Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

La Casa de la Abuela
La Casa de la Abuela
La Casa de la Abuela
Libro electrónico363 páginas5 horas

La Casa de la Abuela

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Sinopsis:

Sumérgete en el apasionante relato de Fénix, un joven valiente que decide dejar atrás su pasado y embarcarse en una aventura sin precedentes en la vibrante ciudad de Nueva York. Enfrentándose a la frenética y caótica metrópolis, Fénix se encuentra en un constante viaje de autodescubrimiento, luchando contra el individualismo y el desenfreno que amenazan con consumirlo.

 

En su búsqueda desesperada por respuestas y significado, Fénix se sumerge en un oscuro abismo de drogas y estupefacientes, buscando alivio para su alma sedienta. Sin embargo, el destino le tiene reservado un giro inesperado cuando el llamado de la Ayahuasca, el Peyote y otras medicinas ancestrales llega a su vida. A partir de ese momento, su existencia da un vuelco radical y se adentra en un viaje trascendental que transformará su ser de manera irreversible.

 

Inspirado por el poder sanador y revelador de estas antiguas plantas sagradas, Fénix nos invita a explorar su universo interior y nos lleva de la mano en un fascinante recorrido por su propia biografía de nómada. Desde Londres hasta África Subsahariana, desde Los Ángeles hasta Madrid y más allá, Fénix nos sumerge en un retrato narrativo del vertiginoso mundo contemporáneo en el que los seres humanos luchan por encontrar su lugar.

 

Este libro es mucho más que un relato de viajes. Es un profundo y revelador viaje a través de la madre tierra y un llamado hacia el interior del corazón, donde el amor infinito de la creación aguarda. Es un suspiro de aire puro en medio de un mundo que intenta silenciar la magia ancestral de la Pachamama. Es un viaje en busca de nuestras raíces ancestrales, de nuestra propia voz y del significado mismo de la vida.

 

Sumérgete en las páginas de esta cautivadora obra y déjate llevar por la poderosa narrativa de Fénix. Descubre tu propia esencia y abraza el llamado de la aventura que te aguarda.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento2 nov 2023
ISBN9798223476528
La Casa de la Abuela
Autor

Hector Calderon

Hector Calderon, born in 1978 in Morelia, Mexico, is the middle child of a family of six. His lifelong love for writing and reading was evident from his early years. In school, he excelled academically and embraced the arts, participating in school plays that ignited his passion for storytelling. At the age of 14, Hector moved to Los Angeles, California, with his family, where he further nurtured his passion for literature. He graduated from California State University, Fullerton, in Communication Sciences and Spanish Literature, laying the foundation for his writing career. Eager to expand his horizons, Hector pursued advanced studies in International Relations at the University of Essex in the UK, gaining a global perspective on complex issues. With a background in public relations and extensive work with NGOs and the United Nations, Hector has made a significant impact in humanitarian development. His writing reflects his dedication to social causes, aiming to provoke deep reflections in readers. In 2023, he achieved his dream of publishing his first novel, "Abuela's Sacred Home," exploring ancestral journeys and spirituality, marking a new chapter in his writing career. Hector is also the proud father of twins, Maya and Micha. He resides in New York, drawing inspiration from the city's diversity and energy to craft stories that resonate with readers. Hector Calderon's life and experiences infuse his writing, making him a remarkable writer in the realm of spirituality.

Relacionado con La Casa de la Abuela

Libros electrónicos relacionados

Ficción hispana y latina para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para La Casa de la Abuela

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    La Casa de la Abuela - Hector Calderon

    portada_a_v3.png

    Sinopsis:

    Fénix: El despertar de un viajero en busca de su esencia

    Sumérgete en el apasionante relato de Fénix, un joven valiente que decide dejar atrás su pasado y embarcarse en una aventura sin precedentes en la vibrante ciudad de Nueva York. Enfrentándose a la frenética y caótica metrópolis, Fénix se encuentra en un constante viaje de autodescubrimiento, luchando contra el individualismo y el desenfreno que amenazan con consumirlo.

