La Nieve Más Brillante Cae en la Oscuridad: Las Nuevas Aventuras de Lorewyn & Compañía, #2

Por C.J. Pearson

Faedrya, el reino ancestral de las hadas de Velyxi, la madre de Lorewyn y sus parientes que una vez hicieron de Cordysia su hogar, Lys'elth y Onarys. Un mundo hermoso y mágico, en gran parte intacto por el destino mortal. Pero el Oráculo Celestial, cuyo consejo ha guiado durante mucho tiempo a Faedrya a través de eras de paz, ahora está pasando más allá del tiempo y el espacio y ofrece sus últimas palabras de dirección para el reino antiguo y sus habitantes. Se elige un nuevo Árbitro, y el Oráculo ha dictado que el Mariscal del Norte, Nyvendra, debe ocupar el puesto. Las consecuencias no se parecen en nada que la gente de las hadas que jamás hayan visto, porque nadie de su región ha liderado el reino, y hay una feroz oposición de aquellos que desean que siga siendo así, y la lucha envuelve a Faedrya, incluso hasta el punto de un intento de asesinato de Nyvendra. Lorewyn, Rhianyn y Blythe llegan solo para encontrar un mundo que no coincide con el legado de la madre de Lorewyn, sino un mundo que corre el riesgo de ser destrozado.

Las nuevas aventuras de Lorewyn and Company continúan con el libro 2, ¡La nieve más brillante cae en la oscuridad!

 

• Idioma: Español
• Editorial: BadPress
• Fecha de lanzamiento: 19 nov 2020
• ISBN: 9781071575451

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LA NIEVE MÁS BRILLANTE CAE EN LA OSCURIDAD

por C.J. Pearson

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Las Nuevas Aventuras de Lorewyn & Compañía, Libro 2

Derechos de Autor © 2020 por C.J. Pearson

Esta es una obra de ficción. Los nombres, lugares e incidentes, son producto de la imaginación del autor o son usados ficticiamente. Cualquier semejanza con personas reales, vivas o muertas, eventos o lugares es pura coincidencia.

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro será reproducida o usada en cualquier forma sin el permiso del dueño de los derechos de autor, excepto para el uso de citas en revisión del libro. Para más información, dirección: [e-mail].

Arte de la portada por Angela Fristoe

PREFACIO

El 11 de agosto del 2020, se anunció que la Senadora estadounidense y antigua Fiscal General de California, Kamala Harris, sería la compañera de fórmula de Joe Biden para Vicepresidente del Partido Demócrata en las próximas Elecciones Presidenciales de noviembre del 2020. Con este anuncio, Harris se convirtió en la primera Afroamericana y Surasiática-Americana en ser nominada como candidata a Vicepresidente de un partido importante y la tercera mujer compañera de fórmula para Vicepresidente en una lista de partidos importantes.

La Senadora Harris no era una recién llegada a la Carrera Presidencial, ya que se había postulado para la nominación Demócrata del 2020 y atrajo una atención nacional considerable antes de decidir terminar su campaña en diciembre del 2019. A lo largo de su campaña, especialmente en la segunda mitad del 2019 durante los debates, Harris ganó notoriedad por su fuerza y convicción al enfrentarse a los candidatos masculinos (¡incluido Biden!) y negarse a ser intimidada, el mismo tipo de resistencia y asertividad mostrada en sus intercambios con el Juez de la Corte Suprema Kavanaugh durante sus audiencias de confirmación en la Caída del 2018.

Como mujer de color segura, inteligente, y con experiencia política, Kamala Harris obtuvo una cantidad significativa de fuego racista y misógino del Presidente Trump y otros líderes conservadores cuando fue elegida para ser la compañera de fórmula de Joe Biden. Incluso si no fuera una nativa de California y una fanática de Harris durante su mandato como Fiscal General y Senadora, yo todavía apoyaría (y apoyo) enormemente a esta líder verdaderamente capaz y dinámica, y espero verla asumir el cargo de Vicepresidenta junto a Biden después de ganar las elecciones de noviembre.

