia de ser contendiente para un atleta, pero no parecía que estaba en ningún tipo de condición física. Pero sí, su condición era tal como cualquiera y mejor que muchos de los que se acondicionan. Tenía una boca pequeña y una sonrisa que en la mayoría de veces parecía una mueca, que tal vez sea la razón porque siempre acompañaba su sonrisa con una guiñada.

    Se dirigió a Carlos con pasos suave, más de baile que de un caminar. Carlos notó que Coelo llevaba una chaqueta de cuero. Ropa de cuero es prohibida por las autoridades en el mundo Techno. Coelo llegó a un deslizamiento unas pulgadas de frente a Carlos. Carlos se reía del hombre y lo abrazó como si fuera un hermano. Coelo lo levanto, lo columpió dándole vueltas y luego lo soltó. Carlos ya lo conocía y se preparó para ese truco. Carlos aterrizó en sus pies sin problemas, dio una vuelta terminando detrás de su amigo, y le dio un cocotazo en la cabeza. Los dos se rieron por un buen rato.

    "Ven aquí, quiero que conozcas unas nenas finas del los Dark ages."

    Oye mira no soy una jibara sabes. Dijo Linda en defensa.

    Ay, perdóname angelita. Tú sabes que la mitad del tiempo no sé ni lo que digo. Ligeramente levantó sus brazos y los hombros para mostrar un gesto de, ‘¿Que hice mal?’ Se dirigió a ella y agregó, Mi dulce bebita, tu sabes que eres más sofisticada que la mayoría de esas emplastas de la Tek.

    Luego le plantó un beso en sus labios que sonó más fuertes que la descarga de un corcho de champán destapando. Ella se rió, y él se rió con ella. Ella lo agarró y lo besó fuertemente. Miró a Carlos y dijo, "Me encanta este tostao, él simplemente me vuelve loca."

    Carlos, mi amigo, esta es Linda, mi ángel. ¿Y parece un ángel verdad?

    Linda era una mujer bonita y exótica de cara, aparentaba de ser tipo salvaje y peligrosa. Su cabello, rubio ondulado y sedoso, le arropaba su rostro ovalado, dándole la apariencia de ser un cameo de griega antigua. Cuando ella sonrió sus labios redondearon en forma de un corazón y formaron una mirada sensual y seductiva. Sus ojos eran grandes, y bailaban al reírse. Eran ojos claros como color avellana, sus ojos y el lunar que adornaba su ceja izquierda le daba la apariencia de una gitana sensual de tiempos pasados. Ella no era una mujer delgada, bastante llenita, pero su figura complementaba bastante bien sus grandes senos.

    Carlos se le acerco le besó su mejilla y le dijo Es un placer conocer una hermosa dama del exterior.

    Un placer conocerlo, también. Ella dijo y rió en lo que parecía una risita.

    Esta. Mi querido amigo, Carlos, Dijo Coelo, ya que se había bailado una caminadita a la otra muchacha. esta es Laura, la bella Laura. Ella es la única y la más linda prenda de ese misterioso mundo que sólo se oye hablar.

    Carlos la miró, y fijó su mirada a ella. Ella transmitió una sonrisa igual de brillante como sus hermosos ojos. Ya Carlos no oía las zalamerías de Coelo, ni sabía dónde estaba, ni cualquier otra persona en el lugar. Sus ojos estaban solo sobre ella. Los ojos de ella le brillaban como estrellas en la noche y eran negros como el carbón. Su piel sedosa como el terciopelo y suave como pétalos. Sus labios formaron una sonrisa suave y tan seductiva que Carlos no pudo alejar su mirada de ellos. En su mente los besó y saboreó la dulzura de su boca.

    Pensó si era novia de Brow.

    El no se había dado cuenta que no se había movido, ella en cambio comenzó a caminar hacia él para saludarlo. Mientras caminaba, la gracia de cada movimiento que ella hizo, le complació. En cada paso, sus caderas suaves undulantes, la hacía verse más y más deseable. Y su cinturita tan pequeña y hermosa, que él se preguntó si nunca había visto una mujer tan hermosa como ella.

    Ella se le acercó y presentó su mano para saludarlo. Él la hubiera besado, pero estaba demasiado nervioso, demasiado tímido y con mucho temor. Él respiró profundamente, dio un paso más cerca, tomó su mano en la del y como más suavemente pudo, le besó la mano. Él levantó sus ojos a los de ella, y dijo, Usted es la mujer más hermosa que he conocido.

    Ella hizo un intento de una risa cordial, pero Carlos sabía que era sólo un intento de ocultar una falsa modestia.

    Gracias, dijo ella con una sonrisa tan bonita como la más fresca mañana en la primavera. Pero entonces ella rápidamente reprendió, Parece que tenemos otro Coelo en el grupo.

    Carlos sabía que también fue otro intento.

    De ninguna manera, dijo Linda. No pueden haber dos Coelos

    Laura le dio a Carlos una guiña fugaz, y él respondió con una sonrisa amplia.

    Que te trae aquí, Coelo? Dijo sin quitarle la vista a Laura. A él no le preocupó si ofendió a Brow. Coelo no los presentó como pareja. No había indicaciones ni nada. No tenía anillo. No estaban ni juntos. Además no le importaba, en su mente ella iba a ser para él, y si tenía que hacerlo, lucharía por ella.

    ¡Hrmm! Coelo sonó su garganta como para llamar atención.

