Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

El Quinto Origen 6. Gea. Parte II
El Quinto Origen 6. Gea. Parte II
El Quinto Origen 6. Gea. Parte II
Libro electrónico228 páginas3 horas

El Quinto Origen 6. Gea. Parte II

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Jesús y Nefertiti se han separado. Después de buscarla por el desierto de manera infructuosa, él decide seguir al ejército del faraón para hallar una forma de unir sus fuerzas y lograr, por fin, atraer a las Luces Brillantes y viajar de nuevo en el Tiempo.
Mamen y Toni continúan en el siglo VII a. C., en la Grecia Arcaica. Gracias a la Esfera que les concede todos sus deseos están a punto de fundar el Olimpo de los Dioses.

J.P. Johnson vive en la isla de Mallorca. Ex-guardaespaldas de autoridades militares y broker de bolsa, actualmente se dedica en exclusiva a la literatura. Es autor de las célebres sagas "El Quinto Origen", "La Venganza de la Tierra" y "El Diablo sobre la isla" (publicada con su verdadero nombre, Joan Pont), además de la serie de autoayuda "Sí, quiero. Sí, puedo" y el libro de literatura infantil "Una mascota para Tom".

LIBROS DE J. P. JOHNSON
Serie El Quinto Origen Stonehenge Nefer-nefer-nefer Un Dios inexperto El sueño de Ammut Gea (I) Gea (II)
Serie La Venganza de la Tierra Mare Nostrum Abisal Phantom Un mundo nuevo Ultra Neox Éxodo.
Glaciar.
La Chica de la Gran Dolina.

OBRAS DE JOAN PONT.
Serie El Diablo sobre la isla El Diablo sobre la isla. Venganza. Perros de Guerra.

Benet. Jamm Session. (La primera entrega del detective Toni Benet)

NO FICCIÓN
Serie "Sí quiero. Si puedo". (Traducida a múltiples idiomas) Cómo escribir tu primer libro y publicarlo online. Consejos imprescindibles para prosperar económicamente en la vida. ¡Socorro, mi hij@ quiere ser youtuber! Los 12 mandamientos de la autopublicación independiente.

Serie juvenil
Una mascota para Tom (traducido a múltiples idiomas)

Encuentra a J. P. Johnson en:
Email: pontailor2000@gmail.com
Website: pontailor2000.wixsite.com/jpjohnson
Twitter: @J_P_Johnson
Facebook: facebook.com/pontgalmes
Instagram: j.p.johnson1
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento7 may 2021
ISBN9791220801171
El Quinto Origen 6. Gea. Parte II

Lee más de J. P. Johnson

Relacionado con El Quinto Origen 6. Gea. Parte II

Títulos en esta serie (8)

Ver más

Libros electrónicos relacionados

Ficción de la antigüedad para usted

Ver más

Artículos relacionados

Categorías relacionadas

Comentarios para El Quinto Origen 6. Gea. Parte II

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    El Quinto Origen 6. Gea. Parte II - J. P. JOHNSON

    siglos.)

    El Quinto Origen 6

    GEA (parte II)

    J. P. Johnson

    Para Cristian

    El Quinto Origen 6. Gea (parte II)

    © J. P. Johnson / Joan Pont Galmés [2020]

    Todos los derechos reservados.

    https://pontailor2000.wixsite.com/jpjohnson

    email: pontailor2000@gmail.com

    Consideración inicial del autor:

    Estimada lectora, estimado lector, si has comprado este libro en preventa o al precio inicial de entre 0,89 y 1 € significa que has sido de los primeros y te mereces, además de mi eterno agradecimiento, un regalo especial.

    Envíame un correo a pontailor2000@gmail.com y una prueba de compra (un pantallazo bastará) y te enviaré un enlace para descargar un bonus con escenas que no aparecerán hasta el capítulo 7, dentro de un año.

    Un gran abrazo.

    J. P. Johnson

    En capítulos anteriores:

    Aquella noche Jesús había apartado durante interminables horas los escombros del dormitorio de su hijo.

    Con las manos ensangrentadas.

    Inés debía haberse levantado en el momento en que todo se vino abajo, porque su cuerpo estaba en el pasillo enterrado hasta la cintura y no hizo falta más que verla para comprobar que estaba muerta. Jesús, estragado por el dolor,  ni siquiera se dio cuenta, hasta que salió el sol por la mañana, de que no se oían sirenas de emergencias, de que los gritos de los heridos no inundaban la noche, de que solo cantaban los pájaros porque todo el mundo, menos él, había muerto.

