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Compra 900 CHISTES PARA PARTIRSE de Berto Pedrosa, y llévate gratis 100 REGLAS PARA AUMENTAR TU PRODUCTIVIDAD de Sofía Cassano.

900 Chistes para partirse

Berto Pedrosa

(Incluye los volúmenes 400 chistes para partirse la caja y 500 chistes para partirse el ajete).

Se ha producido el vuelco de un camión. El camión iba cargado de VIAGRA.

Se han formado colas de hasta 30 cm.

—¡Doctor, doctor! ¡Mi hijo se acaba de tragar un preservativo!

—No se preocupe, voy en seguida —le tranquiliza el médico.

Mientras el médico prepara su maletín, vuelve a sonar el teléfono:

—¡Déjelo doctor, ya he encontrado otro!

—Mamá, mamá... ¿qué es un travesti?

—Hijo, mamá está en su cuarto.

—¡Qué bonito pelo!

—Gracias, es natural.

—¿Qué laza es? ¿Muelde?

—¡JAJAJAJA! Maldito chino, qué cabrón.

—Lo sé, soy telible.

—Cariño, ¿te gustaría que pasáramos un buen fin de semana los dos?

—Sí, mi amor.

—Pues nos vemos el lunes.

Vivimos en un país seguro: Seguro que te matan, seguro que te pegan, seguro que te roban, seguro que te violan, seguro que te estafan...

—¡No entres ahí, imbécil! ¡No entres a esa iglesia! ¡NOOO!

—¿Qué película estás viendo, cariño? ¿Alguna de terror?

—El vídeo de nuestra boda.

—Ay, amor, no estaba tan borracho...

—¿¡QUÉ NO!? Tiraste mi pez por el puto water mientras gritabas "¡Regresa con tu padre, Nemo!"

Estoy tan enamorado que voy a poner una tienda de quesos y la voy a llamar "Quesería de mí sin ti".

—Paco, ¿me compras un smartphone?

—¿Y el otro?

—Él otro me va a comprar una tablet.

—¿Qué haces vestido como el perro de Mickey en el entierro de tu abuela?

—Si tú me lo dijiste...

—¡De LUTO, te dije de LUTO!

—Hola, ¿tiene usted una película que se llama "Tu culo está estacionado”?

—¿Sabe el título en inglés?

—Sí. Your ass is park.

En una entrevista de trabajo:

—¿Usted sabe inglés?

—Sí, por supuesto.

—¿Cómo se dice puerta?

—Door.

—¿Y el que las vende?

—Vende Door.

—Oye, ¿tú sabías que Rajoy es presidente de España y Portugal?

—No, yo pensaba que sólo era presidente de España. ¿Por qué lo dices?

—Porque lo han votado 10 millones de españoles i-lusos.

—Hola, te llamo por la cortadora de césped.

—¿Sí? Pues se escucha perfectamente, tío.

Adivina qué es: tiene ojos y no ve, tiene pico y no pica, tiene alas y no vuela, tiene patas y no camina, ¿qué es?

Un pajarito muerto.

¿Cómo maldice un pollito a otro?

Caldito seas. ¡Caldito seas!

Esto son sólo 17 chistes de los 900 que encontrarás en este volumen. No lo dejes escapar.

+

100 REGLAS PARA AUMENTAR TU PRODUCTIVIDAD

Sofía Cassano

Descubre de la mano de Sofía Cassano 100 reglas heurísticas que te ayudarán a aumentar tu productividad hasta límites insospechados. Y de paso te echarás unas risas con su estilo fresco y desenfadado.

¡De regalo!

IdiomaEspañol
EditorialPROMeBOOK
Fecha de lanzamiento20 oct 2015
ISBN9781310153686
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    900 CHISTES PARA PARTIRSE

    Berto Pedrosa


    Sin título:Users:jkvelez:Documents:Escritor:amazon:Pack ahorra al comprar 2:Pack ahorra al comprar 2 - 019:nueva portada.jpg

    ¿Preparad@ para partirte el ajete? :)

    ¡Vamos allá!

    ...

    Mmm... ¿Acaso esperabas una presentación más larga? ¿Con la señora de la antorcha y un acomodador? Venga, venga. Tira y lee, que...


    —¿Cuánto cuestan las sillas?

    —Mil sitisientas.

    —¿Y si me quedo de pie?

    POLINESIA: Mujer policía que no entiende las explicaciones.


    —¿Nivel de inglés?  

    —Alto.  

    —¿Cómo se dice recoger?  

    —Pick up.  

    —Úsalo en una frase.

    —Me pick up un huevo.

    —¿Cómo se llama ese monte?

    —¿Cuál?

    —¿Y ese otro?

    —¿Qué?

    —¿Ves? Así tendrían que llamarse todos.


    El profesor de un colegio occidental dice el primer día de clase:

    —Hoy vamos a hablar de frases célebres. A ver, ¿quién dijo?: Ser o no ser, esa es la cuestión.

    Un niño japonés dice:

    —William Shakespeare.