    Carlos se estremeció pestañeando. Se sintió un poco incómodo y presumiendo. Pensó si había actuado estúpido. Se sintió consciente y torpe. Pero aún sin despegar su vista de ella, dijo. ¿Qué?

    Necesito un favor, mi buen amigo.

    Antes de alejar su vista de ella, le dio una guiñada, volvió a su amigo y le dijo ¿Qué tipo de favor?

    El tipo que amigos hacen pá los amigos.

    Deja la mierda. ¿Qué necesitas?

    Necesito un chip para un caballo de droid, y estoy desesperado.

    No se puede hacer eso.

    Sí se puede.

    OK. ¿Qué clase?

    Un gobernador de galope MμP chip. Lo necesito para un semental que va a correr esta noche.

    ¡No! No para esta noche. No es posible. Eso es imposible. Están sólo en el almacén, y no podemos entrar

    No es necesario obtener uno, tengo uno, ya.

    ¿Entonces para que me necesitas?

    Para arreglarlo, está dañado.

    ¿Por qué diablos no lo dices coño?

    ¿Recuerda que decíamos para charlar?

    Sí, sí espera. Me recuerdo. Joder. Me gusta joder.

    Eso es hermano, Joder.

    Dime. ¿De dónde sacaste esa chaqueta de cuero?

    Tú me conoces. Hay este artesano, te lo presentaré, y él es de los viejos tiempos. Dicen que el viejo es un Brujero.

    En pocos minutos arreglo el chip, le fue fácil. Es fácil cuando se sabe qué hacer.

    Gracias, mi pequeño amigo, eres realmente un amigo en necesidad.

    Esperemos que tu caballo gane.

    "Créeme, ya está zapatiaó. Y se rió.

    Lo entiendes, zapatiaó, ja ja! Brow comentado.

    ¿Por qué no te vienes con nosotros? La pasarás bien. Coelo interrumpió.

    Si pudiera…

    Pana, lo siento, pero eso no está en ná. Vienes con nosotros. Le dijo Coelo.

    Tengo que trabajar temprano mañana, un viaje a Júpiter, necesito estar ahí.

    Escucha panita, te aseguro que volverás a tiempo, y sé que, siii puedes. Créeme va a estar en algo.

    Realmente no puedo…

    Se puede, y quieres. Pausó, y rápido le dijo. Laura va. ¿Verdad que sí Laura?

    Carlos la miró, y ella se sonrió. Laura se sentía bien sabiendo que ella era la razón por la cual él iba. Ella caminó hacia él y le dijo, ¿Porqué no vienes con nosotros? Creo que disfrutarás de nuestra compañía.

    Él la Miró, sonrió y dijo, OK, creo que me arrepentiré si no voy.

    Más te vale. Le dijo con una media sonrisa, una sonrisa de triunfo, una sonrisa que la hizo verse mucho más sensual de lo que él se pudiera imaginar. Él también se sonrió, pero la de él fue de conquista.

    ¿Dónde vamos de todas maneras?

    Vamos al barrio de Laura. ¿Verdad negrita?

    Eso es correcto, a mi campito.

    Vámonos, no tenemos mucho tiempo que perder.

    No tenemos permiso para salir de Tek

    "Mi amigo, no necesitamos ningún frikkin permiso." Coelo dijo con muecas imitando a un personaje de una vieja película de Hollywood.

    Tenemos tecnología Tek. Continuó y le enseñó a Carlos un montón de tarjetas bitadas y aparatos electrónicos.

    Esto nos sacará de aquí, y además sé de una ruta abierta.

    Eso quiero ver.

    Lo primero que se nota al salir del apartamiento de Carlos, es un pasillo al frente de su habitación. El pasillo es largo y circular y se extiende continuamente en ambas direcciones, pero siendo redondo, el pasillo se desaparece alrededor de la curva. En un lado de este pasillo está la pared donde están las puertas de entradas a todos los apartamientos. La otra pared del pasillo está adornada con unos dibujos, carteles aquí y allá, y a ciertos intervalos están unas puertas cerradas para las cuadrillas autorizadas de mantenimiento. Todas las puertas están notadas visiblemente y marcadas con anuncios que advierten de ninguna entrada excepto el personal autorizado.

    Llegando como a la quinta puerta de esa pared, Coelo saca su bolsita de aparatos y bitcards de trucos. Le da a Carlos una mirada burlona, presiona unos botones y la puerta abre, revelando una escalera que conduce a los niveles altos y bajos. Coelo muestra una sonrisa orgullosa. Viajan tres niveles hacia abajo, se montan en un montacargas y suben siete niveles al desván.

    Esperando en el desván estaba un guardia. Era un hombre bajito en uniforme.

    ¿Que los tardó? Dijo el guardia.

    ¿Qué demora? ¿Qué dices? Volví inmediatamente."

    Tengo mis rondas, sabes, voy tarde. ¿Están listos?

    ¡Sí vámonos!

    Bien Dijo, mirándole a Coelo su chaqueta de cuero.

    Cuando salgamos. ¿OK?

    ¡Whoa, whoa¡ espere un minuto! Dijo Carlos, ¿Mi tren a las seis?"

    No seas tan preocupado, estarás en ese tren. Te lo garantizo, OK. Coelo le afirmó pero en forma de pregunta.

    Yo no lo creo, Coelo. Carlos le protestó.

    Sería que me dejas ir sola. Dijo Laura, interrumpiéndolo, y le puso su mano sobre su hombro y suavemente tocó su mejilla.

