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Ørlog: Rona Tras La Leyenda
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Libro electrónico351 páginas4 horas

Ørlog: Rona Tras La Leyenda

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Información de este libro electrónico

Las ltimas palabras de su padre inconsciente, el rey Uzas, una medalla y los smbolos grabados en ella, llevaron a Rona Drihades y dos compaeros rumbo a una aventura en donde espera revelar el misterioso pasado de su padre y el verdadero origen de su madre desaparecida. Acompelos a vivir diversas aventuras llenas de magia, encuentros con seres inmortales y oscuros que les llevan a descubrir la verdaderas historias detrs de una leyenda y una gran amenaza alada que deja incierto no solo la vida del rey Uzas, si no el futuro del mundo y de todos aquellos que lo habitan.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento24 jul 2012
ISBN9781463329884
Ørlog: Rona Tras La Leyenda
Autor

Cecilia Castro

Soy originaria de Nogales Sonora. No tengo un título que pueda presentarme como una profesional en el ámbito laboral, pero sí puedo presentarme ante ustedes como madre. La familia ha sido mi mayor inspiración en la realización de esta increíble historia, y han sido ellos mismos los que me convencieron de compartirla. Mi madre me introdujo al mundo de la lectura desde pequeña, y desde entonces mi vida diaria continuó siempre dividida entre la vida real y las aventuras que ofrecen las lecturas de los libros. Pensé en escribir uno yo misma y dejar a mis hijos algo más con que recordarme. Ya que si algo he aprendido de la lectura, es que con la palabra escrita llegan diferentes estados de ánimo que el autor siente al escribirlas, y después llegan a los corazones de los lectores a través de los personajes dentro de la historia. Me complace entretenerlos con una nueva aventura escrita, con este mi primer libro, de dos ediciones, realizadas con entusiasmo y verdadero ánimo de compartir.

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    Ørlog - Cecilia Castro

    Copyright © 2012 por Cecilia Castro.

    Idea de portada: Luis Miguel Moroyoqui Buelna.

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, lugares e incidentes son producto de la imaginación del autor o son usados de manera ficticia, y cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, acontecimientos, o lugares es pura coincidencia.

    Para pedidos de copias adicionales de este libro, por favor contacte con:  

    Palibrio  

     1663 Liberty Drive  

     Suite 200  

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     Llamadas internacionales +1.812.671.9757  

     Fax: +1.812.355.1576  

    ventas@palibrio.com

    407006

    Índice

    Introducción

    1.   El principio del fin

    2.   Sin rastro

    3.   Una generación después

    4.   La revelación

    5.   Ciudad Pedregal

    6.   La primera alarma

    7.   El origen señala el destino

    8.   La visión

    9.   Despedida

    10.   Escilia

    11.   Fantasmas en el bosque

    12.   Los arrecifes

    13.   Tempestad

    14.   Hymirk

    15.   Elgard

    16.   La dama del lago

    17.   Señales del pasado

    18.   Extraña visita

    19.   Hymirk en marcha

    20.   Peligro latente

    21.   Rona vive

    22.   Cuatro reyes

    23.   Los pantanos de Gowda

    24.   Entrada triunfal a Evorah

    25.   El peligro acecha en las sombras

    26.   La defensa de ciudad Evorah

    27.   Reencuentro

    28.   En el salón de los cuatro soberanos

    29.   Karmapessa

    30.   Actitud de guerrera

    31.   El secreto de Argon Sthent

    32.   Sonido de guerra

    33.   Horror sobre el cielo de Karmapessa

    34.   Ejemplo de valor

    35.   Esperanza de vida

    36.   Poderoso aliado

    37.   El último suspiro

    38.   En el salón de la reina

    39.   Ørlög

    40.   En el bosque oscuro

    41.   Renovada alianza

    Glosario

    Lenguaje y escritura  

     de los elfos

    Introducción

    Kalmia, tierra de elfos. Sus paisajes llenos de colorido atraían las miradas de todos los que se acercaban navegando a través del lago Ehtna, helechos con flores de colores adornaban las calles, grandes y pequeños árboles siempre verdes con umbelas púrpura azul y blanco se alzaban a la vista mostrando la naturaleza en todo su esplendor.