    En su búsqueda desesperada por respuestas y significado, Fénix se sumerge en un oscuro abismo de drogas y estupefacientes, buscando alivio para su alma sedienta. Sin embargo, el destino le tiene reservado un giro inesperado cuando el llamado de la Ayahuasca, el Peyote y otras medicinas ancestrales llega a su vida. A partir de ese momento, su existencia da un vuelco radical y se adentra en un viaje trascendental que transformará su ser de manera irreversible.

    Inspirado por el poder sanador y revelador de estas antiguas plantas sagradas, Fénix nos invita a explorar su universo interior y nos lleva de la mano en un fascinante recorrido por su propia biografía de nómada. Desde Londres hasta África Subsahariana, desde Los Ángeles hasta Madrid y más allá, Fénix nos sumerge en un retrato narrativo del vertiginoso mundo contemporáneo en el que los seres humanos luchan por encontrar su lugar.

    Este libro es mucho más que un relato de viajes. Es un profundo y revelador viaje a través de la madre tierra y un llamado hacia el interior del corazón, donde el amor infinito de la creación aguarda. Es un suspiro de aire puro en medio de un mundo que intenta silenciar la magia ancestral de la Pachamama. Es un viaje en busca de nuestras raíces ancestrales, de nuestra propia voz y del significado mismo de la vida.

    Sumérgete en las páginas de esta cautivadora obra y déjate llevar por la poderosa narrativa de Fénix. Descubre tu propia esencia y abraza el llamado de la aventura que te aguarda.

    La Casa de la Abuela

    Un Viaje al Corazon de la Pachamama

    D.R. Copyright © 2023, Héctor Calderón

    Sitio Web: hector-calderon.com

    Primera edición julio 2023

    Aviso legal:

    Todos los derechos reservados. Queda terminantemente prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, ya sea por medios impresos, electrónicos o cualquier otro medio sin la autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. Cualquier infracción será perseguida según lo establecido por las leyes vigentes.

    Declaración de ficción:

    Esta novela es una obra de ficción. Todos los nombres, personajes, lugares e incidentes presentes en esta historia son producto de la imaginación del autor y se utilizan de manera ficticia. Cualquier semejanza con personas reales, vivas o fallecidas, eventos o escenarios es puramente coincidencial.

    Declaración de opiniones:

    Las opiniones y puntos de vista expresados en esta obra son exclusivamente del autor y no representan necesariamente las opiniones o posturas de las Naciones Unidas ni de ninguna otra entidad mencionada en este libro.

    Agradecemos su comprensión y respeto a los derechos de autor, así como a la naturaleza imaginativa de esta obra de ficción. Disfrute de la lectura y sumérjase en el fascinante mundo que el autor ha creado para usted.

    Edición: Teresa Glass, Emil Alvarado y Monica Astudillo

    Diseño: Diego Sanguino

    ISBN:

    Estados Unidos / Printed in the United States

    Índice

    Prólogo

    1 La Abuela

    2 El Jaguar

    3 Kambo

    4 Bufo

    5 Los Samoyedos de la Tundra Siberiana

    6 Los Cazadores de la Tierra del Fuego

    7 Los Chamanes de la Selva

    8 El Tabaco y el Rapé

    9 La Amamba

    10 Yemayá

    11 El Tata

    12 El Guardián de las Tinieblas

    13 La Casa de la Abuela

    14 Los Cometas

    15 El Creador

    16 La Maga

    17 Laberinto Santo

    18 Hombre Luz

    19 Madrid

    20 Botellón

    21 Santiago de Compostela

    22 París

    23 El Viejo Mundo

    24 Londres

    25 Irlanda

    26 África

    27 Julie

    28 Fénix

    Biografía del autor

    Héctor Calderón, es el hijo del medio de una familia de seis hermanos, nació en la hermosa ciudad de Morelia, Michoacán, México, en 1978. Desde su infancia, mostró un amor innato por la escritura y la lectura, pasando horas sumergido en historias y letras que despertaban su imaginación.