    Él le cogió la mano, se la apretó y dijo. OK, Cuenten conmigo.

    El guardia los llevó a un pequeño vehículo de energía pulsar EMF. Parecía un pequeño autobús sin ruedas y tenía una insignia en el lado que decía seguridad de Central City. Abordaron el vehículo. A Carlos le pareció ser suficientemente cómodo y espacioso. Y él por supuesto, ayudó a Laura.

    El guardia activó el vehículo, se levantó unos centímetros por encima del nivel del suelo y sin tanto como un simple susurro de un devanado del motor, apresuró en una rápida aceleración.

    El guardia condujo a una rápida velocidad, a través de algunos corredores, girando muchas vueltas incomodas.

    Coelo le preguntó cuál era la prisa, y el dijo que tenía que volver pronto, que iban a ser una inspección de los vehículos. Necesitaba estar allí en menos de una hora.

    Bueno, entonces avanza. Coelo lo ajoró.

    Alcanzaron la orilla del perímetro de un caserío de la comunidad. Era el borde más exterior del desván, a partir de ese lugar no era permitida la salida de vehículos. El guardia presionó unos botones de la consola del vehículo, y una puerta grandísima de garaje abrió, y el mundo exterior del parque fue abierto para ellos.

    El guardia Miró a Coelo y dijo Bueno, aquí estamos. Todos ellos salieron, y el guardia extendió su brazo hacia Coelo.

    Coelo lo miro con pena en los ojos.

    Un trato es un trato amigo. Ahora entrégalo. Coelo se quitó la chaqueta y se la dio al guardia, diciéndole. Consigo otra.

    Afuera el mundo era hermoso. El cielo estaba adornado con una luna llena, y el aire también estaba lleno de emoción. Carlos viviendo su juventud de sus treinta años y con su vida entera por delante, y ahora la mujer más bella que jamás ha conocido estaba a su lado.

    Y ella, agarrada de su brazo, se sentía llena de emoción y entusiasmo. Él sentía el seno de ella rozar su brazo al ella moverse, y lo volvía loco. Ella por supuesto lo sabía, y a propósito se movía para más provocarlo.

    Carlos amaba la vida esta noche. Su pasión por la vida fue a lo más imaginable, tanto que él apenas notaba donde iba. Finalmente llegaron a la pista y Coelo hizo lo que tenía que ver con su caballo robótico Droid. La carrera fue excitante, Linda y Laura gritaban cuando los caballos redondeaban su estrecho final. La carrera fue bien, el caballo de Coelo no ganó, pero llegó en segundo lugar. El se ganó algunos trofeos de metales raros y pieles de animales, también se ganó una cita con una prima de Brow. Por supuesto Linda no le gustó la idea en nada. Pero ella sabía que él no la iba a cambiar por esa señora. El solo dijo OK por complacer.

    Siguieron caminando por la calle. Fue un camino de curvas y vueltas. Un camino tal como se ven en pinturas antiguas de los campo suburbios. En la distancia había un jardín, y en el jardín había una agrupación de personas. La música se podía escuchar desde lejos.

    De repente, Laura excitada dice, Vamos a prisa tengo sed.

    Cuando llegaron, todas las mesas de afuera estaban ocupadas.

    Adentro es mejor, vamos Coelo dijo.

    Tenía razón la música era más fuerte y mejor adentro, y consiguieron una buena mesa cerca de la banda.

    Bailaron mucho. Le tomó un tiempo para no turbarse con los pasos y los movimientos. Hacía mucho tiempo que no había bailado, y lo mostró tropezando con ella.

    ¡Mira! Dijo ella. Me sigues o bailas con otra.

    No supo qué hacer, y solo la miró.

    ¿Bueno? Preguntó ella mientras lo miraba con su rostro ladeado.

    Está bien. Le dijo, y cambió de manos. Puso su mano izquierda sobre su hombro y la dejó que dirigiera el baile.

    OK, dijo ella, ahora vamos a bailar.

    El no tuvo ningún problema siguiéndola. De hecho era más fácil ya que ella bailaba mejor que él. Hubo momentos en que a él se le olvidaba y la agarra por la cintura con su brazo derecho. Ella no le dio importancia a menos que se cruzara de pasos.

    Había momentos cuando la música se la llevaba, como barriéndola por la pista. Laura se entregaba totalmente a los ritmos de la canción y la música. Era como si estuviera bailando sola. Su cuerpo suavemente se meneaba con una sensualidad fluida, y seductiva. Y él se sentía entrapado en su belleza. Era primordial, era un baile de amor y el se sintió parte de ella. No podía despegarle los ojos, ella se los había cautivado. Luego ella entraría nuevamente en sus brazos. Él por miedo de no perderla bailó con ella cada movimiento que ella le brindaba.

    Ella se sonrió y riéndose le permitió a él el privilegio de ser seducido por ella. Él quedó encantado de este momento en su vida, encantado de los movimientos de ella, y de su pelo suelto. Encantado con la pintura de labios que se le había regado en la boca, y ese estilo gitano que ella mostraba con tanta pasión. También se fascinó como su vestido se le subía por encima de las rodillas al ella bailar. Pero más que todo su cercanía, y sabiendo que ella disfrutaba al estar con él. La música se detuvo, ella en un fuerte abrazo besó su boca abierta. Y con su mano, ella cariñosamente le secó el sudor de su frente.

    Se sonrió y le dijo a él: ¡No estás tan mal! No tan mal para un Tek.

