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El oráculo / The Oracle: Los misterios del jubileo REVELADOS
El oráculo / The Oracle: Los misterios del jubileo REVELADOS
El oráculo / The Oracle: Los misterios del jubileo REVELADOS
Libro electrónico446 páginas8 horas

El oráculo / The Oracle: Los misterios del jubileo REVELADOS

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¿Qué revelará el Oráculo?

Emprende un recorrido excepcional para encontrarte con el hombre conocido como el Oráculo y abre las siete puertas de revelaciones.  Cada puerta abrirá una corriente de misterios donde descubrirás los secretos del pasado, el presente y el futuro.  Verás...
  • Un misterio que nació en un desierto del Medio Oriente, hace más de tres mil años, que ahora está determinando los eventos de nuestro día
  • El secreto que conecta a algunas de las personas más conocidas de nuestra época moderna con lo que sucedió en tiempos antiguos, incluyendo a un presidente moderno de los Estados Unidos
  • Una revelación antigua que ubica con exactitud los acontecimientos de los tiempos modernos en años, meses y hasta fechas
  • Lo que está sucediendo en el mundo, lo que ha de venir y hacia dónde nos lleva todo esto
  • Y mucho, mucho más...
Te encontrarás con el extranjero, el hombre de la túnica negra, la ciudad perdida, los guías angelicales y con el despertar del dragón... Y todas las revelaciones que hallarás son ¡ABSOLUTAMENTE VERDADERAS!

Prepárate para ser deslumbrado...


Jonathan Cahn, author of the New York Times best sellers The Harbinger, The Mystery of the Shemitah, The Book of Mysteries, and The Paradigm, now unveils The Oracle, in which he opens up the jubilean prophecies that have determined everything from the rise and fall of world empires to two world wars, current events, end-time prophecy, and much more.
  • Could an ancient prophecy given in a Middle Eastern desert over three thousand years ago determine the events of our day?
  • Could some of the most famous people of modern history and current events be secretly linked to this mystery—even a modern president of the United States?
  • Could this ancient revelation pinpoint the events of our time down to the year, month, and date?
  • Could a mysterious ordinance manifest on the world stage on an exact timetable determined from ancient times?
  • Could these manifestations have altered—and now be altering—the course of world events?
Jonathan Cahn takes the reader on a journey to find the man called “the Oracle.” One by one each of the jubilean mysteries will be revealed through the giving of a vision. The Oracle will uncover The Mystery of the Stranger, The Lost City, The Man With the Measuring Line, The Birds, The Return, The Day of the Lions, and much more. Ultimately The Oracle will reveal the meta-secret of end-time prophecy. As with The Harbinger and The Book of Mysteries, Cahn reveals the mysteries through a narrative; a traveler is given seven keys, each for the opening of one of seven doors. Behind each door lies one of the seven streams of the jubilean mysteries. As with Cahn’s other works, the reader will find that what is revealed inside The Oracle is absolutely real, amazing, life-changing, and mind-blowing.


 
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento1 oct 2019
ISBN9781629992686
El oráculo / The Oracle: Los misterios del jubileo REVELADOS

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    El oráculo / The Oracle - Jonathan Cahn

    Notas

    LA VISIÓN

    Capítulo 1

    EL MISTERIO

    ¿QUÉ TAL SI te contara un misterio muy grande que abarca al mundo entero y las eras, desde los tiempos antiguos hasta este preciso momento . . . un misterio que se desplaza a través de todos los eventos humanos, que dirige y cambia los caminos de los líderes, determina el futuro de las naciones y los imperios . . . y del mundo mismo . . . para llevar todas las cosas a su final designado?.

    No lo creería.

    No, respondió, yo tampoco lo hubiera creído si no lo hubiese visto con mis propios ojos.

    ¿Qué quieres decir con ‘verlo con tus propios ojos’? ¿Y cuál misterio?.

    Uno formado de muchos otros . . . un misterio de misterios.

    Muy bien. ¿Cuáles misterios, entonces?.

    Los misterios del jubileo, respondió.

    No había escuchado de ellos.

    Su origen es antiguo. Nacieron en un desierto, no muy diferente a este, y sobre la cima de una montaña, similar a esta donde estamos sentados miles de años atrás.

    ¿Y aun así determinan lo que está sucediendo ahora?.