    -Τίς εἶ σύ? ¿Quiénes sois? - repitió.

    Mamen y Toni se miraron.

    -¡Parece qué funciona! ¿Qué les digo? ¿No estuviste estudiando la historia de Grecia? - murmuró ella.

    Toni se encogió de hombros.

    -¡Sí! ¡Pero no me acuerdo de todo lo que leí! - respondió, en un susurro.

    Mamen miró hacia el pelotón y levantando el brazo con mucho cautela, señaló hacia el Monte Olimpo.

    -Ekei κορυφή! βουνόν! (¡Venimos de ahí arriba! ¡De la montaña!)

    -ειναι Γραικὸς? (¿Sois griegos?) - preguntó el mismo de antes, subiendo la lanza en vertical en señal de conciliación. Los demás empezaron a imitarle progresivamente.

    -μηκέτι πρόσωπον! θεόν! θεά! (¡No somos personas! ¡Él es un Dios! ¡Y yo una diosa!)

    ASAMBLEA GENERAL DE LAS NACIONES UNIDAS

    8 de febrero de 2020

    Sexagésimo tercer período de sesiones

    Resolución aprobada por la Asamblea General sin remisión previa a una Comisión Principal (A/63/L.1)

    Declaración política sobre el carácter supranacional del Proyecto Viajera del Tiempo.

    La Asamblea General,

    Recordando su resolución 62/242, de 4 de Diciembre de 2019, en particular el párrafo 5,

    Aprueba la siguiente declaración política:

    1. Nosotras y nosotros, las Jefas y los Jefes de Estado y de Gobierno, ministras y representantes de los Estados Miembros, congregadas el 22 de Enero de 2020, en una reunión de alto nivel en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York, con el objeto de tratar las Necesidades del Proyecto Viajera del Tiempo: estado de cumplimiento de los diversos compromisos, problemas y camino a seguir, subrayamos que la reunión de alto nivel representa una oportunidad única para fortalecer la alianza mundial para el desarrollo del Proyecto, que es fundamental para que la Civilización Humana evite su extinción el próximo mes de Agosto.

    2. Reiteramos la necesidad vital de avanzar en el desmantelamiento de la Gran Pirámide de Keops para hallar un cuerpo oculto en sus profundidades, cuya ayuda, según el testimonio de LA VIAJERA DEL TIEMPO, servirá a la Humanidad para evitar su aniquilación por parte de las Luces Brillantes.

    3-  Para ello ordenamos a las Fuerzas de la Coalición Internacional tomar posesión de la Ciudad de El Cairo y pacificarla, usando cualquier tipo de fuerza necesaria sin reparar en los efectos colaterales. La responsabilidad compartida y la determinación de actuar en forma colectiva en aras de nuestro futuro común y de movilizar los recursos, incluidos los recursos humanos, financieros y tecnológicos necesarios para poner término a la rebelión de la población cairota contra el desmantelamiento de la Gran Pirámide nos obligan al objetivo explícito de convertir los compromisos existentes en medidas concretas.

    MEGALÓPOLIS DE EL CAIRO. 25 DE FEBRERO

    -¡Maldita sea! ¿Y para esto han tenido que enviar al DEVGRU? - exclamó Christopher Cassidy, alias Bin

    Abigail McFarland, su compañera de armas, intentó recordar lo que significaban aquellas siglas que tanto le había costado memorizar: Naval Special Warfare Development Group. Ellos, los que patrullaban en ese momento por las intrincadas callejuelas amuralladas del mercado de Khan El khalili, eran simplemente el Seal Team Six, y no se necesitaba saber nada más. Lo que ocurría era que Cassidy aspiraba a comandar algún día un cuerpo de instructores y para eso era imprescindible hablar de esa forma tan extraña, a base de siglas. Abigail, a la que apodaban MC había empezado a odiar a Cassidy en los últimos días. Algo muy extraño. Hacía unos instantes se habían insultado e incluso Bin había colocado su mano sobre la empuñadura de la pistola por una simple mención de la derrota de los Cleveland Bulldogs en las series de invierno. Eso era algo que no podía suceder jamás entre hermanos de armas y ahora los dos estaban bastante avergonzados por ello.