    Durante sus años escolares, Héctor no solo destacó en sus estudios, sino que también participó activamente en el mundo de las artes. Se involucró en obras de teatro escolares, donde descubrió la magia de dar vida a personajes y transmitir emociones en el escenario. Además, sus habilidades literarias lo llevaron a participar en varios concursos de poesía y ensayos escolares, demostrando su destreza con las letras.

    A los 14 años, Héctor emigró junto a su madre y hermanos a Los Ángeles, California, donde se abrieron nuevas oportunidades y desafíos en su vida. Fue durante estos años de juventud que Héctor fortaleció su pasión por la literatura y la comunicación. Se graduó con honores en Ciencias de la Comunicación y Filología Hispánica de la prestigiosa Universidad Estatal de California en Fullerton (CSUF), obteniendo una sólida formación académica que sentó las bases para su futura carrera como escritor.

    Decidido a ampliar su horizonte y explorar otros ámbitos, Héctor decidió continuar su formación y obtuvo estudios superiores en Relaciones Internacionales en la reconocida Universidad de Essex, en el Reino Unido. Estas experiencias académicas enriquecieron su perspectiva y conocimientos en temas globales, permitiéndole comprender mejor las complejidades del mundo en el que vivimos.

    Con una amplia experiencia en relaciones públicas, medios de comunicación y comunicaciones organizacionales, Héctor ha dejado una huella significativa en el campo de desarrollo humanitario. Ha colaborado con organizaciones sin fines de lucro (ONG) y prestigiosas instituciones internacionales, incluyendo la ONU. Su dedicación a las causas sociales y su pasión por conectar con las personas se reflejan en su escritura, donde busca transmitir mensajes poderosos y provocar reflexiones profundas en los lectores.

    En el año 2023, Héctor Calderón logró realizar uno de sus más grandes sueños: publicar su primera novela, titulada La Casa de la Abuela. Este logro significativo marcó el comienzo de una nueva etapa en su carrera como escritor, adentrándose en el género de los viajes ancestrales y la exploración de la espiritualidad.

    Además de su pasión por la escritura, Héctor encuentra gran alegría en ser padre de dos hermosas gemelas, Maya y Micha. Juntos, forman un vínculo especial lleno de amor y complicidad. Actualmente, Héctor reside en la vibrante ciudad de Nueva York, donde continúa inspirándose en la diversidad y energía de su entorno para crear historias que toquen el corazón de los lectores.

    La vida y las experiencias de Héctor Calderón se entrelazan en su escritura, dejando una marca perdurable en aquellos que se adentran en sus obras. Su genuina pasión.

    Conoce más en: hector-calderon.com

    Agradecimientos

    Este libro no hubiera sido posible sin el amor infinito de mi familia ancestral y, en especial, de mi madre y hermanos, quienes con su amor, paciencia y apoyo incondicional han sido una parte esencial de mi crecimiento durante el transcurso de mi vida terrenal y astral. Agradezco de corazón a mis hijas, Maya y Micha, por haber llegado a mi vida como destellos de luz y amor, y por ser el motor de amor en mi experiencia terrenal.

    También deseo expresar un agradecimiento especial a todas aquellas personas que, de una manera u otra, me inspiraron a escribir este libro. En particular, a mis amigas Ariadna, Veronique y Jackie, por todo su gran amor, consejos y guía. A mis amigos Mauricio y Camilo, por haberme enseñado el camino del despertar de la conciencia. A Laura, Alex y Paty, quienes me ayudaron a despertar al gran chamán que habita dentro de mi corazón, a través de su programa Las Nueve Puertas. A mis editores, Teresa, Emil y Mónica, y a mi diseñador gráfico, Diego, quienes plasmaron mi visión con su gran trabajo. Por último, pero no menos importante, agradezco al Creador y a la Pachamama, quienes con su magia y alianza ancestral permitieron que mi alma pudiera vivir esta experiencia terrenal.

    Cada uno de ustedes ha dejado una huella imborrable en mi vida y en este libro. Sus contribuciones y apoyo han sido invaluables, y les estoy eternamente agradecido por su presencia en mi camino. Con profundo amor y gratitud, les invito a embarcarse en este viaje literario que comparto con ustedes. ¡Que la magia y la sabiduría ancestral impregnen cada página y les lleven a un despertar profundo y transformador!