Gran parte de mi trabajo escribiendo Las Cordysian Chronicles, y ahora Las Nuevas Aventuras de Lorewyn & Compañía, se ha centrado en confrontar los males del racismo y la misoginia. Dentro del marco de las cuatro especies de Cordysia (Elfos, Humanos, Enanos, y Orcos) se ha explorado mucho sobre la intolerancia y el odio racial. Los personajes femeninos fuertes también han sido una pieza central de estas novelas. Podría haber escrito este prefacio de una manera diferente, minimizando el momento de la nominación de Kamala Harris y concentrándome más en la fantasía general y los elementos sociales involucrados. Pero eso no sería honesto, porque la realidad es que lo que está sucediendo en los Estados Unidos y en el mundo juega un papel muy importante en lo que escribo. La Nieve Más Brillante Cae en la Oscuridad, como otras novelas de la serie, en un comentario sociopolítico, y dado lo que estamos tratando con respecto a las próximas elecciones en la última parte del 2020, si, en muchos sentidos esto es una novela Kamala también.

Este prefacio servirá en parte como la dedicación de este libro, un recordatorio de que las heroínas realmente existen en nuestro mundo, así como en los reinos de fantasía, que las batallas se libran tanto aquí como en escenarios de ficción, y que en esos tiempos oscuros, los momentos en los que se lucha parecen particularmente desalentadores y el camino por delante incierto, que esas chispas de luz de los corazones de los firmes y valientes se encienden con las llamas de los buenos problemas para mostrarnos el camino y para guiarnos hacia un futuro mejor y más brillante.

¡Gracias, Senadora Harris, por sus chispas de luz y buenos problemas, y que la Madre Aire la lleve rápidamente en su aliento hacia la victoria en noviembre!

Para Tali, con admiración por tu brillo y tu perseverancia en querer llevar a la luz a las cosas más malvadas que algunos hacen y tratan de mantener ocultas en la oscuridad, por exponerlos y hacerlos responsables.

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En memoria de Chadwick Boseman (11/29/1976 - 08/28/2020), y su interpretación del superhéroe La Pantera Negra en las películas de Marvel. El Sr. Boseman murió a la edad de 43 luego de una batalla de cuatro años contra el cáncer de colon. Esta novela está dedicada en honor a su heroísmo, tanto dentro como fuera de pantalla. 

Wakanda Para siempre.

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Y para George Floyd, Breonna Taylor, Jacob Blake, y mucho, muchos otros hombres y mujeres que han sido asesinados o dañados a manos de aquellos que habían jurado servir y proteger, no disparar y matar. Por la esperanza y la oración de la verdadera justicia.

LAS VIDAS NEGRAS IMPORTAN

Eres una luz. Eres la luz. Nunca dejes que nadie—ninguna persona o ninguna fuerza—desaliente, atenúe o disminuya tu luz.

-  John Lewis (de Al otro lado del Puente: Una Visión del Cambio y el Futuro de América)

PRÓLOGO

Era hora. Velyxi había estado de pie en el acantilado que dominaba las Llanuras de Xirashyk. Debajo podía ver el violeta Río Trinidad Delta serpenteando a través de los Bosques Cristalinos, desapareciendo en el horizonte mientras fluía hacia el Mar Evercrest. Brillando arriba estaban las suaves luces de la Cascada Aurora, sus suaves tonos centelleantes bañaban la tierra debajo y se reflejaban en los árboles de cristal en los bosques, tonos de azul, verde, amarillo, y magenta. Este era su hogar, el reino que siempre había conocido... y pronto lo dejaría, destinada a un nuevo reino, un nuevo lugar para llamar hogar... sin duda una nueva forma de existencia.

