Diez años de invierno
()
Información de este libro electrónico
Duvan Eliel Lemus Calix
Nació en la ciudad de La Esperanza, Departamento de Intibucá, Honduras el 15 de noviembre de 1998. Estudiante actual de la carrera de Ingeniería en Sistemas en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, ubicada en Tegucigalpa, capital del país, ciudad a la que tuvo que trasladarse de 2016 para continuar sus estudios superiores. Apasionado por la magia de las letras y la ciencia ficción desde pequeño, siempre con el anhelo de compartir sus propias ideas y maquinaciones a través de sus escritos.
Relacionado con Diez años de invierno
Títulos en esta serie (100)
Una historia abominable Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¿Por qué tú? Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Homo Ecosoficus Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesRevelaciones de Inteligencia Espiritual TOMO II Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPoesía de Luna y Tango Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSueños de Algodón Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSocialdemocracia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAmelia y el amor Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSM@RT? Los más recientes e importantes descubrimientos científicos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCrónicas de Angeath: El despertar de la magia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesVEIDA... Una brujita con corazón de farmacéutico Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEscamas de mujer en un mar de silencios Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMi mundo es mío y tuyo también Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El hijo del barro Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La voz de la sombra Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl viaje más largo de mi vida Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Educación para el siglo XXI: Contextualizada y sin Frontera Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesArrem Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEllos simplemente me encontraron Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl manifiesto Cóndor Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCada persona que conoces Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesFull de damas y mentiras Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEn mi mundo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMagia entre tus brazos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEstandarte Amatista Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEncuentros con el Ángel Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesZanzíbar Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa resignación de los cobardes Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesGalería de lo que creas que te haga sentir Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl regreso a casa Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Libros electrónicos relacionados
Los lobos del centeno Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa batalla de Elizabeth: Las hermanas Moore, #3 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa maldición de Anne: Las hermanas Moore, #1 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl despertar de Madeleine: Las hermanas Moore, #5 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl corazón del inspector O'Brian: Los Caballeros, #4 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa hija del Marqués: Las hijas, #1 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa hija del Duque: Las hijas, #3 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa colina de Tara Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMi amada pícara: Los Caballeros, #5 Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Noche de bodas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Secreto De La Mansión Campbell Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El deseo de Mary: Las hermanas Moore, #2 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesValkirie Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDiario de una doncella Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Precio De Un Amor Gitano: Una Búsqueda Incansable Por El Amor Perdido Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesYo te cuidaré Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSendas de gloria Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUna Canción De Amor En La Noche. Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMetamorfosis Sentimental Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEnredados Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesOjos de Lechuza Calificación: 3 de 5 estrellas3/5El cielo se tiñe de abril Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La maldición del cuervo: La saga del hechicero Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUna sombra en la aljama Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Si Debiera Morir Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesJuzgador O Juzgado Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPasión renovada Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Secuestro De Una Inocente Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Romance para usted
Marcada por el alfa Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Dos Mucho para Tí Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Año del Billonario Vol. #1 : Conociendo su Secreto Calificación: 4 de 5 estrellas4/550 Microrrelatos calientes Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Putita Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Esposa por contrato Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Virgen - La Lista #1 Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Fiesta de empresa Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Vendida al mejor postor Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Contrato por amor Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Prometida falsa Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Tres años después Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Matrimonio por contrato: Lorenzo Bruni, #2 Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Contrato con un multimillonario, La obra completa Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cómo besa: Serie Contrato con un multimillonario, #1 Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Tú de menta y yo de fresa Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Resiste al motero Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Un orgullo tonto Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Novio multimillonario: La Isla del Placer Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Después de Ti Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Un hombre de familia Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Don Quijote de la Mancha Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Un capricho del destino Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El protector Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Novio por treinta días Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Padre a la fuerza Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Llámame bombón Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Esposa olvidada Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Tesoro Oculto Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Al Borde Del Deseo: Romance De Un Millonario: Los Secretos Del Multimillonario, #1 Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Comentarios para Diez años de invierno
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Diez años de invierno - Duvan Eliel Lemus Calix
Diez años de invierno
Duvan Eliel Lemus Calix
Diez años de invierno
Duvan Eliel Lemus Calix
Esta obra ha sido publicada por su autor a través del servicio de autopublicación de EDITORIAL PLANETA, S.A.U. para su distribución y puesta a disposición del público bajo la marca editorial Universo de Letras por lo que el autor asume toda la responsabilidad por los contenidos incluidos en la misma.
No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea éste electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito del autor. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (Art. 270 y siguientes del Código Penal).
© Duvan Eliel Lemus Calix, 2020
Diseño de la cubierta: Equipo de diseño de Universo de Letras
Imagen de cubierta: ©Shutterstock.com
www.universodeletras.com
Primera edición: 2020
ISBN: 9788418385520
ISBN eBook: 9788418386299
—Para Alexis.
¿Quién es sino el mismo ser humano capaz de originar el más terrible de los males? ¿Quién es sino el alma aquella que puede almacenar tanto rencor en su núcleo para luego inyectarlo en la forma del veneno más mortífero y despiadado?
25 de enero de 2008
—Te amo, Katherine.
—Te amo, Johan.
—Adiós, Katherine.
—Hasta pronto, Johan.
—No lo digas como si tuvieses la certeza de que volveremos a encontrarnos.
—Lo digo así, porque no sé muchas cosas, pero si de algo está segura mi mente y seguro mi corazón, es de que te volveré a ver.
Eran jóvenes, pequeños capullos de la inocencia que conocían por primera vez el agridulce sabor del amor y la nostalgia, que, aprisionados en un mar de emociones indescriptibles para la razón ahora debían separarse de la manera más cruel, siendo víctimas de la vida misma a tan corta edad, sus almas ya habían sido rasgadas por uno de los caprichos más perversos.
