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Pack Ahorro, Compra 2: 1200 Chistes para partirse, de Berto Pedrosa & Aprende a dibujar en una hora, de R. Brand Aubery
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Libro electrónico637 páginas1 hora

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1200 Chistes para partirse, de Berto Pedrosa

Este volumen incluye los títulos:
1000 Chistes para partirse
200 Chistes reducidos a la mínima expresión

—¿Cómo es eso que se hace para que no te copien las fotos?
—¿Una marca de agua?
—Aquarel. Pero dime lo de las fotos.

—El camarero dice que nos vayamos, porque le hemos dicho que el vino de 200 euros está picado.
—¿Cosecha?
—Ya te digo, que nos vayamos dice.

—No sé si las agujetas que tengo son de cuando fuimos a pescar o por el gimnasio.
—¿Del fitness?
—No hombre, truchas.

—Mi madre tiene un quiste del tamaño de una cuchara.
—¿Sopera?
—En cuanto pueda.

—Mercedes Benz.
—No, no quiero irz.

—"Doctor Muerte, acuda a pediatría”.
—Joder con el nombrecito.
—Sí. Da mal rollo. Entre nosotros solemos llamarlo ”donde los niños”. Mucho mejor.

—Voy a ir al Mercadona y me meteré naranjas en el bolso.
—¡¿Podrías?!
—No, coño, de las buenas.

—¿Qué tal tu viaje por Grecia?
—Muy bien, pero Creta... ¡un asco!
—¿Un asco Creta?
—No, gracias, ya he cenado.

—¿Ha visto usted como toca mi hijo el violín? ¿Qué le parece su ejecución?
—Hombre, ejecutarlo me parece excesivo, pero dos hostias...

—Veo en su currículum que sabe inglés. ¿Sabría decirme cómo se dice mirar?
—Look...
—Muy bien, ¿podría construir una frase?
—Look, yo soy tu padre...

—¿Nivel de inglés?
—Alto
—De acuerdo, haga una frase con “Christmas".
—Como no me des el trabajo, te parto la Christmas...

—Sólo me he tomado una cerveza, princesa. ¿Te puedo llamar princesa?
—No.
—Está bien. Sólo me he tomado una cerveza, Agente.

—¿Cómo te llamas?
—Jara.
—¡Qué nombre más bonito!
—¿A que ji?

—Perdone, ¿el doctor Ferrán?
—En el despacho contiguo.
—¡¿Conmiguo?! ¿Cómo es posiblue?

Esto es sólo una muestra, 14 chistes de los 1200 que encontrarás en este volumen. Cómpralo, no te arrepentirás.

____

Aprende a dibujar en una hora
R. Brand Aubery

En 1979, Betty Edwards, una profesora de dibujo que enseñaba en la Universidad Estatal de California, publicó un libro asombroso donde explicaba que cualquiera que tuviera dos hemisferios en el cerebro podía aprender a dibujar. Dado que los seres humanos venimos de fábrica con esos dos hemisferios cualquiera podía desarrollar una notoria habilidad para el dibujo... si se le enseñaba cómo.

Lo primero que me pregunté, y aún me pregunto, cuando comprobé, primero conmigo mismo y después con mi clase de niños de diez años, que lo que explicaba el libro "Aprender a dibujar con el lado derecho del cerebro" funcionaba es cómo es posible que el método Edwards no sea más conocido. Han pasado más de treinta años desde su publicación, tiempo suficiente para que el libro se conociera a nivel mundial. Se derribaban en él mitos como que dibujar es un don sólo al alcance de unos pocos, o que se necesita mucho tiempo para desarrollar tal capacidad. Gracias a su método millones de personas en todo el mundo podrían aprender otra manera maravillosa de expresar sus emociones. Pero puedo contar con los dedos de una mano el número de profesores de educación artística que conocen su existencia. No dejo de recomendar el libro a profesores y alumnos en mi Universidad y en mi escuela y nadie parece haber oído hablar jamás de él.

