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Pack Ahorra al Comprar 2: 010: Las reglas del juego & 200 Chistes reducidos a la mínima expresión
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Las reglas del juego: Una aventura de aceitunas asesinas
por Myconos Kitomher

Susan, una mujer atrapada en un juego macabro con su grupo de nuevas amigas, se verá obligada a enfrentarse a ellas para salvar la vida de su marido y de sus dos hijos.

Fragmento:
—No sé lo que es, pero Isobel tiene uno. Se lo vi el pasado viernes, durante la partida. Le caminaba por debajo de la piel, le bajaba por el cuello.
—¿Y no dijiste nada?
—Me pareció divertido. Supongo que no estaba en mis cabales.
—¿Y ahora lo estás?
—¡Ahora lo tengo dentro! ¡No es lo mismo, joder!
—A ver, no te muevas. Déjame que lo mire otra vez. Quizá hayan sido imaginaciones mías.
Susan volvió a apartarle el pelo, pero esta vez le metió el cañón de la pistola en el costado.
—No te muevas si quieres conservar las tripas dentro.
—Qué agradable te has vuelto.
—Culpa vuestra.
El bulto había desaparecido. Susan estaba por creer que se lo había imaginado cuando volvió a localizarlo, en medio del cuello. Muy despacio, sin creer que aquello pudiera estar sucediendo realmente, pero consciente de que no soñaba, acercó un dedo al extraño bulto. Era más bien alargado, más o menos del tamaño de una canica, pero con la forma de un melón. Cuando Susan lo palpó con el dedo índice, la cosa echó a correr cuello abajo, abultando la piel a su paso.
—Dios Santo...
—¿Qué pasa?
—Madre mía...
—¡Susan!
—¿No lo sientes? Te... te está bajando.
—¡No siento nada de nada! ¡Déjame parar, no puedo conducir así!

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200 Chistes reducidos a la mínima expresión

Berto Pedrosa

Este volumen incluye 100 Chistes reducidos a la mínima expresión & 100 Chistes reducidos a la mínima expresión, Volumen II

—Que dice padre que vayas y que dejes de jugar con el cochino.
—Dile que acabamos este set y voy.

—Escucha cariño, es nuestra canción.
—¿Eso no es la marcha fúnebre?
—Vengo del futuro.

Equilicuá, el pato equilibrista.

—Bien, niños, hoy hablaremos del aparato reproductor masculino: El walkman.
—Me esperaba otra cosa, seño.
—Lo sé, pajillero de mierda.

—Papá, ¿soy adoptado?
—¿Tú crees que te habríamos elegido a ti?

—De esta remolacha se saca un azúcar buenísimo.
—Sí, es la caña.

La canción de Guns N' Roses favorita de los cocineros italianos es: “Ñoc ñoc ñoquis on Heaven's door”.

En realidad el Titanic lo protagonizaron Timon y Pumba... Giraron el timón a la derecha... Y PUMBA

—¿Estás más gordo?
—Es por exigencias del guión, estoy rodando una película en la que interpreto a tu puta madre.

Si madrugas 4 fines de semana seguidos te convalidan 2o de panadero.

—¿Cuantos gordos hacen falta para pelear?
—Dos, a lo sumo.

—Quiero ingresar en los X-men.
—¿Cual es tu poder?
—Soy más soso que morder una alpargata.
—¡De acuerdo! ¡De ahora en adelante serás sosezno!

¿Los niños del Magreb hacen los debereberes?

—Mi madre tiene un quiste del tamaño de una cuchara.
—¿Sopera?
—En cuanto pueda.

—Aquí tiene su pedido, ¿le hago albarán?
—Sí, por favor.
—¡?TE HE ECHADO DE MENOS , TODO ESTE TIEMPO?!

—Vamos a follar con estilo.
—Es el último condón...
—Ahora dilo en inglés.
—It's the final condom.
—TINONINO TINONINONÍ

—Mira el gato que me he comprado.
—¿Persa?
—Un kilo más o menos, es pequeño aún.

Y así hasta 200. :) Y además un regalito.

IdiomaEspañol
EditorialPROMeBOOK
Fecha de lanzamiento24 feb 2015
ISBN9781310466533
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    Pack Ahorra al Comprar 2 - Myconos Kitomher

    200 CHISTES REDUCIDOS A LA MÍNIMA EXPRESIÓN

    Berto Pedrosa


    Sin título:Users:jkvelez:Documents:Escritor:amazon:Pack ahorra al comprar 2:Pack ahorra al comprar 2 - 010:200 minima.jpg

    ¿Preparad@ para reír de lo lindo? ¡Vamos allá!


    —Oiga, le he pedido 1 kilo y sólo me ha puesto 700 gramos.

    —Es que hace mucho que no venías y te he echado de menos.