Ella era Katherine Acher, una chica nacida en la abundancia provista por sus progenitores, y que en sus cristalinos ojos tenía encendida la llama de la vida más que cualquier joven de su edad, su bello carácter, heredado de su madre, le había proporcionado, hasta ese momento, miles de bellos momentos en compañía de sus amigos y su familia, era la típica chica que deseaba salir a explorar el mundo por su cuenta, no conocía las cadenas de las fronteras y en su corazón no existía más malicia que la de una chica de su edad.
Él, por su parte, era Johan, Johan Michs, un joven atolondrado que encerraba en su pecho uno de los corazones más dulces a los cuales este mundo ha dado el milagro de la vida, con sus facciones no sobresalientes y de clase media, no parecía estar interesado en más que una vida común, hasta que aquel sentimiento irrumpió en su corazón a causa de verla a los ojos una mañana hacía siete otoños, cuando apenas eran niños de escasas primaveras.
Parecía que había comenzado a llover en el aeropuerto de Miheren, ciudad ubicada al este de Francia, lugar de nacimiento de ambos, lugar de sentimientos mutuos, y lugar de la despedida tortuosa que afrontaban en ese momento, pero no era lluvia, estaban en pleno verano, uno de los más secos y largos que había soportado su país, tampoco era el rocío matutino, eran pasadas las tres de la tarde, ni estaban en una región donde la nieve abundase por aquella época, era más bien, el amargo e infinito recorrido de las lágrimas que se desprendían, no de sus ojos, sino de sus almas, teniendo él por seguro que era la última vez que la vería, y teniendo ella por seguro que no sería una despedida eterna.
—¿Cómo sé que no estamos muertos? —cuestionó Johan, viéndola a los ojos más fijamente que nunca, como si intentara no ver sus ojos de esmeralda, más bien resquebrajar su ser completo, desde la planta de sus pies desnudos, atravesar su corazón cálido y llegar hasta la última fibra de su cabello de miel.
—Los muertos no lloran —contestó Katherine, que entre su llanto palpitaba el deseo de seguir en ese hermoso sueño, verlo, abrazarlo y besarlo con una pasión tal que, la Muerte misma se hubiese conmovido hasta la médula.
Fue la última vez que se sostuvieron entre sus brazos, entregando sus almas a la eternidad, no se dijeron palabras, cualquiera sobraba, solo un último beso que trascendería sus vidas.
¿Cuánto tiempo puede permanecer un sentimiento en el corazón? ¿Qué hace falta para realmente creer que el amor es el fin de todos los males?
Capítulo I
14 de marzo de 2018 -
Miheren, este de Francia.
El invierno era insoportable, la nieve cubría todos los senderos y carreteras de Miheren, la ciudad parecía estar completamente vacía, como si el mismo tiempo se hubiese detenido por el capricho malvado de un niño rebelde, como si el tejido de la existencia de la vida se hubiese esfumado de la faz de la Tierra, el frío polar que acechaba las calles cubría los charcos con una capa de nieve significante, salir en esas condiciones era casi suicidio para cualquier persona, el ambiente incitaba nada más que tristeza y pesadez, mas a lo lejos, entre los callejones de los barrios, se escuchaban los suaves pasos de una persona, que iluminada por los viejos y arcaicos faroles de la ciudad era guiada hasta las puertas de su casa, ubicada en el distrito Da Mossi, un complejo habitacional común de Miheren.
Era un hombre de edad media, una estatura no tan singular, una faz calmada, casi fría, sus ojos eran negros, tal cual boca de un lobo, tal cual vacío espacial infinito, con una chamarra de piel sintética, botas de cuero pesado hasta la rodilla y una bufanda de lana que lo cubría desde su cabello hasta el centro de su pecho, pasaba por esa zona rumbo a su casa Johan Michs, el más común transeúnte de esa peatonal antigua de la ciudad, quien, a pesar de conocer el estado del tiempo, se atrevía a recorrer las calles de la ciudad, solo, con nada más que su propia sombra haciéndole la compañía más vana y tenue del mundo.
Había salido tarde del trabajo, y las condiciones atmosféricas lo habían obligado a abandonar temporalmente el uso de su automóvil, razón por la cual vagaba sin rumbo aparente por las calles de la ciudad, calentando sus manos con su propio aliento hasta llegar a casa, donde lo esperaba su más confiable amigo en el mundo, un San bernardo de cuatro años, Harley.
Su vida había tomado una rutina incesante cuatro años atrás, cuando volvió a la ciudad para ocupar su heredado lugar en la empresa de seguros que su padre, luego de haber fallecido tras un ataque cardíaco, le había otorgado el cien por ciento de las acciones de la empresa, ahora era dueño de Seguros Michs, una empresa gigantesca con cientos de miles de clientes satisfechos que alababan la labor humanitaria y las bajas cuotas que Johan había aprobado desde su oficial nombramiento.
Si bien su padre, Wallace Michs, había trabajado toda su vida en su propia empresa, ayudando en la medida de lo posible a la gente y llevando una contabilidad de gastos excelente, no fue sino hasta que Johan ocupó su lugar que la empresa se vio inmersa en un torrente de éxito total, la estrategia para aumentar la cantidad de clientes y las mejoras al sistema de funcionamiento y financiamiento de la compañía ocasionaron el aumento de ganancias en un radical dos mil por ciento, llevando a la cima a todos aquellos quienes estuvieran involucrados con Seguros Michs.
Para cuando Johan logró atravesar la tormenta y entrar a su casa, eran más de las siete de la noche, había caminado por más de una hora bajo la tormenta y el extremo