    .

    ¿Cómo puede algo de los tiempos antiguos hacer eso?.

    Ese, dijo, es el misterio.

    Estuvieron en silencio por un momento, mientras un viento desértico cálido pasaba por la cima de la montaña. El viajero puso su mochila en el suelo, cerca de la roca donde estaba sentado. Sus botas estaban cubiertas de arena y sus pantalones, rotos; y él, agotado del viaje. Sin embargo, lo que oía lo hizo olvidar su cansancio. Él había emprendido el viaje en busca de respuestas. A quien había llegado a ver, el hombre de la cima de la montaña, no se veía como lo había imaginado. Parecía tener un poco más de treinta años, no mucho mayor que el viajero, y no tenía barba, estaba afeitado y su apariencia era común. Pero había algo acerca de él. Habló con una autoridad y sinceridad que el viajero se sintió confiado de que su recorrido tal vez no había sido en vano. E incluso estaba tan confundido como intrigado por el hombre.

    No veo cómo puede existir algo así, dijo.

    Sin embargo, los misterios han determinado el curso de imperios y superpotencias, reyes y presidentes . . . .

    ¿Quieres decir principios antiguos o verdades influyentes que aún son relevantes para el mundo moderno?.

    Esas cosas sí existen, respondió, pero, no. Estoy hablando de algo muy diferente y mucho más específico de misterios antiguos que han determinado los eventos de nuestro mundo con tanta precisión que no solo nos dicen lo que ha de suceder sino cuándo.

    Pero en los tiempos antiguos no se numeraban los años como lo hacemos ahora.

    Hay otras formas en que se marcan los tiempos señalados.

    No parece posible.

    Pero lo es.

    Es que no veo cómo algo tan antiguo puede revelar .

    Más que eso, respondió, contienen consejos antiguos y mensajes asignados para que se den en tiempos específicos, incluso sobre los días específicos cuando los eventos de los que hablan han de suceder.

    Se oye tan . . . , el viajero se detuvo, buscando la palabra correcta, la cual nunca encontró.

    "Y el misterio del final".

    ¿El final?.

    El final presagiado.

    Esto no se parece en nada a lo que he escuchado.

    Entonces, ¿nunca has oído la profecía?.

    ¿Es esto algo que requiere fe . . . como fe en Dios?.

    No requiere nada, dijo. Existe, sin importar si la crees o no. Tu creencia no la hace más real, y tu duda tampoco le quita la certeza. Si vas a encontrar aquello que todavía no tienes, entonces debes estar abierto a lo que no has conocido, ni creído que podía existir . . . Y yo debería ser la última persona que te diga esto.

    ¿Y eso por qué?

    Yo no era creyente. Era un escéptico. No creía que hubiera algún propósito en la vida nada relevante, ningún significado. Todo lo veía como una serie de eventos aleatorios, casualidades, accidentes penas sin propósito, gozo sin significado. Nada tenía sentido. Así que yo soy la última persona que debería contarte sobre las huellas dactilares de Dios.

    ¿Las huellas dactilares de Dios?.

    Las señales, los marcadores, los testigos en este mundo del propósito detrás de todo eso que no es un accidente.

    "¿Eso que no es un accidente?".

    La historia, la vida, la existencia que hay una razón, un propósito y un plan. El misterio revela los hilos del telar maestro.

    Eras un escéptico, dijo. Entonces, ¿qué pasó? ¿Qué te cambió? ¿Y cómo terminaste aquí arriba, en medio de . . . ?.

    Vine igual que tú, en busca de respuestas y en busca de alguien. ¿Quién?.

    Fue solo después de una pausa prolongada que llegó la respuesta. El Oráculo.

    Capítulo 2

    LA VISIÓN

    NO SÉ CÓMO puedo comunicarlo, cuán improbable fue . . . cuán poco probable que me sucediera a mí de entre todas las personas. Dudé de todo, excepto de lo que podía ver con mis propios ojos. Y entonces, allí fue donde empezó, con mis propios ojos.

    ¿Qué quieres decir?.

    Tuve una visión.

    ¿Cómo?.

    No sé, respondió. Nunca había visto una. No tenía idea de qué esperar o de qué sucedía.

    ¿Cómo sucedió?.

