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Hay 1001 zombis por persona Episodio 3
Hay 1001 zombis por persona Episodio 3
Hay 1001 zombis por persona Episodio 3
Libro electrónico90 páginas2 horas

Hay 1001 zombis por persona Episodio 3

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Información de este libro electrónico

Atrapados en una instalación militar, en medio de un desastre zombi, entre experimentos mutantes: un preso fugado, una desertora, un hacker adolescente, un escritor bloqueado, un vagabundo, un científico, un grupo de mercenarios,...

IdiomaEspañol
EditorialPÚLPito
Fecha de lanzamiento29 mar 2013
ISBN9781301724918
Hay 1001 zombis por persona Episodio 3

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    Hay 1001 zombis por persona Episodio 3 - Boris Dekker

    Hay 1001 zombis por persona

    EPISODIO 3

    por

    Boris Dekker

    SMASHWORDS EDITION

    PUBLISHED BY:

    Colección Púlpito on Smashwords

    * * * * *

    Hay 1001 zombis por persona

    Episodio 3

    Copyright 2013 Carlos Gómez

    http://coleccionpulpito.blogspot.com

    All rights reserved. Without limiting the rights under copyright reserved above, no part of this publication may be reproduced, stored in or introduced into a retrieval system, or transmitted, in any form, or by any means (electronic, mechanical, photocopying, recording, or otherwise) without the prior written permission of both the copyright owner and the above publisher of this book.

    This is a work of fiction. Names, characters, places, brands, media, and incidents are either the product of the author's imagination or are used fictitiously. The author acknowledges the trademarked status and trademark owners of various products referenced in this work of fiction, which have been used without permission. The publication/use of these trademarks is not authorized, associated with, or sponsored by the trademark owners.

    No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito del autor.

    La presente novela es una obra de ficción. Los nombres, personajes, lugares y sucesos en él descritos son producto de la imaginación del autor. Cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia.

    Smashwords Edition License Notes

    This ebook is licensed for your personal enjoyment only. This ebook may not be re-sold or given away to other people. If you would like to share this book with another person, please purchase an additional copy for each person you share it with. If you're reading this book and did not purchase it, or it was not purchased for your use only, then you should return to Smashwords.com and purchase your own copy. Thank you for respecting the author's work.

    Hay 1.001 ZOMBIS POR PERSONA

    EPISODIO 3

    * * * * *

    1- ¿Quién es Araña?

    2- Cómo sacos de patatas

    3- Reunidos

    4- El renacimiento del Fénix

    5- Hay 1001 McKeegans por persona

    6- ¡Hay qué largarse de aquí!

    * * * * *

    1- ¿QUIÉN ES ARAÑA?

    Paula tenía en la mano el papel que había encontrado en el suelo y se lo mostraba a Araña. En una esquina de la hoja, ocupando una cuarta parte del papel, había una fotografía de Araña. Claramente era él, no había ninguna duda, pero ¿qué hacía allí?

    George, John y los demás no mostraron ninguna reacción ante la evidencia que les mostraba Paula y permanecían callados, sin pedir una explicación pero esperando a que el reo la diera.

    No querían enfrentarse a Araña; su poderosa musculatura, su altura cercana a los dos metros, sus macabros tatuajes, la araña del cuello que le daba significado a su apodo, y su mirada furiosa les intimidaban; pero sobre todo temían el hecho de que el preso se sintiera como una rata atrapada sin salida y tuviera una reacción desesperada y violenta.

    Araña ignoró las caras de sorpresa de los demás y fue directo hacia Paula. La mexicana retrocedió asustada hasta quedar arrinconada contra la pared, entonces el convicto le arrancó el papel de las manos y comenzó a leerlo, sin preocuparse por los demás.

    En el despacho reinaba un silencio tenso y todos los ojos miraban fijamente al convicto que no separaba los suyos del papel. Araña devoraba el documento con ansiedad. Era él el de las fotografías, sin duda. En el documento había dos: una de frente y otra de perfil, las que le habían tomado para la ficha policial. Al lado, en letras mayúsculas y con un tamaño mayor que el resto, su auténtico nombre, William Jones, y debajo el lugar y la fecha de nacimiento, pero también estaba su fecha de defunción.

    - ¿Qué diablos significa esto? - Pensó al leer que oficialmente estaba muerto desde marzo, hacía menos de un mes.

    Bajo sus fotografías, su nombre y las fechas de nacimiento y defunción estaba su historial policial; pero sólo incluía los últimos delitos, los más graves, los que le habían llevado al corredor de la muerte: el atraco a la joyería; el asesinato de Charly cuando le traicionó, crimen totalmente justificado desde su punto de vista; el robo del coche; el secuestro del ama de casa que lo conducía y a la que tuvo que amordazar y encerrar en el maletero cuando se puso histérica; el atropello de dos agentes de tráfico al tratar de detenerlo en la autopista; el asalto a la gasolinera para conseguir dinero fresco; la huida de película que protagonizó, y que le hizo recorrer todo el estado mientras era perseguido por una caravana de coches patrulla, helicópteros de policía y medios de comunicación sensacionalistas; y, para terminar, la pelea final, cerca de la frontera con México, que terminó con un ojo morado y varios policías en el hospital. Todo los hechos estaban descritos sin dar detalles, redactados con unas esquemáticas frases, sin mostrar emoción, sin atenuantes, sin explicaciones, sin remordimientos,...

    Se saltó aquel párrafo, a fin de cuentas ya conocía los hechos de primera mano, y pasó al siguiente. Un resumen de la revisión médica que le hicieron en la cárcel donde incluía su estatura, sus características físicas y su historial de enfermedades.

    En la parte inferior del papel había unas letras en rojo, marcadas con un sello de goma, que indicaban que había sido aceptado para el Proyecto Golem y debajo aparecía la firma del coronel McKeegan.

    - ¡McKeegan! - Exclamó al leer el nombre. - ¡Maldito hijo de...!

    Todavía recordaba el día que tuvo la desgracia de conocerle. El guarda de la prisión le dijo que tenía una visita y le sacó de la celda. Aquello le extraño, no solamente porque no fueran horas de visita sino porque nunca había tenido una hasta aquel momento, y tampoco esperaba ninguna; no tenía familia ni amigos que quisieran acercarse al presidio. El celador le condujo por los pasillos hasta la puerta de un minúsculo cuarto.

    - ¡Eh! ¡Esto no es la sala de visitas! - Se quejó Araña temiendo que fuera una encerrona.

    El celador le empujó dentro del cuarto dónde, en la única silla que había, le esperaba sentado un hombre vestido de militar escondido tras unas gafas de sol. Se había situado en una de las esquinas, donde la mezquina luz de la lampara le ensombrecía la cara; pero todo formaba parte de la puesta en escena, perfectamente estudiada, que había preparado con detalle para causar un efecto opresor en su interlocutor.

    El militar utilizaba formas autoritarias que unía a un tono enérgico y seguro que utilizaba para que el preso entendiese, sin ningún género de duda, quién mandaba en aquel lugar.

    El hombre de verde hizo un gesto al guarda que inmediatamente desapareció por la puerta y la cerró con llave al salir. Se

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