    El solamente se sonrió y la siguió hasta la mesa.

    LA PRIMERA PELEA

    ‘E ra fantástico,’ Carlos pensó. ‘la noche iba bien, hasta que un hombre la saco a bailar. A Carlos no le gustó la idea, pero se trataba de su territorio, y realmente no eran nada todavía. Qu é podía hacer él, solo respetarle sus deseos. Solo, se sintió abandonado al verla irse con un extraño a bailar. Algo que pensaba que debería ser solamente para él.

    Coelo ya estaba bailando con Linda, y hacían buena pareja bailando juntos. Pero los ojos de Carlos eran principalmente para Laura. Parecía que cada ratito él miraba a donde estaban, y si no podía verlos era peor. Carlos estaba celoso, no se daba cuenta, pero era así. La idea, que otro hombre la tenía en sus brazos lo enojó. Le molestaba verlos disfrutando del baile. Y más todavía verla gozando tanto con otro hombre. Quería ir a interrumpir, pero sentía que no sería lo correcto. El estaba tan enfocado en su dilema, que no se dio cuenta cuando Coelo y Linda se sentaron junto a él.

    ¿Qué pasa Bro, huele cuernos? Coelo lo charló.

    No, no es eso tratando de disimular, habló defensivamente, sólo estoy viendo el baile, eso es todo.

    Siii, claro que sí. Coelo se entretuvo a costo del.

    Déjalo quieto, Dijo Linda defendiéndolo. Carlos, por qué no vas y cortas, a ella no le molestará."

    Después de esta, lo haré. Pensó que tal vez no notaran su aguaje.

    Mejor aún, dijo Caolo. Ve aquella jovencita allí. Coelo, disimuladamente, Arrugó su boca y con su barbilla, apuntó a una mesa al otro lado del salón.

    ¿De quién estás hablando? Carlos cruzó su frente fingiendo confusión o desinterés.

    De aquel pollito en el medio. ¿La ves? Es la del pelo largo y negro, hace rato que te está ligando. ¿Por qué no la sacas a bailar?

    No creo que sea una buena idea. De nuevo habló en defensa.

    "Déjalo quieto. No ves que está jukiaó con Laura. Dijo Linda. Entonces se inclinó sobre él y susurró en su oído, Coelo tiene razón, le gustas a esa chica, lo más seguro que está esperando una señal de ti y estará en esta mesa con algún tipo de excusa, tú verás." Le dio un besito en la mejilla y le dijo a Coelo que quería bailar.

    Carlos se levantó y fue donde un anciano que vendía bebidas. Le preguntó cuál era su precio para las bebidas. El anciano le dijo que los amigos de Coelo no pagan. Recojo de él después. Él es mi buen amigo, confío en él.

    ¿Que tienes que sea bueno?

    Recibí este Ron de Labana Cuba. Es tan bueno que no lo vas a creer.

    OK, dame el ron.

    ¿Quieres un zumo de limón? Dijo que sí, le dio la mano y volvió a su mesa. Cuando se sentó percibió a Laura mirándolo fugazmente. Luego miró la mesa donde estaba la joven, pero no estaba allí. Miró a otros lugares buscándola.

    ¿A quién buscas? Él se agitó al oír una voz susurrada y femenina detrás de él. Miró así atrás y era ella.

    ¡Wow! Dijo. Y luego añadió rápidamente Como si llegarías de un sueño. Ella se rió levemente y se sonrió con gusto.

    ¿Me acompañas en una bebida? Él le sugirió.

    Pa’ eso es que estoy aquí.

    Siéntate, acompáñame. Ella se sentó y se presentó. Su nombre era Luces, y él comentó sobre su nombre y su cabello hermoso. No mucho después, cuando ella miraba hacia la pista de baile, de repente y sin motivo se levantó y dijo que debía irse. El miró a la pista de baile y estaba Laura parada, con una mano en su cadera y mirando en la dirección de su mesa. La joven se fue, y Laura volvió con su baile.

    Carlos se sintió torpe, estúpido y controlado. No le gustó, pero algo de la idea le gustaba. Se dio un trago. El ron le quemó la garganta y el pecho. Y según el licor bajó, sintió los efectos viajando a través de su sistema. Incluso quemó su estómago, pero necesitaba esa bebida. Fue a la pista de baile donde Laura estaba y dijo. ¿Puedo cortar?

    El hombre con quien ella estaba bailando dijo que no y Carlos le dijo, Estoy hablando con la dama, no contigo, chiquitín.

    Qué lástima, camarón Teko, porque yo estoy hablando por la Daaaaama. Se aguantó en las sílabas para burlar el manierismo de Carlos.

    Creo que la daaaamaa puede usar su propia mente. Laura era todas sonrisas, ella miraba a Carlos con una mirada de amor, pero su naturaleza era ser conquistada, y no tan sólo ser tomada. Y Carlos, por mismas razones, estaba viviendo sus instintos primordiales.

    ‘Esto es lo que la vida es.’ Pensó Carlos. ‘Luchar por la mujer que amas. La importancia de ganar es tanto, que la única forma de perder, sería morir.’

    Vine aquí a bailar. Ella dijo. No a discutir.

    "Pues vamos a bailar beibita." Y aquel hombre le agarró su brazo para llevársela de nuevo. Carlos instintivamente y con invariable determinación, rápidamente y con firmeza, agarró la muñeca del hombre. El hombre miró a Carlos con una mirada brava y de desafío, fue una mirada fría. Carlos, se apretó su mandíbula haciendo muecas de agresión, la arteria en su frente creció al doble de su tamaño. Y nunca le despego los ojos a su adversario.