    -Aquí no hay nadie… - dijo, relajando el dedo índice que tanteaba continuamente el gatillo de su fusil.

    -La última oleada salió de aquí, así que hay que encontrar a los líderes y arrestarlos. Son las órdenes.

    -¡Mira!

    -¡Alto!

    Los dos pusieron la rodilla en tierra y se parapetaron tras unos hediondos cubos de basura con sus armas apuntando hacia una fila de personas que se acercaban, cogidos de los brazos y ocupando todo el ancho de la callejuela.

    -قف! قوات الناتو!

    (¡Deténganse! ¡Fuerzas de la OTAN!) - gritó Abigail, que hablaba perfectamente árabe. Su corazón se había acelerado hasta ciento ochenta pulsaciones por minuto.

    La muchedumbre continuaba con su marcha. Se dirigían hacia la excavación de la Gran Pirámide y entre ellos había bastantes niños.

    Abigail los miró mientras empezaba a enfurecerse. Le pasaba lo mismo que antes, cuando había discutido con su compañero. Se trataba de una furia que no había experimentado con anterioridad, o a lo mejor sí, aquella vez que ví a ese tío de quinto levantarle la falda a mi hermana en el patio de los mayores y no pude hacer nada.... En todo caso los sentimientos que se veían alterados eran muy básicos, relativos al germen, al instinto más básico del carácter de una persona.

    Y por ese motivo, por su especial idiosincrasia, era prácticamente imposible controlarlos.

    Una mezcla de: rabia, impotencia, envidia, miedo, ridículo, celos y lujuria.

    Lo peor del Ser Humano.

    Sentimientos procedentes de sus genes homínidos, la defensa del territorio, la lucha a muerte por la comida, la huida de los depredadores.

    Y no solo les ocurría a Abigail MC McFarland y a Christopher Bin Cassidy, soldados de élite del Seal Team Six, sino a todos los miembros del proyecto supranacional Viajera del Tiempo a medida que la Gran Pirámide de Keops rebajaba su altura e iba descubriendo su contenido.

    Incluso los miembros del equipo Seal se sorprendían al volver la vista hacia el monumento de cinco mil años de antigüedad desde sus tiendas en la meseta de Gizah. Aunque no hubieras visitado Egipto con anterioridad, aunque no hubieras contemplado con tus propios ojos aquella maravilla arquitectónica que acaparaba los mayores misterios de la Humanidad te dejaba helado ver cómo era desmontada bloque a bloque por las inmensas grúas de color caqui hasta las plataformas donde los panzudos helicópteros Sikorski los izaban dentro de redes para amontonarlos dos kilómetros más allá.

    -¡Andemos a ver si ya parió la marrana! - había exclamado aquella mañana la sargento Chavez, una chicana que no paraba de rapear las letras de Baby Bash.

    Now I'm back in a flesh

    Feelin' so blessed, back in your corner suga, suga don't stress

    Forget about the rest; let's go inside, I'm back in your zone

    Baby back in your vibe, now I can't be denied I can lie I'm on ya

    Todos los que compartían la tienda habían asentido mientras notaban un resquemor en las tripas, algo que se iba transformando progresivamente en rabia y que día a día, a medida que descendían los bloques de la Pirámide, aumentaba en intensidad.

    -¡Nos van a joder! ¡Esos vienen a jodernos, tío! ¡Se acabaron los putos ascensos, tío! - exclamó en ese instante Bin, mientras accionaba el tetón de la palanca para desactivar el seguro de su fusil de asalto HK416.

    Abigail hizo lo mismo mientras las aletas de su nariz se abrían y cerraban con la velocidad del rayo, aspirando un aire enrarecido que había empezado a posarse en aquel lugar de la infinita ciudad de El Cairo. Miró durante unas décimas de segundo a Bin y se dio cuenta de que su compañero estaba envuelto en un aura extraña.

    Es este aire. Es… es… se puede ver y tocar

    Era de un color rojizo y… llevaba consigo el odio, la maldad.

