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Guardianes de Titán. Éride
Guardianes de Titán. Éride
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Libro electrónico562 páginas8 horas

Guardianes de Titán. Éride

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Forzados a emigrar a otra galaxia en aras de su supervivencia, la humanidad ha ido forjando nuevas historias y leyendas. Año 3014 de la Edad Terrestre: A raíz del recrudecimiento del conflicto religioso entre fundamentalistas religiosos del culto a RaShal y el mundo científico, estalla la crisis de gobierno en la Unión Colonial.
Tras ser rechazada la intervención armada en el sector planetario Zoé en la cámara alta, Dyron Johr, líder del estado Avalon en el planeta Tellus, ve la oportunidad de derrocar al actual Primer Cónsul de la galaxia y envía a su asesor Dan Bilson en busca de aliados entre los planetas más descontentos. A su vez, el último atentado perpetrado en el instituto CIBUS ha dejado a miles de muertos y ha incrementado el nombre de personas que buscan huir del sector.
En este contexto hostil se inicia una inolvidable experiencia, un viaje hasta lugares desconocidos y la investigación del brutal asesinado de un niño.
IdiomaEspañol
EditorialExlibric
Fecha de lanzamiento2 ago 2018
ISBN9788417334352
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    Guardianes de Titán. Éride - Jordi Sánchez Sitjes

    Pessoa

    EL COLAPSO

    En el año 2080 la tierra entró en un colapso planetario irreversible.

    Ese panorama desolador fue causado por la paulatina carencia de alimentos y agua potable, enormes sequías y la extinción de especies sin que la humanidad hubiera hecho nada para impedir llegar hasta aquella situación tan alarmante. Ya era demasiado tarde.

    La población se encontraba en constante migración masiva buscando su propia supervivencia, debido a un brutal crecimiento de población y al consumo excesivo de recursos. También había contribuido al desastre la destrucción de los ecosistemas naturales por todo el planeta, y el cambio climático que se venía produciendo desde hacía décadas. La humanidad había alterado el paisaje gravemente y emitido a la atmósfera cantidades ingentes de CO2.

    Se había perdido la polinización de los campos agrícolas, muchas especies se habían extinguido y otras tantas se adaptaron a las nuevas condiciones. La provisión de agua potable y de alimentos había descendido a grandes proporciones como consecuencia de la disminución de la biodiversidad y con ello se habían aumentado las zonas mundiales desérticas.

    Las grandes sequías conllevarán grandes migraciones, y por todas estas condiciones, regresaron enfermedades infecciosas que se daban por erradicadas.

    ÉXODO

    Todo cambió a raíz del descubrimiento de la Galaxia MG54, también llamada galaxia Henna y la aparición un agujero de gusano que permitiría llegar hasta ella, otorgando un halo de esperanza a la supervivencia para la raza humana.

    Y es que la galaxia MG54 había sido descubierta en 2071 por la nave espacial de la NASA Aleksander Henna, nombrada así en honor al gran astrofísico finlandés que supervisó y coordinó los equipos para la construcción del observatorio espacial. Se trataba de la galaxia más grande hallada por el hombre hasta aquel entonces. Solo tres años después, en 2074, los expertos revelaron que en esa constelación existía al menos un planeta que sería habitable por el ser humano pero que había indicios más que fundados de que otros múltiples planetas pertenecientes a Henna podrían albergar vida humana, o por lo menos se daban las condiciones para ello. Y ante aquel entusiasmo, a mediados de 2080 apareció un agujero de gusano situado entre las nebulosas más próximas a la tierra que según se teorizaba, posibilitaría llegar hasta aquel planeta. Era el milagro que la humanidad estaba esperando.

    Por ello, se reavivó el interés en la misión Destino, un ambicioso proyecto que se ideó en 2058 y que hasta entonces solo había sido financiado con fondos privados y a un ritmo muy lento. Se puso en marcha oficialmente en octubre de 2080, organizándose cuatro grandes expediciones con el objetivo de llevar a la humanidad hasta la galaxia Henna y colonizar el nuevo mundo. Se construyeron las denominadas arcas interestelares para poder cumplir con la misión. Fueron bautizadas como Argos, Andrómeda, Odisea y Esperanza. Con capacidad para transportar alrededor de cien mil personas, cada arca representaba a uno de los cinco continentes de la Tierra, con una sola excepción: África. Dados los elevados costes del proyecto, el continente africano no pudo afrontar su financiación y no participó en el desarrollo y construcción de las arcas. Significantes políticos, científicos, pensadores, militares, deportistas de élite y empresarios de éxito de cada continente viajarían en ellas; el resto de los integrantes fueron elegidos por sorteo equitativo entre el resto de la población. Además, se destinó espacio suficiente para la conservación del máximo número de especies animales y vegetales posible, pero también productos minerales, componentes de última generación, y todo tipo de recursos que pudiera necesitar la humanidad para adaptarse rápidamente a un nuevo mundo sin sufrir una involución tecnológica.

    El trayecto hasta el agujero de gusano que les permitiría llegar a la galaxia Henna se estimó que duraría alrededor de doscientos diez años en tiempo terrestre. Como no estaba desarrollada completamente la tecnología para una larga hibernación espacial, tal distancia significaba que los primeros colonizadores que iban a desembarcar en el nuevo mundo pertenecerían a las generaciones venideras originarias de la tripulación inicial. Estaba implícito que los primeros navegantes y parte de su descendencia, vivirían en las duras condiciones de un viaje espacial y nunca llegarían a ver el nuevo mundo.