    Estaba en mi apartamento. Era de noche. Estaba sentado en el sofá, viendo televisión, cuando el sonido de la televisión empezó a disiparse hasta quedar en silencio, y luego, mi apartamento . . . se fue desvaneciendo en la visión.

    Entonces, ¿qué fue lo que viste?.

    Te lo diré, respondió, pero todavía no. En este momento, lo más importante es que no tuvo sentido para mí. No podía explicarlo.

    ¿No podías explicar que la viste o el hecho de haberla visto?.

    Ambas cosas. No había nada en ella con lo que yo pudiera identificarme o que tuviera sentido y, para empezar, no podía explicar por qué estaba viéndola. Al principio, pensé que me estaba volviendo loco. Así que no se lo dije a nadie. Fui a trabajar, regresé a casa y me senté en mi apartamento esperando que nunca volviera a suceder. Sin embargo, no sería así. Una semana después, otra vez en la noche, otra vez mientras estaba en mi sofá, sucedió la misma visión exactamente, con cada detalle, pasando ante mis ojos como si estuviera viendo una grabación de la primera visión.

    ¿Entonces, qué pensaste?.

    Pensé que estaba loco, pero que mi locura era extraordinariamente consistente.

    Entonces, ¿qué sucedió?.

    Pasó otra semana, y sucedió una tercera vez, cada detalle revelándose exactamente como antes. Fue entonces cuando llegué a la conclusión de que no podía ser yo. Sin importar cuán loco estaba, no era posible que yo pudiera inventarme algo tan detallado, tan real, tan consistente y totalmente extraño a todo lo que yo había visto o imaginado antes.

    Bueno, si no te estabas volviendo loco, entonces ¿qué?.

    "No sabía qué. Pero, si no provenía de mí, entonces tenía que venir de alguna otra parte. Y si venía de alguna otra parte, entonces tenía que haber una razón por la que estaba sucediendo. Yo tenía que descubrir el porqué".

    ¿Cómo lo harías?.

    En la visión, me dieron un nombre, una persona llamada el Oráculo. Junto con ese nombre, o título, había una instrucción. Yo debía encontrarlo. Si podía encontrar al Oráculo, encontraría la respuesta.

    ¿Cómo podrías encontrarlo . . . empezando por si es que existe?.

    No sabía por dónde empezar. Ni siquiera sabía si él era una persona real. Pero decidí que la mejor manera era ir a mi computadora y buscar en la Internet.

    ¿Y qué encontraste?.

    "Un montón de compañías y productos y servicios y proyectos se llaman Oráculo. Eso no sirvió. Así que decidí buscar el significado de la palabra oráculo. Un oráculo era alguien que hablaba, y más específicamente, alguien que pronunciaba revelación divina o consejo o profecía, una autoridad a quien uno acudía por revelación y verdad. Oráculo podía también referirse a la revelación en sí, a la verdad, a la palabra, al consejo, a la profecía o al mensaje dado.

    El mundo antiguo estaba lleno de oráculos. En tanto la gente buscara revelación y en tanto creyeran que existen aquellos que pueden revelar tales cosas, siempre habrá oráculos de uno u otro tipo. El más famoso de estos fue el oráculo en Delfos. Los buscadores viajaban al Templo de Apolo para recibir las revelaciones del oráculo. Sin embargo, los oráculos estaban por todas partes en China, en India, en Europa, en América del Sur, en África, por todo el mundo, cada uno aseguraba tener poderes de revelación y profecía, cada uno asegurando hablar de parte de Dios o de los dioses.

    Entonces los oráculos eran parte de la religión pagana.

    Los oráculos paganos eran parte de la religión pagana, respondió. La Biblia habla de los adivinos paganos y nos advierte sobre sus prácticas, la comunicación con los espíritus, la práctica de adivinación y la adoración de los dioses paganos. Pero la Biblia también está llena con aquellos llamados y asignados a llevar mensajes y revelaciones divinas, para compartir el consejo divino, para discernir e interpretar las señales de los tiempos y para hablar de eventos futuros antes de que sucedieran.

    ¿Los profetas?, preguntó.

    "Sí, los profetas, los videntes, los sacerdotes, los mensajeros de Dios, los escogidos como vasos de la revelación divina. De hecho, la palabra oráculo aparece a lo largo de las Escrituras. Está escrito que el consejo que dio un hombre llamado Ahitofel "era como si uno consultara la palabra [oráculo] de Dios’.¹ Así que el apóstol Pablo escribió que a la nación de Israel se le había confiado ‘los oráculos de Dios’".²

    Entonces, los oráculos de Dios son . . . .

