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Demasiado Tarde, ¿Será?
Demasiado Tarde, ¿Será?
Demasiado Tarde, ¿Será?
Libro electrónico235 páginas3 horas

Demasiado Tarde, ¿Será?

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Información de este libro electrónico

Es verdad que nunca es demasiado tarde para limpiar nuestro corazn, pero eso slo puede ser cuando nos acercamos a Dios y depositamos nuestra vida en sus manos. Cuando permitimos que haga un cambio en nuestra alma y que nos dirija por los caminos correctos. Pero si no aceptamos nuestros errores, si no buscamos su ayuda, el tiempo nos cobrar lo que una vez hicimos y el pago ser lo que nadie quiere escuchar, la muerte. Es ah cuando ya es demasiado tarde para retroceder, el tiempo se termin, no hay marcha atrs, lo que se hizo qued registrado como muestra de nuestras malas decisiones.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento30 oct 2014
ISBN9781463394561
Demasiado Tarde, ¿Será?
Autor

Celina G. Evans

Celina G. Evans, nacionalidad mexicana ha vivido por los últimos veinte años en los Estados Unidos. Casada con el sr. Ronald Evans, tiene dos hijos, una adolescente de trece años, Alexandra Evans y Ronnie de once años de edad. Desde su niñez siempre tuvo el gusto por la lectura, así como escribir reflexiones o pensamientos acerca de la vida diaria. Su primer libro titulado, ‘’Demasiado Tarde’’ que fue publicado el verano del 2013 lleva un desenlace en su segunda obra, y el cual habla un poco de fantasía, amor, desamor, maldad, triunfo y verdad.

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    Demasiado Tarde, ¿Será? - Celina G. Evans

    DEDICATORIA

    Este libro se lo dedico muy en especial a mi hermano Nehemías, quien por las circunstancias del destino ya no se encuentra con nosotros. El tercero de doce hermanos, fue un hombre generoso de corazón. Inteligente y sumamente creativo en sus inventos. Él siempre me impulso a escribir y compartir con otros mis escritos, quien siempre disfrutaba cada una de mis reflexiones; aún recuerdo sus palabras, el círculo de la vida es mi favorito, son las que nos llegan al alma. Nunca olvidaré su semblante tan parecido a nuestra madre, quien él tanto amo. Descansa en Paz y nos veremos junto al río y más allá del sol. Te queremos, Nehemías.

    CAPITULO UNO

    La felicidad se comparte, no se vive en soledad. La felicidad puede ser un momento o puede ser una eternidad. La felicidad, es la alegría de ver una sonrisa genuina en el rostro de un corazón agradecido y un amor bendecido.

    Al escuchar las risas que recorren el portal y que se unen con el canto del gorrioncillo, hacen que mi corazón se llene de regocijo. La vida me ha dado la oportunidad de empezar de nuevo, de amar a quien me ha amado primero. La vida ha sido generosa y me ha bendecido con una familia, creo que finalmente el pasado quedo atrás.

    El lugar siempre será hermoso, si compartes los momentos de tu existir con esos seres por los que vives cada segundo de tu vida, y por los que das todo por verlos sonreír.

    La voz ronca y aguda interrumpió mis pensamientos, era mi hijo Santiago quien se molestaba cada vez que su hermana lo interrumpía en su lectura. El, al igual que yo, disfrutábamos de un momento de soledad para soñar con nuestros propios pensamientos. Él los leía, y yo los escribía.

    -Mamá dile a Francia que no me moleste, estoy leyendo

    Santiago era un jovencito que empezaba a sentirse hombre, pues a sus diecisiete años prefería pasar el mayor tiempo solo, que en compañía de amigos. Sin embargo, Francia a sus diez años de edad disfrutaba cada segundo de su niñez. Corriendo de aquí para allá, regalándome un beso, una sonrisa, un te quiero; realmente toda esta felicidad que mis hijos me dan, no la podría cambiar por nada en el mundo.