    Las cuatro arcas fueron enviadas al espacio entre los meses de junio de 2084 y septiembre de 2086, siendo la astronave Odisea la última en despegar. Atrás dejaba una Tierra moribunda, con la incerteza del destino final para todos aquellos que se habían visto obligados a permanecer en el planeta.

    El viaje interestelar fue algo accidentado. A partir del año 2197, la Argos perdió la comunicación y contacto con el resto de las astronaves, resultando un auténtico misterio qué había sucedido con ellas. El arca llegó al nuevo mundo en el año 2299, comandada por el capitán Karl Johr quien recibiría el rango de héroe espacial tras haber logrado el objetivo previsto.

    En un principio, el nuevo planeta recibió el nombre de Tierra-2, pero sería rebautizado meses después como Tellus. Del arca desembarcarían ochenta y ocho mil pasajeros, los últimos vestigios de la humanidad. Muchas menos personas de las que inicialmente partieron de la Tierra, en gran parte por las dificultades que desentrañaba un viaje de tales características. Las arcas dependían de hábitats espaciales autosuficientes y sistemas para la producción de comida, agua y aire para todos los residentes de a bordo. Algunos fallos y problemas surgidos durante el trayecto habían mermado la población. Afortunadamente se había conservado casi toda la vida animal y vegetal de la Argos.

    TELLUS

    La Argos estuvo durante dos años apostada en el Valle de Moiras, de clima cálido, con naturaleza similar a las típicamente tropicales de la Tierra, y bañado por unas espléndidas aguas cristalinas. Las lluvias también eran muy frecuentes en la zona, por lo que encontraron unas condiciones óptimas para establecerse. Permanecieron allí con la esperanza de recibir noticias de las otras expediciones y convertirse en una baliza de localización para su llegada. Pero un suceso inesperado trastocó los planes preconcebidos: el agujero de gusano que les había transportado hasta Tellus desapareció repentinamente, impidiendo así que las otras astronaves alcanzaran el planeta de la misma manera que la Argos. Conscientes de que eran el último vestigio de la humanidad, su expansión y adaptación a aquel planeta se convirtió en la única posibilidad de supervivencia.

    Abandonaron el Valle de Moiras para colonizar totalmente Tellus. Durante esos años prosperarían los Cinco Estados, que dividirían Tellus en cinco extensos territorios: Avalon, Eterna, Pellinore, Darras y Qibel. Cada Estado era independiente uno de otro, y no existía un sistema de gobierno conjunto. Los soberanos de las familias regentes, descendientes de los más prominentes linajes, son los que ostentaban el poder en cada uno de ellos.

    El suceso más relevante durante los años de colonización consistió en el descubrimiento de un nuevo mineral no existente en la Tierra, llamado Argono-7, que al final resultaría esencial para los viajes interestelares ya que proporcionaba la posibilidad de que las astronaves alcanzaran el hiperespacio, pudiendo viajar a velocidades superiores que la luz. Este descubrimiento se fecha en el año 2366 y supuso un enorme impulso tecnológico que culminaría finalmente en la etapa conocida como la gran expansión.

    El arca Argos representaba al continente americano, por lo que los idiomas que predominaron entre los colonos de Tellus fueron el inglés (norteamericano), español (latino), italiano y chino.

    Durante la colonización aparecieron nuevos dogmas religiosos, así como múltiples historias mitológicas sobre el origen y creación de la nueva galaxia. El cristianismo, la religión más arraigada dentro del arca, consiguió sobrevivir, aunque se convirtió en una fe minoritaria entre los primeros pioneros de Tellus.

    LA GRAN EXPANSIÓN

    Y LOS SECTORES COLONIALES

    Con la posibilidad de viajar por el hiperespacio, en un tiempo de crecimiento y bienestar, proliferó la fabricación de embarcaciones espaciales, e innumerables naves partieron hacia lo desconocido con la intención de explorar toda la galaxia Henna. Rápidamente se llegó hasta los planetas próximos a Tellus, siendo colonizados con éxito los nuevos mundos de Juno, Damassos y Artemia. Se descubrió que la práctica totalidad de todos aquellos planetas compartían las condiciones óptimas para albergar vida humana. Sin embargo, en ninguno de los mundos colonizados se encontró rastro de una evolución biológica que permitiera el desarrollo y la diversidad de formas de vida como sucedió en la Tierra, lo que supuso una pequeña decepción para quienes esperaban encontrar en aquella nueva galaxia las respuestas sobe el origen de la vida.

    Animados por los logros conseguidos, los telluanos se lanzaron hacia la conquista de la galaxia. A esta época se la denominó como era de la expansión y fue comprendida entre los años 2374 y 2814. Al finalizar la expansión, que duró un total de cuatro cientos cuarenta años, la galaxia se dividió en sectores coloniales, que son coincidentes con los doce sistemas planetarios que conforman la galaxia. Estos sistemas están compuestos por ocho planetas cada uno que orbitaba alrededor de un astro o estrella muy parecido al que se encuentra en el sistema solar. Los sectores coloniales prosperaron enormemente y en 2876, durante la convención de Novoss, decidieron constituirse como la Unión Colonial (UC), también conocida más comúnmente por la Unión, compuesta por los doce sectores coloniales que desarrollaron un sistema jurídico y político para un gobierno espacial, de vocación federal, donde tratar los asuntos comunes e importantes. La galaxia se gobierna de forma muy descentralizada, donde los sectores coloniales conservan plena autonomía y libertad para promover e implantar leyes locales, así como su independencia y singularidad dentro de la Unión Colonial.

