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Cuerpo, salud y comida: Aspectos socioculturales de la nutrición
Cuerpo, salud y comida: Aspectos socioculturales de la nutrición
Cuerpo, salud y comida: Aspectos socioculturales de la nutrición
Libro electrónico267 páginas3 horas

Cuerpo, salud y comida: Aspectos socioculturales de la nutrición

Por VVAA

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El libro pretende aunar la naturaleza compleja de la alimentación con un proyecto educativo y de investigación que establece un diálogo transdisciplinario entre los saberes ofrecidos desde paradigmas y disciplinas biomédicas y los aportados por las ciencias sociales y especí camente por la antropología social. Un diálogo, dicho de otra forma, entre el binomio naturaleza-cultura y que nos ofrece la posibilidad de una apertura epistemológica donde el objeto investigado pasa a ser sujeto investigado, donde lo que es colectivo se conjunta con lo individual y personal, donde lo que se cuanti ca puede también cuali carse y donde lo que es biológico es también cultural. Se habla de la alimentación y de las alimentaciones humanas, de lo que se ha comido, de lo se come y de lo que posiblemente se comerá, contribuyendo a divulgar nuevos conocimientos sobre la alimentación en los humanos.
IdiomaEspañol
EditorialUOC
Fecha de lanzamiento8 jul 2014
ISBN9788490642900
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    Cuerpo, salud y comida - David Fornons Fontdevila

    Capítulo I

    Dietas: ¿Imposiciones sociales sobre la naturaleza humana?

    David Fornons

    Resulta muy difícil determinar y establecer una línea divisoria clara entre lo que entendemos por naturaleza y cultura o sociedad. Si nos observamos y observamos a nuestros congéneres llegamos a verificar la intuición de que ambas van de la mano, que es difícil desligarlas, aunque cabe decir que de la misma manera que el término cultura pertenece a una dimensión simbólica y difícilmente cuantificable, en el fondo y cada vez más en nuestra época la ciencia va perdiendo su seguridad a la hora de establecer fronteras fijas y racionales entre lo que es físico natural, ergo tangible, y aquello que está allí pero que, como la cultura, nos resulta difícil fijar, en el fondo cuantificar y enmarcar en un sistema racionalista descartiano.

    Entonces en este debate sobre aquello supuestamente tangible (naturaleza) frente a aquello supuestamente intangible (cultura) de una cosa podemos estar (supuestamente) seguros: en nuestra especie la naturaleza cultural se sobrepone a la naturaleza biológica, la creación como especie se impone a lo creado como naturaleza física.

    La cultura, pese a ser parte misma de una naturaleza que la ha generado, podría parecernos que ha ganado esta batalla sobre lo humano. El paso siguiente, antes de adentrarnos, si un aspecto de la cultura, una actividad natural humana como la alimentación, es, o no, una imposición social, debemos realizar un salto cognitivo desde algo que ya hemos definido como intangible que es la cultura, a algo probablemente ideado como más tangible, aunque más bien se definiría como dudosamente tangible, que es la sociedad. Si entendemos la sociedad como una agrupación de seres humanos, entre los cuales versa una o unas culturas, en esta agrupación lo determinante no es la biología y la genética (no se está diciendo que no sea en cierto modo constitutivo de la misma) sino la comunicación, la cooperación entre sus miembros, o a una supervivencia, vivencia y convivencia.

    Y, bien, en estas sociedades existe una organización, una estructura y una división, que abarca una línea imaginaria que iría de la supervivencia a la convivencia. Pero, y no caigamos en engaños, toda organización social responde a una estructura en la que sus miembros no tienen por qué ser iguales, no tienen por qué disponer de los mismos recursos. En definitiva, todas las sociedades, guste o no, en mayor o menor medida son asimétricas. La asimetría social provoca una igual asimetría en el uso del poder o en la organización misma de la sociedad. También implica una asimetría entre los intereses del colectivo

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