Entrevista a MANUEL FERNÁNDEZ
“Cuando estudias el fenómeno OVNI a veces experimentas cosas que escapan a tu comprensión”
Manuel Fernández Muñoz es diplomado en Ministerio Pastoral y Capellanía y un gran apasionado del estudio de las religiones, que ha estudiado a lo largo de una vida de viajes y encuentros con personas de otras culturas, y es autor de diversos libros que han tratado de ayudarnos a comprender los sistemas de creencias. Acaba de publicar Los viajeros del Cosmos (Almuzara) para intentar aproximarnos al interrogante sobre el polémico y debatido origen extraterrestre de la Humanidad.
“EN LA CÁMARA DEL REY, de la pirámide de Keops, tuve una experiencia transformadora. Aquel edificio no podía ser solo una tumba”.
–Como es arriba, es abajo porque…
–La frase no es mía. ¡Ya me gustaría! Es de Hermes Trimegisto, una de esas figuras que caminan en la cuerda floja Yo la utilizo en mi libro como base para empezar a argumentar la teoría de la panspermia, o lo que es lo mismo, la concepción de la tierra por el cielo. Al igual que la reproducción de las plantas, comparo la galaxia con una enorme pradera en la cual miles de planetas, como flores, están esperando pacientemente a ser polinizados por meteoritos, cometas o corrientes cósmicas que los conviertan en ese fruto que nosotros llamamos vida y que posiblemente sea la razón de ser del Universo. Una vez convertidos en frutos, esos mundos a su vez podrían polinizar otros planetas por la expansión de sus “semillas” a través del Universo, o incluso por cualquier otra manera dirigida por alguna clase de inteligencia superior que haya asumido la labor de sembrar la galaxia. Que todas las grandes maravillas que nos rodean, incluso las cosas que más amamos, hayan surgido de un supuesto choque entre el principio masculino del Universo –representado por los asteroides y cometas–, y el principio femenino –encarnado por los planetas–, me parece un milagro aún mayor y más prodigioso que la razón que argumentan las grandes religiones universalistas. Y es que a partir de ese acto de pasión cósmica empezaron a surgir cascadas, campos de margaritas, secuoyas, arcoíris, todo tipo de animales terrestres, marinos y aéreos –incluido el ser humano–, quien a su vez fue capaz de crear el David de el Cantar de los Cantares de el Guernica de los Nocturnos de y otras tantas obras de arte más, incluidos los panecillos de mi abuelita.
