El Turista Perfecto

Por Danilo H. Gomes

Las tierras de Almalandia no ven la luz del sol desde hace décadas y es necesario hacer algo. Ego, el líder general de Almalandia vive una vida calma, insatisfactoria y sin rumbo. En una mañana cualquiera, Ego es sorprendido por una llamada telefónica de uno de los miembros del consejo de vice-líderes de Almalandia. Algo anda mal. Un turista humilde de pocas palabras y muy misterioso, llega a Almalandia y provoca un enorme tumulto jamás antes visto.

• Idioma: Español
• Editorial: BadPress
• Fecha de lanzamiento: 1 dic 2022
• ISBN: 9781071556443

Danilo H. Gomes

Danilo Henrique Gomes, brasileiro, marido de Débora Gomes, nasceu em Araçatuba/SP no ano de 1993. É cristão desde o berço, apaixonado por Jesus e fascinado pela arte de escrever. Em meados de 2016, dois anos após o início de uma forte crise financeira que assolou o Brasil, foi demitido pela primeira vez em sua vida. Desempregado e com poucos recursos, mas cheio de ideias, escreveu seu primeiro livro sem ao menos saber qual seria o futuro daquele projeto. Seu projeto teve sucesso. Desde então não parou de escrever e publicar livros que já alcançaram vários países ao redor do mundo. Segue sua vida como escritor independente e fiel cristão. Site oficial: www.danilohgomes.com Instagram: @danilo.h.gomes Youtube: Danilo H. Gomes Telegram: t.me/danilohgomes

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El Turista Perfecto

Danilo H. Gomes

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Traducido por Jaime Orozco 

El Turista Perfecto

Escrito por Danilo H. Gomes

Copyright © 2022 Danilo H. Gomes

Todos los derechos reservados

Distribuido por Babelcube, Inc.

www.babelcube.com

Traducido por Jaime Orozco

Diseño de portada © 2022 Danilo H. Gomes

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El Turista Perfecto

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Grandes reflexiones en una pequeña historia

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Danilo H. Gomes

El Turista Perfecto, por Danilo H. Gomes

Edición/Tapa: Danilo H. Gomes

Traducción: Jaime Orozco

Tema: Ficción

Publicado en Brasil en 2016.

www.danilohgomes.com

Todos los derechos reservados.

Queda prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin la previa autorización por escrito del autor.

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Una fe pequeña llevas las almas hasta el cielo, pero una grande fe trae el cielo hasta las almas.

Charles H. Spurgeon

Índice

El Señor Ego

La confusión de Almalandia

El Señor Orgullo

La Señora Hipocresía

La Señora Envidia

La Señora Esperanza

El Señor Mentira

El Señor Amor

La Señora Culpa

La Decisión

Nota del Autor

Sobre el Autor

El Señor Ego

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Leves rayos de luz se inmiscuían en el cuarto del excelentísimo señor Ego. Después de estirarse por un largo tiempo,  se pasó sus manos por el rostro y admiró la nieve que adornaba el día. Que hermoso día para... No hacer nada, ¡ja ja!, pensó. Ego, un hombre obeso que ya cargaba en su espalda 40 años de edad y gobernaba las tierras de Almalandia desde su nacimiento.

Le fastidiaba mucho la obligación de tener que reunirse semanalmente con el consejo de la ciudad. El consejo tenía que ser escuchado y respetado, resultando que en caso de que alguna decisión en contra de su liderazgo fuera únicamente aprobada por los integrantes del consejo, el señor Ego perdería instantáneamente su cargo. Al salir del baño, caminó por los largos corredores de su mansión, apodada la Zona de Confort.

-¡Buenos días, señor Ego! – Dijo un simpático empleado.

-¡Buenos días, señor Elogio!

En cuanto una de las cocineras de la enorme mansión colocaba sobre la mesa los últimos platos del desayuno, Ego jaló de una silla y se sentó para comer.  Incluso teniendo algunas opciones de deliciosos pasteles y jugos, el señor Ego optó por comer un pequeño pan con mantequilla.

-¿Qué le habrá pasado? – Le susurró una cocinera a otra – ¿Despertó siendo más humilde hoy?

Cuando terminaba de comer, una empleada entró a toda prisa con el teléfono en las manos.

-Señor Ego, el señor Verdad quiere hablar con usted.

¿Qué querrá ese idiota de mí a las 9 de la mañana? Pensó Ego.

-Diga, ¿Qué es lo que quiere?

-Excelentísimo, el consejo solicitó su presencia en una reunión urgente.

-¿Una reunión urgente? – La voz de Ego denunciaba preocupación e ira – La reunión semanal es mañana... ¿No pueden esperar?

-¡No señor! Se trata de un turista que acaba de llegar a la ciudad y conquistó la empatía de varios habitantes. Ahora muchos están