    "Sus revelaciones, palabras, mensajes y profecías, aquello que está vinculado a los profetas. A las profecías de ellos podría llamárseles los oráculos.

    Pero, ¿cómo te ayudó esto en tu búsqueda del Oráculo?.

    Me dio algo para continuar. Ahora, por lo menos tenía una idea de lo que estaba buscando.

    Y ¿hacia dónde te llevó?, preguntó.

    A ninguna parte al menos no por un tiempo. Pero yo no estaba dispuesto a rendirme. Seguí buscando, en la Internet, en librerías, en libros de historia, en libros sobre religión, en periódicos, en microfilmes, en todo lo que pude investigar, buscando cualquier rastro del Oráculo. Y entonces . . . .

    ¿Y entonces?.

    Y entonces, lo encontré.

    Capítulo 3

    LA TRAVESÍA

    ESTABA EN LA biblioteca, leyendo un artículo preservado en microfilm. Fue allí donde lo vi, en ese artículo. Ni siquiera era el punto principal, sino una nota complementaria. Mencionaba cómo en cierta región los lugareños contaban la historia de un hombre que vivía en las montañas y que aparecía en la aldea solamente en muy raras ocasiones. Ellos lo llamaban el Oráculo.

    Lo llamaban el Oráculo, ¿por qué?.

    Porque creían que él decía palabras de sabiduría y revelación divina. Buscaban su consejo. Eso era prácticamente todo lo que decía el artículo.

    Entonces, ¿qué hiciste?.

    Reduje mi búsqueda a esa región. Reuní todas las fotografías que pude encontrar de su paisaje. Así es como supe que estaba en el camino correcto.

    ¿Cómo?.

    "Las fotografías de la región se parecían al paisaje en mi visión. Fue entonces cuando decidí hacer el viaje. No creí que tuviera opción. Si no iba, siempre me perseguiría el hecho de no haber ido. Así que iría a la tierra del Oráculo a buscarlo a él.

    Empaqué mis cosas, hice arreglos para una ausencia extendida y me fui de viaje. Terminé en una de las aldeas mencionadas en el artículo. Me hospedé en lo que solamente —por interpretación general— podría llamarse una pensión, pero cumplía su función. Me imaginé que empezaría por preguntarles a los lugareños si alguna vez habían oído de un hombre llamado el Oráculo. Y si respondían afirmativamente, vería si podría obtener algo más, alguna pista de su paradero.

    ¿Lo hiciste?.

    "Hubo quienes no hablaban mi idioma. Hubo otros que dijeron nunca haber escuchado de él. Luego, hubo otros que me dijeron que habían escuchado de él, pero solo a través de otros, quienes, a su vez, habían escuchado de él, pero a través de otros. Y, entonces, hubo quienes estaban dispuestos a hablar de él, pero lo que compartieron era tan fantasioso, como leyendas, y eso no sirvió.

    "Finalmente, me encontré con la única persona que pudo darme algo para continuar, un viejo comerciante. No aseguró saber mucho sobre el Oráculo, excepto sobre la región en la que se decía que habitaba. Él fue el que me dirigió al desierto y a la parte más peligrosa del recorrido. Sin embargo, no lo hizo sin prepararme. Me vendió unos accesorios y equipo usado de los nómadas de la región, equipo de sobrevivencia, una tienda de tela y raciones de comida seca. Me pregunté si él sabía realmente dónde estaba el Oráculo o si solo quería vender algo. Pero no teniendo algo más para continuar, emprendí el camino.

    "Así que me dirigí al desierto, en la dirección que me indicaron que fuera. Yo sabía que era un riesgo. Durante el día, mi objetivo principal era encontrar agua y preservar lo poco que llevaba. En la noche, era mantenerme alerta por los animales de la región y la posibilidad de ladrones. Sin embargo, el peligro más grande se haría evidente el tercer día. Fue cuando me di cuenta de que no tenía idea de dónde estaba. Por lo tanto, ya no podía medir mis pasos. Tampoco podía decir si era más seguro regresar o seguir.

