Fuego del Cielo

Por Israel Diarte

Los Dreigiau eran criaturas del principio de los tiempos, de una época donde humanos y seres oscuros no existían. Vieron cruzar a las hadas sobre las montañas que hoy conoces como montañas oscuras y vieron encenderse el bosque luminoso. También fueron testigos del exilio de los seres oscuros. Tuvieron odio por las hadas y vieron crecer a los hombres y a sus hijos, a los cuales tambien odiaron.

• Idioma: Español
• Editorial: Israel Diarte
• Fecha de lanzamiento: 29 abr 2014
• ISBN: 9781311802392

Israel Diarte

Medico, Servidor Publico, Escritor de artículos científicos y cuentos.

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Por Israel Diarte

Derechos de autor 2014 Israel Diarte

Publicado por Israel Diarte en Smashwords

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By Israel Diarte

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Tabla de Contenidos

Título y derechos de autor (Title and copyright).

Agradecimientos.

Capítulo 1. Luz y Sombras.

Sección 1. Sobre la Partida de Vai Valé.

Sección 2. Sobre SkyRam II.

Sección 3. De mi Reclusión en la Fortaleza OscuraCapítulo.

Sección 4. Hechicero de la Oscuridad.

Capítulo 2. Fuego del Cielo.

Sección 1. La Aparición.

Sección 2. El Valor del Rey.

Capítulo 3. La Calma.

Sección 1. El Palacio de Verano.

Sección 2. El Despertar de los Dreigiau.

Capítulo 4. La Batalla que se peleó en el Cielo.

Sección 1. En Tierra.

Sección 2. En el Cielo.

Sección 3. De Vuelta en Tierra.

Sección 4. La Cuenta lenitiva.

Epílogo.

Epílogo 1 Sobre los Dreigiau.

Epílogo 2. Sobre Vai Valé.

Epílogo 3. Sobre el hechicero.

Epílogo 4. Sobre el Encierro de los Dreigiau.

Epilogo 5. El nombre del Libro.

Anexo 1. Códigos de dos, tres y cuatro colores usados por las torres en caso de ataque.

Acerca de Israel Diarte (About Me).

Publicaciones científicas (Scientific publications).

Otros libros (Other books).

Cuentos de Otros Mundos. Fuego del Cielo

Gracias, a todos aquellos que leyeron el primer libro. También a los que lo están leyendo ahora. Y, a aquellos que lo leerán mañana.

Alejandro, lee el libro. Es el segundo, espero que el primero lo terminaras hace mucho.

Gracias Valeria, Celina y Lupita, por su eterna paciencia, soportar tan pocas horas conmigo y todavía hacerlas leer este libro.

No importa la distancia, siempre estaremos juntos.

Capítulo 1. Luz y Sombras

Por muchos años he sido guardián de la biblioteca de Ram, el guardián del conocimiento del reino. 100 años fue rey SkyRam, y cuando murió, tres veces le ofrecieron la corona a su hija Vai Valé, mi pequeña amada, y tres veces ella rechazó la corona diciendo que el mundo era muy estrecho y que -la corona- pesaba lo que una montaña. Mucho extraño a mi amigo.

Sección 1. Sobre la Partida de Vai Valé

Así mi pequeña no fue reina después de su padre, y fue por eso que me visitaba muy a menudo a la biblioteca, y me decía Quiero andar los pasos del joven para regresar un día como el anciano, tan sabio y tan bello.

Y mi pequeña y gran señora partió un día buscando aquellos lugares que los ojos de los hombres no suelen ver, y ocurrió que un día lejos de casa, se encontró con las montañas heladas en el norte y vio detrás de ellas. Y vio que ahí sólo había hielo y oscuridad, mas no por eso sintió miedo, porque la oscuridad no le daba temor. Sino que quiso continuar un poco más adelante.

De ese viaje mi señora Vai Valé no retornó. Y no llevó herida más profunda en el cuerpo o en la cabeza que la que llevo en el corazón, pues al convencerme de que mi señora no volvería, mandé a buscarla, sin que nadie me trajera noticias de ella, salvo los restos de un pequeño campamento arriba en las montañas heladas en el norte. No sabré su destino, si ha muerto o vive.

Para mi pequeña, el mundo debía conocerse; estaba lleno de maravillas y éstas no debían permanecer ocultas. Los hielos de las montañas, las aguas fluidas en los ríos y los lagos, cada colina, cada valle, debía ser visitado; y en cada uno de ellos siempre había sorpresas.

Creo saber lo que Mi Señora vio detrás de las montañas heladas del Norte. Yo mismo he estado ahí y traté de advertirle que no fuera detrás de las montañas. Si bien, Mi Señora, no tenía temor, Yo tenía miedo de lo que el hielo escondía. En los glaciares del norte, sepultados, había criaturas que no merecen ser nombradas este día. Demonios terribles, qué gran daño causarían a los hombres y a sus hijos. Los Dreigiau.

Atrapados en el hielo eterno, los Dreigiau no eran ni la sombra de lo que un día fueron. Parados sobre sus cuatro patas, alcanzaban una altura de 2 hombres y sólo su cuello medía dos hombres por lo menos en lo largo. Dos hombres grandes, espalda con espalda tenían el grosor de una de sus patas, y su cola podía llegar a alcanzar la longitud de tres hombres. Sin importar su origen, los Dreigiau, parecían pertenecer a una sola familia, ya que nunca se les vio solos. Jamás vi a uno volar pero se contaba que de punta a punta de las alas, alcanzaban el doble de su altura.

Cada uno de ellos se narraba en Los Cronicones tenía una característica que lo hacía especial, pero el más temible de todos era llamado Nos Du -pronunciado Nos-di-; se decía que podía rezumar un humo espeso por la piel, tan denso y negro que ocultaba la Luz y cegaba a cualquiera. También era reconocido por ser el mayor de todos, y de un profundo color verde en la luz brillante, pero de noche era todo negro.

Trachwant, era aquel que buscaba con viciosa codicia el ganado de los hombres. Le gustaba trabajar sólo, pero nunca alejado del grupo, sus escamas producían efectos de luz dorada. Maleisus, de tonalidades rojas, siempre trabajaba en la oscuridad de la noche, acompañado de Nos Du. Anorchfygol y Drwg, eran los más pequeños pero no por eso menos terribles, se les reconocía por un tono