    El rey Oneas daba la bienvenida a todos aquellos que se acercaban atraídos por el visionario panorama. Permitió a algunos establecerse en sus tierras, con una condición, que todos en común acuerdo ayudaran a conservarlas. De esta manera enanos que habitaron las entrañas de las montañas trabajaban en ellas buscando valiosas piedras o gemas, ayudando así con la economía, los hombres trabajaban la agricultura y la fauna domesticable estabilizándose entre los campos más fértiles, quedando a cargo de los elfos preservar la flora y la salud de los habitantes con sus secretos de magia.

    Hermosos parajes y caídas de aguas así como ríos y calderas ayudaban a complementar las necesidades de cada raza, convirtiéndose ciudad Kalmia en la atracción máxima de todas las tierras pobladas y conectadas por medio del lago Ehtna. Mercaderes, pescadores y familias de distintos géneros visitaban la ciudad siempre verde constantemente para comerciar o simplemente para disfrutar de aquellos paisajes llenos de colorido. Pero el rey Oneas no sólo compartió sus tierras entre los líderes de ciudad Kalmia, así como caballeros y nobles, compartió también un gran secreto al que protegía celosamente y que sólo los líderes, guerreros de alto rango y personajes verdaderamente confiables para el rey llegaron a conocer.

    El rey de los elfos tenía en su dominio un libro único de registros escritos por guerreros antiguos, nigromantes de alto poder. En él se encuentra la descripción de una gran guerra, en la cual, la humanidad estuvo a punto de desaparecer. Una guerra en la que se enfrentaron a criaturas heterogéneas, criaturas del aire que con su llegada causaban destrucción y muerte a su paso, "dragones".

    Las escrituras muestran los sitios exactos de las guerras, lugares donde se habían realizado prosperas civilizaciones, ciudades enteras destruidas bajo el fragor de batallas y heroísmos, con vientos cargados de gritos, de llamas progresivas donde los hogares construidos se desvanecían ante los ojos de su dueño, la perspectiva de sobrevivir a tal caos era oscura y sombría. La historia relata como todo género se unió en la lucha para derrotar al enemigo, en la que sólo los más valientes sobrevivieron, aquellos que fueron capases de ocultar su temor. Además del gran reto de enfrentarse a sus miedos existía un conflicto aún mayor, la verdadera razón porqué magos tan poderosos como los nigromantes se han unido a tal osadía, era que estaban convencidos de que destruir completamente a los dragones sería una solución aún más destructiva, ya que según ellos y en común acuerdo con las creencias de los elfos, los dragones forman parte de la magia que mantiene al mundo y su naturaleza en equilibrio, son parte de lo que no podemos ver y que sin embargo está ahí siempre formando parte de la magia que mueve y mantiene en circulación el ciclo de la vida, matarlos seria destruir con ellos ese balance. Ganar una guerra sería ganar un mundo desolador y triste, sin más vida que la de aquellos que logren sobrevivir bajo aquel ambiente.

    La humanidad recorría un primer ciclo de muerte, que quedo ahora en el pasado registrado como uno de los tramos más temibles de la historia. El escrito también explica como los nigromantes lograron crear un hechizo para dominar a los dragones, lo grabaron con runas en una gema de color gris parecida a una pequeña roca, con la única diferencia que brillaba al acercarse un dragón. El lugar donde se guardo la gema, no fue registrado, pues los mismos nigromantes explican que la gema se fortalecerá con el tiempo, representando así, un peligro más para la humanidad. Sin embargo relata como se repartieron las tres fases de mayor trascendencia, el libro mismo y dos pergaminos, uno con el hechizo escrito en la gema y otro con un mapa que indica la localización exacta de una gran descendencia de dragones aún sin eclosionar.