    Y que decir de Fernando, el hombre que hizo posible todo este cambio en mi vida. El hombre que llego para quedarse y poco a poco se fue ganando un corazón herido, y que con sus cuidados y su amor hizo que superara todo aquello que he dejado atrás y que no quiero recordar.

    Francia, sabes que a tu hermano no le gusta que lo molesten cuando esta leyendo, así que por favor ve a lavarte tus manos y dile a papá que la cena esta lista

    La hora de la comida es todo un ritual, si lo podría llamar así; los niños saben que la mesa es para dar gracias a Dios por todas las bendiciones que recibimos día tras día y que juntos en familia disfrutamos de los deliciosos platillos que encuentro en las recetas de la abuela. No se ni como aprendí, lo cierto es que durante todos estos años la cocina es parte de mi pasatiempo favorito y todos terminan regalándome un sonrisa como muestra de satisfacción… eso me hace feliz.

    -Hola mi amor, ¡huele delicioso! ¿Que has preparado?

    Fernando era el primero en acercarse a la cocina y tratar de probar la comida y darle el visto bueno, era lo que más disfrutaba, según él, la calificación me la daba antes de servirles a los demás. Por supuesto siempre era ¡excelente!

    -He preparado una pasta en salsa roja, la ensalada que tanto les gusta y los panecillos recién horneados…y de postre iremos a la plaza a comer una nieve

    ¡¡¡Mamá yo no quiero nieve, quiero un pastel de caramelo, es mi ¡favorito!!!

    -Solo si me prometes que te terminaras toda tu cena

    -¡Prometido!

    -No quiero ir a la plaza, prefiero quedarme-respondió Santiago

    ¿Por qué no quieres ir? La tarde esta muy bonita, además a ti te gusta mucho los helados, que es lo que pasa, a que te quieres quedar aquí solo

    Me preocupaba el aislamiento de Santiago, las cosas simples de todos los días parecía no apreciarlas, su mayor pasatiempo era sentarse a leer libros y mas libros. Sé, que tanto Fernando como a mi nos encanta la literatura, pero también disfrutamos de otras cosas; a veces me pregunto a quien sacaría con esa forma de ser.

    -Por qué eres tan aburrido Santiago, nunca quieres jugar conmigo, no tienes amigos, no tienes novia…

    -¡Francia! Tu hermano tiene muchos amigos y amigas, además que sabes tú diferenciar entre una amiga y una novia

    -Susana, por favor no le hagas caso, Francia es una niña muy ocurrente, será mejor que disfrutemos la cena y vayamos a comprar nieve

    Fernando era un papá muy consentidor especialmente con Francia, le hacia reír las ocurrencias de su niña consentida. Era estricto con Santiago, pero también compartía tiempo hablando y aconsejándole, ya que a esa edad hay muchas preguntas que les dan vuelta en la cabeza.

    -Esta bien iré con ustedes, solo para que no me sigan fastidiando

    Dejo su cena a medio terminar y se levanto irritado por el comentario inocente de su hermana, a lo que esta vez no hice nada para que volviera a la mesa, creo que había momentos en que se debe respetar su privacidad.

    -Mamá, Santiago no termino su pasta

    -No importa, tal vez más tarde cene, aún así iremos a disfrutar el postre

    Fernando cruzo su mirada con la mía, tanto él como yo, sabíamos que nuestro hijo prefería la soledad que estar rodeado de compañía. La soledad a veces te ayuda a meditar y a relajar los sentidos, pero cuando se hace costumbre te arrebata la alegría de compartir con otros esos momentos que llegan y te hacen feliz. Me preocupaba de tan solo pensar que mi hijo no saldría de esa etapa de aislamiento, pero al mismo tiempo quería pensar que era solo parte de esa edad y que muy pronto sería un joven como cualquier otro.

    -Mi amor quiero hablar contigo, vayamos al estudio por un momento

    La voz de Fernando se escuchaba seria y conocía esos ojos cuando me miraban fijos y sin parpadear.