Ella era una de las tres que habían respondido al llamado de Sylesteus, muy lejos atravesando el infinito y el Más Allá. Él, sus hermanos, y sus esposas, los Elementos, habían forjado un nuevo reino. La invitación había salido... muchos fueron llamados a unírseles en este nuevo reino llamado Cordysia. Pero solo tres de Faedrya, el hogar de Velyxi, habían aceptado. Estaba la propia Velyxi, por supuesto, una guerrera de los Horizontes Occidentales. Incluso ahora, mientras se preparaba para partir, llevaba su espada sobre ella. Estaba también Lys’elth, una mensajera de la Expansión del Sur; Velyxi podía entender cómo la oportunidad de viajar y explorar atraería a la joven doncella mensajera. Y finalmente, estaba Onarys, el constructor de las Estepas Orientales. Él había sido más difícil de entenderlo, más arraigado y asentado que cualquiera de las otras dos Hadas femeninas. Pero su respuesta había tenido sentido para Velyxi cuando le preguntó por curiosidad.

He trabajado y construido mucho en Faedrya, respondió Onarys. Esta es una oportunidad para hacer de un nuevo lugar mi hogar y construir ahí también. Tal vez pueda enseñarle a otros algunas cosas. Y puedo aprender.

Pero ahora los tres se habían reunido en los Bosques del Norte, en el acantilado con vistas a las llanuras. Este era el lugar preestablecido, el lugar dónde el Viento Etéreo borraría el pasado, y barrería a los que aceptaran la invitación, llevándolos a su nuevo hogar. Y entonces Velyxi, Lys’elth, y Onarys esperaron pacientemente.

¿Creen que algún día volveremos a ver Faedrya? Lys’elth preguntó en voz baja. Había estado mirando el acantilado durante un tiempo, su corazón era una mezcla de emociones, algunas anticipaban algunos nuevos caminos para vagar, y otras se sentían un poco tristes por dejar su reino natal y la tierra que amaba.

Velyxi se acercó a ella. No lo sé, respondió honestamente. Pero me gusta pensar que todas las cosas son posibles, y... Miró a Onarys también. Mientras los tres vivamos en Cordysia, tendremos algo de nuestro hogar aquí juntos, una parte de Faedrya que llevamos y compartimos.

A Lys’elth le gustó esa explicación y asintió, sonriendo. Ella era la más joven del trío, y esta sería su primera vez que se alejaba de Faedrya de cualquier forma, mientras que Velyxi y Onarys eran más maduros, como Hadas inmortales, y habían viajado a otros lugares antes.

Un cuarto Faedryan se acercó a los tres en el acantilado. Era Nyvendra, la Mariscal del Norte. Se acercó a Velyxi.

Quería asegurarme de tener la oportunidad de despedirme antes de que partieras, dijo. Seré honesta, y un poco egoísta... desearía que no fueras.

Velyxi miró a su amiga y la abrazó. Puedes venir con nosotros, lo sabes, exclamó. Estoy segura de que la invitación aun es buena. Me encantaría tener a mi mejor amiga conmigo en Cordysia.

Nyvendra se aferró a ella un poco antes de soltarse. La sé... pero ya tuvimos esta plática. Mi lugar es aquí. Mi gente está aquí. El trabajo del cuál necesito ser parte está aquí. Solo desearía que te quedaras para que fueras parte de eso conmigo, eso es todo.

Velyxi asintió. También amo Faedrya. Después de todo este es mi hogar también. Pero me siento como si hubiera peleado las batallas que necesito pelear aquí. Hay algo más esperándome. Algún otro lugar, otro reino, donde pueda hacer algo bueno. Le ofreció a su amiga una sonrisa maliciosa. Tal vez incluso me meta en algún problema... como tú y yo lo hemos hecho en el pasado.

Nyvendra donrió de vuelta. Definitivamente tenemos un historial de meternos en buenos problemas, ¿verdad?

Si, lo tenemos, dijo Velyxi. No importa lo que pase, tu siempre serás mi compañera de ‘buenos problemas’ favorita... y aunque estaré en otro lugar, me consuela saber que la mejor parte de nuestro equipo seguirá aquí, metiéndose en esos buenos problemas por mí.

