Compartido Para el Fin de Semana

Por Chaz Alexander

Il a toujours fantasmé sur le sexe masculin à masculin mais n'a jamais eu le courage d'explorer le rêve éveillé. Il rencontre une femme en ligne qui exige le plus de ses hommes. Ils organisent un week-end ensemble. Maintenant, loin de son environnement habituel et en compagnie de deux aventuriers, il est prêt à repousser ses limites avec leur aide. La femme expérimentée sexy guidera les deux hommes vers leurs désirs secrets tout en exigeant sa propre satisfaction. Ils partagent la douche et bien plus encore pour le week-end. Tout le monde rentre chez lui satisfait et il est sur un nouveau chemin. Contient un contact sexuel entre hommes. Pas pour les moins de 18 ans.

• Idioma: Español
• Editorial: Chaz Alexander
• Fecha de lanzamiento: 2 ene 2023
• ISBN: 9798215420829

Chaz Alexander

Chaz Alexander lives in Central Florida in an open relationship with his significant other of 19 years. Having discovered his bisexuality as a young man, he has pursued this relationship over the years. Several years ago, he met a couple with whom he established an instant attraction. He moved into their home (much to in-laws chagrin) and they lived as an MMF threesome for four years. Finally, before they separated, they even bought property together.Now he and his significant other welcome the occasional male visitor for an evening or perhaps a weekend and explore the erotic experiences available when sharing intimacy with three people.The stories in Chaz’s books are based on real-life experiences he has shared with his significant others.Warning: Each book is an erotic story between one woman and two men. The series contains graphic material that is not suitable for anyone under the age of 18, including M/M/F, M/F, and M/M sexual encounters.Go to my website for a new pdf with examples of all my books. Say "Hello." Thanks.

Vista previa del libro

Debo admitir que pasé demasiado tiempo en línea. Hay varios sitios de chat que frecuento. Me encanta entablar una conversación con una mujer y explorar nuestras fantasías. Es mi mundo imaginario lleno de personas a las que probablemente nunca conoceré pero con las que comparto muchos secretos que ni siquiera les cuento a mis mejores amigos.

Me gustan especialmente algunos de los sitios orientados a hombres en los que se anima a los hombres a explorar una sexualidad alternativa y discutir de forma anónima sus deseos secretos. En estos sitios, he dejado mi imaginación libre y discutido mi fascinación con la bisexualidad y la experiencia sexual de hombre a hombre. Nunca he discutido esto con otro hombre cara a cara. Nunca me he sentido lo suficientemente seguro acerca de otro hombre para compartir mis secretos íntimos. Por otro lado, en línea he reconocido el hecho de que, a menudo, cuando me masturbo, pienso en sostener una polla o incluso en chuparla. He compartido algunos de estos pensamientos con varias mujeres que parecen disfrutar de la fantasía. Me han dicho que piensan en ver a su esposo o pareja participar en actividades bisexuales u homosexuales.

Lo encuentro muy erótico. Trato de imaginar un escenario en el que me inviten a cenar con una pareja y me seduzcan gradualmente durante la noche para que, al final, la esposa mire cómo su esposo me hace una felación hasta el orgasmo y yo le correspondo mientras ella y yo compartimos su polla. . Hay algo muy excitante en ella mirando mientras se masturba y luego comparte el pene de su marido conmigo. La imagino besando a su esposo mientras él todavía tiene mi semen en su boca y luego besándome a mí. Y cuando le chupamos a su esposo, pienso en su cálido semen chorreando entre nuestros labios y corriendo por nuestras barbillas mientras compartimos su gruesa polla.

A menudo me pregunto de dónde vienen estos pensamientos. Los entretenía desde mi juventud. Comenzaron cuando llegué a la pubertad. Era consciente de las chicas, pero estaban más allá de mi alcance. Era tímido e incómodo con mis compañeros de clase. Incluso era tímido con mis amigos varones. Sabía que algunos de los chicos se reunían para sesiones de masturbación mutua. Siempre encontraba alguna razón para evitarlos. Inventaría excusas y me iría a casa, pero siempre me preguntaba qué pasaba cuando me iba. Me quedé con mi imaginación.

Una vez, encontré una revista gay en la basura de un motel local cerca de mi casa. Era una educación en actividades homosexuales. Yo era un niño llavín y solo en casa la mayoría de las tardes. Metí la revista a escondidas en mi