    -¿Ocurre algo?

    -Te lo diré en un momento

    Entramos al estudio y cerrando la puerta me pidió que me sentara, pues lo que tenía que decirme era de suma importancia. Me sentía nerviosa, como si presintiera algo que estaba apunto de ocurrir…pero ¿que será?

    Por favor Fernando habla de una vez, ¿que es lo que pasa? No me tenga así

    Creo que nuestro hijo necesita ayuda psicológica, sus cambios de comportamiento no son normales en un jovencito de su edad. Además, no te parece raro que no tenga amistades, se la lleva encerrado en esa biblioteca y solo lo vemos para comer, y eso porque tú estas al pendiente siempre de él

    Como no estarlo, es mi hijo y me preocupa, aunque no entiendo a que te refieres con llevarlo a ver un psicólogo, no creo que sea necesario, es verdad que su actitud me desespera, pero creo que debemos de darle tiempo para que salga de esta etapa… ¿no crees?

    Susana, nuestro hijo siempre ha sido así y conforme han pasado los años me he dado cuenta que hay algo que le impide desenvolverse y expresarse sin temor a equivocarse. Santiago es extremadamente perfeccionista y eso no lo hace disfrutar de las cosas simples que tiene a su alrededor

    Me quede callada, pues en el fondo sabia que todo era verdad. Mi hijo desde pequeño había demostrado hacer las cosas lo mejor posible, quería ser siempre el primero en la clase y sus calificaciones siempre han sido perfectas. Odiaba ver que algo le salía mal y se encerraba a corregir el error, aunque eso le costara renunciar a otras cosas.

    Como haremos para llevarlo a unas terapias, él nunca lo aceptaría y tú bien lo sabes

    Ya he pensado en eso, pero creo que tenemos una tarea importante que hacer tu y yo

    ¿A que tarea te refieres?

    Buscaremos a la persona perfecta para él, si todo tiene que ser perfecto, pues tendrá las terapias perfectas que necesita

    Por favor Fernando, ahora si me has hecho reír, sabes que no existe nadie perfecto, ni las palabras perfectas para convencer a alguien y mucho menos a nuestro hijo, quien es sumamente inteligente para darse cuenta cuando lo quieren persuadir de algo

    Bueno, fue solo un decir, será mejor que salgamos a distraernos antes que cambie de parecer, quizá el salir nos hará bien a todos

    Tienes razón, vayamos a sacarlo de ese cuarto oscuro y deprimido, es hora que escuche un poco de ruido, ¿no crees?

    Lo creo, todo sea por el amor a nuestro hijo

    Y sonriendo salimos con una pequeña lucecita encendida en nuestro corazón.

    ¡Estoy lista mamá!! Me termine toda mi pasta, estuvo deliciosa como siempre, Gracias

    Francia era todo lo opuesto a su hermano, por lo menos en carácter, la luz que desprendía de sus ojitos, eran como dos centellas que brillaban hasta en el lugar más oscuro de la noche. Me sorprendía la ternura de su voz y sus manitas tiernas siempre listas para ayudar a los demás. Su carita era particularmente hermosa, sus ojos de un azul profundo, unas pestañas negras y rizadas, sus cejas eran perfectas, como si las hubiesen trazado exactamente del mismo largo. Sus labios rojos como el carmesí; su cabello color miel el cual brillaba con la suavidad de la seda, ondulado y largo hasta su cintura. Siempre andaba despeinada, el viento se deleitaba en acariciar esos rizos cada vez que soplaba por esos corredores de la casa. ¡Mi pequeña Francia era realmente preciosa!!

    No podría dejar de mencionar que Santiago era un jovencito de buen parecer, creo que lleva la misma personalidad de su padre, su cabello negro y sus ojos verdes le resaltan con el brillo del sol. La expresión de su rostro lo hace ver más grande de edad de lo que es. Capta la atención de las jovencitas de su edad y una que otra mayor que él, pues era lógico, su seriedad lo hace ver interesante para el sexo opuesto. Creo que Fernando y yo necesitaremos consejos para saber como espantar a los enamorados(a) de nuestros hijos… ¡eso si me queda claro!

