Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

El trío de Jaxie: Le Key Club, #6
El trío de Jaxie: Le Key Club, #6
El trío de Jaxie: Le Key Club, #6
Libro electrónico176 páginas2 horas

El trío de Jaxie: Le Key Club, #6

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Un encuentro cercano con la muerte empuja a Jaxie a hacer realidad una de sus fantasías más íntimas ...
Menage de Jaxie (# 6 el club clave)
Un encuentro cercano con la muerte empuja a Jaxie a hacer realidad una de sus fantasías más íntimas.
Nunca una para mezclar negocios con placer, Jaxie Smarts sabe que es hora de romper esa regla. Con la ayuda de una de sus mejores amigas, se asegurarán de que Jaxie obtenga a las dos tías más sexy en el baile de mascarada Ménage. Pero los planes bien planeados de Jaxie se deshacen rápidamente ...
Cuando el mejor amigo de Ewan, Royce, arrastra a Ewan al baile Masquerade Ménage del Key Club, solo va porque sabe que Jaxie no estará allí. Salvar su vida es una cosa, pero tener su corazón roto una y otra vez por ella es otra muy distinta. Se ha jurado a Jaxie. Siempre.
En el baile, una seductora novia princesa con una máscara sexy capta su atención, desatando un profundo anhelo que atrae a Ewan y Royce para llevarla a su cama principal. Lo último que Ewan espera es enamorarse de nuevo.

IdiomaEspañol
EditorialJan Springer
Fecha de lanzamiento17 feb 2019
ISBN9781547572571
El trío de Jaxie: Le Key Club, #6

Relacionado con El trío de Jaxie

Títulos en esta serie (5)

Ver más

Libros electrónicos relacionados

Romance contemporáneo para usted

Ver más

Artículos relacionados

Categorías relacionadas

Comentarios para El trío de Jaxie

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    El trío de Jaxie - Jan Springer

    El Trío de Jaxie

    Jan Springer

    Un encuentro cercano con la muerte empuja a Jaxie a hacer realidad una de sus más íntimas fantasías.

    Nunca mezcles placer con negocios. Jaxie Smarts sabe que es tiempo de romper esa regla. Con la ayuda de una de sus mejores amigas, se asegurarán de que Jaxie consiga los dos galanes más sexys en la velada de Tríos en un Baile de Disfraces. Pero los planes bien estructurados de Jaxie pronto se destruirán...

    Cuando Royce, el mejor amigo de Ewan lo arrastra a la velada deTríos en unBaile de Disfraces en el Key Club, el acepta asistir, solo porque sabe que Jaxie no estará allí. Salvarle la vida es una cosa, pero tener el corazón roto una y otra vez por su culpa es definitivamente algo diferente. Se juró a si mismo mantenerse alejado de Jaxie, para siempre.

    En el baile, una seductora princesa vestida de novia, y con una sexy mascara, captura su atención, desatando un profundo deseo que seduce a Ewan y Royce al punto de anhelar meterla en su cama y hacer un trio. Lo último que Ewan espera es estar completamente enamorado otra vez...

    Licencia

    Este libro electrónico tiene licencia solo para uso personal.

    ~

    Esta es una obra de ficción. Los personajes, lugares, configuraciones y eventos presentados en este libro son puramente de la imaginación del autor y no se parecen a ninguna persona real, viva o muerta ni a ningún evento, lugar o escenario real.

    Boletín Informativo

    ¡Hola! Si deseas recibir un correo electrónico cuando mis libros sean publicados, puedes suscribirte en el siguiente link.http://ymlp.com/xguembmugmgb

    Tu dirección de correo electrónico nunca será compartida y puedes cancelar la suscripción en el momento que desees hacerlo.

    Capítulo Uno

    —¡Pero por favor! ¡Esto no es lo que debería suceder en mi primer día de descanso en años!— Gritó Jaxie, al escuchar como estallaba el rugir desde una ladera de la montaña de Alberta, justo detrás de ella. Su instinto sabía exactamente que estaba sucediendo.