    Cada ejemplar se repartió entre el grupo de distintos géneros para su seguridad y protección, después de gravar en ellos runas entrelazadas en el centro de un triangulo inverso en representación de la unión.

    Yr o Uruz (Y) la runa de la inmortalidad, en representación de los elfos y los guerreros nigromantes.

    Mann (m) de la humanidad, para representación de los hombres y enanos.

    El recorrido por un nuevo hogar comenzó entonces, desplazándose sin destino alguno. Juntos llegaron hasta la costa norte del lago Ehtna y desde ese punto se distribuyeron en distintas direcciones, creyendo que cerca del agua estarían más seguros. Oneas, al descubrir el colorido del entorno decidió quedarse en ese punto de la costa junto con todos los sobrevivientes de su mismo género, el libro se quedo en sus manos para darle protección. Juntos llamaron a su nuevo hogar Kalmia, como las hermosas flores umbelas de colores que crecen por todo su entorno. Los hombres continuaron su camino dispersándose hacia el oeste y al sur sobre el lago, seguidos por los enanos. Jamás volvieron a saber de los nigromantes desde que abandonaron su antiguo hogar, del que sólo quedaron las cenizas como rastro de destrucción.

    Con el tiempo, de más allá del lago Ehtna llegaron personas y familias de distintos géneros que ignoraban su historia. Oneas tratando de continuar con la unión no sólo compartió sus tierras con los líderes enanos y los hombres caballeros, sino también la tarea de proteger uno de los eslabones que podrán llevar a un segundo ciclo de muerte, ya que en una de sus páginas lleva escrito, el hechizo que ceso la formación de la siguiente generación de dragones, y el mismo que lo reanuda.

    La historia del libro se convirtió en una fuente de fortaleza para la estabilidad de ciudad Kalmia. El rey Oneas inspirado por su contenido mando forjar la plata, creo medallas de dos caras con la mismas runas entrelazadas grabadas en una de ellas y eligió una más, que grabo en la otra cara.

    Wynn (V) en representación de prosperidad, una nueva generación.

    Las runas fueron grabadas en el centro de un circulo de plata brillante que se sostiene a su vez en el centro de un triangulo inverso, que lo deja girar libremente en el centro. Después las medallas fueron repartidas entre las tres razas, pero sólo entre aquellos en los que Oneas depositaba su confianza, los llamó "portadores" convirtiéndose así en guardianes del libro, conocedores de la historia y líderes de Kalmia, una ciudad preservada por la unión de distintos géneros, donde la vida les sonreía por igual. La ciudadela conservo su estabilidad por muchos años, mientras la paz era reforzada con el tiempo por el líder de cada grupo.

    Medalla entregada a los portadores

    image 1.jpg

    Pero la vida también tiene

    Numerosas incógnitas,

    Que desarrolla y envuelve

    Sus diferentes historias de luz

    En sombras e incertidumbre.

    1

    El principio del fin

    El amor entre distintos géneros jamás se había dado. Hasta ese día en que el destino unió los caminos de Araluz, la princesa elfa y Uzías de la raza humana, además, señor del Predegal, una de las ciudadelas lejanas con la que intercambiaban mercancía, al igual que muchas otras unidas a través del lago Ehtna. Araluz era hija única del rey Oneas y Cassandra, líderes de la raza elfa. Bella y sencilla, su rostro era una mezcla de bondad y alegría. Sus ojos verdes observan la vida con un brillo sin igual, pero sin ser la más hermosa ya que los elfos son bellos por naturaleza, cada uno con su propia personalidad. Araluz era amada por su gente como persona y cortejada por muchos de su origen, la mayoría sólo interesados en su linaje. Okralo entre ellos, hijo único de August, el guerrero de más alto rango y de mayor fidelidad hacia el rey Oneas quien utilizando la gran influencia de su padre tomo ventaja para acercarse a Araluz.