    -¡Morioooossss! - gritó, mientras accionaba el disparador y el fusil escupía los treinta proyectiles del cargador en apenas cinco segundos, a razón de ochocientos por minuto. Bin había hecho lo mismo, pero además él llevaba a la espalda un lanzagranadas monotiro M320. Le vio con el rabillo del ojo dejar caer el fusil por su correa portafusa y disparar una granada hacia la alfombra de cuerpos que se debatían en el suelo entre gritos y lamentos. Luego disparó otra, y otra. MC extrajo el cargador, metió otro y siguió disparando. Los dos soldados tenían una expresión en el rostro que un observador imparcial hubiese podido definir como orgasmática. Al notar el sonido característico del último cargador vacío, MC notó sus muslos mojados de flujo. Bin, a su vez, tenía una erección considerable bajo la cremallera de su pantalón.

    Es la misma sensación que debe sentir un marido maltratador a la que su mujer comunica, de una vez por todas, que va a dejar. ¿Qué hace? Mata a los hijos para joderla, pensó MC, mientras el humo de la cordita se disipaba. De pronto notó que tenía la piel de la cara impregnada de algo que le escocía. Levantó la mano y retiró un trozo de carne humana de su mejilla. Los restos de cuerpos desintegrados por la explosiones estaban por todas partes, tapizaban las paredes y el suelo de la calle, y también sus uniformes de campaña.

    -¡Eso es una jodida hamburguesa gigante! - gritó de pronto, soltando una gran risotada, pero enmudeció al instante al ver el rostro de Bin.

    Ese aire extraño que nos ha obligado a matar a toda esta gente se está yendo… Y cuando se vaya del todo nos daremos cuenta de lo que hemos hecho…, pensó, horrorizada, sabiendo que no podía hacer nada por impedir lo que iba suceder a continuación.

    Bin sacó su pistola de la funda sujeta a su muslo y se disparó un tiro en la garganta.

    Abigail dejó caer su fusil y también sacó su pistola, pero en vez de dispararse en la garganta lo hizo en la sien.

    Almirante Farzana Banerjee, jefa del Estado Mayor Naval de la Armada India adscrita a la misión Viajera del Tiempo.

    ALTO SECRETO

    NO COPIAR

    AL CONSEJO DE SEGURIDAD DE LA ONU:

    Yo, como General en Jefe de las fuerzas militares de la misión Viajera del Tiempo, y a título personal, suscribiendo la total y absoluta responsabilidad de mis opiniones, solicito:

    Que debido a las fuerzas adversas que parecen emanar del interior del monumento llamado Gran Pirámide de Keops a medida que las operaciones de desmantelamiento se aproximan a su base, todo el personal civil y militar adscrito a la misión Viajera del Tiempo de las Naciones Unidas se retire del perímetro de la excavación hasta un radio seguro de no menos de cien kilómetros.

    Dichas fuerzas adversas que los informes técnicos están evaluando en este preciso momento parecen deberse a fluctuaciones magnéticas que llegan a ser incluso visibles y que modifican el proceso cognitivo de los individuos afectados, alterando su autocontrol y desatando instintos básicos e irracionales.

    Como consecuencia de dichas perturbaciones en el periodo de veinte días se han producido veintiocho incidentes graves en el interior de la ciudad de El Cairo, con el resultado de cuatro mil ochocientos treinta y siete bajas civiles y ciento ochenta y cuatro bajas militares, el cien por cien de las últimas causadas por suicidio.

    Así queda dicho y lo expreso,

    Almirante Farzana Banerjee.

    Clama al cielo si no tienes paciencia - Narmer (Lucius) en la playa- Orcas - Le parten por la mitad los monstruos marinos - Un eterno ahogamiento entre la posidonia - Jesús debe llegar hasta él - Recuerda lo que ocurrió en aquella plaza de Menfis - Logra dominar su don - Logra hacerlo brotar a voluntad - El dolor llegará y traerá esperanza, y sus flores mis ojos alimentarán

     -Son campesinos… no son soldados. ¡Campesinos! ¿Es qué nunca podré meterles en la cabeza que estamos forjando un imperio?

    Lucius Umbert, ataviado como el faraón Narmer, descendiente de Horus Escorpión y unificador del Alto y Bajo Imperio, golpeó con el puño sobre una mesa de sicomoro, provocando que su jarra de cerveza caliente se volcara, emborronando unos mapas rudimentarios que él mismo estaba dibujando.