    Hacia un minuto estaba esquiando colina abajo por la pista de esquí que estaba completamente cubierta por suave y blanca nieve, disfrutando del aire frío y fresco que chocaba contra su rostro, mientras deleitaba la forma en que sus recién comprados esquís de descenso dibujaban un patrón en el fresco polvo blanco. El minuto siguiente, la nieve se había convertido en su peor enemigo.

    ¡Avalancha!

    Abajo, en el valle, su mejor amiga Rachel agitaba frenéticamente sus brazos tratando de advertirle lo que sucedía. El retumbar se hizo más fuerte, el pánico desgarrador se clavó en ella como navajas afiladas. Luchó rápidamente con el hielo, sabiendo que no sería capaz de quitarse del camino del desprendimiento que estaba cayendo. Dio vistazo rápido hacia arriba de la montaña y una nueva ola de terror la atravesó. Una enorme pared de nieve, de aproximadamente un metro y medio de altura caía en dirección a ella a una velocidad vertiginosa. 

    Lanzó una mirada a su alrededor en busca de árboles o cantos cercanos a ella, con la esperanza de poder agarrarse y subirse, o bien esconderse detrás. No vio nada más que blancura total, la brillante luz de sol y el cielo azul y despejado.

    — Estoy bien jodida —

    Dando un grito de frustración, esquió hacia una parada, tiró hacia un lado sus palos y deslizó sus hombros, quitándose la mochila. Deshacerse de esas cosas la haría más liviana cuando la nieve la tragara. Mientras maldecía su lentitud, golpeo su mano contra el transmisor de emergencia que llevaba sujetado a la parte interior de su bolsillo. Soltó los sujetadores y se quitó los esquís, sabiendo que, si se los dejaba puestos, la avalancha podía arrancar sus pies y quebrarle las piernas.

    Lanzó un grito mientras la pared de concreto chocaba contra ella sacando su aliento de los pulmones y golpeándola fuertemente al hacerla caer.

    Por unos segundos, rodó violentamente entre la nieve. En un destello pudo ver la luz del sol y el cielo azul mientras era lanzada hacia la superficie. Recordando el entrenamiento sobre avalanchas que le había dado Rachel esa mañana, por si acaso fuera necesario. Jaxie se orientó rápidamente, empezó a patear con fuerza y a agitar sus brazos dándole vuelta a su cuerpo para poder rodar cuesta arriba. Si era afortunada, podría salir de esta maldita avalancha...

    La oscuridad y el helado frío se la tragaron de nuevo.

    —¡Maldición!—

    ¿Qué estaba pensando, venir aquí a esquiar a las afueras de Alberta? Tenía un negocio que atender. No tenía tiempo para morir.

    La nieve lleno sus fosas nasales y sus congelados dedos trataban de separar sus labios para poder entrar en su boca. El pánico se apoderó de su corazón.

    —¡Oh por Dios! ¡Voy a morir!—

    A Rachel se le hizo un nudo el estómago, haciéndola sentir culpa y miedo mientras Jaxie desaparecía en la envolvente sábana blanca. Hacia solo un minuto, las dos disfrutaban esquiando colina abajo por la nieve fresca, al minuto siguiente, el rugir de la avalancha estallo como una gigante ola. La nieve seguía bajando a la velocidad de un rayo hacia donde estaba Rachel, hasta ese momento, se dio cuenta de que ella también estaba en serios problemas. La avalancha también la tenía en la mira.

    Ni siquiera había pensado acerca de cómo evitarla. Solamente había pensado en advertir a Jaxie. Pero ahora que la nieve ya se había tragado a Jaxie, y chocaba en dirección hacia ella, Rachel ya solo podía permanecer allí y contemplar la muerte.

    —¿Cómo puede ser que todo termine así?—

    Ante la incredulidad de Rachel, el deslizamiento terminó abruptamente a solo unos nueve metros de ella. Su tronó como un ariete y sus manos temblaban tan violentamente que le tomo varios intentos poder sacar su teléfono celular del bolsillo de su chaqueta de esquiar.

    Con sus dedos temblando, finalmente logró marcar los números para llamar al Sunset Valley Search and Rescue.

