UNA MIRADA PROFUNDA
Marta: En Semana Santa un grupo de jóvenes nos lanzamos a la aventura de vivir unos días en la Granja de l’Ombria (granja de la sombra), que está en la montaña, cerca de un pueblo de Valencia. Allí conviven inmigrantes africanos mientras se regulariza su situación (dicho de otra manera: consiguen sus papeles). Aquí trabajan cultivando la tierra y cuidando animales, y así viven de lo que obtienen con su trabajo.
Era la primera vez que algunos íbamos allí y la verdad es que ha sido una experiencia muy bonita. Fueron unos días de compartir comida, tiempo, risas… de compartir vida. Éramos un grupo pequeño y por eso en poco tiempo pudimos conocernos. Enseguida se creó entre nosotros un clima de confianza y, diría, de unidad. Nuestro trabajo allí no era imprescindible, lo podría haber hecho