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El Manual de Depresión para Escritores
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El Manual de Depresión para Escritores
Libro electrónico70 páginas40 minutos

El Manual de Depresión para Escritores

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Información de este libro electrónico

Si eres un escritor que vive con depresión, probablemente no sepas qué hacer. Hay días en los que la depresión devora tus palabras y te encuentras a ti mismo incapaz de trabajar. La gente te dice que no estás solo. Entonces, ¿por qué se siente como si lo estuvieras?

Siendo una autora con depresión crónica, Giselle Renarde creó este libro como una manera de llegar a otros escritores con la esperanza en ellos. El Manual de Depresión para Escritores incluye:

Actividades específicas para ayudarte en los días oscuros.

Ideas practicas para ayudarte a avanzar en tu negocio de escritura aún cuando sientas que te es imposible escribir.

Todo está escrito en un tono personal, accesible y cordial.

El Manual de Depresión para Escritores fue escrito para ti, con amor, preocupación y aliento.

IdiomaEspañol
EditorialBadPress
Fecha de lanzamiento11 dic 2017
ISBN9781386943617
El Manual de Depresión para Escritores

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    Vista previa del libro

    El Manual de Depresión para Escritores - Giselle Renarde

    Índice

    Introducción

    ¡Ayuda! ¡Estoy deprimido! Cosas simples que levantan mi ánimo.

    ¡Ayuda! ¡No puedo escribir! Trabajo práctico que los autores podemos hacer cuando no estamos escribiendo.

    Epilogo

    Introducción

    ¿Por qué escribí este libro?

    ––––––––

    Hace algunos años, estaba sentada en la sala de mi abuela con mi hermana, mi madre y, por supuesto, mi abuela. Ese día, mi abuela nos dijo a mi hermana y a mí un secreto familiar que había estado enterrado tan profundo que nunca escuchamos ni el más mínimo suspiro de él.

    El secreto familiar era acerca de violencia domestica y enfermedad mental. Era acerca de cómo la custodia parental de los hermanos de mi madre fue retirada de sus padres, dividida y puesta temporalmente en orfanatos, instituciones y en un predecesor del sistema actual de cuidado tutelar.

    Mi madre nunca nos dijo que había estado en cuidado tutelar de niña. Si mi abuela no nos hubiera contado ese día, estoy segura que mi hermana y yo nunca nos hubiéramos enterado. En lo que a mi madre respecta, era un recuerdo que prefería olvidar. Como ella dijo, lo que pasó en el pasado no tiene peso en el presente. Mi mamá no estaba feliz con la abuela por habernos dicho.

    –Hemos pasado mucho tiempo sin hablar estas cosas– dijo mi abuela. –Han pasado casi 60 años de pretender que esas cosas nunca pasaron.

    –Giselle tuvo una buena idea al ir a ver al terapeuta en la universidad. Necesitaba hablar con alguien, así que lo hizo. Ese es el enfoque saludable– me incluyó mi abuela en la conversación.

    –¡No vuelvas a mencionar la terapia de Giselle! –gritó mi madre. Estaba furiosa.

    –¿Por qué no quieres que hable de mi terapia? No es ningún secreto. No es algo de lo que yo esté apenada– le pregunté a mi madre después de mirar alrededor de la habitación. Solo estábamos nosotros cuatro, y todos sabíamos que yo había tenido depresión severa cuando era joven.

    –¡Bueno, deberías estarlo! –dijo mi madre bruscamente.

    El cuarto se quedó en total silencio–ese tipo de silencio pesado que se sienta sobre tu pecho, haciendo difícil el respirar.

    –¿Por qué debería estar apenada? –preguntó mi abuela. –Necesitaba ayuda y recibió ayuda. Eso es admirable para mí.

    –No, no lo es –dijo mi madre. –Cuando vas por ahí diciendo que estás deprimido, que estás en terapia, ¿a quién van a culpar todos? ¡A la madre! Todos van a creer que es mi culpa.

    –¿Quienes son todos? –preguntó mi hermana. –Solo hay cuatro de nosotros en la habitación y todos lo sabemos.

    –No quiero hablar de esto –dijo mi madre.

    Y eso prácticamente terminó la conversación.

    Aunque no creo que sea una actitud saludable, puedo entender por que se ponga a la defensiva de una manera temerosa. En todo caso, me hacía sentirme triste por ella. Tal vez nunca podría expandir sus limites emocionales lo suficiente para discutir su pasado.

    Pero, ¿callarme de una manera tan firme e insistir en que calle acerca de mi experiencia con la depresión? Eso fue irritante, por decir algo.

    Es por eso que decidí escribir un libro acerca de vivir con depresión. No para fastidiar a mi madre, aunque sí veo que eso podría pasar. Ella es bienvenida a sentirse apenada por mi comportamiento, si es lo que quiere. Escribir este libro es importante para mí porque no quiero ver a otras personas sentirse apenadas por su

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