    "Sucedió la noche del tercer día, una noche fresca y con viento. Estaba sentado en una roca, en frente de mi tienda, cerca de la fogata que, con mucho esfuerzo, logré encender. A la distancia, divisé una figura oscura que tenía un abrigo negro, largo, o una capa con una capucha que cubría su cabeza. Él llegó a la fogata.

    ________________

    ¿Puedo acompañarlo?, preguntó.

    Era un hombre mayor, sus rasgos marcados y gastados por el desierto, su voz, fuerte y con un acento evidente. Pero no pude ubicar su origen.

    , respondí.

    Él se sentó a la par mía, viendo fijamente el fuego mientras hablaba. ¿Está en una travesía?, preguntó.

    .

    ¿Está buscando al Oráculo?.

    ¿Cómo lo sabe?, pregunté.

    Yo sé. ¿Por qué lo busca? ¿Qué quiere?.

    Necesito preguntarle algo . . . sobre algo que vi. Creo que él es el único que puede responderlo.

    ¿Y, busca ganar algo?.

    Solo una respuesta.

    Y si obtiene su respuesta, ¿qué hará con ella?.

    No lo sé. Lo único que sé es que necesito saberlo.

    Fue entonces cuando dejó de ver el fuego y fijó su mirada directamente en mis ojos.

    Tiene que continuar, y en la dirección en la que empezó. Encontrará el remanente de un sendero, el camino de la caravana de los nómadas. Sígalo. En uno o dos días llegará a su campamento. No ponga su tienda dentro del campamento, sino afuera de él, al pie de la montaña más cercana.

    Al decir eso, se puso de pie.

    Le deseo buena suerte, dijo mientras se alejaba caminando de la fogata. ¿Qué hay del Oráculo?, pregunté.

    Si su destino es hallarlo, dijo, lo encontrará o él lo encontrará a usted.

    ________________

    "Desapareció en la oscuridad tan rápidamente como había aparecido.

    "Al día siguiente, continué con la segunda fase de la travesía, según lo que me habían dicho. Encontré el sendero de la caravana, o lo que quedaba de él. A veces, desaparecía en la arena, pero siempre quedaba lo suficiente para que pudiera continuar.

    "Ya era tarde cuando vi la tienda del campamento. Parecía como si fuera de otra época. La gente del campamento debe haber vivido muy similarmente a la manera de hace miles de años . . . en un mundo propio. Sus tiendas estaban hechas de una tela café oscuro y negro. Los hombres vestían con telas y colores similares, pero las mujeres estaban vestidas con telas más variadas de colores y estampados distintos.

    "Por supuesto, yo era un completo extraño para ellos. Sin embargo, fueron muy hospitalarios. Para ellos, yo era una fuente de fascinación continua. Esa noche, comí lo que las mujeres prepararon. La comunicación era un desafío ya que no había un idioma común entre nosotros, ni siquiera compartíamos una palabra. Así que hablamos más que todo con las manos. Les pedí que me señalaran la montaña más cercana y ellos lo hicieron.

    "Ya estaba oscuro, pero pude distinguir su forma. Me imploraron que me quedara, que pasara la noche con ellos. Pero yo insistí en continuar hacia mi destino. En corto tiempo había llegado, y allí, a unos pocos pasos de la roca base de la montaña, levanté mi tienda. Para este momento, yo estaba más que exhausto. Me acosté en mi tienda sobre las telas que formaban mi almohada. Me quedé despierto por un momento. No podía dejar de preguntarme qué encontraría más adelante. Ya había llegado al final de mis instrucciones.

    Fue solo cuando desperté a la mañana siguiente que me percaté de lo precaria de mi situación. Mi comida y mi reserva de agua estaban casi agotadas. Fue entonces cuando noté un objeto cubierto a la entrada de mi tienda. Lo destapé. Era un plato de comida. Las mujeres del campamento me la habían llevado. Después de terminar de comer, coloqué el plato en la arena, afuera de la tienda. Debajo de él, dejé algo de dinero. Esa noche, encontré otro plato a la entrada de la tienda, era la cena. Después de comerla, hice lo mismo, dejando el plato justo afuera de la entrada con un segundo pago debajo de este. Esto continuó todos los días. Nunca anunciaron su visita, como si se aseguraran de no interrumpirme. Y nunca me pidieron nada a cambio, pero yo sentía que era correcto pagarles. La comida era diferente a lo que yo estaba acostumbrado. Sin embargo, con el tiempo, llegué a acostumbrarme y me mantuvo vivo.