    —Muy bien. ¿Y quién dijo?: Estos son mis poderes.

    Otra vez responde el japonés:

    —El cardenal Cisneros.

    —Muy bien, muy bien. ¿Y quién dijo?: Señor, las tristezas no se hicieron para las bestias, sino para los hombres.

    Y una vez más responde el japonés:

    —Miguel de Cervantes, en El Quijote.

    Uno de los niños le dice a otro:

    —Qué hijos de puta los japoneses.

    El profesor que lo escucha pregunta enfadado:

    —¿Quién dijo eso?

    Y responde el japonés:

    —El general Mac Arthur después del bombardeo de Pearl Harbour.


    —¿Qué queremos?

    —Aprender a hablar inglés.

    —¿Cuándo lo queremos?

    —¡Rait nau!

    ¿En qué se parecen alguien que mata a un familiar y la mano derecha?

    En que quien mata a un familiar es un parricida, y la mano derecha es parricida a la izquierda.


    ¿En qué se parecen una silla y una polla?

    Si no lo tienes muy claro fíjate dónde te sientas.

    El psiquiatra al loco curado.

    —Mateo, ya puedes volver a casa.

    —Mejor me quedo aquí.

    —¿Por qué? ¿Acaso sigues pensando que eres un grano de maíz?

    —No.

    —¿Entonces?

    —No puedo estar seguro de que las gallinas lo sepan.


    —Doctor, mi hijo se ha tragado un bolígrafo.

    —No se preocupe, voy enseguida.

    —Y mientras llega, ¿qué hago?

    —¿No tiene un lápiz?

    —Dígame cuatro palabras en inglés.

    —Metro, Goldwyn, Mayer.

    —¿Y la cuarta?

    —¡Grrrrrrr!


    —¿Nivel de inglés?

    —Alto.

    —Diga arriba en estas ciudades.

    —Up in these cities.

    —Haga una frase.

    —Me han operado de up in these cities.

    —Con solo oír el trote de un caballo, digo de qué color es.

    —¡Asombroso!

    —Sí. Ahora sólo me falta acertar alguna vez.


    —Mi capitán, ¿sabe usted dónde está el cabo Finisterre?

    —¡Pero cómo puede ser usted tan burro! ¡Está en La Coruña!

    —Bueno. Vale. Pero no hace falta que se ponga así. No sabía que estaba de permiso.

    Muere Sor María y su alma comienza a subir al cielo. Sube, sube y sube. Cuando llega a la puerta del cielo, San Pedro abre la puerta de par en par para recibirla. Pero Sor María sigue ascendiendo hacia arriba. San Pedro se asoma a la puerta y le grita:

    —¡Sor María, diga coño, que se pasa!


    —¿Nivel de inglés?

    —Experto.

    —Traduzca Juguete.

    —Toy.

    —Ahora úselo en una frase.

    —Toy triste :(

    —Señor Frodo, no tiene porque cargar usted sólo con esta carga tan pesada, déjeme ayudarlo y compartámosla.

    —Sam, déjame mear.

    —Bueno. Pero luego me deja que se la huela.


    ¿Qué hacen cuatro negros en un coche rojo?

    Un Kit Kat.

    Un chino en la puerta de un hospital. Se le acerca un médico.

    —¿Tiene algún problema, señor? ¿Acaso está enfermo? Soy médico.

    El chino se vuelve para mirar al médico y, con una sonrisa de oreja a oreja, le contesta:

    —No, doctol, muchas glacias; no me pasa nada. Sólo estoy viendo el local.


    —¿Ha leído el maestro tu redacción, Francisco?

    —Sí. Creo que se ha conmovido.

    —¿Ah,sí?¿Y eso?

    —Ha dicho que daba pena.

    SORPRENDIDA: Monja en llamas.


    —¿Sabe usted inglés?

    —Sí.

    —Traduzca en el autobús.

    —On the bus.

    —Úselo en una frase.

    —¿On the bus tan guapa?

    —Eres un egocéntrico.

    —¿Yo? ¡Pues anda que yo!


    —Bien la presentación, pero en tu plato echo en falta originalidad y coherencia en la idea.

    —Paco, por Dios, cómete las putas lentejas.

    La mujer al marido:

    —Estoy embarazada. ¿Qué quieres que sea?

    —Mío estaría bien.


    Una señora a otra.

    —No puedo comer carne.

    —¿Tensión alta?

    —Pensión baja.

    El profesor a un alumno.

    —Estás expulsado del equipo de paracaidismo.

    —¿Por qué?

    —Porque no me caes bien.


    —¡Mamá, mamá! ¿Qué es la apatía?

    —¿Y qué más da? Todos nos vamos a morir.

    —Mi hijo está yendo a clases de natación.

    —¿Ah, sí? ¿Y que tal lo hace?

    —Pues por ahora nada mal.


    Un hombre que trabajaba en una fábrica de conservas le confesó a su mujer que estaba poseído por una terrible obsesión: Introducir su pene en la cortadora de pepinos.

