La vieja de los vidrios y otras historias

Por Martha Ponzio

“La Vieja de los Vidrios y otras Historias”

Nos permite adentrarnos en la revisión de algunos temas que vale la pena explorar con una óptica diferente de la que nos brinda la cotidianeidad.

La vejez, la infancia y todo lo relacionado con lo que interesa al ser humano se recupera mediante relatos que van m&aa

• Idioma: Español
• Editorial: ibukku, LLC
• Fecha de lanzamiento: 18 abr 2019
• ISBN: 9781640863460

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La Vieja de los Vidrios

y Otras Historias

Martha Ponzio

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Publicado por Ibukku

www.ibukku.com

Diseño y maquetación: Índigo Estudio Gráfico

Copyright © 2019 Martha Ponzio

ISBN Paperback: 978-1-64086-345-3

ISBN eBook: 978-1-64086-346-0

Índice

A modo de prólogo

La Vieja de los Vidrios

Abuelito Piero

Turi

Padre Anselmo

Fetichismo

Jorge en la Hoguera

Soledad

Fidel

El Caballo de León

Coco

Calet

Club La Pequeña Modista

Que veinte años es mucho

La Visita

A modo de prólogo

Algunos de los relatos en este libro son sólo el punto de partida de una narrativa. Cada una de las historias tiene la sazón de los mitos, las leyendas, las tradiciones familiares, y la fragilidad de la memoria.

Reconstruir el pasado en una anécdota es, en realidad, crear un nuevo presente; ese presente que estará y perdurará por todo el tiempo que el relato de la historia exista. Este, a su vez, será una nueva verdad y no habrá traiciones para lo acaecido.

La motivación para escribir estos cuentos no fue, en origen, la de su posterior publicación. Algunas personas, con quienes los compartí después de escritos, me animaron a hacerlos conocer al gran público. Estos breves relatos son, además, una mezcla de trozos de la realidad que me tocó vivir, más algunos que son parte de otra realidad de la que me hubiera gustado participar. Son también un intento de dar a conocer algunos hechos que realmente ocurrieron junto a otros que podrían haber ocurrido. Hay vivencias ajenas que me fueron compartidas; hay ideas que provienen de fantasías y otras de una gran dosis de imaginación. Descubrir cuales pertenecen a unas o a otras y poder penetrar zonas vedadas por la intimidad, dado que fueron recreadas de un modo diferente al que sucedieron, es labor del lector sensible. En algunas hay situaciones que fueron creadas con el propósito de mejorar la realidad, se puede percibir en otras el intento de revalorar episodios que desbordaron la emoción. En muchos de los cuentos relato hechos que fueron parte de mi vida y que conviven, gracias a la magia del impreso, reuniendo historias que me contaron al lado de esas vivencias que despertaron mi interés o curiosidad.

Mi relación con la escritura comenzó desde muy temprano. Tan pronto aprendí las primeras letras comencé a escribirme con palabras que solo yo entendía. Me llevó algún tiempo comenzar a escribir de verdad. Entonces empezaron a aparecer unas notas que dejaba para explicar mis ausencias, las cartas que escribía a mi padre a quien, según decía, le deleitaban mis ocurrencias. Sus comentarios críticos sobre sintaxis, ortografía y gramática exacerbaban mi necesidad de seguir perfeccionándome. La comunicación epistolar me ayudaba a suplir otras carencias.

Me emborrachaba leyendo a los clásicos, me sorprendía la similitud con las situaciones de la cotidianeidad moderna. Cada relato me transportaba y me hacía vibrar. Sentía que me salvaba a través de la palabra escrita y poco a poco me fui enamorando hasta de su caligrafía. Escribir era un proceso que se sostenía solo y que fue haciéndose más potente y necesario a medida que avanzaba en la vida.

Era hábil hablando, pero advertía que escribir me permitía expresarme de mejor modo.

Cuando niña inventaba historias que almacenaba en mi cabeza. Si las contaba me decían que mentía. Escribirlas me permitía hacerlas verosímiles, tornarlas creíbles y volver a leerlas recreándome. Escribir me hacía sentir una sensación similar al vértigo, esa libertad total de fabular y delirar sin riesgo, la posibilidad de expresarme en profundidad sin exponerme demasiado. Llegué a vivir dentro de mis cuentos una realidad muy superior a la verdadera. Me gustaba la posibilidad que me brindaban de modificar los hechos, mejorar momentos, revertir situaciones y encontrar soluciones que me traía el tiempo.

Publicando estos breves cuentos creo rendir un merecido homenaje a la vida, a las personas que amo y a los que me amaron.

Todo el reconocimiento para:

Mi Madre, a quien no supe o no pude identificar como tal por su excesiva capacidad de comprensión, su generosidad y cierta complicidad.

Mi Padre, luchador incansable que hizo de mí el ser fuerte que siempre fui, tratando de imitarlo.

Mis Hijos, que me permitieron sentir el verdadero amor a pesar del largo tiempo que vivimos separados.

Héctor Giuffré, que me hizo descubrir mi intensidad

A Héctor

Cuando Héctor se fue, este libro estaba casi terminado. Un cambio de último momento hizo que aún faltara incluir una historia, el indice no habria sido todavía pasado y faltaban detalles para poder editarlo.

Una parte de mi, se fué con él. Esa pérdida me llevó a decidir que no lo publicaría, que sería uno de los tantos proyectos que su partida dejó truncos.

Luego de la confusión inicial y siguiendo el consejo de amigos, entendí que publicarlo era una manera de honrar su memoria y perpetuar el fruto de un esfuerzo más de los que hicimos