Así que he decidido escribir este ebook por si tú tampoco habías oído hablar de Betty Edwards, para hacerte saber que puedes aprender a dibujar en tan solo una hora, leyendo este ebook y haciendo el ejercicio que se propone. Una hora es el tiempo que tardo en mis clases en enseñar a mis alumnos todo lo que deben saber para desarrollar esta maravillosa capacidad para la que todos estamos capacitados. Tengo la esperanza de que cuando lo compruebes por ti mismo no dejes que el mensaje muera contigo y enseñes a dibujar a tu pareja, a tus padres, a tus hijos y a tus amigo

IdiomaEspañol
EditorialPROMeBOOK
Fecha de lanzamiento2 ene 2015
ISBN9781310694530
Pack Ahorro, Compra 2: 1200 Chistes para partirse, de Berto Pedrosa & Aprende a dibujar en una hora, de R. Brand Aubery

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    Pack Ahorro, Compra 2 - Berto Pedrosa

    1200 CHISTES PARA PARTIRSE


    Bienvenido a este volumen de 1200 Chistes para partirse. Empezamos con cien para ir abriendo boca y empezar a aflojar las mandíbulas, ¿te parece? :)


    ¿Sabes cómo ganar miles de seguidores? Dale una patada a un panal de abejas.

    —Oye, me parece que tenemos química.

    —Mmm. ¿Ah, sí? ¿Tú crees?

    —Sí, mira tu horario.


    Un amigo a otro amigo:

    —El sexo, la primera vez es como tener una muela que se te mueve.

    —¿Y eso?

    —Duele mucho, ¡pero no quieres que te la saquen!

    ¿Qué es verde e invisible?

    La lechuga que está a tu izquierda.


    Si algo he aprendido de los videojuegos es que si encuentras enemigos por todas partes es que vas en la dirección correcta.

    Llamando a los bomberos:

    —¡Se está incendiando mi casa!

    —Dígame, ¿dónde se originó el fuego?

    —No sé, ¿en la prehistoria? No me jodan, ¡ayúdenme!


    —¡Se ha metido una boa en mi casa!

    —Pues la boa matar, ¡JAJAJA!

    —¡JAJAJAJAAJAA!... ¡Ay, me ha mordido!

    —¡La boa acusar, JAJAJA!

    —JAJAJAJAJ… Me… me muero.

    —Te boa enterrar.

    Le dije a mi abuela que se comprara una tablet para chatear con sus amigas y se ha comprado una Ouija.


    —Déjame mostrarte el paraíso.

    —Adán, guárdate eso.

    ¿Qué le dice un spaguetti a otro spaguetti? Oye, mi cuerpo pide salsa...


    —Mamá, ¿soy fea?

    —No hija, tienes lo que cualquier hombre desea.

    —¿En serio?

    —Si, tienes una voz profunda, espalda ancha, pelos en el pecho y barba de tres días.

    —Joder, mamá. Desde que tu marido te dejó por su peluquero estás insoportable.

    —¿Crees en los extraterrestres?

    —No.

    —Yo tampoco, son unos mentirosos esos hijos de puta.


    —Señor, quiero confesarle que me follo a su hijo todos los días.

    —¡¿Qué dice?!

    Así, bien adentro y otras cosas que me da apuro contarle.

    Me he hecho un café tan negro que todavía lucha por sus derechos.


    Si la policía pillara a la niña del exorcista con una bolsa de cocaína, ¿la detendrían por posesión?

    —Mamá, en el colegio me llaman envidioso.

    —La gente tiene unas cosas...

    —¡SIIIIIII! ¡Y YO LAS QUIERO TODAS!


    —Buenas tardes, soy Aladino y vengo a buscar a la puta de tu hija.

    —¿¡A LA QUÉ!?

    —Aladino.

    Un truco ortográfico: Qué, quién, cómo, cuándo, dónde y por qué llevan tilde cuando se les pueda añadir cojones justo después.


    —¡Como me vuelvas a llamar gorda cojo la puerta y no vuelvo más!

    —No, por el amor de Dios, ¡piensa en el bebé!

    —¿Qué bebe?

    —Eh… ¿No estás embarazada?

    —Luis, ¿qué significa fuck me?

    —Fóllame.

    —Vale. Pero después me dices lo que significa.


    —Mi mujer y yo hemos montado un Telepizza en Uganda. Damos de comer a los negritos.

    —¿A Masais? 

    —No, la masa llega ya preparada.

    —¿Cómo es eso que se hace para que no te copien las fotos? 

    —¿Una marca de agua? 