    —Mamá ¿me puedo poner un piercing?

    —Claro, hijo. ¿Dónde?

    —En la nariz.

    —JAJAJAJAJAJAAJAJA.

    —Pero mamá…

    —JOJOJO.

    —Joder, mamá.

    —JAJAJA. Ayyyy. Qué bueno. ¡Pero serás idiota, Voldemort!


    Scooby Doo le enseña a los niños que los verdaderos monstruos son personas.

    —Buenas tardes, vengo a hacerme un tatuaje.

    —¿De qué?

    —De tres tristes tigres tragando trigo.

    —¿Dónde?

    —En un trigal.


    —Mira hija, esta lata trae tu nombre.

    —Pero qué dices, abuela, ahí pone Pepsi...

    —Y así te llamas, ¿no?

    —Me llamo BETSY, abuela. ¡BETSY!

    —Tengo ganas de aplaudirte...

    —¿En la cara?

    —Y con dos ladrillos.


    —Papá, ¿qué es un pasivo?

    —Es un hombre al que le gusta que otro hombre le meta la polla por el culo.

    —Ah, vale. ¿Y patrimonio neto?

    Dios pensando maldades antes de hacer el mundo.

    Creo que le voy a poner el punto G a los hombres en el ano. Cómo me voy a divertir, joder.


    Nada dura eternamente, todo se desvanece.

    Andrés. 8 años. Se le borró el tatuaje del bollycao.

    —¿Qué haces para relajarte en tu tiempo libre?

    —Observar a la gente.

    —¿En serio? A mí me relaja cantar en la ducha.

    —Lo sé.


    El día que descubra la cura para la incontinencia urinaria, mearé famoso.

    No puedo hablar mucho de ello pero estoy trabajando desde hace un mes en el Pentágono. Ya casi me salen los cinco lados iguales.


    —Hija, te busca José.

    —¿Qué José?

    —El que te la metió y luego se fue, JAJAJAJA.

    —¡Joder, mamá!

    —Ay hija, desde que te violaron no se te puede hacer una broma.

    —¿Sabes de algún lugar bonito para besarnos?

    —Los genitales.


    —Te quiero.

    —:O

    —¡Te quiero!

    —:O

    —¡TE QUIERO!

    —:O

    —¡MALDITA MUÑECA INCHABLE! ¡TE ODIO!

    — Abuela, ¿qué haces de pie tanto tiempo en la cocina?

    — El médico me dijo que tengo que cuidar el azúcar.


    Escena en CSI:

    —¿Qué es todo este desorden, jefe?

    —Me estoy mudando.

    —Ahora entiendo, todo en caja. ¿Ya han aparecido pruebas del asesinato?

    —En realidad fue un suicidio.

    —Mmm. Concuerda.

    —No, se cortó las venas.

    —Las reglas se hicieron para romperse.

    —¡Joder, abuelo! ¡Para! ¡Van a echarnos de la papelería!


    —Mi hija tiene un gusano enorme en el estómago.

    —¿La solitaria?

    —No, la otra.

    Los osos polares ¿se atraen?


    —Maestro, quiero aprender la Técnica del Tigre.

    —Bien, joven Wang. Junta las manos y repite: Tú.

    —Tú.

    —Loquequiere.

    —Loquequiere.

    —Quemecoma...

    —¡Me mordió un testigo de Jehová!

    —¡TE LLEVARÉ AL HOSPITAL!

    —Quiero hablarte sobre un amigo...

    —¡RESISTE!

    —Su nombre es Jesucristo.

    —NOOOOO.


    —Mi hijo va a clase de flamenco.

    —¿Y cómo lo lleva? ¿Le va bien?  

    —Lo que más le está costando es meter la cabeza bajo el agua.

    —Cariño, ¿dónde pondrías tú este cuadro de mi madre?

    —En el contenedor azul.


    —Paso mucho miedo. En mi casa hay ruidos extraños y siento que alguien está a mi lado, respirándome en el oído. Pero intentaré aguantarlo.

    —Ese es el espíritu.

    —Mamá, tengo hambre. Fríeme algo y tráeme un Nestea.

    —¿Qué te frío?

    —Nestea.


    —Uno de vosotros me traicionará.

    —No me judas.

    —Joder, Pedro. Ya está bien con las indirectas.

    —Jódete, cabrón; yo tengo todas las vocales y tú no.

    —Espera, toca huevos. Murciélago tiene todas las vocales, pero tú, Batman, tú tienes una puta vocal.

    —¿Y ESTO?

    —Tampoco, polla tiene dos.


    —Yo por las noches me hago cuatrocientos abdominales, ¿y tú?

    —Dormir.

    —Joder. ¿Tantos?

    —Puta dislexia, ahora no sé si te saluda o te la suda.

    —Puede que me la sude que no me salude.