    GOBIERNO EN LA GALAXIA 

    En la convención de Novoss, se redactaron la constitución común y los derechos fundamentales de la galaxia, que se basan en la separación de poderes.

    El poder legislativo recae en la magistratura –o Magisterio– que es la primera de las estructuras de gobierno de la UC, donde se aprueban leyes e impuestos y se deciden tareas administrativas de control. En este órgano están representados todos y cada uno de los planetas que forman la galaxia sin excepción. Cada planeta tiene en esta cámara dos comisionados elegidos para defender sus respectivos intereses. A la magistratura también se la conoce como la Cámara Baja y en ella se dan cita ciento noventa y dos representantes.

    Una vez se discute y aprueba una ley en el Magisterio esta pasa a la Cámara Alta, el Consejo Federal, que es la encargada de ejercer el poder ejecutivo de la galaxia. Se reúnen en ella los portavoces de los doce sectores coloniales, donde Tellus aporta excepcionalmente cinco delegados por ser considerado el planeta fundador de la Galaxia. Así en el Consejo Federal se reúnen hasta dieciséis delegados. Estos representantes son nombrados por los dirigentes de los sectores coloniales, y su permanencia en el consejo para la mayoría de ellos depende de cada gobierno colonial. El Consejo Federal es presidido por la figura del Primer Cónsul. Es el cargo más importante dentro de la Unión e independiente de los sectores coloniales. Entre sus funciones se encuentran el poder de vetar leyes y declarar la guerra, pero no el de disolver el Magisterio. El cargo es designado por consenso en el Consejo Federal, y el nombre propuesto para ocuparlo suele ser algún destacado prohombre que haya desempeñado una brillante carrera empresarial, científica, militar, o hubiera demostrado un gran compromiso e implicación en obras de carácter humanístico, cultural o social. Una vez el candidato es aceptado por el Consejo Federal, debe ser ratificado por mayoría simple del Magisterio.

    Para que una ley salga adelante es necesario que ambas cámaras la hayan aprobado. Una vez esta es aprobada, el gabinete de gobierno, cargos pertenecientes al equipo del Primer Cónsul y escogidos por este, son los encargados de ejecutar y velar por la ejecución y cumplimiento de las leyes ratificadas.

    Los miembros del Consejo Federal son cargos escogidos mediante nombramiento directo por los diferentes gobiernos coloniales y están sometidos a un sistema de incompatibilidades y con inmunidad. Sus representantes pertenecen al planeta capital de cada sector colonial.

    LOS SECTORES PLANETARIOS 

    La galaxia Henna se encuentra divida en doce sectores planetarios o coloniales. Los planetas que conforman cada sector son de un tamaño pequeño, ya que todos excepto Tellus, tienen un diámetro no superior a los 4.000 km. Tellus tiene un diámetro de 8.742 km siendo el más grande de todos ellos.

    Sector Gaya: en Tellus reside el núcleo de poder en la galaxia y es el planeta capital del sector. Durante su colonización (De 2299 a 2350 ET  [1]  ) se formaron los Cinco Estados: Avalon, Eterna, Pellinore, Qibel y Darras. Estos se encuentran gobernados por los grandes linajes herederos de los primeros colonos que aterrizaron en Tellus: el linaje de Johr, descendientes del capitán del arca interestelar Argos, y fundadores de Avalon; el linaje de Aviola, instaurado por Marco Aviola, líder militar en la Argos cuando se llegó al nuevo mundo y asentados en la metrópolis de Mega York, capital de Eterna; el linaje de Corvo, herederos de la primera familia nacida en Tellus, y que gobiernan desde Federal City, en Pellinore; El linaje de Bari, fundadores de la ciudad más grande de Tellus, Rómulo Prime, y capital de Darras; el linaje de Tula, descendientes del último líder

    internacional en el momento del éxodo, Joseph Gordon Tula. Su posición y dinero, les llevó a obtener buenos réditos durante la colonización de Tellus, creando la empresa Corporación Syriana, actualmente la más importante del planeta. Su casa domina el territorio más industrializado y el centro de poder se encuentra en Clinton Valley dentro de Qibel. Existe un extenso territorio desolado dentro de Tellus que no pertenece a ningún estado, denominado la zona libre. Allí las condiciones de vida son duras, y sus habitantes no siguen ningún gobierno establecido. Se les conoce como los Seguidores del Caos y están en conflicto permanente con los Cinco Estados. Los otros planetas del Sector Gaya son Juno, Jasna, Berum, Bystric, Artemia, Damassos y Ajka.

    Sector Kairós: Arcadia es el planeta capital del sector, que funciona como un régimen dictatorial. Es un planeta árido y de escasos recursos naturales, pero rico en ciertos minerales esenciales para la fabricación de los propulsores espaciales. Se establecieron tres compañías militares que trabajaban para la empresa Baer&Meyer Asociados para controlar la explotación de recursos, pero los mercenarios acabaron amotinándose bajo el mando del Comandante Supremo y tomando el control total sobre el planeta y finalmente el sector. El Comandante Supremo es la figura que encabeza el poder ejecutivo del sector y el que nombra a su interlocutor dentro del Consejo Federal. Este suele ser escogido entre sus más notorios generales. Los otros planetas que conforman el Sector Kairós son Ballym, Bangor, Argyll, Gandun, Yadan, Drom y Ennis.