    OK, vamos a mantener esto amable. Hubo otra mano en la muñeca del hombre, era la mano de Coelo.

    ¿Cuál es el problema aquí que Coelo tiene que arreglar? Coelo advirtió.

    No hay problema conmigo. Dijo el hombre. Ninguno aquí. Carlos acordó, Pero agregó, Es sólo una cuestión de lo que la señorita quiera. Todos miraron a Laura, y parecía que la cosa descansaba en las manos de ella.

    Vine con Carlos, y me supongo que me voy con él.

    El hombre inclinó su cabeza y se excusó. Pero le dio a Carlos otra mirada fría. A él no le gustó la idea de haber perdido, y la respuesta de Laura le dio suficiente motivo para querer quedarse y luchar. Pero pensó mejor irse. Cuando se fue, Carlos le preguntó a Laura lo que ella quiso decir con ‘Me supongo que me voy con él’

    Vinimos juntos y nos vamos juntos, es lo que quise decir.

    ¡No! Ella lo estaba jugando y a Carlos no le gustaba. "No es lo suficientemente pa mí, necesito algo, un poco mejor que eso."

    Ay, ojala y no seas de esos que se aferra a un rencor para siempre. Le respondió fríamente. Pero luego le añadió, Y yo. ¿No soy algo mejor?

    Carlos sonrió, y su sonrisa se convirtió en risa, y así lo hicieron todos. Bromearon sobre todo. Y Coelo incluso bofeteó a Carlos en la espalda, con aprobación de hombría. Fue un tiempo divertido para todos, excepto el rival. Carlos Miró sobre los hombros de todos y vio al hombre. No le gustó su mirada.

    Bailaron y bebieron el resto de la noche. Y cuando tocaron un bolero ella lo miró y le dijo. En este baile tú guias.

    ¡Síii! El dijo con rotunda aprobación.

    Bailaron lentamente, y la mantuvo cerca de él. Él sentía, con cada pulso del ritmo de la música, su cuerpo moverse contra él. Estaban tan cerca que él sentía, con cada respiro de ella, sus senos presionando contra su pecho, y cuando ella se mecía él sentía la ternura de sus muslos sobre los del. Y en cada movimiento que ella hacía él sentía la suavidad de sus caderas incitándolo. Trató, como mejor pudo, de no aparentar muy obvio, o demasiado ansioso.

    Cuando de repente, ella lo apretó mucho más fuerte, y lo hizo sin perder, ni el pasó ni el movimiento del bolero. El sentía ese cuerpo suave y tierno cerca de él. Los movimientos rítmicos de ella seguían los del, como igual esos movimientos seguían sus deseos. La sensualidad de su cuerpo pulsando con cada ritmo melódico de una canción misteriosamente romántica, lo fascinó.

    El cantante declaraba el amor a una mujer, mientras güiros y maracas lo acompañaban. Los toques rítmicos del bongó incitaban sugerencias pélvicas. Dos guitarras fueron acompañadas con un bajista. No había arreglos técnicos, esto era pura música, algo que él no estaba acostumbrado a escuchar, mucho menos a bailar, pero algo de esta música le gustaba y le dirigía los pasos.

    La carita de ella descansó en su pecho, y él sentía el calor de su aliento. También sentía que la aroma de su boca y el olor de su pelo, era igual al perfume de su cuerpo. La abrazó. Ella respondió con un suspiro.

    Me tienes que dejar que respire un poco. Ella le dijo al mirarlo. Y luego por alguna razón desconocida, no sabía si era la necesidad de besarla, o si era lo que él pensó que ella quería. Pero por lo que fuera, la besó. La besó completamente en la boca, y ella le respondió con la pasión y la embriaguez de un beso húmedo y amoroso.

    Todo había marchado bien, pero ya era tiempo de irse, eran más de las 3 de la mañana y si se iba ahora apenas tendría suficiente tiempo para prepararse. Dormiría en el tren, él pensó.

    Salieron de la sala, hablando en voz alta y riéndose. Pero esperando en la salida estaba el hombre que había bailado con Laura. Él del problema.

    Creo que tenemos un asunto sin terminar. Dijo amenazando.

    Creo que todo terminó cuando la Daaamaa decidió, y creo que fue final. Carlos dijo con un aire de autoridad.

    Supongo que sí, convino el hombre. Pero eso es, si te vas a esconder detrás de la Daaamaa.

    Escúchame, por qué no te sales del medio, todo lo que estás haciendo es siendo una molestia.

    El hombre dio un paso más cerca a Carlos y con desafío dijo: Sácame.

    Carlos levantó su brazo. Y en ese mismo instante Coelo se puso entre ellos y dijo.

    Vamos A dejar esto. Dijo Coelo.

    Pero Carlos puso su brazo lentamente en el pecho de Coelo y sin despegar sus ojos de su rival, y lentamente lo empujó del medio diciéndo, Coelo lo siento, pero hay sólo una manera de terminar con esto. ¿Verdad hombrecito?

    Sin una palabra el hombre le tiró un puño a Carlos en el lado derecho de su cara. Carlos no sintió el dolor al principio, pero perdió su equilibrio y casi tumbó a Brow y a Linda con su caída. Coelo inmediatamente recogió a su amigo y fue para el hombre. Coelo lo hubiera agolpeado, Pero Carlos se interpuso y lo aguantó.

