El Amor de Juan

Por Juan El Amado y Rubén Cedeño

Queridos amigos a quienes conocí y con quienes tuve el privilegio de servir durante el Ministerio de Nuestro Amado Maestro Ascendido Jesús, los amo del modo más positivo, y les sostendré el Concepto Inmaculado, tal como lo hace la Madre María, hasta que manifiesten en este mundo de las apariencias la Perfección de su estado Crístico.

• Idioma: Español
• Editorial: Editorial Señora Porteña
• Fecha de lanzamiento: 6 dic 2019
• ISBN: 9789874973337

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EL MAESTRO JESÚS Y JUAN EL AMADO

Queridos amigos a quienes conocí y con quienes tuve el privilegio de servir durante el Ministerio de Nuestro Amado Maestro Ascendido Jesús, los amo del modo más positivo, y les sostendré el Concepto Inmaculado, tal como lo hace la Madre María, hasta que manifiesten en este mundo de las apariencias la Perfección de su estado Crístico.

PASIÓN DE JESÚS

¿Piensan ustedes que Yo, que amo tanto a mi Maestro, hubiese podido permanecer de pie junto a la Madre María aquel Viernes Santo en que nuestros antiguos amigos habían huido, y hubiera podido ayudarla a sostener el Concepto Inmaculado de nuestro mutilado y despreciado Maestro, si no hubiese tenido el privilegio ser entrenado por los Esenios y no hubiese recibido asistencia privada desde el Reino Divino?

Jesús se veía hermoso incluso cuando suspendió la respiración después de tres horas en el monte Gólgota, tal como Serapis Bey le había enseñado a hacerlo en Luxor a muy temprana edad, e incluso cuando su costado fue atravesado por la lanza y los clavos perforaron esos pies que Yo asiduamente frotaba, esos pies quemados por las ardientes arenas del desierto durante Su incesante servicio a la vida.

VITALIDAD DE JESÚS

Frecuentemente escuchaba a Su Madre decirle: Jesús, hijo, retírate del sol del mediodía y descansa durante una hora. Pero Jesús tenía su propio modo de actuar. Contaba con tres años para cumplir con lo que a otros les hubiera demandando mil o dos mil encarnaciones. Iba y venía por el camino que Dios le había trazado, realizando los así llamados milagros, mientras nosotros caminábamos o corríamos detrás de Él (según las circunstancias), y algunos caíamos de sueño debido a la enorme vitalidad de su energía.

Amados, los hermosos pies del Maestro Ascendido Jesús recorren el mundo hoy. En cada lugar donde se posan, dejan una flor llameante de Su Amor y Conciencia para ascender sus corrientes de vida al finalizar este ciclo terrestre. Jesús no pertenece a ninguna iglesia. Él pertenece a esta Tierra, a todos los que viven en ella. Ahora se ha vuelto aún más fuerte de lo que era cuando vistió un cuerpo de carne, debido a los dos mil años de aplicación constante que han transcurrido desde entonces.

SIGUIENDO EL RASTRO DE JESÚS

Humildemente les digo que Nosotros –a veces descansando, pero siempre esforzándonos por no perder Su rastro– todavía lo seguimos por el espacio solar con la intención de protegerlo. ¿Tienen idea de lo que es atravesar un sistema solar cuando las autopistas y los caminos están cerrados? Con sumo cuidado y debido a una dispensación otorgada, ustedes pueden ingresar seguros a los Reinos de Helios y Vesta. Sin embargo, hasta un Maestro Ascendido o un Ser Cósmico de esta galaxia que se eleva en una Misión Cósmica más allá de Alfa y Omega, se ve afectado por corrientes cósmicas de enorme magnitud con las cuales ni siquiera el Mahá Chohán está familiarizado. Si se requiere, hasta allí va el Maestro Jesús, y tras Él vamos Nosotros, asidos al manto espiritual de Su Amor, rogándole a Dios que nos permita traerlo de regreso a este sistema.

AMABLE PERO ESTRICTO

Como un hombre libre de temor y colmado de amor, Mi Maestro era sumamente amable aunque estricto, tal como lo conocíamos quienes estábamos cerca de Él. Vivía en base a ciertos principios que no pedía que nadie cumpliera. Pero cuando se ama a alguien y se desea permanecer en Su aura, esos principios se convierten en los propios.

CERCANÍA CON JESÚS

Debido a mi cercanía con Él, fui investido con Su fe iluminada y Su convicción en el Poder del Omnipotente: el Poder de sostener lo que es Bueno y Verdadero, el Poder de trascender el mal y perdonar el pecado.

REGALO DE JESÚS

El mayor regalo que le hizo a mi humilde Ser fue su propia Bendita Madre. Si bien se encontraba en estado no ascendido, Ella fue el ser más bello que permaneció de pie en el monte Gólgota, y Yo estaba a su lado. Después de tres horas de espera, Jesús dijo: Madre, he ahí a tu hijo. Hijo, he ahí a tu madre. Aunque por el bien de María no exterioricé mis sentimientos, en lo profundo de mi corazón me arrodillé ante mi Maestro, la cubrí con mi capa y la conduje segura hasta Betania, donde aguardaríamos con la firme convicción y el pleno conocimiento de que la vida inmortal era más poderosa que la así llamada muerte, y que ninguna apariencia humana ni ningún mal del momento podían destruirla.

RESURRECCIÓN DE JESÚS

Aquel sábado María rezó largamente de rodillas para que Jesús pudiera resucitar su cuerpo físico con la ayuda de la Llama de la Resurrección del Gran Serapis, del Mahá Chohán, de Gabriel y Esperanza, y que pudiera haber una primera mañana de Pascuas. Fue muy apropiado que Jesús se presentara ante María con sus estigmas, y que después de treinta y tres años del más puro Amor Divino, los ojos de Ella se llenaran de lágrimas al ver que Él había cumplido con Su misión en la Tierra.

Era conveniente que tuvieran unos momentos de privacidad antes de la Gloria de la Mañana de Resurrección, la cual quedaría registrada en el tapiz de los eventos cósmicos como el momento en que la tumba se abrió y Jesús Ascendido, vestido de jardinero, salió y habló con María Magdalena. Fue apropiado que tuvieran aquel sábado previo al domingo en el que, felices, los discípulos dijeron y sintieron: Sí, lo logró, y comenzaron a nacer a una nueva vida.

Durante el lapso comprendido entre el domingo de Pascuas y Pentecostés, Jesús caminó y habló con ellos, disipando sus dudas al permitirles ver los estigmas en Sus pies y manos, y las marcas en Su frente, para que, a diferencia de Tomás, la gente no dudara y supiera que Jesús no había sido reemplazado por otra persona.

NO APROBABA EL ENGAÑO

En aquellos tiempos existía, entre