    Sector Ananké: Tanneris es el planeta más importante, ejerciendo de capital del sector. A diferencia de Tellus, donde las casas más poderosas rigen los asuntos del planeta, Tanneris había adoptado un modelo democrático fundamentado en el capitalismo como el que estaba instaurado en la mayor parte de países de la Tierra antes del éxodo. Los habitantes del sector eligen en sufragio universal al presidente colonial, que a su vez elige al representante dentro del Consejo Federal. Furth, Essyn, Gera, Lubeca, Valkuum, Kargil y Solingen son los restantes planetas del Sector Ananké

    Sector Astra: Hyderbad es el planeta dominante del sector y sede del rey. Su gobierno está sustentado en una monarquía democrática, siendo el monarca la figura más importante dentro del sistema, pero que delega el gobierno del sector colonial en la cámara parlamentaria de donde sale elegido un primer ministro. El representante en el Consejo Federal, sin embargo, es un miembro de la realeza nombrado personalmente por el monarca. Actualmente este cargo es ejercido por el barón de Brigantia, Lynn Calen. El sector Astra también se compone de los planetas Duukan, Ladakh, Ayun, Dolgun, Vadik, Brigantia y Telian.

    Sector Zoé: Dalian es el planeta capital en el sector, y sede del mundo científico. El centro de investigación más prestigioso de toda la galaxia se encuentra allí, al igual que la gran mayoría de empresas punteras en tecnología robótica. El presidente del sector colonial nombra al delegado y portavoz dentro del Consejo Federal, siendo el elegido un destacado miembro de la comunidad científica. Mordak, Larne, Newdall, Lennisk, Cush, Vanuat y Raine son los otros planetas del Sector Zoé.

    Sector Keres: Génesis es el planeta capital del sector. Fue descubierto en 2560 ET y explotado por la compañía Génesis AX. Sus empleados acabaron asentándose allí y colonizándolo. El poder legislativo y ejecutivo de todo el sector recae sobre el comité de dirección empresarial, siendo el gerente de la compañía la misma figura representativa de gobierno. En contraposición, el comité obrero vela por los intereses sociales de empleados y familiares. El comité de dirección escoge a un consejero delegado de la empresa para que ejerza de representante dentro del Consejo Federal. El sector Keres está formado también por los planetas Erbil, Myrdal, Porthborg, Saskaa, Hallfax y Dalborg. También se encuentra en sus fronteras el planeta autónomo de Akron, sede del Magisterio y territorio perteneciente de manera oficial a la Unión Colonial.

    Sector Anástasis: Olimpia es el planeta capital del sector, donde hay instaurado un gobierno oligárquico conocido como el orden de los treinta quienes ejercen el poder con puño de hierro recortando derechos e imponiendo restricciones a la sociedad. El líder de los oligarcas designa al representante dentro del Consejo Federal, siendo escogido para este cargo uno de sus hombres de más confianza dentro de la orden. Los planetas Vyborg, Batum, Coral, Slagel, Meridia, Skive y Fynbos pertenecen también al Sector Anástasis.

    Sector Pax: Beled es el planeta más influyente del sector. Se elige el congreso de diputados mediante proceso electoral, de donde sale el presidente de Pax. A su vez, el presidente nombra al representante para el Consejo Federal entre los mayores (senadores vitalicios que ejercen como consejeros del gobierno), siendo normalmente el más veterano quien ocupa el cargo como un reconocimiento a toda su carrera. La singular característica de Beled es su alto porcentaje en volumen de agua, con casi un

    85 %, lo que hace que la mayoría de ciudades sean aéreas. El Sector Pax está compuesto por los planetas Vintia, Vagur, Nastved, Vest, Dalmoon, Nomos y Hovik.

    Sector Deywós: Dundalk es el planeta capital del sector. Es gobernado por líderes religiosos desde su fundación, que adoptaron el credo cristiano existente en la Tierra. El sector es controlado por el cónclave, que tiene en la figura del Gran Cardenal al líder absoluto de Deywós. El sacerdote supremo (cargo equivalente a un obispo), es el enviado como representante dentro del Consejo Federal. La opulencia de Dundalk contrasta con el resto de planetas considerados de los más empobrecidos en la galaxia. En el sector Deywós también encontramos los planetas Kytna, Dorkhal, Frydec, Labern, Volgo, Liberyc y Siriak.

    Sector Horos: Vryhed, planeta capital del sector, es conocido como el planeta de hielo por sus bajas temperaturas y sus duras condiciones ya que la mayor parte de su relieve es montañoso y de gran altitud, por lo que la población se concentra en unas pocas ciudades estado donde los alcaldes cobran un papel muy relevante. El poder ejecutivo es ostentado por el gobernador, quien es escogido cada seis años por la asamblea de alcaldes para formar el gabinete de gobierno del sector colonial. El representante al Consejo Federal es nombrado por el mismo gobernador. El sector Horos está compuesto además por los planetas Songrim, Kusak, Jeon, Sidón, Songrim, Hyesan, Mem y Masan.