    Prólogo

    Sentado en cuclillas y recostado bajo la sombra de un árbol frondoso, en un jardín con luces multicolores incandescentes, esperaba ansioso para entrar a la gran fiesta que la Abuela había preparado para mí. 

    Había pasado muchos años buscando la forma de conectarme y encontrarme conmigo mismo. Desde niño sentí la necesidad de pertenecer, de saber adónde iba, de encontrar mi propósito y mi propia identidad en un mundo que se presentaba cruel y superficial. Siempre fui sensible y empático, lo di todo sin pedir nada a cambio, viendo lo mejor en los demás, esto me llevó a muchas decepciones que me hicieron sufrir durante mi infancia y adolescencia. Sin embargo, mi primera juventud también tuvo muchas satisfacciones y bendiciones: fui vanguardista, dedicado y apasionado por las empresas de la vida. Solía soñar despierto, tenía grandes diálogos conmigo mismo y me enamoré de todo el que se preciara, siempre buscando conectar, siempre buscando pertenecer, siempre buscando saber quién era.  Crecí sabiendo que mi paso por este lugar era especial y único, de alguna manera lo tenía que aprovechar.

    La cotidianidad siempre me aburrió y las cosas mundanas las veía con apatía y hastío, sentir que nada era suficiente para ser feliz fue una constante en mi vida. Durante todo mi recorrido he buscado el porqué de nuestra existencia, el propósito de mi vida, las respuestas a mis preguntas… el desasosiego de no saber me llevó a refugiarme en comportamientos nocivos que me dieron problemas, vivía obcecado en mí mismo. Mi ego me gobernaba logrando acallar al corazón… hasta que toda aquella situación, como una bomba de relojería, estalló en mis manos: estaba dispuesto a tomar la medicina. 

    Ahí estaba yo, en las puertas de la casa de la Abuela. Un gran silencio acogedor se apoderaba del lugar y una mezcla de sentimientos adversos me acogía. Esperé… pero la Abuela no hacía acto de presencia, aunque cada segundo que pasaba parecía una eternidad seguí esperando hasta que el tiempo se detuvo. La expansión de la consciencia llegó a mí y una profunda paz en mi alma se apoderó de todo mi ser; este sentimiento era más fuerte que la inquietud por ver la sorpresa que la Abuela me había preparado con tanto amor. Las luces cambiaban lentamente de matiz, el aire era líquido, las moléculas hablaban y las vibraciones resonaban a la misma frecuencia de mi cuerpo. Todo era silencio, calma y movimiento. Respiré hondo, y cuando solté el aire desde lo más profundo de mi ser, una suave voz me susurró al oído:

    –Bienvenido a casa, hijo mío. Espera aquí sentado y descansa. Esta fiesta la preparé sólo para ti.

    Me acomodé en el regazo de un árbol frondoso, sus ramas iban creando formas naturales conectadas una a una hasta la raíz. El árbol me resguardaba bajo su manto para que las luces incandescentes no llegaran a mi rostro. Me sentí en el nirvana, en un estado de reposo y calma total, semejante a cuando estás muy cansado y te recuestas en tu cama para aligerar el sueño. Mientras recibía toda esta hermosa energía que me recargaba, las lianas con hojas enormes comenzaron a abrigarme; lianas llenas de flores rosas y moradas que cubrían el inmenso jardín, tejiéndose entre sí a ras del suelo. Se movieron hasta mi cuerpo para cubrirme del frío, la naturaleza tenía forma de cobija, pude sentir el calor de la Abuela y de toda la naturaleza que me abrazaba fuertemente, con mesura y candor. Sentí paz al reconocer que podemos tener el control de lo que sucede en nosotros, y que con eso basta para hacer las cosas distintas.

