Las Fiestas del Señor

Por Linda Henderson

"Las Fiestas del Señor y su significado profético" te ayudará a entender lo que el pueblo judío celebra en las ocho fiestas más importantes incluidas en el calendario hebreo. Te muestra cómo estos eventos se relacionan directamente con las profecías prefiguradas tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Es más que una mera coincidencia que estas profecías se cumplan en orden cronológico, coincidiendo con las fiestas que predicen su ocurrencia. Este manual de 190 páginas con letra grande será una buena manera de aprender más sobre el pueblo elegido de Dios. Iluminará el camino hacia una fe personal en Yeshua, dando un sólido cuerpo de pruebas para mostrarle que es el verdadero Mesías. Si ya has llegado a esta conclusión, el libro te introducirá en las raíces judías de nuestra fe, y te preparará para compartir más eficazmente esta fe con tus amigos judíos.

• Idioma: Español
• Editorial: BadPress
• Fecha de lanzamiento: 3 jun 2020
• ISBN: 9781071548820

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las Fiestas del señor

y su significado profético

Por

Linda Henderson

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Para mi querido esposo, Harold, quien me ha acompañado en mi caminar profético. Siempre serás el segundo amor de mi vida (el segundo únicamente después de Dios).

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Tabla de Contenidos:

Capítulo 1:

Sombra de lo que ha de Venir  ......p.6

Capítulo 2:

El Cordero que fue Inmolado......p.14

Capítulo 3:

Purificados del Pecado..................p.45

Capítulo 4:

Más que Suficiente........................p.55

Capítulo 5:

El Derramamiento.....................p.68

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Capítulo 6:

Dejando Atrás Nuestros Malos Caminos........................p.101

Capítulo 7:

La Expiación..................p. 116

Capítulo 8:

Dios Provee..................p. 135

Capítulo 9:

El Templo es Limpiado...p.160

Capítulo 10:

La Culminación Final......p.180

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Capítulo 1: Sombra de lo que ha de Venir

Desde el fascinante tiempo del éxodo de Egipto (alrededor de 1440 BC), el pueblo judío había tanto soportado como triunfado durante las más terribles y difíciles experiencias imaginables. Sin embargo, se han mantenido Fuertes y firmes, sin perder ni diluir su identidad.

Ningún otro pueblo en la historia de la humanidad ha tenido tanta oposición de otros como para haber sido sacados de cualquier tierra en la que han colocado sus pies. Pareciera que la mayoría de la persecución que han enfrentado se ha debido a los celos y sospechas irracionales. Ya sea instigadas por Hitler y los Nazis de Europa, los árabes en el norte de África y el Medio Este o los Comunistas de Rusia, los resentimientos

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a menudo irrumpían en contra del pueblo judío y su único crimen era desear vivir sus vidas en paz y tener libertad de practicar su propia religión.

Es obvio que Israel ha estado en modo supervivencia durante décadas y, sí, incluso centenarios. Lo que los ha mantenido intactos durante dos mil años solo puede atribuirse a la providencia de Dios.

En Génesis doce, Dios habla a Abram y le pide que deje su lugar de residencia actual, Harán, (la ciudad moderna de Altinbasak, Turquía) e ir a una tierra que Dios le mostraría.

Con fe ciega, Abraham dejó su país, para comenzar el viaje de toda una vida. El trajo consigo a su esposa, sobrino y a unos cuantos sirvientes. Pero le molestó no tener un heredero, ya que él y su esposa Sarai, no tenían hijos. Pero Dios le aseguró a Abraham que tendría un hijo y, de hecho, que le serían dados tantos descendientes

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como las estrellas en el cielo.

Y creyó (Abraham) a Jehová, y le fue contado por justicia. Genesis 15:6.

¿Dónde vivirían estos descendientes de él y Saraí? El Señor hizo un pacto con Abraham ese mismo día diciendo:

A tus descendientes les daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el gran río, el Éufrates. 19 Me refiero a la tierra de los quenitas, los quenizitas, los cadmoneos, 20 los hititas, los ferezeos, los refaítas, 21 los amorreos, los cananeos, los gergeseos y los jebuseos. Génesis 15: 18-21, NVI)

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[Archivo: Greater Israel map.jpg, Wikipedia]

La tierra donde se encuentra Israel actualmente fue dada a los descendientes de Abraham y Sara, comenzando con su hijo biológico Isaac.

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Abraham también tuvo un hijo a través de Agar, la sierva de su esposa. Pero Dios dejó claro que su hijo Ismael, no sería el hijo de la promesa. Ismael, sin embargo, sería grandemente bendecido, pero la herencia futura de la tierra no le pertenecería a él. En Génesis 17:18-21 (RVR60), esto se deja muy claro:

"18 Y dijo Abraham a Dios: Ojalá Ismael viva delante de ti. 19 Respondió Dios: Ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Isaac; y confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para sus descendientes después de él.

20 Y en cuanto a Ismael, también te he oído; he aquí que le bendeciré, y le haré fructificar y multiplicar mucho en gran manera; doce príncipes engendrará, y haré de él una gran nación.

21 Mas yo estableceré mi pacto con Isaac, el que Sara te dará a luz por este tiempo el año que viene."

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Dios ha elegido a los descendientes de Abraham – a través de Isaac, para ser su pueblo especial. Ellos no fueron elegidos por ser mejores que nadie más ni por tener ciertas características que a Dios le agradaran más que las de otras razas. No, ¡Dios los eligió porque eran la más pequeña de las naciones! Verás, muchas veces Dios piensa lo contrario de lo que nosotros podríamos pensar. El exalta a los que están abajo y rebaja a los que están arriba de acuerdo con el espectro humano.  

Este llamado de Dios es lo que ha mantenido a Israel fuerte. Dios está con la nación de Israel y el advierte al mundo que si cualquiera trata de dividir su tierra (la tierra que Él les dio) va a