    * * * * *

    Ewan sonrió ante el impresionante paisaje de imponentes y frondosos pinos, montañas nevadas y el valle abajo, cubierto de nieve; que podía ver, mientras conducía su camioneta por el escarpado camino de terracería que atravesaba por uno de los lados el Sunset Mountain. No cualquiera tenía el privilegio de poder ver tan impresionante paisaje en su camino hacia el trabajo. Se sintió dichoso. No se arrepentía nunca de haber renunciado a su estresante trabajo como paramédico en Toronto, Ontario. No extrañaba en absoluto los embotellamientos, los conductores enloquecidos navegando entre el tráfico de un lado a otro, o los estancamientos en las luces de los semáforos mientras trataba de maniobrar con la ambulancia a través de la ciudad para atender una llamada de emergencia o trasladar a un paciente herido o moribundo hacia un hospital.

    Disfrutaba de esta tierra indómita en el lado campestre y de los retos de su trabajo como médico para el Alberta´s Sunset Valley Search and Rescue. Solo había un hospital con que lidiar en el pueblo, escaso papeleo administrativo y un rápido helicóptero.

    Vivía en un sueño. Estaba salvando vidas y los beneficios complementarios eran un paisaje impresionante, aire fresco de montaña y muchas personas amigables y despreocupadas.

    Al llegar a la cima de la montaña, condujo su camioneta hacia un pequeño estacionamiento en la parte trasera del cuartel general. Notó que la camioneta negra y oxidada, de su amigo Royce Murdoc estaba allí. Los rescatistas Craig Johnson y Paul Crisp estaban saliendo de su turno atravesando el estacionamiento para llegar hacia sus camionetas. Los dos hombres lo saludaron y gritaron buenos deseos mientras se bajaba de su automóvil. Les devolvió el saludo y se encaminó hacia el edificio de dos niveles con estilo de torre, con grandes ventanales, situado justo en el borde de la cumbre de la montaña.

    Sus botas pisaron con fuerza los escalones y caminaron por la envolvente plataforma de madera mientras se acercaba a la puerta.

    Empujó la puerta hacia adentro e instantáneamente noto que entraba una llamada pidiendo ayuda. Su operadora, Amanda Banks, quien se encontraba en la estación de comunicación, le daba indicaciones rápidamente a Royce.

    Ewan guardó rápidamente su almuerzo en el refrigerador del comedor del cuartel, tomó el equipo de Royce y el suyo del cuarto de armarios y encontró a Royce mientras se apresuraba a salir de la estación.

    Royce normalmente era tan calmado como un pepino durante las emergencias, pero la palidez de su rostro y sus silenciosos insultos por debajo de su aliento, sembraron inquietud en Ewan, mientras su amigo su aproximaba deteniéndose abruptamente delate del él.

    —Hubo una avalancha en el lado norte del Sunset Valley. Hay un esquiador caído. Necesitamos llegar allí ayer—, dijo Royce rápidamente. Se detuvo por un momento y la mirada de sus ojos azules se oscureció mientras observaba a Ewan. Instintivamente Ewan supo que no le gustaría lo que Royce estaba por decir.

    —Ewan... es Jaxie. Está atrapada en la avalancha —.

    Ewan se estremecía mientras las palabras lo partían como dolorosos proyectiles. Apenas podía escuchar a los otros rescatistas mientras corrían de regreso al cuartel y pasaban rozándolo. Seguramente la operadora los había llamado indicándoles que volvieran.

    —¿Jaxie? ¿Mi Jaxie?—

    ¿Cómo era esto posible? Ella nunca salía a esquiar. Nunca tomaba un día libre. Fue por eso que el terminó su relación con ella. Estaba casada con su trabajo.

    — ¡Vamos! ¡Muévete! ¡Muévete! — gritó Craig mientras embestía a Ewan.

    El resto del equipo pasaba apresuradamente mientras Ewan apenas podía mover sus piernas. Cuando el shock pasó, la adrenalina y el miedo se apoderaron de él.

    —Jaxie, ¿Qué diablos voy a hacer si algo llega a pasarle?—

    Entre sombras siguió a los demás hacia afuera. La gélida brisa de primavera lo golpeó mientras se apresuraba a llegar a la plataforma del helicóptero. En un tortuoso minuto eran transportados.

    ¿Había escuchado bien? ¿Estaba durmiendo y esto era solo una pesadilla?

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1