    Sector Forctis: Trondheim es el planeta capital del sector y uno de los más importantes dentro de las colonias exteriores. El senado es a su vez cámara legislativa y ejecutiva, siendo el presidente del senado el máximo representante de la misma. Un senador del partido que ostenta el poder es nombrado portavoz para representar al sector en el Consejo Federal. Pienaan, Grundal, Volsvöllur, Breïod, Rawgnar, Eyrar y Esinborg son los restantes planetas que componen el sector Forctis.

    Sector Vires: Cival es sin lugar a dudas el mayor planeta dentro del sector, y el claro dominante entre las colonias exteriores. Se elige en sufragio a la cámara representativa y al primer ministro del sector, que ejercen las funciones de poder ejecutivo, y la misma cámara nombra a un representante de consenso para ejercer como delegado en el Consejo Federal. El sector Vires se compone también de los planetas Corintia, Rasoon, Anyon, Kaupang, Rayäur, Borgar y Panmun.

    El poder judicial de la galaxia reside en el Tribunal Supremo, compuesto por doce jueces elegidos por el Magisterio y de carácter temporal. Cada juez representa a un sector colonial. Este tribunal debe aplicar la constitución y juzgar las disputas entre sectores coloniales.

    [1] El calendario de la galaxia se puede contar en ET = Edad Terrestre o

    NE = Nueva Edad. La Edad Terrestre respeta los años según el calendario que existía en la tierra, mientras que la Nueva Edad empieza desde la llegada de la humanidad a Tellus. Así tenemos dos fechas para ese momento, año 2299 ET o 1 NE. La UC respeta el calendario terrestre, mientras que es en el Sector Gaya donde el uso del calendario en unidad Nueva Edad es prácticamente total.

    LOS AUGUR

    Con el paso del tiempo y el nacimiento de nuevas generaciones, algunos humanos lograron desarrollar habilidades psíquicas o físicas que pasarían a ser hereditarias. El primer dato que se tiene sobre una persona con dones especiales se registra en el año 2433 ET, aunque no sería hasta mucho después cuando se tendría constancia fehaciente sobre ellos. Se les conocía comúnmente como evolucionados, y los científicos naturalistas les consideraban el siguiente paso evolutivo de la humanidad. En 2890 ET, se fundó la orden Augur, como arma útil en caso de conflicto bélico, y, aunque era una organización independiente, reportaba directamente al Primer Cónsul. Sus principios se fundamentaban en las doce reglas, que definían el comportamiento de sus miembros. Desde entonces, la Unión se dedicó a buscar a evolucionados por toda la galaxia y las filas augur triplicaron su número en pocas décadas. Para fomentar la formación y desarrollo de esta nueva orden se creó la fortaleza Titán, que servía como templo para los augur, y su sede residía en el planeta Juno. Allí aprendían a desarrollar las habilidades pertenecientes a las tres ramas evolutivas (física, psíquica y quinética) además de disponer de una formación académica para las generaciones más jóvenes, formadas por los cadetes. Se potenciaban técnicas de autocontrol, empatía, calma o resolución de conflictos. Todo con la finalidad de control sobre su poder y uno mismo, para que el último recurso de un augur fuera la confrontación abierta. Su sola presencia ya de por sí era un elemento suficientemente amenazante y disuasorio. Con el tiempo los augur conseguirían una áurea mucho más mística que engrandecería su leyenda. Su uniforme gris, casco

    blanco con símbolo de media estrella que les cubría gran parte del rostro y el bastón Lituo que portaban, eran sus señas de identidad. En diversas partes de la galaxia se les conocía como los casacas grises. A partir de 2971 ET, la orden Augur pasó oficialmente a pertenecer dentro de la estructura militar de la Unión Colonial, conservando el Primer Cónsul el mando bajo el título de Almirante Supremo. Cuenta con aproximadamente noventa y siete mil integrantes, repartidos en toda la galaxia. La autoridad de la orden, el triunvirato, reside en la fortaleza Titán situada en el planeta Juno, donde los oficiales de alto rango y de instrucción adiestran y tutelan las jóvenes generaciones de cadetes antes de graduarse y ser asignados a una unidad o grupo especial.

    Las doce reglas por las que se regían los augur antes de formalizarse su pase dentro de la estructura militar de la Unión en 2971 ET eran:

    La vida de un augur empieza y acaba con el respeto hacia los demás.

    No utilices los dones augur sin motivos.

    Tu don siempre debe utilizarse con un sentimiento de justicia.

    La técnica fluye de tu intuición.

    El espíritu de un augur nunca debe divagar.

    La negligencia atrae al fracaso.

    No hay poder sin raciocinio.

    La consagración de un augur a la justicia es de por vida.

    En el arte de dirigir reside el secreto de combatir.

    No fomentéis la idea de vencer, pero tampoco la de ser vencido.

    Adapta la actitud en función del contrincante.

    El pensamiento y la razón son la mejor arma de un augur.

    A pesar de estar ya inactivas, las doce reglas siguen siendo una fuente de inspiración para los augur, y siguen colgadas en el salón principal de la fortaleza Titán como un mantra para las jóvenes generaciones de cadetes que allí se entrenan.