    Ya están listos, Francia ve dile a tu hermano que ya nos vamos

    Ya estoy aquí, espero regresar pronto pues tengo algunas cosas que hacer

    Su voz seria siempre lo caracterizaba de los demás, parecía que en realidad tenía bastantes cosas que hacer, aunque para ser sincera, no tengo la menor idea. Aunque prefería no entrar en detalles y menos si ya lo habíamos convencido de salir con nosotros.

    Muy bien, solo estaremos un par de horas, lo suficiente para disfrutar nuestro postre

    Salimos todos juntos, como cuando los llevábamos al parque y solíamos Fernando y yo disfrutar las risitas de cada uno de ellos. En realidad no han pasado tantos años, pero al verlos crecer y poco a poco distinguir lo diferentes que son el uno del otro…no se en que momento ha pasado el tiempo.

    La tarde estaba hermosa, el sol se divertía jugando a las escondidillas, empezaba asomarse tras la colina que se encontraba a lo lejos. Sus últimos rayos de luz que despedía eran de unos colores anaranjados, mezclado con destellos rojizos y un amarillo brillante. Era algo que siempre disfrutaba contemplar en ese ¡hermoso lugar!!

    Mamá cómprame el pastel de caramelo

    Claro que si, no seas desesperada Francia, tienes que ser paciente; hay bastante gente esperando en la línea

    Mientras tanto Fernando se sentaba a lado de nuestro hijo quien observaba la puesta de sol, con su mirada fija más allá de sus pensamientos que solo él podía saber.

    Dime hijo, te gustaría venir conmigo a trabajar en la viña ahora que estas de vacaciones, creo que te ayudara a distraerte y al mismo tiempo aprenderás el negocio de tus abuelos

    Como tú digas papá, creo que ya es tiempo trabajar junto a ti

    Esa respuesta le sorprendió bastante a Fernando, nunca se imagino que sería tan fácil de convencerlo. Le dio un abrazo y juntos siguieron platicando como dos buenos amigos.

    Aquí esta tu nieve, verdad que esta deliciosa

    ¡Mi pastel de caramelo esta mucho mas rico!

    Francia le encantaba el dulce y no le importaba terminar con su carita llena de caramelo, al final acababa chupándose todos los dedos, uno por uno.

    De repente Santiago fijo su mirada en una jovencita que pasaba cerca de nosotros, era alta, esbelta, cabello negro, tez blanca y ojos igualmente negros, su boca pintada de un rosa brillante dándole un toque especial a su rostro. Al verla me di cuenta que tal vez seria de la misma edad que mi hijo.

    A mi hermano le gusta esa muchacha

    La risita burlesca de Francia hizo que Santiago desviara su mirada inmediatamente hacia otro lado. Sus mejillas se sonrojaron y al tratar de hablar, su voz titubeo un poco. Nunca antes lo había visto nervioso, pero lo que mas me sorprendió fue que no contradijo a su hermana…esta vez no lo hizo.

    Muy bonita ¿verdad hijo? Que raro que nunca la habíamos visto por aquí

    Es verdad, nunca la habíamos visto, ¿la conoces tú Santiago?

    No mamá, no la conozco, quizá no viva aquí

    ¿Quieren que vaya y le pregunto su nombre?-emocionada contesto Francia

    ¡No!! ¡Por qué vas hacer eso, ni siquiera la conoces!!

    Mi hijo reacciono de una forma particular, parecía que le aterrorizaba la idea de tener que hablar con alguien a quien no conocía. Francia corrió antes que dijéramos nada, en un segundo se encontraba hablando con la joven y vimos que ella volteo y fijo su mirada en mi hijo, al mismo tiempo le regalaba una sonrisa coqueta y dulce a la vez.