    A través de la consciencia y el reconocimiento de nuestra sombra y nuestra luz pude hacer las paces con las viejas versiones de mí mismo. Me sentí seguro y con un sentimiento de amor profundo hacia el pasado y el presente, que son lo único que tenemos. Todo mi ser se llenó de amor, y es que solemos escuchar y decir que el amor es muy importante, y aunque podemos estar de acuerdo en eso, no hay palabra que explique ni que se compare con sentirlo. Sentir amor dentro de mi cuerpo y mi alma fue una mezcla de energía infinita y universal en un cuerpo terrenal, lo que me hizo sentir que finalmente había llegado a donde tenía que llegar…

    De improviso, un flash de oscuridad apagó todo mi mundo, como cuando apagas un televisor en medio de la madrugada y puedes sentir cómo aterriza un vacío sordo. Mi mente se apoderó de mi cuerpo y silenció mi corazón como lo venía haciendo desde hacía tiempo. Mis pensamientos racionales comenzaban a transmutar mi ser cuando toda mi vida se reveló frente a mis ojos. Hice el recuento de lo que había pasado con mi vida en este plano terrenal, todo lo que viví, desde el momento en que nací, incluso pude ver mi momento final, cuando mi luz regresó al infinito y mi cuerpo fue reclamado por las entrañas de la Pachamama. Mis ojos se llenaron de lágrimas de alegría, miedo, tristeza, todas las emociones se derramaban por mi rostro con la fuerza de una cascada dulce, como el agua tibia de un cenote sagrado. Aún sin saber todo lo que me esperaba, mi alma y mi corazón lo presentía, lo sentían, lo anhelaban…

    1

    Soy el fuego sagrado que aviva tu corazón y te guía a reír, a luchar, a honrar y a amar con pasión desde tu más íntimo ser... Sostengo tus manos por un instante, pero abrigo tu corazón eternamente

    El pum, pum del tambor chamánico anunció que había llegado el momento. Podía discernir luces, gente o lo que parecía ser gente, sombras, siluetas, rostros familiares y desconocidos dialogando entre sí, sahumerios, bendiciones, leña y fuego. La noche era tranquila, el jardín repleto de rosas, crisantemos, margaritas y girasoles, cada una con su propia forma y textura, con diferentes matices de colores. Las flores se iban mezclando y los pétalos se conectaban entre sí hasta formar una cobija sobre mí, protegiendo mi cuerpo del frío. Podría decir que era una cobija perfecta, cubría mi cuerpo de manera exacta; su olor natural me hacía disfrutar el respirar y me daba el calor que necesitaba en aquella larga noche. Dejé que mi cuerpo descansara al pie de un árbol vigoroso, de modo que mi peso cayó sin resistencia. He descansado en muchos lugares del mundo y ninguno había sido tan cómodo como lo fue aquel árbol –el mejor colchón que probé en mi vida–. Podía ver el jardín vibrar en luces que formaban mándalas en el aire de colores rosado y violeta. Apenas pensaba sobre lo que percibía, solo veía y sentía el inminente quiebre de lo que conocemos como realidad. Moléculas en el aire cambiaban de matices rojos intensos a tonos grises, equilibrando el brillo y contraste, su luz y su sombra, todo formando parte de la naturalidad del ser. Era un placer inconmensurable hallarme ahí… en la fiesta que había preparado la Abuela para mí. 

    Todo estaba listo para empezar: el fuego encendido, las llamas danzando y el frío intenso difuminando su avidez entre las chispas de leña que hacían arder el fuego. Mi corazón latía cada vez más fuerte, como un tambor, y me invadió un vaivén de emociones y preguntas que se columpiaban en mis adentros, formando un coloquio de voces en las cavidades de mi mente… 

    –¿Será esto verdad o sólo es una estafa? –pregunté al universo.

    –Es verdad, es ayahuasca y sabes bien por qué estás aquí

    Las voces de mi cabeza dialogaron entre sí.

    –¿Vale la pena hacer esto? 

    –¿Me estoy resistiendo?

    –¿A qué le tengo miedo? 

    Los desgloses del yo no paraban de hablar. ¡Qué difícil es hallar la tranquilidad cuando nuestros pensamientos entran en conflicto!, el diálogo interno es un arma de doble filo que tenemos como especie, si se sale de nuestro control, podemos terminar de pronto bajo el mandato de lo más peligroso que tenemos como humanos: el ego. 