    GUERRA DE SECESIÓN GALÁCTICA

    Con el tiempo, se produjo distanciamiento y cierta desconexión entre las colonias más desarrolladas económicamente, encabezadas por Tellus y sus Cinco Estados, con las colonias más alejadas y pobres en la galaxia, que estaban integradas por los sectores espaciales Deywós, Horos, Forctis y Vires. Las colonias de estos sectores mostraron su malestar por las elevadas tasas e impuestos sobre algunas materias primas básicas, que se aplicaban desde magistratura y el Consejo Federal para sufragar gastos que permitieron el crecimiento en las colonias más desarrolladas mientras que los sectores exteriores apenas podían afrontarlas.

    Esa separación acabó en confrontación de clases, que tuvo su origen en 2951 ET cuando una oleada de protestas desde las colonias exteriores acabó conduciendo a la primera guerra civil galáctica. Los planetas de Cival o Kaupang, del sector Vires, y Trondheim, del sector Forctis, encabezaron la secesión de los sectores más desfavorecidos que, incumpliendo las leyes y los tratados establecidos sobre los impuestos, se declararon independientes de la Unión Colonial para fundar la nueva CPL (Confederación de planetas libres) y unificar sus milicias sectoriales en una sola flota militar.

    Los representantes de los Cinco Estados de Tellus tanto en magistratura como más tarde en el consejo presionaron para que se adoptaran medidas represivas contra los sectores planetarios secesionistas y la recién creada CPL, y en una sesión extraordinaria se aprobó el envío de una flota de la Unión Colonial a los sectores exteriores para persuadir de cualquier acción subversiva por su parte. Así mismo, los representantes de la CPL anunciaron que la presencia de cualquier navío de guerra en sus órbitas espaciales sería interpretada como un acto de guerra y actuarían en consecuencia.

    La batalla del planeta Dorkhal, en el sector Deywós, dio comienzo al conflicto. Los acorazados estelares de la Unión Colonial no dieron opciones a la pequeña flota colonial que defendían las estrellas azules. Esta superioridad manifiesta desde casi el principio, también tuvo su daño colateral, al granjear cierta simpatía para las colonias exteriores entre algunos representantes en magistratura, que defendieron el diálogo y el acuerdo antes que la represión armada. La voz más significativa de este movimiento fue la de los parlamentarios de Damassos que exigieron durante la sesión de control del Magisterio el fin de las hostilidades y la creación de una comisión negociadora para la paz.

    Las colonias exteriores contraatacaron, y destruyeron las bases de la Unión cercanas a la órbita de Beled, frenando el avance de las fuerzas de la Unión por el sector Pax.

    DIVISIÓN Y NEUTRALIDAD

    DE LOS AUGUR

    Al alargarse más de lo previsto las confrontaciones armadas, la magistratura deliberó acerca de la conveniencia de que la orden Augur interviniera activamente en el conflicto. La flota, muy superior a la rebelión colonial, no era capaz de sacar ventaja y conseguir la rendición incondicional del adversario, por lo que la confrontación se estaba alargando más de lo que era esperado. Por primera vez se debatía en magistratura y en el Consejo Federal el envío de los augur para fines puramente bélicos. A su vez, dentro de los propios augur existía cierta división sobre el papel que debían desempeñar en esta disputa a causa de sus leyes fundacionales. Entendían que, debido a ellas, no debían interponerse entre los intereses de las agraviadas colonias exteriores y el afán del Consejo Federal por mantener el poder de la Unión Colonial dentro de la galaxia.

    A pesar de todos los debates que suscitó esta dicotomía, desde la magistratura finalmente se aprobó la ley 3.24 para la intervención de los augur en el conflicto. El consejo ratificó la nueva ordenanza por mayoría absoluta, y el Primer Cónsul se prestó raudo en dar el mandato para que se movilizaran en apoyo de la Unión y combatiendo al secesionista rebelde.

    Los augur, sin embargo, al conocer la resolución final dictada por el consejo, se declararon neutrales en el conflicto desobedeciendo así por primera vez las indicaciones de un Primer Cónsul de la Unión Colonial. Esto acarrearía consecuencias inesperadas y relevantes para el futuro de la orden. Los augur fueron intervenidos militarmente, y sus líderes hechos prisioneros y juzgados por desacato. El almirante James Thrownill, se tomó las riendas de la orden, erigiéndose como el primer líder militar no evolucionado de la misma. La elección de Thrownill para dirigir a los augur no estuvo exenta de polémica, ya que tenía fama de persona muy ambiciosa y poseedora de pocos escrúpulos. Por algo era el almirante más joven de la flota. Consiguió llegar al cargo antes de cumplir los cuarenta años, en una fulgurante carrera dentro de la academia militar.

    Con Thrownill al frente, los augur finalmente se movilizaron a la zona del conflicto. La flota de la Unión aprovechó la ocasión para atacar Trondheim, y tras veintidós días de combate, cayó la capital Lordhain. Dos meses después, el planeta entero se rendía. Sin duda alguna, la intervención de los augur había tenido mucho que ver en esa rápida victoria.