    Éste monito es para mí Dijo Carlos. No había más nada que decir, la mirada en su cara fue una clara declaración de guerra.

    El golpe calló en el pecho del hombre. Le tiró a la cara pero el adversario se inclinó en anticipación del golpe, pero le fue mal y perdió su equilibrio, y aunque tomó unos pasos hacia atrás para lograr su equilibrio, cayó de golpe. Sin pensarlo, Carlos ya estaba al frente de él.

    Levántate hombrecito, hasta ahora es sólo un empate. Le vio el miedo en los ojos, pero eso hizo poco para calmar su deseo de pelear. La sangre ya se le había ido a la cabeza, y su corazón estaba latiendo mucho más rápido que lo normal. Además, este hombre lo había ofendido frente a Laura. Esta lucha tenía que ser terminada sin pensar en penas.

    El hombre se levantó, Carlos dio un paso atrás. Vio que el hombre estaba inseguro y sus piernas le temblaban. Le fingió un golpe con su derecha y le enganchó a la cara con su izquierda. Entonces le entrego un puño fuerte en la boca, y sangre brotó de su boca. Carlos le golpeó de nuevo y le hubiera agolpeado más, pero de nuevo Coelo se interpuso y lo detuvo.

    Ya Carlos. Suficiente¸ creo que has ganado. Se ve. ¿No lo ves?

    Sí, lo veo. Vámonos de aquí. Salieron y Carlos miró hacia atrás y vio que al hombre, unos de lo que estaban allí lo levantaron. Miró otra vez y vio que el hombre estaba sentado con su cabeza hacia abajo, un hombre perdido. No se preocupó por una represalia. Cogió la mano de Laura y cuando ella lo apretó él se estremeció.

    Ella lo miró, luego miró su mano y le dijo, Tu mano, tu mano está hinchada.

    Él miró y dijo, ¡Maldito sea! Ahí va el viaje. Su mano estaba hinchada en los nudillos, y él sabía que había una fractura.

    Déjame ver, déjame ver. Coelo dijo agitado. Vamos a llevarlo a Cheli, ella sabe qué hacer, y ella no está lejos de aquí.

    Día 2 el sábado 6 de junio

    CHELI

    Al entrar encontraron la casa inmaculadamente limpia. Cheli era una señora mayor que vivía sola y pobremente, y aunque vivía pobre, uno se queda con la impresión de que esa era la forma que ella quería vivir. Su habitación tenía tres cuartos. Uno era para dormir, un baño y el otro cuarto era para sala, cocina y para todo lo demás. En la sala tenía dos butacas, algunas sillas y un sofá, y algunas mesas hechas de madera. Cuando llegaron, ella fue inmediatamente a Carlos y le preguntó, ¿Estaba peleando?

    Sí. ¿Por qué?

    Usted tiene fractura del boxeador. El quinto metacarpiano está roto. Pero no te preocupes, porque no es nada fuera de este mundo.

    Mientras ella examinaba su mano, Carlos pudo verla de cerca. Era mayor de edad, en sus cincuentas o más. Era bonita, quizás tal vez una mujer hermosa cuando joven. Su característica más bonita era como hablaba. Arrugaba su boca como tirando un beso, especialmente cuando decía ciertas palabras como ‘mucho’, ‘adiós’ o incluso ‘propósito’. Su rostro tenía una forma atractiva, rejal en cierta aspecto, pero dócil a la misma vez. Y sus ojos eran interesantes. En su mirada demostraban cierto intelecto y pasiva autoridad. Sus manos estaban arrugadas y parecían cansadas. En su dedo anular tenia puesto un aro de matrimonio, y Carlos al instante recordó que alguien dijo ‘vive sola’ y asumió que era viuda.

    Ella lo vio mirando el anillo. Mi esposo murió hace unos diez años, ahora puedes dejar de imaginar. Y sin ninguna advertencia ella le jaló el dedo meñique lo más fuerte que pudo, mientras con su otra mano le mantuvo la muñeca en su lugar. Él sintió un dolor agudo, sus ojos se le querían salir, y él hizo todo lo que pudo para no gritar. Luego le colocó la mano para ajustarle los pedacitos de huesos en su posición correcta. Una lágrima brotó de su ojo.

    "No llores, vamos a arreglarte bien la manita, OK bebé." Lo dijo bromeando, pero con cierto cariño. Por lo menos él pensó así.

    Regreso enseguida. Ella le dijo y se fue a su dormitorio.

    Se detuvo unos minutos, y en ese tiempo Carlos vio las imágenes y los adornos que tenía en las paredes. Habían fotografías de estilo antiguo, algunos estaban descoloridos y otros, manchados con la impaciencia del tiempo. Había una foto de ella y alguien, quien Carlos presumió, era su difunto esposo. El era un hombre alto y fornido con una gran sonrisa. Él llevaba un bigote y su cabello era negro y onduladamente apretado. Era un hombre guapo. Carlos tenía razón. Ella era una hermosa mujer con un rostro fino y esculpido. Tenía una figura muy femenina. Había tres niños de aspecto adorables en la foto. La mayor parecía ser una niña de doce años de edad y estaba sentada junto a su padre aguantando su mano. La niña se estaba sonriendo y mirándolo con ojos de adoración. El joven era de unos nueve o diez años, y él estaba de pie sujetando la mano de su hermana. Buena apariencia son aparentes en esta familia, el joven también era tan guapo como su padre, pero favoreció más a el semblante de su madre.