    Debía tranquilizarme; de lo contrario, la experiencia no iba a ser nada agradable y, aunque en el fondo estaba muy seguro de hacerlo, el ego se apoderaba de mí y se resistía a darle rienda suelta a mi corazón. Ante el riesgo de perder la cordura preferí la consciencia, me llevé de vuelta al momento presente y a ocupar la mente con lo que tenía alrededor. Quizá el miedo que sentía era debido a que todo me resultaba muy desconocido, detallar el espacio donde se realizaría la ceremonia del encuentro con la Abuela ayahuasca podría ser una buena idea para calmar los nervios, por lo que comencé a repasar cada detalle del lugar.

    La cita aconteció durante un fin de semana de eclipse lunar, el último eclipse del año. Nos encontrábamos en un lugar mágico, donde los rayos del Sol llenaban de luz el inmenso bosque que nos albergaba, y el resplandor se colaba entre los árboles dormidos, regalando un calor dulce que ayudaba a sobrellevar el frío invernal. En el jardín habitaba el silencio, roto sólo por conversaciones bajas de algunas almas que se encontraban alrededor de la fogata. Afuera, el fuego nos calentaba mientras los minutos pasaban, el círculo que habíamos formado se impregnaba con el aroma de un suave sahumerio. El humo del tabaco ancestral y una taza de cacao amargo caliente para abrir el corazón anunciaban que se acercaba el momento.  Mi ego trataba de tomar el mando y de nuevo se cuestionaba todo, como de costumbre, ya que no es imposible desaprender una vida donde la constante ha sido la duda. Estaba invadido de sensaciones a flor de piel, debatiéndome entre ser y no ser. Callé mi mente como pude, intentando liberar mi ser del yugo que a veces llevamos dentro, de los miedos, de las inseguridades, de los traumas y conflictos que, de seguir retroalimentándose, iban a oscurecer el momento. 

    Estaba a minutos de recibir una de las medicinas ancestrales más importantes de la historia humana. Los nervios se sentían más fuertes cuando lo pensaba de esta manera, entonces buscaba verlo desde una perspectiva más conciliadora. Me dejé llevar por mi corazón y la energía de la Abuela, al final todo se alineaba con mi anhelo por lo trascendental, nada había sido casual.

    Aunque pensé en abandonar varias veces, el hecho de que mi amiga Luna me estuviese acompañando en la experiencia me ayudó a no echar la vuelta atrás. Luna era una joven maestra de reiki que dictaba prácticas de meditación. Era latina, de tez blanca, pelo oscuro, ojos color miel y de fuerte energía. A lo largo de su vida había experimentado diversas formas de comprender la realidad, probado medicinas alternativas, había hecho diversas ceremonias con plantas medicinales y psicodélicas, todo ello para procesar su vida de la mejor manera posible. A través de dichas enseñanzas, ayudaba a otros para que pudiesen hacerlo por sí mismos. Durante los últimos cinco años, Luna había sido mi compañera en esa búsqueda de identidad y propósito de vida, había sido mi alma gemela en esa indagación del porqué de nuestras vidas; ella siempre estaba en esa constante búsqueda porque, según decía, todos vamos cambiando y, por ende, en esos giros naturales nos podemos desconocer. Nosotros les decimos: los grandes secretos del mundo, pero en realidad son los grandes secretos del ser y de la vida, aquellos cuestionamientos que nos llevan a lo más profundo de la existencia. Habíamos hecho meditación y sanación juntos, hablado de la Abuela ayahuasca, del Abuelo Peyote, de los hongos de la luz, de los elementos, del cuerpo, de la mente, del amor, del alcohol, de las drogas, de Dios, de todo lo que nuestras mentes no comprende ni entiende, y siempre llegábamos a la misma conclusión: la respuesta está en nosotros mismos. 