Nyvendra sintió que se le llenaban de lágrimas sus ojos marrón oscuro cuando puso sus brazos alrededor de Velyxi una última vez. Todos en el acantilado pudieron sentir una fuerte brisa repentina. El Viento Etéreo había llegado, descendiendo del resplandor de la Aurora de arriba y bajando para recuperar sus pasajeros.

Te extrañaré, Velyxi le susurró a Nyvendra. La soltó, pero aún sosteniendo la mano de su amiga, se quitó su Anillo Céfiro de su dedo y lo puso en la mano de Nyvendra, cerrando sus dedos alrededor de él. Llevó su mano ahora cerrada a sus labios y la besó, luego retrocedió.

El Viento Etéreo ahora estaba sobre el trío. Sus formas comenzaron a perder cohesión a medida que se elevaban hacia el aura mística. Nyvendra los observó alejarse con la brisa, volviéndose cada vez más distantes, hasta que finalmente desaparecieron.

Nyvendra miró el anillo en su palma. Había estado en la mano de Velyxi desde que la conocía; el Anillo Céfiro, el símbolo de los Horizontes Occidentales. El anillo de un guerrero. Era cristalino, casi transparente, sin ningún tipo de incrustación de joya. Lo colocó en su dedo; encajó perfectamente; el oscuro tono color caoba de su mano era claramente visible a través de la sustancia del anillo.  Llevó su mano anillada a su boca, abrió su palma, y sopló un beso en dirección del Viento que partía.

Pequeñas partículas como cristales, como copos de nieve, aparecieron en su aliento mientras soplaba, dejando su mano y flotando en el aire, lejos del acantilado, luego a la deriva sobre las llanuras, ríos, y bosques más allá.

PARTE I: LO QUE DECLARÓ EL ORÁCULO

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CAPÍTULO 1

Podría haber esperado otro día para llegar a Faexryst, pero Drylor pensó que un poco más de tiempo para hacer turismo por la Capital de las Hadas sería agradable. Después de todo, era la primera vez que la visitaba en mucho tiempo.

No es que le faltara algo en su región natal, pero los Bosques del Norte. Pero esta era una oportunidad única. Había sido seleccionado como emisario de su región para la Declaración del Oráculo Celestial. Este evento solo ocurría cuando la Aurora resplandecía, y eso solo ocurría más o menos una vez cada siglo. Dado que la gente de Faedrya no envejeció ni pereció como las razas de muchos otros reinos lo habían hecho, Drylor había visto la llamarada y había presenciado la Declaración del Oráculo antes, muchas veces de hecho. Aún así, fue un evento importante y de celebración en Faedrya... y siempre ocurría en la Capital.

Capital podría haber sido una exageración. Ciudad Principal, quizás. Centro de cultura, política y actividad cosmopolita de Faedryan. Ciertamente no era el único asentamiento en Faedrya. Cada uno de las cuatro regiones circundantes, la Expansión del Sur, las Estepas Orientales, los Horizontes Occidentales, y los Bosques del Norte (de donde era Drylor), todas tenían sus propias ciudades, fortalezas, y lugares de residencia y comercio. Pero era en Faexryst, el gran castillo y la ciudadela en el centro del reino, que el pueblo de las Hadas de las cuatro regiones se reunió en paz. O... lo hizo, en cierto punto.

La Aurora volvería a resplandecer en un par de días más. Era un hecho predecible. Los astrólogos de Faedrya habían aprendido hace mucho tiempo cómo medir los cambios en la Cascada; siempre era un momento de anticipación, y algunas veces de ansiedad - ¿quién sabía qué nueva revelación podría presentar el Oráculo? La tradición era que cada región enviara a un emisario, uno que actuaría como representante de la región y mediaría la Declaración del Oráculo. No se podía negar la Declaración. Lo que fuera que el Oráculo hablara, esa era la Declaración. Sin embargo, con el tiempo la gente de Faedrya se había dado cuenta de que las palabras del Oráculo, aunque siempre claras, a veces podían interpretarse en términos de significado y aplicación para el reino. En situaciones como esta, era necesaria alguna mediación. Cada