«Mi nuevo trabajo es probar sex toys»
e daría bajón si te enteraras de que en el confinamiento, mientras tú no hacías otra cosa que quejarte, Cara Delevingne aprendió italiano, horneó panecillos y se cosió sus propias mascarillas? Pues tranquila, porque no fue así. «Ojalá hubiese aprendido un idioma», suspira Cara, de 29 años, desde su casa de Los Ángeles. Pese a ser una mujer eficientísima, lo que de verdad hizo fue superar la típica crisis posruptura sentimental. ¿Cómo? Reinventándose con un nuevo color de pelo. «No sé, en ese periodo yo visualizaba a una mujer… ¿Sabes cuando cierras los ojos e imaginas la persona que quieres ser? Pues yo empecé a verla con el pelo largo y oscuro…» (de ahí el maravilloso que luce para nuestra revista). Pero este año y pico le ha dado para mucho más: «Aprender a quererme, estar sola, vivir el día a día y ser una buena amiga», el tipo de cosas para las que no tenía tiempo cuando trabajaba 24/7. Ahora, en uno de sus pocos días libres, se encuentra sentada al sol en el jardín de su casa (con una fuente chic de fondo en mpieza la entrevista disculpándose por su muy su nueva melena ha sido cortesía del estilista de Hollywood Jamie Levin… (¿no pensarías que se lo había teñido ella sola, no?). Aclarado este punto, sí que hizo un montón de cosas mientras no aprendía italiano. Justo antes del confinamiento grabó la mayor parte de la segunda temporada de la serie de Amazon (junto a Orlando Bloom). Ya encerrada, lanzó con sus hermanas Poppy y Chloe un vino espumoso vegano producido con energía solar , diseñó una línea de ropa deportiva sostenible con Puma, y creó con esta marca una sorprendente colección cápsula unisex para celebrar el
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