    Por eso te dijo que fueras allí, para estar cerca del campamento así podrías sobrevivir.

    Esa fue una razón. La mañana siguiente, empecé a explorar el área, teniendo cuidado de guardar mi rumbo y no alejarme mucho de la tienda.

    ¿Encontraste algo?.

    Valles, planicies y montañas, pero ninguna señal de nada más. Esto continuó durante varios días. Pero, luego, algo sucedió. Fue de mañana. Salí de mi tienda solo para descubrir que tenía compañía.

    ¿Quién?.

    Un niño pequeño, vestido con ropa café. Estaba sentado a la distancia, afuera de mi tienda, como esperando a que yo saliera.

    ¿De dónde venía?.

    "Quizá del campamento, tal vez de otro campamento, de una familia de nómadas. No lo sé. Al igual con aquellos en la comunidad del campamento, no hablábamos el mismo idioma. Él se puso de pie y me hizo una señal para que lo siguiera. No estaba seguro si debía hacerlo. Por otro lado, no pensé que tuviera algo que perder si lo hacía. Así que empecé a caminar detrás de él. De vez en cuando, él se detenía y volteaba, solo para asegurarse de que yo seguía allí o para darme tiempo a alcanzarlo.

    "No podía decir qué era más absurdo, si el hecho de que el niño me estaba guiando o el hecho de que yo lo estaba siguiendo. Siempre existía la posibilidad de que me estaba guiando hacia ningún lado en medio de un desierto árido. Con mayor razón, traté lo mejor que pude de mantener un registro de todas las vueltas y puntos de referencia a lo largo del camino. Pero, en resumen, yo no tenía nada más para continuar.

    "Me guio a través de un valle, un barranco profundo y de camino serpenteante, una planicie y finalmente, a la falda de una montaña, donde se detuvo para que yo pudiera alcanzarlo. Luego empezó a subir. Sus pasos seguían el contorno de un sendero montañoso y sinuoso. El terreno era tal que muchas veces perdía de vista al muchacho antes de divisarlo de nuevo al otro lado de una curva o de una saliente.

    Finalmente, llegamos a la cima. Fue entonces cuando vi la figura de un hombre sentado sobre una gran roca, cerca del pináculo de la montaña. Al principio solo pude ver su contorno, una silueta contra la luz del sol. El niño se hizo a un lado como indicando que debía abordar al hombre yo solo. Así lo hice. Cuando volteé a ver, el niño se había esfumado. Continué el acercamiento. El hombre estaba de espaldas a mí, viendo la luz del paisaje del desierto. No sé si me escuchó llegar, pero fue justo en ese momento que él se volteó. No dijo nada. Pero yo no podía contenerme.

    ________________

    ¿Eres a quien he estado buscando?.

    Eso depende, respondió.

    El que puede responder mis preguntas.

    ¿Cómo podría responder antes de oírlas?.

    ¿Quién eres?, pregunté.

    Me conocen por muchos nombres, respondió.

    ¿Cómo te llaman las personas de esta región?.

    La mayoría no tiene idea de quién soy.

    Pero los que sí la tienen, ¿tienen un nombre para ti?.

    He oído que sí.

    ¿Cuál es?.

    El Oráculo.

    Capítulo 4

    EL ORÁCULO

    NO ERA JOVEN. Eso yo ya lo esperaba. La leyenda del Oráculo se ha escuchado ya por algún tiempo. Y, tal como esperaba, él tenía una apariencia evidentemente mística. Su cabello era blanco como la nieve, al igual que su barba. Llevaba una vestidura parecida a una túnica y de color marfil encima de una vestidura interior del mismo color, lo que uno esperaría ver en tiempos antiguos o en un miembro de alguna orden religiosa.

    Había una roca frente a donde él estaba sentado. Hizo un movimiento indicándome que me sentara allí. Así lo hice.

    ________________

    ¿Por cuánto tiempo has estado buscando?, preguntó.

    A pie, dije, durante varias semanas y, antes de eso, varios meses.

    ¿Cómo te enteraste de mí?.

    Leí sobre usted en un artículo.

    No debe haber habido mucho. No se sabe mucho de mí y yo no doy entrevistas.