    —Aquarel. Pero dime lo de las fotos.


    Eliminar los correos no deseados es muy fácil. SPAM comido.

    —¿Este es tu novio nigeriano? 

    —Sí.

    —Me quedo con la boca abierta.

    —Yo, más.


    —Cuando me enteré que trabajabas en el McDonald's me llevé una decepción.

    —¿Pequeña, grande o mediana?

    —¿Tú sabes cual es la abreviatura de Número de Identificación Fiscal?

    —Es NIF.

    —Oye no llores, que si no lo sabes tampoco pasa nada, ¿eh?


    —Hola, me mandan de mi empresa a por el libro de un tal Rodrigo Díaz de Vivar.

    —¿El Cid?

    —75643278R. Pero no necesito factura, ¿eh?

    —¿Has ido a echar la Primitiva?

    —No, un currículum.

    —Apuestas fuerte, me gusta.


    —Papá, prométeme que no volverás a mezclar mis deberes con cosas de Superman.

    —Prometido.

    —¿Con qué estábamos?

    —Con los kryptongos.

    —¡PAPÁ!

    —El camarero dice que nos vayamos, porque le hemos dicho que el vino de 200 euros está picado.

    —¿Cosecha?

    —Ya te digo, que nos vayamos dice.


    —¿Llevas algo suelto?

    —No

    —¿Cómo que no? Si puedo oír las monedas desde aquí.

    —Ya, pero no las tengo sueltas. Mira como las agarro, mira.

    —He visto una peli de Alain Delon por Internet.

    —¿On line?

    —... Delon. Es un actor.


    —Me ha frenado de golpe una grúa de una mutua y casi me la como.

    —¿Mapfre?

    —Nado. ¿Es que no me escuchas?

    Me acabo de lavar los dientes con colgate sabor hierbabuena y ahora soy un mojito.


    —No sé si las agujetas que tengo son de cuando fuimos a pescar o por el gimnasio.

    —¿Del fitness?

    —No hombre, truchas.

    —¿Este es el pueblo donde ponen mote a todo el mundo?

    —No.

    —Vale, gracias.

    —De nada, preguntillas.


    —Quiero ingresar en los X-men.

    —¿Cual es tu poder? 

    —Soy más soso que morder una alpargata. 

    —¡De acuerdo! ¡De ahora en adelante serás sosezno!

    Si alguna vez has pensado que la vida te ha estafado, acuérdate de que Alaska quería un hombre de verdad...


    —Tengo vértigo y psicosis. 

    —¿Enfermo mental? 

    —No, hombre. Fan de Hitchcock.

    ─¿De dónde sale la porcelana? 

     ─De las porceovejas.


    ¿Los niños del Magreb hacen los debereberes?

    —Mi madre tiene un quiste del tamaño de una cuchara. 

    —¿Sopera? 

    —En cuanto pueda.


    —Agente, ¿qué tenemos? 

    —Una caseta de madera con tres yeguas, un caballo y un potro. 

    —Todo cuadra.

    —Aquí tiene su pedido, ¿le hago albarán? 

    —Sí, por favor. 

    —¡♫TE HE ECHADO DE MENOS , TODO ESTE TIEMPO♫!


    Si estáis tosiendo 100 personas, ¿106?

    —Todos los hombres sois igual de superficiales. 

     —Yo no. 

     —Ya, pero tú estás gordo.


    En la consulta del médico, éste le dice al paciente:

    —Lo siento, los análisis muestran que tiene una enfermedad terminal. Morirá en diez…

    —¡¿Diez qué?! ¿Años, meses o días?

    —Nueve…

    —Camarero, camarero, hay una mosca muerta en mi sopa.

    —Sí señor, la verdad es que nadan bastante mal


    —He sacado 8 en mates. 

    —Yo 9 en triples.

    —Hijo, capicúa viene de las palabras cap y cua, que significa cabeza y cola... ¿Entiendes?

    —Claro. ¿Y Caprabo?


    —¿De dónde eres?

    —De Costa Rica.

    —Muy buenas vuestras galletas con dibujitos.

    —Vamos a follar con estilo.

    —Es el último condón…

    —Ahora dilo en inglés.

    —It's the final condom.