    A cierta edad es normal que se caiga el pelo. Lo más importante es no ponerse nervioso y mantener la calva.

    —Molino.

    —¿Donde?

    —¡Molino!

    —Yo no veo ningún molino.

    —Es igual, ya moliné.

    —Joder con el puto chino...


    —Oye cari, ayer en Whatsapp a las 3 y media de la mañana aparecías en línea. ¿Con quién hablabas?

    —Con nadie, le daría sin querer mientras follaba.

    Lo bueno de cenar All-Bran es que cuando se acaba puedes seguir comiéndote la caja, que sabe igual.


    —Mi novia pincha.

    —¿Es Dj?

    —No, italiana.

    —¿Qué desea el señor?

    —Estoy mirando la carta.

    —¿Le traigo la del restaurante?

    —Mejor, este dos de bastos no me dice nada.


    —Hola, venía a por un destornillador.

    —¿De estrella?

    —No, con uno de amateur me vale.

    —No sé qué le ves a ese hombre, María. Si le quitas su sucio dinero, su impostado carisma y su estandarizado atractivo, ¿qué te queda?

    —Tú.


    Voy a intentar dejar de dar lecciones a todo el mundo. A ver si aprendéis.

    Si un tío persigue un huracán, ¿va trastornado?


    —¡Tenemos que encontrar una forma de salir de aquí!

    —¿Escaparnos?

    —¡Tiene que haber una solución mejor que cortarnos los huevos!

    —Doctor, ¿que me receta para mi marido que sufre ansiedad?

    —¿En que trabaja?

    —Es panadero.

    —Un diazepam.

    —Todos los días. ¿Por?


    —Oye, ¿tu amiga sabe hablar marroquí?

    —No.

    —Pues entonces le están dando arcadas.

    —Me voy a correr.

    —Se dice hacer footing.

    —Pues me voy a hacer footing en tu cara.

    —Ops. Dale.


    —Deja de tirarte a todo Dios menos a mí, coño.

    —No lo veo, Coyote.

    —¿No rompas más mi pobre corazón, está sufriendo mucho entiéndelo?

    —Mejor.

    —Después de cinco años juntos, he preparado esta cena para hacerte la pregunta más importante de…

    —¡Sí, sí quiero!

    —¡Toma! ¡Esta noche por fin por el culo!


    —¡Guapa! ¡Eso es un cuerpo y no lo que tengo en el maletero!

    —¿Un hombre bien dotado y que te haga reír? ¡Tú lo que buscas es un poyaso!


    —Que dice padre que vayas y que dejes de jugar con el cochino.

    —Dile que acabamos este set y voy.

    —Escucha cariño, es nuestra canción.

    —¿Eso no es la marcha fúnebre?

    —Vengo del futuro.


    —Me han dicho que te has comprado un par de casas.

    —Sí, dos adosados.

    —Puto tartaja.

    Tenía muy buena puntería. Cuando lanzaba su halcón siempre daba en el blanco, era muy cetrero.


    Equilicuá, el pato equilibrista.

    —Nuestra relación no ha funcionado. Pero soy una persona positiva. Me quedo con lo mejor.

    —La casa y el coche.

    —Sastamente.


    —¿TE GUSTA EL IMPRESIONISMO?

    —Joputa, qué susto.

    En el suelo de mi casa también se ven caras. Si picas lo suficiente, puedes ver la del vecino de abajo cabreado.


    —Qué detalle, tu mujer murió hace 4 años y sigues preparando la mesa para cenar, como si aún estuviese.

    —No. Lo que pasa es que no me gusta recoger.

    —Bien, niños, hoy hablaremos del aparato reproductor masculino: El walkman.

    —Me esperaba otra cosa, seño.

    —Lo sé, pajillero de mierda.


    —Papá, ¿soy adoptado?

    —¿Tú crees que te habríamos elegido a ti?

    No entiendo que tanta gente muera devorada por las llamas. Yo cuando las veo en el zoo parecen tranquilas, como mucho escupen un poco...


    —De esta remolacha se saca un azúcar buenísimo.

    —Sí, es la caña.

    La editorial del libro del kamasutra debería ser Alfaguarra.


    —Siempre que vuelves a casa, me pillas en la cocina, embadurnada de ha...

    —Eso parece lefa, Mari

    —…

    —¡Y estoy viendo los zapatos detrás de la cortina!

    La canción de Guns N' Roses favorita de los cocineros italianos es: Ñoc ñoc ñoquis on Heaven's door.


    —Qué asco de agua. Cuanta cal.

    —¿Qué?

    —¡Que hay cal a mares!

    —Pues ponme una ración, y una cervecita.

    —Mi novia dice que soy demasiado optimista.

    —Aún no es tu novia.


    —¿Dónde se colocan las bailarinas

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