    La más joven era una niña de tal vez ocho años de edad. Ella también era preciosa. Tenía cabello rizado y mejillas llenitas. Ella no sonrió en la foto. Había otras fotografías en las paredes. Algunos eran de un hombre en uniforme, y otros eran fotos de ella y su marido, o de niños jugando y posando. También había fotos de grupos de personas, algunos dándole premios y placas de mérito. Ella volvió silenciosamente, y otra vez, Carlos no había notado su entrada. Él todavía estaba de pie mirando las fotos en la pared. Cuando la vio, dijo, Tienes una hermosa familia, Señora

    ¡Tuve! Como puedes ver, estoy sola ahora. Pero gracias igual. Ella rápidamente cambió al tema y le dirigió. Ahora te tomas estas pastillas, no te asustes, son nada más que proteínas, antibióticos naturales y anestésicos. Dile a tu novia que te unte esta crema en la mano antes de esta tarde. No lo hagas demasiado pronto, la fractura es menor y es necesario que dejes que los huesos se acomoden por su cuenta. Hazlo así. Cheli demostró cómo untar la crema en la mano de Carlos.

    No olvides tienes que esperar. La crema le ayudará al hueso sanar. Si tienes cuidado, no necesitarás un elenco. Miró a Laura y le dijo Luchó para ti, ahora tienes que cuidarlo. ¿Está bien, amorcito?

    Laura solamente dio su aprobación con una sonrisa.

    Coelo habló con la señora y arreglo hechos con ella. Al irse, todos les dieron las gracias y despedidas. Pero Carlos regresó y le agradeció personalmente a la señora, luego le dio un abrazo y un beso suave en la mejilla. Él no se dio cuenta, porque ella mantuvo su cara hacia abajo, pero los ojos de Cheli se aguaron. Entonces sin mirarlo y con una sonrisa amplia, y escondida, le dijo, Eres un encantador. ¿Verdad?

    LUGAR de LAURA

    Afuera Carlos dijo rápidamente, "Necesito mensajear la base." Pero pensó que cualquier mensaje que mandaría, por seguro la base iba a saber de su origen. Él no estaba supuesto estar afuera de la base.

    Van a saberlo y me voy a buscar problemas. Le dijo a Coelo.

    Coelo le sugirió que usará una de sus muchos bitcards. Él le insistió que podía duplicar la de Carlos y engañar a la base. Dudosamente, Carlos aceptó. Le informó a la base de su lesión, pero que iría a la clínica después de un descanso. La base tomó nota de la información y le envió una buena suerte en su recuperación y un buen descanso.

    ¡Que te dije! Coelo celebró.

    Mejor que me vaya yendo. Dijo Carlos con pocas ganas.

    Nada de eso, Dijo Laura con entusiasmo. No vas a ningún lugar, acuérdate lo que dijo Cheli. Te tengo que cuidar. Vas a ser mi beibito esta noche.

    La miró, no había forma que le iba a decir ‘no’ a esta hermosa mujer. Y entonces con una sonrisa que no podía controlar, dijo, Sí, de verdad que necesito estar contigo esta noche.

    Ella se sonrió incontrolablemente. Su sonrisa reflejó una mirada en sus ojos que decía ‘eres mío, y te quiero.’ Lo aguantó por la cintura y dijo, Ven mi amor. Puso su mano izquierda sobre su hombro y caminaron sin pensar ni una vez donde iban ni cómo llegar.

    Eso fue hasta que Coelo apareció con un coche de dos caballos.

    Su coche Señorita. Se apeó del coche, hizo una reverencia inclinándose y dijo de nuevo Su coche Señorita. Su coche la espera Señorita, y Señor Carlos. Pero denle prisa antes de que se convierta en una calabaza. Todos ellos se rieron de sus travesuras. Laura dijo, Una calabaza eh! Ahora sería una mejora.

    Laura tomó las riendas, y viajaron por casi una hora. El viaje fue tropezado y no muy cómodo. Habló muy poco y principalmente disfrutó del paseo. Se agradó mucho contemplándola y admirando las bellezas de ella. Amaba la forma como sus cabellos ondeaban en el viento y la manera en que ella hacía sus muecas cada vez que dirigía los caballos. Era un placer tan solo verla cuando se inclinaba hacia adelante para agitar al caballo. En ese instante, Carlos tuvo la vista de ver sus caderas y muslos y la bonita forma que tenían. Estaba extasiado, ella era hermosa.

    La Luna ya estaba establecida a la orilla del horizonte, y había iluminado el cielo con colores carmesí. El alumbre de la luna con sus tonos rojos, y de sombras escarlatas le pintaban la cara con dibujos ornamentales.

    ‘Maquillaje natural.’ Él pensó. Sus labios se convirtieron en un rojo rubí y brillaban con los colores de la noche.

    Llegamos. Ella dijo y le gritó al caballo "Whoa, Nelly, Whoa! El coche frenó. Él la siguió fuera del coche y se preguntó si debería haberla ayudado a bajar. Pero como pensó en su mano fracturada, se imaginó que ella también lo había pensado.