    Se encontraba dentro de una tienda de piel de camello en una playa desierta e infinita, bañada por el mar Mediterráneo. A su alrededor se levantaba el campamento de su ejército, de entre dos mil y tres mil hombres y unas cuatrocientas mulas, la mayoría alojados en diminutas tiendecitas de piel de cabra sostenidas sobre palos que en ese momento, las doce del mediodía, se achicharraban bajo un sol demoledor. Más atrasadas y ocupando los peores lugares, estaban las tiendas del séquito que acompaña a todos los ejércitos: taberneras, cocineras, sastres, lavanderos, zapateras, aguadores, fabricantes de cerveza, médicos... El ejército del faraón era en realidad una ciudad móvil, y necesitaba los mismos servicios que una urbe de tamaño medio.

    La mayoría de los soldados (su número exacto era muy difícil de determinar, porque muchos morían a diario, la mayoría por deshidratación, y eran reemplazados por las levas forzosas que llegaban irregularmente de Menfis) estaban en ese momento zambulléndose en el mar para aplacar el insoportable calor del mediodía. La playa era un arenal tan largo que su visión se perdía en el infinito, hacia ambos lados, totalmente cubierto por montañas de posidonia en descomposición.

    Había sido el mismo Lucius quien dio esa idea a la soldadesca. A los campesinos egipcios les horrorizaba la visión de una masa de agua tan extensa que no pudiera verse ni siquiera la otra orilla, algo que sí ocurría siempre con el Nilo, el Creador de Vida, el Dios H’p. Además, aquellas yermas orillas estaban pobladas por grandes colonias de leones marinos, animales monstruosos a ojos de un campesino que nunca se ha alejado más de cinco kilómetros de su parcela de tierra negra. A pocos metros de la costa también solían verse surtidores de orcas que deambulaban en busca de presas.

    En cambio para Lucius la visión del mar Mediterráneo había sido la más placentera en todos los años que llevaba en Egipto. Él se había criado en Sóller, en el siglo XX, y pasado los días de su infancia, antes de que su padre le disparara en la cara en aquel maldito accidente de caza, en el Port, el lugar más bonito del mundo.

    El lugar más bonito del mundo… repitió para sí mismo en aquel instante, uno de los pocos en los que no sentía que un velo de ira cubría su pensamiento, al mismo tiempo que rememoraba la noche de Agosto del año 2020, en la que había empezado todo.

    La escena era concreta: él, Lucius Umbert, quien después se convertiría en un  faraón protodinástico de Egipto, y Mamen Torres, que le perseguía, evidentemente borracha, asegurando que le conocía de algo; que tenían que haberse  visto antes a la fuerza.

    Y Lucius que no, a pesar de que también sentía (un sentimiento que surgía muy adentro, desde lo más hondo de sus tripas) que había visto antes a Mamen, aparte del momento de la pelea en el hotel Edén con Toni.

    En resumen (Lucius tenía que darse prisa, porque en seguida regresaría la rabia y el enojo que nublarían sus recuerdos) estaban él y Mamen en el puerto, junto a la dársena de enmohecido hormigón armado, ella se había desmayado por culpa del alcohol y las drogas, y caído al agua entre dos llauts. Él saltó a por ella, y mientras intentaba encontrarla dentro de la nube de limo y latas de refrescos oxidadas que flotaban a su alrededor habían empezado a sentir esa extraña atracción hacia el vórtice.

    -Y al salir… muerte y destrucción… - pensó en voz alta.

    El Port de Sóller convertido en una montaña de escombros. Todas, absolutamente todas las personas muertas, excepto Mamen, Toni y él… ¿Por qué? ¿Cuál era el motivo por el que continuaba con vida? Gozaba de la inmortalidad, de un lapso de tiempo infinito para pensarlo y aún no había logrado hallar la solución, y eso le enfurecía…

    Ya estaba aquí, volvía la rabia, tan intensa que se podía palpar. Lucius incluso era capaz de verla surgiendo desde su piel como una especie de sustancia anaranjada, ctónica, que le producía un intenso asco a pesar de que la creaba su propio organismo.

    De repente sonaron gritos en el exterior, procedentes del arenal.

    -ẖrd mt msḏr kkw! (¡Un monstruo del mar ha atacado a uno de los hombres!) - gritó un esclavo nubio, apenas un adolescente, presa de la excitación, mientras descorría la piel de camello que cubría una de

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1