    Luna y yo teníamos varias cosas en común: ninguno de los dos había nacido en Nueva York, necesitábamos contactar con la naturaleza en una ciudad de asfalto y nos era fácil conectar con los demás de manera profunda. Ambos nos buscábamos a nosotros mismos, sumergidos en una vorágine e incomprensible ciudad multicolor, una de las capitales más importantes del mundo que, sin embargo, te hacía sentir que no eras importante. La jungla neoyorquina, encendida de aromas y neones, era capaz de enamorarte y de abrumarte al mismo tiempo, como una tormenta que te hace bailar y deambular alrededor de la nada. Cuando los estímulos son tantos, llega un momento en el que no te estimula nada, y por eso, poco a poco, empezaba a estar preparado para un estímulo más potente: un viaje espiritual. Nuestra conexión era fuerte como un roble. Luna había sido mi ancla a la tierra los días grises, y yo deseaba ser, asimismo, su apoyo más sólido en la Cosmópolis de los rascacielos. En sus ojos podías ver un mar concentrado y una precoz sabiduría; si no fuera por ella, jamás habría sido invitado por la energía de la vida a la casa de la Abuela.

    Unos meses antes de visitar la morada de la Abuela, Luna me había invitado a una de sus sesiones de terapia holística en su estudio de meditación. En ese momento de mi vida necesitaba experiencias nuevas que no se basaran en un hedonismo superficial, sino que me otorgaran una experiencia más profunda y por ello acepté acudir a dicha sesión. Confiaba en los métodos de mi amiga, que sabía que era una gran profesional en su campo. Me explicó más sobre lo que hacía; las terapias holísticas son tratamientos muy enfocados en curar el cuerpo y el ser en su totalidad. Es una práctica que busca el equilibrio de todos los planos de la existencia; el físico, el mental, el emocional y el espiritual. La forma de aplicarla es variada y depende de la perspectiva de quien la haga. Las sesiones de Luna suelen incluir masajes corporales acompañados de limpieza energética, acupuntura, quiropraxia y meditación. Dependiendo de las particularidades de cada persona y lo que quiera atender, las sesiones varían para cada uno. Ella había preparado una sesión para mí con bastante antelación. Sin embargo, yo no fui a causa de la escasez de tiempo y dinero, pero en realidad puedo reconocer que solo fueron excusas, como de costumbre, excusas que uso de seguido cuando es más fácil ser mi propio obstáculo… cuando el ego se interpone en mi camino. Ella supo entenderme, pero es una situación que se ha repetido en otros momentos, como sucedería con la Abuela; estando a punto de conocerla pude identificar cuántas veces me opuse o busqué motivos para abandonar, ignorando mis deseos. Pude identificar que en los últimos años, cuando sentía un deseo de hacer algo, siempre había algo que me dejaba en la inacción, algo que no me sucedía cuando era más joven. Aunque en ese tiempo también había dolor en mi interior, siempre me atrevía a hacer eso que quería, aunque a veces no entendía por qué o para qué lo hacía… y ahora se presentaba una nueva oportunidad para hacerlo distinto, para ser y hacer eso que sentía. 

    Entre tanto vaivén de pensamientos hay un hecho: si algo en mi vida no cambia es porque lo estoy eligiendo. Estando consciente de esto y de lo que necesitaba cambiar, elegí y me mantuve en la ceremonia junto a Luna. Entre nosotros ya habíamos platicado de la Abuela y lo mágico que sería conocerla en ese momento tan místico; en mi caso todo era aún más especial porque el día anterior había cumplido años y, además, esa noche había un eclipse lunar: la Tierra se colocaría entre la Luna y el Sol. Había mucho sucediendo alrededor y entre toda esa montaña rusa de emociones que tenía, pensar en Luna me hizo buscarla para conversar con ella y esperar a que llegase el momento de recibir a la Abuela. Después de buscarla por toda la hacienda, por el salón central, afuera en la fogata, al fin la encontré sentada en el jardín bajo un cielo estrellado. Me senté a su lado y me dijo mirando al cielo:

    –Tenemos un preámbulo ideal para conocer el gran espíritu de la Abuela.

    –Sí… –respondí– nos acompaña un eclipse lunar por lo que escuché. 