    La caída de Trondheim fue un duro golpe para las colonias exteriores, pues perdían a uno de sus grandes bastiones e impulsores de la secesión. Aun así, durante los meses siguientes protagonizaron diversos golpes contra intereses de la Unión en la galaxia, siendo el más importante el atentado realizado en la propia magistratura, que causó un gran número de bajas entre militares, políticos y personal civil. Tras este suceso, la venganza de Thrownill no se hizo esperar. Su división especial, llamada los guerreros Blazar   [2]  , formada por los augur más poderosos, arrasó el planeta Corintian (de donde se sospechaba que salieron los autores materiales e intelectuales que perpetraron el atentado) sin contemplación provocando el mayor número de víctimas civiles desde el inicio del conflicto. Fue un hecho considerado vil y exagerado, vengativo, que supuso la última acción protagonizada por los augur durante el primer gran conflicto. A partir de entonces, y horrorizados por acciones que poco tenían que ver con la justicia y en defensa del sistema establecido, la orden Augur se declaró en rebeldía contra el almirante. Finalmente, y tras intensos combates, Thrownill fue obligado a huir junto con algunos de sus lugartenientes más importantes. Apareció muerto en las rocosas negras del sector Kairós, en el planeta Argyll. Nunca se supo que había sucedido y las circunstancias que rodearon la muerte del almirante siguen teniendo un halo de misterio.

    Mientras proseguían las batallas por todo el sector exterior, la Unión Colonial también tuvo que enfrentarse a una gran división interna pues muchos magistrados creían que después de los actos de Corintian se habían sobrepasado todos los límites. La tensión desembocó en la dimisión del Primer Cónsul Marcus Aldwin, debido a la presión ejercida por muchos de los representantes del Consejo Federal y otros organismos sociales y políticos de la galaxia que empezaban a estar cansados por la duración del conflicto.

    Durante el bloqueo y sitio al planeta Civel, y coincidiendo con la reciente elección de un nuevo Primer Cónsul, se produjeron negociaciones de paz entre los dos bandos enfrentados. La Unión Colonial ofreció amnistía a los líderes coloniales a cambio de una rendición total. Estos se mostraron abiertos a llegar a un acuerdo, siempre y cuando el consejo estuviera dispuesto a conceder algunas reivindicaciones y realizar grandes cambios de estructura en la Unión Colonial.

    El acuerdo final llegó un 20 de octubre de 2971 ET durante la celebración del Tratado de Batum.

    En el tratado firmado por ambos bandos, se pactó disolver la armada conjunta de la CPL y un compromiso por el cual la Unión volvería a restaurar las milicias militares en los sectores exteriores. A cambio, estas reducirían considerablemente sus filas en favor de los ejércitos de la Unión Colonial que sufrirían una gran reestructuración formando las doce divisiones estelares bajo el mando directo de los almirantes de la flota. Con esta decisión la Unión pretendía disminuir el número de efectivos en las milicias coloniales para asegurar una supremacía militar en los sectores que fuera suficientemente disuasoria ante cualquier secesión o revuelta. Las divisiones estelares tutelaban y supervisaban a las milicias, aunque estas no se encontraban bajo su mando directo. Además, la Unión se comprometía en destinar grandes partidas económicas anuales para los sectores exteriores, en concepto de ayuda para la exportación y explotación de materias primas y otros recursos renovables.

    Un largo periodo de paz y prosperidad siguió tras el gran conflicto sin que se desatara ningún conflicto interno importante entre miembros de la Unión Colonial Estelar.

    [2] Blazar, fuente de energía muy compacta y altamente variable, asociada a agujeros negros que se forman en el centro de una galaxia. Los blazares están entre los fenómenos más violentos del universo, y por ese motivo el almirante Thrownill escogió ese nombre para su división especial.

    ESTRUCTURA MILITAR

    La galaxia dispone de diferentes instituciones militares para su defensa global, así para los sectores coloniales y los planetas que los conforman.

    Las fuerzas del orden se distribuyen en pequeñas unidades de combate, con sede en las comisarías de las ciudades y cuadrantes (barrios) importantes. Ejercen como cuerpo armado de naturaleza civil para asegurar la estabilidad de la administración municipal y territorial.

    La milicia está compuesta por ciudadanos que conforman una fuerza militar regular con el objetivo de defender un sector colonial. Tras la creación de la Unión y su flota conjunta, las milicias redujeron su número de efectivos en favor de las divisiones de la UC ya que estas son las que velan por la seguridad global en última instancia. Actualmente una milicia no cuenta con más de diez mil combatientes entre flota espacial y ejército de tierra. La comandancia de la milicia tiene su sede en el planeta capital de cada sector y obedece al órgano de gobierno pertinente.

    Finalmente, la Unión Colonial se organiza militarmente en una estructura piramidal, donde el mando de la flota lo ostenta el Primer Cónsul bajo el título de Comandante Supremo. Dependiendo directamente de él se encuentra la orden Augur y los doce almirantes, uno por cada sector. Los almirantes dirigen y organizan las divisiones estelares, que están compuestas a su vez por ocho ejércitos. Cada ejército se encuentra bajo el mando de un general. Las divisiones estelares están formadas por ocho ejércitos independientes y cada división cuenta con aproximadamente medio millón de efectivos en la actualidad. Su número ha ido aumentando progresivamente tras la guerra de cesión, ya que por el Tratado de Batum las milicias se vieron forzadas a reducir drásticamente su número en favor de las tropas de la Unión. Los ejércitos de la división se dividen entre cuerpos de infantes (ejército de tierra) y la Fuerza Espacial (flota estelar). La cadena de mando dentro de las divisiones estelares la forman soldados (unidades rasas), sargentos (líderes de unidad), capitanes (al mando de una escuadra), generales (jefes de ejército) y finalmente almirantes (comandantes de división).Los augur se dividen en tres funciones: fuerzas de choque, operativos especiales y equipos de investigación. Las fuerzas de choque se emplean básicamente como un destacamento militar, y los rangos establecidos son iguales a los utilizados en las divisiones estelares. Los operativos espaciales los conforman aquellos augur con las habilidades más desarrolladas, siendo todos sus miembros de alta graduación y coordinados conjuntamente con el alto almirantazgo. Los equipos de investigación suelen estar formados por psíquicos y quinéticos, y actúan de manera más local, colaborando con las fuerzas del orden de cada planeta en la resolución de actos criminales. Cuando aparecen, siempre asumen el mando del caso pertiente.