    Oh, parece que tu hermana logro su objetivo, pues se dirigen hacia aquí

    Mamá vámonos por favor

    Por favor hijo, no seas grosero y compórtate como un adulto, cambia esa cara, trata de ser amigable

    No sabia si felicitar a mi hija por haber traído a esa jovencita para que platicara con su hermano o reprenderla por ser tan atrevida. Lo cierto es que nada le daba vergüenza, espero que esa forma de ser no le traiga problemas algún día.

    Mira ellos son mis papas y él es mi hermano Santiago, ¿verdad que esta guapo?

    Ella solo sonrió y saludo amablemente, su acento era ingles, así supimos inmediatamente que no era de aquí.

    Hola mucho gusto, me llamo Camila

    Hola Camila, el es mi esposo Fernando y mi hijo Santiago, me imagino que esta chiquilla te ha dado su nombre ya

    Así es, y muy bonito nombre por cierto, Francia

    Que al dirigirse a ella le regalaba una sonrisa como si fuera su hermanita menor. Mientras tanto Francia no le soltaba la mano, parecía que no quería que se fuera pronto.

    Hola Santiago creo que ya te había visto antes

    No lo creo, tu cara no me es conocida

    Fue un poco cortante con ella, sus ojos evitaban cruzarse con los suyos, sin embargo eso a ella no le incomodaba. Una jovencita demasiado educada y sociable a la vez, ojala lleguen hacer buenos amigos…pensé.

    Mi amor porque no vamos a caminar un poco, antes que se oscurezca

    Vamos Francia, deja que platiquen tranquilos

    "Hace poco nos mudamos a este lugar a vivir, no tengo hermanos y no he conocido a nadie hasta ahora, a decir verdad me dio mucho gusto que tu hermanita me haya presentado con ustedes. Tus papas se ven muy amables.

    Ella solo hablaba y hablaba, esperando que Santiago se atreviera a seguirle la conversación, pero eso era algo que dependía de él y de nadie más.

    Bueno yo he hablado bastante y tu no has dicho nada, parece que no te agrada mi compañía, será mejor que me vaya

    No, por favor no te vayas

    Por fin dejo a un lado su timidez y cambio su actitud, desde lejos observaba el cambio en su cara, parecía que disfrutaba de la compañía de esa joven. Me daba gusto por él.

    De donde eres, porque tu acento es distinto al de las personas de aquí

    Nací en España, pero vivimos por mucho tiempo en Londres, quizá por eso mi acento esta un poco mezclado

    Pero hablas muy bien Italiano, ¿dónde aprendiste?

    Lo aprendí aquí, estuve tomando clases antes de entrar a la escuela y creo que eso de los idiomas se me da muy fácilmente

    Ya veo, hablar varios idiomas debe ser muy interesante

    Si te interesa aprender uno de ellos yo te enseño

    Eso le intereso bastante a mi hijo, tanto que al llegar a casa fue lo primero que me dijo de esa larga conversación con su nueva amistad.

    Me da mucho gusto que te hayas hecho amigo de esa linda jovencita, se ve que es una niña fina y bien educada. ¿Te dijo quienes son sus papas?

    Solo me comentó que tienen poco de haberse mudado a este lugar, solo se que viven muy cerca de aquí. Bueno mamá me voy a dormir, mañana empezaré a trabajar con papá en el viñedo

    Que gusto me da hijo, disfrutaras mucho ese trabajo, ya lo veras

    Me dio un beso de buenas noches y le sonrió a Francia, como agradeciéndole el haberle hecho su día tan especial, aunque no lo expreso en palabras, sé que estaba feliz.

    Mamá creo que a Santiago le gusto mucho Camila, ¿verdad que es muy bonita?

    No mas que tú mi niña linda, nadie mas hermosa que tú

    Le di un beso y se fue a dormir feliz por haber hecho sonreír a su hermano.

    "Creo

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