    Okralo era un joven aprendiz de hechicero, que llevado por la ambición de la mano ocultaba sus verdaderas intenciones, se propuso a hacer de Araluz su cónyuge y llegar a ocupar algún día el trono, su más ambicionado deseo. Su padre August era portador de una de las medallas, le repetía siempre desde pequeño que algún día llevaría el la suya y conocería el gran misterio de su origen y que de esa manera protegería el surgimiento de grandes peligros para su inmortalidad. Okralo como aprendiz de hechicero, llego a conocer los secretos más puros y antiguos de la magia de los elfos, secretos que jamás conocería si se mostrara como realmente era, pero jamás llegó a conocer el misterio oculto por los portadores de aquella medalla.

    Llegar a conocerlo era su segundo objetivo al casarse con Araluz. Al conocerse el interés que tenía un hombre de la raza humana por la princesa, y que además era correspondido, ocasión un debate entre los dos géneros. Okralo dio a conocer también su interés, nadie más lo hizo al advertir el afecto de Araluz hacia Uzías. Dos grupos se formaron entre los tres géneros, aquellos a favor y en contra.

    Oneas en común acuerdo con los líderes de cada género, incluyendo a la raza enana, decidieron que un enfrentamiento por el amor de Araluz sería lo justo, ya que así se evitaría la rivalidad entre los dos géneros en contienda.

    Una pelea de espadas se llevo a cabo. Uzías se enfrentó a Okralo frente a una multitud y los reyes soberanos de ciudad Kalmia. El enfrentamiento fue arduo para ambos, pero no fue una pelea limpia. Okralo sabiéndose lo diestros que son los hombres con las espadas temió perder ante Uzías y de esa manera perder su más ambicionado deseo, el trono de ciudad Kalmia, reinar y dominar entre los tres géneros, porque aunque cada grupo seguía a su líder, las tierras pertenecían a los elfos y las leyes de Oneas eran respetadas. El temor de perderlo todo llevo a Okralo, a valerse de trucos de magia invisibles a la vista de la multitud presente y estuvo a punto de ganar el enfrentamiento.

    Uzías se encontraba extenuado de rodillas ante su oponente, mientras este se encuentra erguido frente a él agraviante con ojos resplandecientes de ira y vehemencia, busco con mirada nebulosa a su amada, en su búsqueda se topo con el grupo de caballeros que le acompañan y observan a su señor por primera vez casi vencido en un enfrentamiento, la angustia y la decepción parecían predominar entre ellos.

    Levantó aún más la mirada, en unos segundos coincidió con sus ojos verdes, igualmente empañados, repletos de lágrimas que corrían sin cesar. Ella de pie, su larga cabellera oscura envolvía su rostro endeble, pálido, después caía hasta su pecho que parecía explotar en una respiración alterada.

    El semblante de Uzías cambió, su apariencia revés dio un giro completo a oposición, una mirada desafiante surgió bajo su melena, mientras la curva de sus cejas se ceñía áspera.

    Okralo observa a su oponente transformarse ante él, desafiante, firme y seguro. Incrédulo con su mente interrumpida y cansada no tuvo oportunidad de realizar un nuevo hechizo. En unos minutos se vio derrotado a los pies de Uzías, terminando el enfrentamiento al sentirse incapaz de incorporarse.

    Uzías gano la contienda y con ella la rivalidad eterna de Okralo.

    Derrotado y con sus más grandes deseos arrebatados. Okralo mostró su verdadero rostro, llevo a cabo un plan para destruir a los que ahora se convertían en sus enemigos, odiaba a los hombres, menospreciaba a los enanos y desertaba de su mismo género, de todos aquellos que le dieron la espalda. Su ira se fortaleció al descubrir a Uzías como nuevo portador.

    Era un sublime atardecer, el aire se respiraba puro, mientras el sol se ocultaba a lo lejos echando los últimos resplandores sobre lo alto del castillo, donde centinelas realizaban su trabajo con imponentes arcos colgados a sus espaldas, otros más se vislumbraban en los jardines sosteniendo lanzas de considerable longitud.