    MANDATARIOS

    DE LA GALAXIA

    El Primer Cónsul es el responsable político de la administración general de la Unión Colonial, el cargo político más alto de la galaxia al que se accede por influencia y reconocimiento. También tiene el control final del poder ejecutivo del Consejo. No hay restricciones de mandatos para un Primer Cónsul. Cada mandato dura cuatro años y el candidato propuesto puede ser reelegido todas las veces que se postule siempre y cuando tenga el respaldo mayoritario de la Cámara Alta frente a los otros aspirantes al cargo. En caso de muerte, destitución, dimisión, o renuncia de un Primer Cónsul, el administrador de la cámara asume el control hasta que un nuevo Primer Cónsul es propuesto por unanimidad de la Cámara Alta y aceptado por el Magisterio. Desde la fundación de la Unión Colonial, se han elegido doce primeros consejeros, con mandatos que van desde los 4 a los 30 años.

    Kieran Freud: fue el primer hombre en ser nombrado como Primer Cónsul en la recién creada Unión Colonial Estelar. Nació en el planeta Ajka del sector Gaya, aunque gran parte de su formación se desarrolló en Tellus. Se estrenó en el cargo durante el año 2876 ET (fundación de la UC). Fue el principal artífice e impulsor de la ley estelar y constitución única, documento por el cual se rige la galaxia.

    Francis Gibbs: Primer Cónsul originario de Dundalk, estuvo en el cargo des del año 2888 al 2896 ET. Bajo su mandato se creó la orden Augur, para proteger y garantizar el orden en la galaxia.

    Aiman Rashid: fue comandante arcadio antes de llegar a Primer Cónsul durante los años 2896 y 2904 ET. Se convirtió en el primer líder militar en ocupar este cargo. Precisamente destacó por promover y crear un gran ejército al servicio de la Unión Colonial para no depender en demasía de las milicias y fuerzas sectoriales, y por su implacable lucha contra los clanes piratas que asolaban las rutas comerciales en el territorio de Anástasis.

    Víctor Nboula: la historia le sitúa como el único de los Primer Cónsul en ser asesinado. Criado en un planeta pobre, Siriak, en el sector Deywós; destacó en su faceta de pensador y humanista. Llegó al Consejo Federal en el año 2899 ET, y fue nombrado en 2904 ET para el cargo de Primer Cónsul. Su muerte se produciría apenas tres años después, cuando las mafias locales de Artemia, esclavistas que habían sido perseguidos desde el ascenso de Nboula, le asesinaron durante una visita de carácter oficial al planeta Eger en Ananké. Se especuló con la involucración de miembros del Consejo Federal en el asesinato, pero este hecho nunca fue probado y se quedó como simple teoría de conspiración.

    José Dell’Aqua: prominente político de Tanneris que fue nombrado Primer Cónsul. Anteriormente se había destacado como primer ministro, consiguiendo que su planeta alcanzara desarrollo y potencial similar a Tellus. Durante su mandato en el Consejo Federal se acrecentaron las rivalidades entre ambos sectores coloniales, confirmándose las diferencias entre Tanneris y los Cinco Estados de Tellus. Ocupó el cargo entre los años 2907 y 2916 ET.

    Norman Janusz: fue el primer político de Tellus, siendo representante de Darras, en ser nombrado Primer Cónsul. Elegido con honores en 2916 ET. Durante su mandato fueron constantes sus desavenencias y enfrentamientos con el resto de Cinco Estados, en permanente disputa por el dominio de la galaxia. Aun así, consiguió mantenerse en el cargo bastantes años en parte gracias a su labor en materia económica ya que la galaxia vivía su época de máximo esplendor. En 2928 ET abandonaba el cargo, por enfermedad repentina. Moriría cuatro años más tarde.

    James Sybill: fue un Primer Cónsul nacido y criado en Hyderbad, siendo el primero del sector Astra en llegar al más alto cargo de poder en la galaxia. Considerado como un gran político y mediador, consiguió cohesionar los Cinco Estados de Tellus en un momento de máxima tensión tras el mandato de Norman Janusz como Primer Cónsul. El planeta Tellus superó una prueba muy dura y estuvo al borde de la guerra total. Sybill ejerció en el cargo entre los años 2928 y 2944 ET.

    Marcus Aldwin: Primer Cónsul durante los años 2944 al 2970 ET. Su mandato es conocido por ser el Primer Cónsul durante la guerra de Secesión, factor por el cual estuvo mucho tiempo al frente del Consejo Federal en régimen de jurisdicción especial otorgada por el acta de guerra firmada en 2952 ET. Fue además el primero obligado a abdicar de su cargo, hecho fundamental para que la guerra que asolaba la galaxia llegara a su fin.

    Edward Bright: Primer Cónsul tras el gran conflicto. Era apodado el conciliador. Propulsó medidas y leyes para cumplir las reivindicaciones de las

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