    Él nunca había estado en esta área de Lib Central antes, pero según la ruta tomada, y las muchas colinas, pensó que estaba al norte de ciudad subterránea, quizás en el borde de El Bronx. La cercanía del río era de poca ayuda, ya que el río curva su camino alrededor de la isla. Hubo muchos edificios antiguos, algunos reconstruidos, y habitados, otros fueron demolidos para materiales. Carlos nunca había visto el mundo Libriano esta tarde en la noche. Por lo general antes de la medianoche estaría nuevamente en la base. Fue una experiencia nueva para él, y le trajo recuerdos de sus primeros años como cuando era un niño pequeño.

    Ella había atado los caballos a un poste por la casa. Su casa era como una cabaña, pequeña y pintoresca. Parecía bien construida y agradable a la vista. La casa era de un color blanco gris y tenía un techo de tejas rojas. Otro detalle ornamental fue una chimenea de ladrillos rojos en una pared de la casa. Las puertas y ventanas blancas le daban la apariencia de un diseño de pan de jengibre. Tenía un pequeño balcón en la parte delantera con dos asientos de madera. Uno era un sillón, el otro un asiento de dos personas.

    Para llegar a la puerta, ella le pasó por el lado rozándolo, se detuvo, y lo miró con ojos de una mujer frágil.

    Él se sintió como el hombre más poderoso del mundo.

    Ella con su mano acomodó unos cabellos sueltos de su frente y su cara. Y él tan rápido como pudo, pero tan suave como fuera posible, alzó su brazo al alcance de su mano.

    No. Le dijo. No dejes que esos cabellos te molesten. Te hacen lucir más hermosa. Y él lentamente y meticulosamente los cepilló como estaban, ella arrugó sus ojos al sentir las cosquillas de los hilos de su cabello en su cara y nariz.

    Carlos, quiero que sepas algo. Tomó su mano en la suya y la bajó al nivel de su cintura. En su mano sintió el calor del cuerpo de ella, y también el nerviosismo en su mano. Ella con un pequeño temblor de su voz dijo. Nunca he traído a un hombre en mi casa. Él bajó la cabeza para evitar sus ojos, no se sintió cómodo. Temía algo inevitable.

    Tú eres distinto. Ella continuó. Lo sé, y confío en ti. Quiero que sepas que mis hijos están en esta casa, y aunque puedo parecer de cierta manera, siempre estoy en alerta para ellos.

    Entiendo, Laura. Está bien conmigo, El le dijo con la mayor sonrisa falsa que pudo esforzar. Puedo volver a la base sin problema. Pero por lo que ha sido, este ha sido el momento más feliz que puedo recordar y gracias a ti. Solo espero que vuelva a verte otra vez más. ¿Hey?

    ¿Se te olvida algo? Dijo ella tratando de acordarle.

    ¿No sé, como qué?

    ¿No tengo que cuidarte? Le habló casi rotundamente. "Uno simplemente no le da su palabra a alguien como Cheli sin cumplirla.

    No entiendo, er… Opinó con apariencias de ignorancias. Pero sabiendo que las cosas le iban bien.

    Deja de ser tímido, le advirtió, y con esa sonrisa suya, dijo sabes que te vas a quedar aquí esta noche, y si te portas bien, tal vez más.

    La agarró por la cintura, la embarcó en un abrazo y la besó completamente en la boca. Me quedaré el tiempo que tú quieras. Le dijo al separar sus bocas.

    Ten cuidado con lo que pides, mi amor.

    Lo primero que notó cuando despertó fue el brillo que trajo el sol por la ventana. La claridad le lastimaba los ojos, y casi no podía abrirlos. Los cerró de nuevo para luego abrirlos lentamente. Sintió el rostro de ella descansar en su pecho. Y suavemente la visión de ella entró a sus ojos. Se le formó una sonrisa amplia en su boca, y reconoció la presencia de su felicidad. Miró su cabeza y lentamente acarició su pelo suavemente para no despertarla. No pudo contenerse y en un estúpido intento de tratar de besar su hombro, la agitó. Ella lo miró.

    Él la vio tan bella como anoche. Las hebras de su cabello en su cara, su ensueño, y la pereza de su cuerpo relajado fue mucho para él resistir, y la tomó por los hombros, se le acercó más y le besó cada rinconcito de su cara.

    Ella con sus manos acaricio su rostro y de manera angelical lo besó nuevamente.

    Tenemos que levantarnos. Dijo ella, y lo empujó. "Tengo mucho que hacer, y no puedo permitirme el lujo de ti todo el día.

    Pero, espere… Intentó a persistir.

    No, no, no, ella insistió. Habrá más tiempo para abrazos y besos, pero ahora tengo que preparar un desayuno.

    No tengo hambre. Él protestó.

    "No sólo ti, so vago, para todos." Entonces ella se trepó sobre él y fervientemente lo besó en los labios.

    ¿No sólo abrazos y besos, verdad? Él dijo y ella se rió a carcajadas. Él también se rió.

    Totalmente desnuda, se levantó y caminó a un pequeño armario. El respiró profundo al ver su cuerpo celestial y la forma en que ella se movía. Ella sacó un camisón y se vistió, luego le trajo una bata y unas chanclas. Él intentó incitarla hacia la cama, pero ella estaba determinada a comenzar el día.

    No eres fácil, sabes. Ella dijo al resistirlo. Hay jabón y toallas en la ducha, ve primero y cierra la puerta. Welsie no sabe que estás aquí.

    ¿Welsie? Quién es Welsie?

    Mi tía, ella me cuida mis hijos.

    No se había dado cuenta de que estaba cantando en la ducha, hasta que alguien con una pequeña voz

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