El chef vasco explica las partes más y menos ingratas de liderar un restaurante que constantemente se lo cuestiona todo y cuenta que avanzar tan cerca de los límites hace que algunos comensales caigan en el precipicio. Aduriz reconoce sus miedos, su hipersensibilidad y el aprendizaje tras haber convivido durante más de dos décadas con un intenso dolor crónico. Desvela la temática que abordará la próxima temporada e imagina cómo envejecerá su proyecto.