· ¿Qué opciones tengo como empresa cuando enfrento una situación de insolvencia económica?
· ¿En qué medida el procedimiento de concurso mercantil me puede resultar de utilidad?
Bien, procedamos a una recapitulación de lo que hemos conversado en este episodio con José Carlos Vera:
1. Contar con un marco regulatorio que observe la insolvencia financiera es toral para desarrollar negocios de manera ordenada, así como contar con organismos jurisdiccionales que puedan aplicar el marco regulatorio. La Ley de Concursos Mercantiles, observó la creación del Instituto Federal de Especialistas de Concursos Mercantiles conocido como el IFECOM siendo un órgano auxiliar del Consejo de la Judicatura Federal, con autonomía técnica y operativa, y que cuenta con especialistas en administración de empresas, asesoría financiera, jurídica y contable.
2. En un contexto regional, el caso mexicano puede ser visto como un caso en evolución bastante positivo. Pasamos de una regulación que no se ajustaba al entorno de los negocios a una regulación más proactiva que busca el beneficio de la empresa, sus acreedores, y del resto de los actores que forman parte de una actividad comercial.
3. Si observamos cuáles son las causas que como país han incidido en la evolución del marco jurídico encontramos que nuestro sistema legislativo se caracteriza por no ser muy proactivo y más bien tiende a ser reactivo. Quizá esta sea la causa por la cual la legislación concursal se tardó en ajustarse al entorno comercial existente en el país.
4. Los factores económicos y la misma situación que hemos vivido con la pandemia ha detonado que los especialistas y los diferentes actores que participan en los procedimientos de insolvencia financiera y concurso mercantil estén mucho más activos.
5. Importante distinguir que el marco regulatorio de insolvencia y concursal no cambia con la renovación del tratado comercial que tenemos establecido con Canadá y Estados Unidos.
6. El procedimiento regulado en la Ley de concursos mercantiles contempla dos etapas: una etapa inicial de conciliación donde la empresa y sus acreedores buscan ponerse de acuerdo en caso de que exista viabilidad para que el negocio salga adelante y así cumplir con los compromisos financieros de la empresa y una segunda etapa, en caso de que la primera no funcione que es la etapa de liquidación de la empresa en la que se busca es maximizar el valor de los activos.
7. La Ley de concursos mercantiles prevé que sea la empresa quien inicie su procedimiento de concurso mercantil o que sea uno de sus acreedores quien le solicite el concurso mercantil. En el mundo ideal, debería ser la empresa que actuando de manera oportuna solicite el procedimiento sin embargo a veces las empresas dejan pasar el tiempo y la situación se torna crítica tomando entonces la iniciativa algún acreedor lo que puede generar un descontrol.
8. Sí es necesario contar con requisitos de verificación de insolvencia por parte del juez, Esto vendría a ser una etapa previa a las ya señaladas.
Si bien, hoy en el marco jurídico mexicano encontramos opciones para atender temas de conciliación y de quiebra cuando la insolvencia financiera nos golpea, también tenemos espacios adicionales de establecer procesos de renegociación o reestructuras con nuestros acreedores. Enfrentar estas situaciones que en principio son delicadas, nos lleva a pensar en la conveniencia de recibir apoyo de algunos especialistas para definir bien el camino que deberemos de seguir. Es una decisión de la Alta dirección y desde luego de la Junta de Gobierno. Si ya estamos en una situación de este tipo, no dejemos pasar más el tiempo y actuemos.