    En medio del jardín un tipo de terraza se alzaba como cuatro pies del suelo con un grandioso arco en el centro decorado con las mismas flores del jardín y alumbrado por dos lámparas de cristal sostenidas por dos pequeños pilares a los lados.

    Dentro del castillo mozos y sirvientes trabajaban cocinando en grandes ollas de cobre relucientes, reavivando los braseros que se extinguen o manteniendo encendidas las lámparas de aceite.

    Una ondeada de gente pueblerina avanza hacia los alrededores del castillo sosteniendo luciérnagas entre sus manos, algunos otros entre la raza enana los llevaban en recipientes de cristal. Entre los habitantes de ciudad Kalmia, las luciérnagas representaban la luz que iluminara el sendero de todo aquel que emprende un nuevo camino, en este caso el porvenir de una pareja. El encargado de llevar a cavo la ceremonia, yacía en los jardines disponiéndolo todo. Llevaba puesto un camisón color marrón con una chalina blanca y larga que cae alrededor de su cuello, y una ínfula ceñida a su cabeza, se encontraba acompañado por los líderes y nobles de ciudad Kalmia.

    Uzías arribo al castillo abriéndose paso entre la población, a sus espaldas un sequito de caballeros le acompañaban, sosteniendo pendones decorados con el estandarte de su rey y señor, la sombra de un frondoso árbol de olivo.

    El sonido de trompetas se escucho prominente anunciando su llegada. Mientras desfilan en el centro de una hilera de altas antorchas encendidas que se dirigen a los jardines ya bellamente decorados para la ocasión. Además de sus ya hermosas plantas de exótica belleza, altos y anchos pilares blancos se levantaban en distintos lugares decorados con las diferentes y coloridas flores de ciudad Kalmia sosteniendo en las alturas grandes lámparas de cristal que decoraban aún más el jardín y alumbraban el ambiente.

    Una oleada de murmullos recorre la multitud al observar a Uzías subir al centro de la terraza con elegantes atuendos y detenerse bajo el arco a esperar por su amada. De pronto un silencio progresivo se instala, la elegante hilera de antorchas alumbra el andar resuelto y digno de Araluz, acompañada por su padre, el rey Oneas, observados entre los nobles invitados, por Cassandra, orgullosa madre y esposa.

    Araluz ocultaba su rostro bajo un largo velo blanco que cae desde una diadema cubierta de esmeraldas. Llevaba puesto un elegante vestido blanco de seda, ceñido hasta sus caderas, dejando al descubierto la Nívea piel de sus brazos. Una fila de botones de esmeraldas recorre su espalda. Y después cae holgado hasta casi cubrir las hermosas zapatillas forradas del mismo tejido. Todos los presentes quedaron cautivados con su belleza, principalmente Uzías que la observa acercarse con expresión anonadada mientras una melodía se escucha en el aire.

    Algunos centinelas descuidaban sus puestos para observar.

    2

    Sin rastro

    Okralo sin perder tiempo recorría metódicamente los pasillos del castillo en busca de una señal que lo llevara a descubrir el escondite del misterio oculto por los portadores de la medalla, ni siquiera sabía si se trataba de un objeto, pero muchas veces cuando era pequeño, observo a su padre recorrer esos mismos pasillos y después desaparecer entre ellos. La palabra mágica para abrir una puerta cualquiera que esta fuese no era un impedimento para Okralo, lo difícil era encontrar esa puerta, por lo que a cada cinco pasos recorridos repetía las mismas frases tana i ando néca ssei huine estaba a punto de darse por vencido, cuando vislumbro las llamas de una antorcha oscilantes, cerca de esta daba por terminado el pasillo en un rincón completamente oscuro, la hilera de antorchas seguían al siguiente pasillo dando vuelta a la derecha o a la izquierda. Okralo se acerco a la lúgubre oscuridad de aquel rincón y repitió las mismas palabras de su lenguaje tana i ando néca ssei huine frente al apareció en la pared oscura un escrito con el mismo lenguaje, brillaba como si hubiera sido marcado con fuego.