    No, respondí, no había mucho. Hablaba más de su leyenda que de usted.

    Entonces, ¿cómo sabías que yo era real?.

    No estaba seguro. Creía que usted lo era.

    Has recorrido todo este camino por una leyenda de la que leíste en un artículo. ¿Por qué?.

    Porque creí que podría ayudarme. Se quedó callado.

    ¿Puede?, pregunté.

    Eso depende de qué tipo de ayuda necesitas.

    Respuestas . . . la verdad . . . una explicación.

    Es posible, respondió, que pueda ayudarte. Pero no puedo prometerte nada sin haber escuchado. ¿Qué tan en serio estás buscando la verdad?.

    ¿Estaría sentado aquí en medio del desierto si no fuera serio?. Y ¿cuánto tiempo tienes?.

    El que sea necesario.

    Hubo una larga pausa.

    Bien, entonces, dijo ¿por dónde empezamos?.

    Donde todo empezó, respondí. ¿Cree en las visiones?.

    ¿Tuviste una visión?.

    No soy del tipo que ve visiones.

    ¿Quién es el tipo?, preguntó.

    No lo sé, pero no yo. Nunca había tenido una. Y ahora he tenido tres.

    ¿Tres visiones diferentes?. Una visión, tres veces.

    ¿La misma visión exactamente?, preguntó.

    Exactamente la misma visión.

    Entonces, ¿qué viste?.

    Hice una pausa para ordenar mis pensamientos.

    Estaba de pie en un templo, un templo que parecía antiguo, con grandes columnas de piedra, capiteles, gradas, un techo todo blanco puro, más que blanco puro. Todo resplandeciente, radiante. No estaba solo. Pude ver figuras, vestidas de blanco e igualmente radiantes, moviéndose a mi alrededor. Frente a mí estaba un hombre vestido, así como los otros, en una túnica blanca. Al principio, no pude ver su rostro, mientras se alejaba de mí. Abrió un cofre de mármol blanco y sacó una llave.

    ¿Una llave blanca y radiante?.

    "Sí, como todo lo demás. Se dio vuelta, colocó la llave en mi mano, luego me guio afuera del templo. Estábamos parados en las gradas de mármol, viendo hacia un vasto paisaje desértico de valles, planicies y montañas. Él bajó las gradas hacia el desierto. Yo lo seguí.

    "Me guio a una montaña. A medida que nos acercábamos a la base, me percaté de una puerta enorme en la faz de la roca. Con un movimiento, él me indicó que me acercara a esta. La puerta tenía una bocallave pequeña. Voltee a ver. Él asintió, como si me indicara que usara la llave. Puse el ojo de la cerradura y le di vuelta. Hubo un estruendo fuerte. La puerta enorme empezó a abrirse hacia adentro. Entramos. La puerta se cerró detrás de nosotros. Ahora estábamos parados en una cámara gigantesca de roca labrada, iluminada por la luz de las antorchas colocadas en sus bases a lo largo de la pared. La cámara era circular. Había siete puertas colocadas a la misma distancia una de otra, alrededor de la cámara, cada una de un color ligeramente distinto. Sobre cada puerta había un símbolo diferente a los otros. Una luz del color e intensidad que uno esperaría del sol del mediodía se filtraba a través de las rendijas de cada puerta.

    "‘¿Dónde estamos?’, le pregunté al hombre.

    ‘En la casa de Oráculo’, respondió. "‘¿Y este vestíbulo?’

    "‘El Vestíbulo de las Siete Puertas’.

    "Me paré frente a la primera puerta, queriendo saber qué era lo que esperaba del otro lado. Metí la llave en el ojo de la cerradura, pero no giraba. Lo intenté de nuevo, pero nada.

    "‘¿Cómo la abro?’, le pregunté al hombre.

    "‘Solo hay una manera de abrir las siete puertas’, dijo. ‘Debes encontrar al dueño de la casa. Encuentra al dueño, y abrirás los misterios. Encuentra al dueño, y tendrás tu respuesta’.

    Y con eso terminó la visión . . . Cada vez, allí terminaba. Y por eso estoy aquí.

    ¿Escribiste cómo eran los símbolos sobre las siete puertas?.

    Sí, después de ver la visión por tercera vez.

