El beso

Por Antonio Almas

Una novela basa en hechos reales

Porque la vida nunca será una línea recta, y hay momentos en los que oscila, se tambalea, sube y baja. Lo que parece predestinado puede cambiar de rumbo por completo. Partiendo de la realidad, el autor cuenta una historia ficticia que se pierde en el tiempo y en la memoria de los que estuvieron ahí. Un cuento donde la inocencia y la juventud se mezclan con la madurez del que ya sintió en carne propia las penurias de la vida.

• Idioma: Español
• Editorial: BadPress
• Fecha de lanzamiento: 28 abr 2018
• ISBN: 9781547523726

Vista previa del libro

El beso

Antonio Almas

Traducido por Erick Carballo 

El beso

Escrito por Antonio Almas

Copyright © 2018 Antonio Almas

Todos los derechos reservados

Distribuido por Babelcube, Inc.

www.babelcube.com

Traducido por Erick Carballo

Diseño de portada © 2018 Antonio Almas

Babelcube Books y Babelcube son marcas registradas de Babelcube Inc.

El beso

Tabla de contenidos

Prefacio

Capítulo 1

Capítulo 2

Capítulo 3

Capítulo 4

Capítulo 5

Capítulo 6

Capítulo 7

Capítulo 8

Capítulo 9

Capítulo 10

Capítulo 11

Capítulo 12

Capítulo 13

Capítulo 14

Capítulo 15

Capítulo 16

Capítulo 17

Capítulo 18

Capítulo 19

Capítulo 20

Capítulo 21

Capítulo 22

Capítulo 23

Capítulo 24

Capítulo 25

Capítulo 26

Capítulo 27

Dedicado a un gran amigo por su amistad.

Prefacio

Porque la vida nunca será una línea recta, y hay momentos en los que oscila, se tambalea, sube y baja. Lo que parece predestinado puede cambiar de rumbo por completo. Partiendo de la realidad, el autor cuenta una historia ficticia que se pierde en el tiempo y en la memoria de los que estuvieron ahí. Un cuento donde la inocencia y la juventud se mezclan con la madurez del que ya sintió en carne propia las penurias de la vida.

Capítulo 1

Alex siempre se consideró un chico común, romántico, e incluso un poco tímido. Se sentía un poco excluido y creía que las chicas no se fijaban en él.

Para Alex la vida se resumía en su pequeño mundo, entre sus estudios, su trabajo y su casa; su familia y una vida diaria apacible en la pequeña aldea donde moraba y distaba de saber que más allá de esas montañas que rodeaban el pequeño poblado, habría un mundo nuevo por descubrir.

Al final de los estudios, alternaba el aprendizaje de su profesión. Alex fue invitado a hacer un viaje por un grupo de amigos que pretendía viajar en coche al extranjero, le invitaron con la finalidad de ampliar sus horizontes. El chico se debatía entre partir hacia la aventura y el llanto de su madre, que no quería dejarle ir. Su deseo se equilibraba. Su padre, un hombre recatado, pero con un propósito, insistió en hacer todo lo posible para que su hijo despertara al mundo exterior. El chico tímido acabó por aceptar la invitación de los amigos e ir a explorar el mundo.

En una fría mañana de mayo, Alex y sus tres amigos, se dirigieron a la frontera en un coche viejo, conducido por un chico al que le habían retirado el carnet de conducir hace aproximadamente un par de meses, dejando atrás el pequeño mundo que conocía, aventurándose en la profundidad.

Este viaje le proporcionó el conocimiento de otras culturas, de otros modos de vivir, y en él conoció a Yolanda, una mujer elegante y bella, con una irreverencia poco común, por quien se apasionó de inmediato. En los días que pasaron juntos, Alex maduró. De pronto ya no era ese chico tímido y lleno de complejos, pues esa mujer le había transformado. Con ella aprendió a ser un hombre atrevido e intenso, con la capacidad de despertar en él todos sus deseos.

Yolanda desfloró a ese chico y lo transformó de santo a pecador, como ella, él asumió que efectivamente no sería quien pensaba ser.

Esta es la historia de Yolanda y Alex. La historia de ese hombre que aprendió a descubrir los detalles del cuerpo de una mujer. Una mujer que aprendió a amar a un hombre en su totalidad, no solo por los vicios de la carne.

Capitulo 2

La plaza central de la ciudad estaba rodeada de edificios de cuatro plantas, todos iguales, de estilo renacentista. Las arcadas albergaban bares y tiendas. Y fue en uno de esos bares de la plaza donde un grupo de amigos se reunió para tomar unas cervezas al finalizar la tarde. El bar se llamaba El Galeón, en honor a los barcos de la conquista de los siglos 16 y 17. Permanecieron ahí durante unos minutos, cuando una mujer entra y se sienta en la mesa, al lado de ellos. Todos la miraban y continuaban charlando amistosamente. Allí se sentían a gusto. Era una lengua diferente y podían usar un leguaje más coloquial y propio de los jóvenes de aproximadamente 18 años. Alex se levanta para ir al servicio y, cuando va entrando en el aseo de chicos, se acerca alguien y toca su brazo, se da la vuelta, y esa mujer que hace poco había entrado en el bar, coloca el brazo sobre su cuello, y atrayéndolo hacia sus labios, lo besa para su gran sorpresa. La lengua de ella le obliga a abrir la boca, y por unos instantes es incapaz de reaccionar, permaneciendo rígido con su cara sobre la cara de la chica, con sus ojos saltones y sus manos abiertas,