    Espantada, la esposa le sugirió que consultara con un psicólogo. El marido prometió que lo pensaría, pero todos los días le repetía a su esposa la misma historia, hasta que ella, harta, un día le dijo:

    —¡Pues mételo y no me fastidies más! Es tu problema.

    Días después, el marido llegó cabizbajo, pálido y profundamente abatido.

    —¿Qué pasó, querido? —Le preguntó la mujer.

    —¿Te acuerdas de mi obsesión por meter el pene en la cortadora de pepinos?

    —¡Oh, no! —Gritó la mujer— ¡Dime que no lo hiciste!

    —¡Sí, sí, lo hice, lo hice!

    —¡Oh, por Dios! Y… ¿Qué pasó?

    —¡Me despidieron! —Respondió el marido.

    —Pero… y… eh… ¿Qué pasó con la cortadora de pepinos? ¿Te hizo daño?

    —No, no… ¡A ella también la despidieron!


    ¿En qué se parece un hombre a un helicóptero?

    En que el hombre tiene sesos y el helicóptero se sostiene.

    Un amigo a otro.

    —¿Cuántos cornudos te parece que viven en esta calle sin contarte a ti?

    —¡Cómo sin contarme a mí! ¡Eso es un insulto!

    —Bueno, no te enfades. Vamos, contándote a ti… ¿cuántos te parece que hay?


    —Papá, papá, cuando sea grande quero ser puto.

    —¿Cómo que quieres ser puto? —Le suelta un par de hostias.

    El nene llorando dice:

    —Beno, pero si no soy puto… ¿puedo ser Mickey?

    —¿Qué tal tu viaje por Italia?

    —Muy bien, estuve en Roma, en Milán y en Temeo.

    —¿Temeo? Nunca había oído hablar de esa ciudad.

    —Pues es muy conocida.

    —¿Estás seguro de que se llama Temeo?

    —¡Ah no! perdona. Era Torino.


    —Mi mujer y yo fuimos felices durante 25 años.

    —¿Y después?

    —Después nos conocimos.

    ¿En qué se parece el opio a un trapo sucio?

    En que el opio es tabaco chino y el trapo sucio estaba cochino.


    —Oye, ¿crees en el infierno?

    —Claro. Y en la frimavera, el ferano y el fotoño.

    Se levanta el telón y se ve a un gitano robando los animales de un establo. Se baja el telón. ¿Cómo se llama la película?

    EL HOMBRE QUE SUS RUBABA LOS CABALLOS


    —¡Camarero, a esta cerveza le falta presión!

    —Si no se la bebe rápido, su familia morirá.

    —Vale. Así, sí.

    ¿En qué se parece un ladrón al tren?

    En que el ladrón sustrae y el tren sus lleva.


    —¿Donde está la matrícula de tu coche?

    —Le han quedado tres para septiembre.

    —Eso lo habrás visto en Cars.

    ¿En qué se parece una almeja a un calcetín?

    En que la almeja es un molusquito y los calcetines melusquito.


    —Abuelito, ¿cómo se dice, lagarto o ligarto?

    —Retril.

    La vida no te regala nada, tienes que pelear cada día.

    Laura, 12 años. Ayer en el patio se le cayó el bocadillo de chopped al suelo.


    —¿Me podrías prestar cien euros?

    —No tengo dinero encima.

    —¿Y en tu casa?

    —Todos bien, gracias.

    Un amigo le cuenta a otro que acaba de recibir una invitación para acudir a la boda de su primo en Kentucky, y está muy preocupado porque no sabe hablar inglés.

    El amigo le dice que no se preocupe y que cuando llegue al aeropuerto sólo debe dirigirse a la ventanilla y pedir: one ticket to Kentucky y que le darán billete de tren, autobús, coche de línea, taxi o lo que necesite.

    Por supuesto, se pasa todo el viaje repitiendo: uan tique to kentaky…uan tique to kentaky…

    Cuando llega al aeropuerto se dirige a la ventanilla de llegadas y dice:

    —Uan tique to kentaky.

    Y la señorita le contesta:

    —On the bus?

    —¡A la boda de mi primo!


    —¿Qué es de tu vida?

    —Pues, estoy trabajando en unos sondeos.

    —¿Qué sondeos?

    —Unas cosas largas con uñas que salen de las manos.

    —Me he enterado de que tu ex-novia habla de ti por detrás.

    —¿A pedos? ¿Y se le entiende?


    —¿Qué te ha pasado en el brazo?

    —Que me lo he roto por dos sitios.

    —Pues yo no volvería por ninguno de ellos.

    —¿Nivel de inglés?

    —Alto.

    —¿Cómo se dice 2 minutos en inglés?

    —Chuminut.

    —Úselo en una frase.

    —¡Cómeme el chuminut!


    —¿Nivel de inglés?

    —Alto.

    —¿Cómo se dice poner en inglés?

    —To put.

    —Úselo en una frase.

    —To put a madre.

    En la oficina de empleo.

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