    —TINONINO TINONINONÍ


    Si un hombre se pierde al ir a por el pan, ¿está en panadero desconocido?

    —¿Nivel de inglés?

    —Alto

    —Traduzca un zapato.

    —A shoe.

    —¡Salud! 


    Odio el autocorrector del móvil, siempre pone una palabra que no tiene nada que ver con lo que estoy diciembre.

    No eres tú, soy yo.

    Unos gemelos viendo su álbum familiar.


    —Hola, ¿cómo te llamas?

    —Me llamo Aarón.

    —¿Aarón, cómo la banda?

    —¿Qué banda?

    —Aaron Maiden.

    —Mira el gato que me he comprado.

    —¿Persa?

    —Un kilo más o menos, es pequeño aún.


    —Hola, quiero ingresar en los X-men.

    —¿Qué poder tiene?

    —Tengo 45 años y sigo viviendo con y de mis padres.

    —Pasa, serás Superman Tenido.

    Si te sacas una foto con flash… ¿Superman se pone celoso?


    —Anoche a mi vecino le dio un ataque de locura. A las 3 de la mañana empezó a aporrear la puerta.

    —¿Y que hiciste?

    —Nada. Seguí tocando la batería.

    —¿Por qué los ataúdes de los políticos tienen agujeritos?

    —Para que salgan a vomitar los gusanos.


    —Sr. Obama, una pregunta. ¿Qué opina del hambre en África?

    —No comment.

    —Sí, ya sabemos que no comen… ¿Pero qué opina?

    —Oye, ¿recuerdas que querías ser como Spiderman?

    —Sí.

    —Pues buenas noticias. Ayer mataron a tu tío.


    —¿De qué trabajas?

    —Pelo papas.

    —Ah,  ¿eres cocinero?

    —No. Peluquero del Vaticano.

    —Quería algo para poder dormir con este dolor de espalda.

    —¿Ungüento?

    —Sí, el de Caperucita roja. ¡Pastillas o algo así, joder!


    —¿Por qué llaman a tu jefe El Yeti?

    —Porque es el abominable hombre de las nueve.

    En un congreso de humoristas todos conocían tan bien los chistes de los demás que se limitaban a usar números.

    Un humorista subió al estrado y dijo: «75».

    Todos los asistentes permanecieron en silencio excepto dos que se desternillaban de risa en sus asientos. Al preguntarles por qué se reían, uno de ellos contestó:

    —Es que nunca lo había oído.

    Y el otro:

    —Ya lo conocía, pero es que me ha hecho gracia lo bien que lo ha contado.


    —¿Y desde cuando cree usted que es un perro?

    —Desde cachorro.

    —Doctor, mi esposa cree que es una nevera.

    —No se preocupe. Ya se le pasará.

    —Sí, pero mientras tanto yo no puedo pegar ojo en toda la noche. La muy cabrona duerme con la boca abierta y la luz me da en toda la cara.


    —Mi Capitán, ¿me da su permiso para ir a ver a mi madre?

    —¿Con qué objeto?

    —Con una bicicleta que me deja un amigo.

    —Mira, una mosquito.

    —Perdona, querrás decir un mosquito.

    —¡Joder, qué vista! Yo no soy capaz de verle los cojones desde aquí.


    San Pedro le pregunta a Barack Obama:

    —¿Nombre?

    —Leonardo Di Caprio, contesta don Barack.

    San Pedro lo mira incrédulo y le vuelve a preguntar su nombre.

    —Leonardo Di Caprio, insiste Barack.

    San Pedro toma el teléfono y confundido, llama a Dios:

    —Oiga Jefe, sáqueme de una duda: El Titanic, ¿se hundió o se quemó?

    —Dime un trabalenguas.

    —Mi polla.

    —Pero eso no es un trabakjhgvdfgthyu.


    —Hola, vengo a sacar mi permiso de conducir.

    —¡Pero esto es un hospital!

    —Lo sé, es que lo tengo en el culo... Es una larga historia.

    —A ella le gusta la gasoliiiiiiiiina.

    —Oye, ¿no puedes cantar algo más educativo?

    —A ella le gusta la mezcla de hidrocarburos derivados de petrooooooleo.


    El padre llega a casa y dice:

    —He comprado un ROBOT DETECTOR DE MENTIRAS. Te golpea cuando

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