    Si te doy una hoja de papel, ¿podrías describirlos en el orden en que aparecieron?.

    Creo que sí.

    Me dio una hoja de papel, y yo dibujé —lo mejor que pude recordar— los siete símbolos en el orden en que aparecieron. Le entregué la hoja. Se quedó allí sentado por algún tiempo, estudiándola. Luego, levantó la vista y fijó su mirada en la distancia por unos momentos.

    Finalmente, habló.

    Tu visión empezó en un templo donde todo estaba lleno de luz. La luz es un símbolo de verdad y revelación de origen divino. Se te dio la llave de luz. Fue para contarte de una revelación, un misterio para ser liberado.

    ¿Y el desierto?.

    "Representa el desierto que has atravesado, este desierto".

    Tuve que abrir la puerta yo mismo.

    Sí, porque tienes parte en ello. Lo que ha de revelarse requiere de tu búsqueda, de que tú lo liberes.

    Y la montaña . . . me dijeron que era la casa del Oráculo.

    Significaba el lugar donde habito.

    Esta montaña.

    Cualquier montaña, donde sea que yo habite.

    ¿Y las siete puertas?.

    El misterio tiene siete partes, siete corrientes. Cada puerta abrirá una de estas.

    Pero la llave que me dio no podía abrirlas.

    Se supone que tú las abrirás, dijo el Oráculo, pero necesitarías ayuda.

    Me dijo que encontrara al dueño de la casa. Me dijo que lo encontrara a usted. Y aquí estoy. ¿Ahora, qué?.

    ¿Quieres decir que tengo que decirte más?. .

    No. Debe venir de ti.

    Pero no tengo nada más.

    Si estás destinado a estar aquí, entonces podrás. Todo empezó con una visión. Hay siete puertas. Supongo que hay más visiones para ti.

    Entonces, ¿qué hago ahora?.

    ¿Qué hacías antes de que la visión te llegara?. Nada.

    Entonces, eso es lo que debes hacer ahora. Has llegado hasta aquí. Solo debes mantenerte abierto .

    ¿Hasta cuándo?.

    Hasta que sea tiempo.

    LA PRIMERA PUERTA

    Capítulo 5

    LA PRIMERA PUERTA

    ENTONCES, ¿QUÉ HICISTE?.

    Regresé a mi tienda. En los días subsiguientes, estuve sopesando las palabras del Oráculo. Aún no tenía idea de qué se trataba. Y, sin embargo, la visión me había guiado hasta el Oráculo. Por lo menos hasta allí, había demostrado ser verdadera. El Oráculo era real. Por encima de eso, solamente podía imaginar hacia dónde iba todo. Así que, estoy en medio de un desierto sin idea alguna de lo que pasaría después . . . y luego sucedió.

    ¿Qué pasó?.

    Yo estaba en mi tienda. Era de noche. Afuera, el viento ululaba y golpeaba contra las cortinas de la tienda. Hubo un momento en que temía que la estructura de madera no iba a soportar el viento. Y mientras aún podía ver las cortinas sacudirse, el sonido del viento y la agitación de las cortinas empezaron a disminuir.

    El viento estaba disminuyendo.

    No, solo el sonido, hasta que quedó en silencio, fue entonces cuando tuve la primera visión. Estaba a punto de ver otra. La tienda desapareció. Me hallaba de regreso en el Vestíbulo de las Siete Puertas.

    Donde terminó la visión anterior.

    "Sí. Estaba parado frente a la primera puerta, pero no estaba consciente de la presencia a mi derecha. Nunca volteé a ver, pero supe intuitivamente que no era el hombre que vi en la primera visión. Era el Oráculo. Él puso una llave en mi mano derecha. La llave que había recibido en la otra visión ya no estaba. La inserté en el ojo de la cerradura, y giró. La puerta se abrió. Lo que estaba detrás de la puerta casi me cegaba, hasta que mis ojos se ajustaron a ello la luz de un sol de mediodía sobre el paisaje de un desierto. Solo después de haber atravesado el umbral de la puerta pude descifrar lo que era.

    "Me hallaba sobre la cima de una montaña alta que daba a la vasta expansión de un desierto llano. La planicie estaba llena de multitudes de personas, cientos de miles de personas, quizá más, todos tenían vestiduras antiguas. Todos miraban a la cima de la montaña donde yo estaba

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