    –¡Y eso es increíble, Fénix! ¿Sabes? Los eclipses tienen un papel súper importante en nuestra energía y en toda la naturaleza. Lo sabemos casi desde que el hombre es hombre, puede que antes, incluso más que ahora. Nuestros ancestros miraban el cielo para descifrar cosas que los ayudara a decidir para sobrevivir, los astros eran sus guías para tomar decisiones. He sentido que poco a poco se ha retomado esa búsqueda intuitiva de conocimiento, cada vez hay más personas buscando respuestas en los astros, en el cielo y en la energía. Me parece importante que esto suceda, quizás estamos reconociendo nuestra ruptura con la naturaleza y ahora estamos buscando reconectar con ella. 

    –Después de todo no estuvo mal que la astrología en los últimos años se haya convertido en un fenómeno pop –respondí en tono de broma–.

    –Sí, es cierto… ¡aunque me interesa mucho más la astronomía que la astrología! –sonrió– ¿Sabes cuánto nos puede llegar a afectar un eclipse?

    –No del todo. Lo que sé de los eclipses es que la Tierra se interpone entre la Luna y el Sol, pero ni sospechaba que nos pudieran afectar.

    –Pues mira, te cuento que la palabra es de origen griego ekleipsis, que significa desaparición o abandono. Y es que eso es precisamente un eclipse: la desaparición momentánea, total o parcial de un astro dada la interposición de otro astro, y es posible verlo con los ojos. 

    –Desaparición y abandono… –repetí, tratando de absorber todo lo que me decía– no hubiese imaginado que la palabra eclipse significaba eso. Eclipses de sol y de luna, el que tendremos hoy es de luna llena… Entonces hoy podremos ver cómo la Luna desaparece o abandona el cielo por unos minutos.

    –Lo que más me gusta de esto es la interpretación que se le puede dar a cada evento astral. En este caso, un eclipse lunar, suele marcar procesos importantes que están por cerrar o culminar… Por ejemplo, hace un rato me comentabas que te sentías muy movido emocionalmente, más allá de los nervios es posible que también se deba al eclipse. 

    – ¡Justo! Ha sido muy extraño todo lo que he sentido hoy. Me intriga mucho saber si se debe al eclipse. ¿Qué sabes de eso? – le pregunté ante tanta curiosidad–.

    –Durante los eclipses de Luna es normal que nuestras emociones puedan desbordarse más de lo habitual, podemos sentirnos muy raros sin saber a qué se debe ello, ¿sabes lo que te quiero decir? En los eclipses surgen momentos de cambio y transformación, pero también de desconcierto, nostalgia o pesimismo, sobre todo con las cosas de la vida que uno ha ido dejando atrás También pueden ocurrir eventos o encuentros inesperados o que parecen predestinados.

    Estaba súper impresionado con todos los conocimientos que me estaba brindando mi amiga. Todo aquello resultaba novedoso para mí, que hasta entonces había tendido al escepticismo. Su forma de contarlo era convincente y sus palabras me encajaban. Poco a poco mi mente se iba expandiendo…

     –No sé si debería alegrarme o asustarme –le dije, y volvimos a reír– ¿cómo crees que nos afecta este eclipse en concreto? 

    –Todos los eclipses, como cualquier evento astronómico, pueden afectarnos a nosotros y a todos los seres vivos a nivel electromagnético, tanto a los del planeta como a los de nuestro cuerpo. Especialmente durante un eclipse lunar, aumenta la tensión superficial de los líquidos, y ten en cuenta que nuestros cuerpos son en su mayoría líquidos. Por lo que sé de los eclipses, en realidad, iluminan una parte de la vida que puede estar afectada, porque un eclipse actúa como un foco revelador y nos muestra una situación que no hemos querido ver o que no sabíamos que existía. Cada eclipse puede actuar como catalizador para tomar decisiones importantes, pero también como un detonante de emociones. Así que lo mejor es dejarse llevar y, aunque nos afloren emociones e impulsos fuertes, esperar unas semanas antes de actuar.

    – ¡Y nosotros vamos en pleno

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1