    Language.jpg

    Okralo al ver el escrito, sonrió satisfecho con ironía, el escrito era una pregunta fácil de responder para él, a la que contestó con tan sólo una palabra colindo.

    Afuera en la ceremonia August presenciaba la unión de la pareja tranquilamente, de pronto un estupor vago y opresivo se expandió por todo su ser, busco con escrutadora mirada la presencia de su hijo, verificando su ausencia. Se encamino hacia el sendero muchas veces recorrido anteriormente con la esperanza de que fueran sospechas erróneas las que cruzan por su mente. Uno de sus caballeros más fieles lo siguió al percatarse de la angustia reflejada en su rostro. August continuo sin darse cuenta, minutos después se encontraba frente a aquel mismo rincón, inmóvil, escéptico, una línea notable de luz se dibujaba frente a sus pies en aquel rincón antes completamente oscuro, sin saber que estaba siendo observado, pronuncio la palabra portador en su lenguaje.

    August encontró en el pequeño recinto donde apenas había cabida para unas cinco personas, al ser intrépido, de espaldas y con el libro abierto entre sus manos.

    –¿Así que encontraron la manera de controlar dragones? –preguntó Okralo, mientras se da la vuelta para darle frente a su padre.

    No hubo respuesta.

    –Imaginas padre, un gobierno respaldado por las feroces llamas de un ejército de dragones.

    –Sería un gobierno, de destrucción y muerte –contestó August incrédulo, al confirmar la presencia de su hijo frente a él, y darse cuenta que fue capaz de irrumpir de tal manera al lugar que ha protegido de lacras y personas punibles por tantos años.

    –Salgamos de aquí ahora, hablare con el rey de tus derechos y como hijo mío aceptara revelarte la historia completa escrita en ese libro y demás secretos, es lo correcto –le rogó August con voz angustiada.

    –¿A qué se refiere con demás secretos? –preguntó Okralo impaciente–. ¿Saben ustedes la localización de los pergaminos y la gema?

    –¡No, te repito tal información traería destrucción y muerte no sólo a nuestro reino, sino a todos los seres vivientes sobre la tierra! –contestó August sobresaltado.

    –Será sólo para aquellos que no se arrodillen a los pies del soberano –rugió Okralo con mirada fulgurante.

    –Tendría que ser un sujeto perverso, capaz de soportar tal envilecimiento –comentó August como desafío.

    –¿Ha visto alguna vez en un espejo, el verdadero reflejo de su propio hijo padre? –murmuró Okralo con cautela, mientras se acerca con paso lento a su padre.

    Para sorpresa de August, Okralo le abrazó con afecto, pero segundos después, se vio obligado a soltar un suspiro pesaroso, seguido de un gemido lastimero mientras siente como un dolor intenso se extiende por todo su vientre.

    –No se culpe padre –le murmuró Okralo al oído–. Mis acciones son  

     mías solamente, usted no ha fallado como padre, haré que se sienta orgulloso de mí –después de besar su frente lo dejo caer al suelo suavemente y le dijo con voz altanera–. Aun cuando sea actuando en contra de sus principios.

    Una daga de doble filo antes empuñada por las manos de su único hijo le impide moverse y pedir ayuda. Herido de muerte August observó como se alejó su única descendencia con el libro en su poder, sin detenerse a mirar hacia atrás, hasta desaparecer, dejándolo agonizante y sin honor.

    Entrada la noche fuera del castillo, la ceremonia finalizaba con un tierno beso. De la multitud presente se alzaban al aire luciérnagas de luz que alumbraban el cielo oscuro y en su marcha deambulaban entre los jardines mezclándose con los invitados, algunos niños les daban su libertad con la mirada triste, otros corrían tras ellas con la esperanza de atraparles de nuevo, mientras otros observan el espectáculo ante ellos, tan hermoso como si fuera

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